PRESUPUESTOS DOGMATICOS DERECHO DE LAS OBLIGACIONES DERECHO OBJETIVO Y SUBJETIVO Los derechos de las personas se consolidan desde su cotidianidad. El hombre bárbaro cedió parte de su incontrolada libertad para poder, junto con otros hombres, satisfacer necesidades de todo orden. En consecuencia, se adoptaron unas reglas de convivencia, de relativa y concertada calma, se dictaron normas para regir el comportamiento de las nacientes comunidades, conformadas por quienes a bien tuviesen ceder esa inocua libertad. Desde ese momento, en cualquier parte de la tierra donde hay una sociedad hay normas reconocidas, creadas para regular los distintos vínculos entre los sujetos. Esas reglas o normas de comportamiento son de imperativo cumplimiento; esto es, que si no se cumplen por propia voluntad de quienes se someten a ellas, se harán cumplir por la fuerza. Con todo, la evolución de las sociedades implicó la necesidad de sistematizar esos derechos y deberes y fue así como surgió el Derecho Objetivo, dentro del cual se encuentran tres clases de normas: 1) Normas supremas e inaplazables, constituidas principalmente por ejemplo en casi todo el neoconstitucionalismo, por los derechos fundamentales y los principios constitucionales fundamentales; 2) Otras de obligatorio cumplimiento y observancia, como por ejemplo el tipo de moneda que circula en un país o la imposibilidad de vender armas; y por último, 3) Normas supletorias de la voluntad (no expresada) por parte de los individuos. DERECHO OBJETIVO Por Derecho Objetivo se ha entendido, primero que todo, la compilación de normas en la Constitución, los códigos, las leyes y los decretos; así como también la idea genérica de lo que en un país o región geográfica se ha constituido como norma reconocida por todos. El Derecho Objetivo es el sistema de normas que consagra derechos y obligaciones. Luego de la expedición de textos constitucionales dogmáticos, que contenían derechos inaplazables, resultó necesario operar con diversos niveles de normas que además, implicaban, cada uno de ellos, una epistemología diversa. Robert Alexy identifica un trinomio altamente descriptivo: principio, norma y regla. A esa clasificación algunos le adicionan una cuarta categoría denominada subregla, pero cabe anotar que las aplicaciones correctivas jurisdiccionales no necesariamente comportan una categoría per sé. DERECHO SUBJETIVO Hace referencia a las facultades otorgadas y protegidas por el sistema jurídico —o derecho objetivo—, cuyo ejercicio se deja a la iniciativa de su titular. El derecho de dominio que tiene una Persona sobre su casa, o el derecho que tienen todos los ciudadanos a votar, o el que tiene una persona a que una tercera le cancele una deuda valiéndose de la jurisdicción son derechos subjetivos. El ejercicio de los derechos subjetivos se materializa por la iniciación de una acción procedimental en contra del accionado y al respecto vale cuestionarse en el caso propuesto, si la especialidad de que se daba cuenta al comienzo sigue teniendo validez. DIVISIÓN DE LOS DERECHOS SUBJETIVOS Los derechos subjetivos son facultades o poderes que tienen todas las personas para ejercer o defender sus derechos de forma discrecional y que se dividen, o podríamos incluso afirmar, que se materializan en cuatro clasificaciones básicas: 1) los derechos de la personalidad, 2) los derechos familiares, 3) los derechos políticos y por último 4) los derechos patrimoniales. DERECHOS DE LA PERSONALIDAD • Los primeros hacen parte del estudio del derecho de la personalidad o de los derechos fundamentales y su característica diferenciadora de las otras dos categorías radica en que estos son inherentes al ser humano. • En el sistema jurídico colombiano anteriormente se consideraba que los derechos de la personalidad eran derechos distintos de los derechos fundamentales, no obstante cada vez es más difícil trazar la línea entre unos y otros, debido a la amplia connotación que puede tomar la noción de “derecho fundamental. DERECHOS FAMILIARES Conforman el llamado Derecho de Familia y pueden ser entendidos como los que surgen de la formación de una familia. Del vínculo familiar, si bien se derivan algunos derechos de contenido extrapatrimonial, como los de respeto y socorro, también surgen otros de carácter económico como la obligación de dar alimentos. Aun así, la pertinencia de esta clasificación radica primero, en la especial regulación que debe tener la familia por ser esta la estructura básica de la sociedad y segundo, en el eminente carácter social que deben revestir todos estos derechos. DERECHOS POLÍTICOS Los derechos políticos son aquellos que permiten a los individuos establecer una relación jurídica con el