reporte de PnP se presenta un mapa interactivo con el número total de denuncias por violencia familiar atendidas por la Policía Nacional del Perú (PNP) según regiones o departamentos. Le invitamos a que ubique el mouse en la región o departamento de su interés para conocer el número total de denuncias entre los años 2009 a 2017 sí tenemos que, del total de personas agresoras, el 61% se encontraba en estado ecuánime durante la ocurrencia de los hechos, seguido del grupo que al momento de la agresión se encontraba en estado de ebriedad(27%). En menor porcentaje se indica que el agresor se encontraba enfermo o alterado (5%) y bajo efectos de las drogas (1%). sobre violencia Tratar el tema de la criminalidad juvenil suele traer a la luz varias concepciones comunes sobre los jóvenes, en particular, y sobre los seres humanos, en general. Ciertamente, los jóvenes que cometen acciones reñidas contra las leyes son una población en riesgo, mas ¿será que el aura de peligrosidad construida alrededor de estos jóvenes influye en la percepción general que se tiene de la juventud? Es decir, puede que se construya una imagen de los jóvenes que los presente como peligrosos a partir de las características de un grupo de ellos. En ese sentido, importa reconocer cuál es la imagen que se ha construido sobre los jóvenes, pues la manera de relacionarnos con ellos estará marcada por tal imagen y lo estarán también las políticas dirigidas a este sector de la población. En la región de América Latina, Central y el Caribe existe una alta y creciente preocupación por la seguridad ciudadana. El Perú no es ajeno a esta tendencia, mas su situación de seguridad es distinta a la de los países con mayores problemas de seguridad en la región. Muchos de esos problemas implican la participación de los jóvenes, con lo cual se forma una imagen de ellos vinculada al riesgo. Es decir, se les ve como una población cuyas acciones pueden afectar negativamente el normal desenvolvimiento de la sociedad. Consideramos que una descripción apropiada de la situación de seguridad y de criminalidad juvenil en el país debe servir para desarrollar una visión justa de nuestra juventud y no infundir un temor injustificado, que, además, suele acompañarse de la demanda de medidas autoritarias y de «mano dura» que apuntan al castigo y la represión antes que a la integración. Proponemos iniciar presentando el contexto amplio en el que se desarrollan la delincuencia y la violencia juvenil, para luego analizar situaciones más específicas. ……… En el semestre de análisis, a nivel nacional urbano, se observa que 14 por cada 100 personas de 15 y más años de edad son víctimas de robo de dinero, cartera, celular, mientras que en la población que vive en ciudades de 20 mil a más habitantes, 16 por cada 100 habitantes son víctimas del mismo hecho delictivo, y en la población que vive en centros poblados urbanos entre 2 mil y menos de 20 mil habitantes, son 10 por cada 100 habitantes. De otro lado, se observa que el intento de robo de dinero, cartera, celular, a nivel nacional urbano 5 por cada 100 habitantes son víctimas de este hecho y en las ciudades de 20 mil a más habitantes, 6 por cada 100 habitantes son víctimas de este mismo hecho. El Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular (Minedu, 2016), documento que define los aprendizajes a ser logrados por los estudiantes, así como su predecesor vigente a la fecha del desarrollo de este estudio (Minedu, 2009), plantea el lugar central de la educación en valores frente a lo que se asume un fenómeno innegable de nuestra sociedad: la existencia de una crisis de valores. Esta crisis se expresaría en conflictos éticos que explícitamente atentan contra el orden ciudadano del país, tales como la corrupción, la discriminación y la violencia social. Frente a ella, se propone el desarrollo de una educación en valores que cumpla con el objetivo fundamental de formar ciudadanos responsables y comprometidos con el ejercicio de sus libertades y con la salvaguardia de las normas básicas de convivencia de toda sociedad democrática.