LA COMUNICACIÓN PERVERSA A continuación se detallan las características más relevantes de la comunicación que establece el acosador laboral o perverso narcisista con sus víctimas: 1º.- Rechazar la Comunicación Directa. El perverso no practica la comunicación directa, porque "con los objetos no se habla". El perverso no nombra nada, pero lo insinúa todo. La víctima intenta comprender y se pregunta: ¿qué le habré hecho?. El agresor niega la existencia del reproche y del conflicto. La víctima se ve paralizada (¿cómo defenderse de algo que no existe?). Negarse a discutir es lo que perpetra el conflicto. Rechazar el diálogo es una hábil manera de agravar el conflicto haciéndolo recaer en el otro. 2º.- Deformar el lenguaje. Pueden utilizar una voz fría y monocorde, sin tonalidad afectiva. Las palabras dejan de tener importancia para dárselo al tono. El perverso no suele alzar la voz, deja que el otro se irrite solo. !eres un histérico que no deja de gritar!. El mensaje es vago e impreciso y genera confusión., !yo nunca he dicho eso!. Es capaz de sostener varios discursos contradictorios a la vez. No termina las frases. - No entiendo lo que quieres decir!. - pues piensa!. La respuesta es agresiva, sin embargo el tono es sosegado. Puede utilizar un lenguaje técnico, abstracto, excesivamente dogmático. El interlocutor teme preguntar por miedo a parecer imbécil. Otro procedimiento perverso consiste en nombrar las intenciones del otro o en adivinar sus pensamientos ocultos, dando a entender que el agresor conoce mejor que la víctima lo que este piensa. 3º.- Mentir. El uso de insinuaciones y silencios, decir sin decir, por ejemplo: "!Las mujeres son temibles!", Las mujeres que trabajan no cuidan bien a sus hijos!, si el interlocutor protesta se rectifica inmediatamente " no lo decía por ti!. Hay que ver que susceptible eres!". Los perversos y las perversas buscan siempre tener razón y eso es más fácil cuando han conseguido desestabilizar a la víctima y esta contrariamente a su agresor ya no disfruta con la polémica. La mentira solo se vuelve directa en la fase de destrucción. no les importa que cosas son verdad y que cosas son mentira, lo único verdadero es lo que dicen en el instante presente. 4º.- La burla, el sarcasmo y el desprecio. Los sarcasmos y las observaciones mordaces se toleran como si fueran el precio que hay que pagar por mantener una relación laboral con un compañero especial. La agresión medio en broma medio en serio se produce de manera disfrazada, sin hacer ruido, mediante alusiones e insinuaciones. Todas las observaciones desagradables producen heridas, para el agresor es un juego, el placer de la polémica de obligar al otro a defenderse. La persona que recibe este tipo de agresión no reacciona porque tiene tendencia a excusar a su agresor, pero también porque la violencia se instala de una manera insidiosa. Solo cuando se ha convertido en una costumbre es cuando se toma conciencia. El discurso del perverso narcisista encuentra una audiencia a la que llega a seducir, que es insensible a la humillación y el dolor de la víctima. Luego las estrategias utilizadas por el agresor para desestabilizar al otro serán: - Burlarse de sus convicciones, ideas y gustos. - Dejar de dirigirle la palabra. - Ridiculizarlo en público. - Ofenderle delante de los demás. - Privarlo de la posibilidad de expresarse. - Hacer broma con sus puntos débiles. - Hacer alusiones desagradable sin llegar a aclararlas nunca. - Poner en tela de juicio sus capacidades de juicio y decisión. 5º.- Utilizar la Paradoja. En la agresión perversa la víctima llega a dudar de sus propios pensamientos y afectos, perdiendo la noción de su propia identidad. No puede pensar. En el nivel verbal se dice una cosa y en el no verbal se expresa lo contrario. Existe un mensaje explícito y otro sobreentendido. El agresor niega la existencia del segundo, esta es una manera muy eficaz de desestabilizar al otro. Si la víctima trata de aclarar sus dudas, se le tacha de entenderlo todo siempre al revés y de paranoica. Existe además una distancia enorme entre lo que se dice y el tono de tensión y hostilidad en el que se dice. Este discurso paradójico sume al otro en la perplejidad. Puede llegar a ocurrir que la víctima termine por aprobarlo todo al tiempo que se descalifica a sí misma. También es característico el desplazamiento de la culpabilidad. Mediante un fenómeno de transferencia, el agresor consigue que la culpa recaiga completamente en la victima. Para esta se produce una introyección de la culpa. !soy el culpable de todo!, mientras que para el narcisista es al revés, se produce una proyección fuera de sí mismo, arrojando la culpa sobre el otro, !es culpa suya!. 6º.- Descalificar. Se trata de despojar al otro de todas sus cualidades, decirle y repetirle que no vale nada, hasta que se lo crea. Primero en el registro de la comunicación no verbal: - miradas despreciativas. - suspiros exagerados. - insinuaciones y alusiones desastibilizadoras. - observaciones desagradables. - críticas indirectas ocultas detrás de una broma. - burlas. Como son indirectas resulta difícil defenderse. Poco a poco la víctima va integrando que es un desastre y termina por convertirse en un verdadero desastre. 7º.- Divide y vencerás. El arte en el que el perverso narcisista destaca es en el de enfrentar a unas personas con otras, provocando rivalidades y celos. Mediante alusiones que siembran la duda, revelaciones de comentarios de terceras personas, o mentiras que ponen a las personas enfrentadas unas con otras. Para un perverso el placer supremo consiste en conseguir la destrucción de un individuo por parte de otro. En una empresa esto se traduce en cotilleos, insinuaciones, privilegios que se otorgan a unos empleados y a otros no y preferencias. Se trata también de hacer correr rumores que herirán a la víctima sin que ésta pueda identificar su origen. 8º.- Imponer autoridad En la lógica del abuso de poder el más fuerte somete al otro. El agresor usa una dialéctica totalizadora, en lugar de decir: " no me gusta fulano" dirá " fulano es un idiota". Con estos discursos los perversos narcisistas atraen a compañeros que no están seguros de sí mismos y que tienden a pensar que los demás saben más que ellos mismos. Los perversos dan mucha seguridad a las personas más frágiles. Se instaura un proceso de dominación: la víctima se somete y el agresor la subyuga, controla y deforma. Se establece una relación basada en la dependencia que se atribuye a la víctima. Es importante distinguir entre violencia perversa del abuso de poder y de la tiranía. La tiranía busca obtener el poder mediante la fuerza, el objetivo es dominar, en un perverso sin embargo, la dominación se encuentra solapada, el perverso la niega, estableciéndose no de forma directa sino insidiosa y en ocasiones bajo la máscara de la benevolencia. No es un conflicto declarado. Texto extraído del libro:" el acoso moral". El maltrato psicológico en la vida cotidiana. Aut. Marie-France Hirigoyen. edit. Paidós. Ignacio González Sarrió. Doctor en Psicología Jurídica. Perito judicial y forense. Miembro del Turno de Peritos Forenses del Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos. Coordinador Grupos de Trabajo en Psicología Jurídica. http://psicolegalyforense.blogspot.com NºCol.cv06179. 696102043 Valencia.