Estado, como por ejemplo elegir a los mandatarios o ingresar a cualquiera de las ramas del poder público, estos hacen parte del derecho constitucional y del derecho administrativo nacional cuyo régimen jurídico deviene del Derecho Francés y es poco relevante para nuestro estudio DERECHOS PATRIMONIALES Los derechos patrimoniales hacen referencia a los derechos que ejercen los sujetos sobre las cosas, materiales o inmateriales, o que desarrollan con otras personas, en beneficio o compromiso de su patrimonio. Por ejemplo, el derecho de dominio de un sujeto sobre una casa es un derecho llamado por la doctrina, derecho real. A su vez, un crédito o deuda existente entre dos personas es un derecho personal en el que el deudor compromete su patrimonio con la intención de cumplir al acreedor el pago de una prestación, que a contrario sensu, viene a favorecer el patrimonio o el bienestar del segundo. Este favorecimiento está dado por la facultad que tiene el acreedor de perseguir el patrimonio del deudor en caso de incumplimiento, ya que se entiende que el patrimonio del deudor es la prenda general de garantía frente a sus acreedores (art. 2488 del Código Civil). • DERECHOS SINGULARES: • Derechos Reales. ( Erga Omnes ) Recaen sobre la cosa y es oponible a la colectividad. • Derechos Personales. ( Obligaciones ) Vínculo jurídico entre dos sujetos, acreedor y deudor, de dar, hacer y no hacer • Derechos Inmateriales. ( Sui Generis ) • DERECHOS UNIVERSALES: • Se entiende también como una universalidad jurídica la cual es un conjunto de bienes y deudas que constituyen un todo indivisible. Entre ello se comprende: – Herencia. – Sociedad Conyugal. – Unión marital de Hecho. – Sociedades no liquidadas o disueltas. DERECHOS PERSONALES Derechos personales También llamados derechos de crédito o crediticios, o derecho de las obligaciones. Este, el objeto mismo de nuestro estudio, sin embargo, parece propicio toda la contextualización anterior que brinda el diverso panorama que se proponía al inicio el estudio. Los derechos personales han sido denominados así por poderse ejercer sólo respecto de una persona o personas determinadas, que pueden ser naturales o jurídicas, en contraposición a los derechos reales, que son, como ya lo planteamos, derechos oponibles contra todo mundo. O lo que es lo mismo, que se pueden ejercer en contra de todo el conglomerado social, ya que, los demás miembros de la sociedad tienen el deber de abstenerse de realizar conductas que se dirijan a vulnerar los derechos de cualquier integrante de la sociedad, y de este modo respetar no sólo los derechos consagrados, sino, la convivencia social. EL CONCEPTO DE OBLIGACIÓN: DERECHOS DEL ACREEDOR • En el Derecho Romano la obligación está prácticamente definida como un vínculo jurídico que ata al acreedor al deudor en razón de una prestación. • En la antigua Roma, el incumplimiento de las obligaciones se resolvía y se ejecutaba en la propia humanidad de las personas. Un ciudadano libre e incumplido le pertenecía después a su acreedor como una cosa. • Posteriormente, en el año 457 a.C. gracias a la Lex Poetelia Papiria se prohibió perseguir el cuerpo físico del deudor, como se venía realizando, y en su lugar, se otorgó a los acreedores la facultad de perseguir el patrimonio del deudor. Esta ley cambió la manera en cómo se garantizaban las obligaciones, trasladó la garantía del cuerpo del deudor hacia el conjunto de bienes de su propiedad. Así mismo, se creó la cessio bonorum que consistía en que el deudor podía ceder sus bienes voluntariamente al acreedor o acreedores, siempre y cuando fuera insolvente y obrara de buena fe. Este fue el nacimiento de la cesión de bienes como actualmente la conocemos. • Ahora bien, así como en Roma ello ocurrió a su turno, Justiniano en la Instituta 3.13, manifestaba que los derechos personales son las mismas obligaciones (obligatio), y que son un vínculo mediante el cual las personas se atan, se unen, se ligan, y que unilateralmente no puede ser roto. Que en esas obligaciones el vínculo es jurídico, por lo que se obliga una parte a solventar (salvar, pasar, cancelar) una carga según el derecho civil (Comun Civitatis Iure). DEFINICIÓN Y ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN Se entiende por obligación el vínculo jurídico que existe entre un sujeto activo llamado acreedor y un sujeto pasivo llamado deudor; en virtud del cual este último se encuentra en la necesidad de cumplir con una prestación o conducta positiva de dar o hacer, o una conducta negativa o abstención que consiste en un no hacer, mientras que el acreedor puede exigir, incluso judicialmente, su cumplimiento forzoso o su equivalente en dinero, el así llamado subrogado pecuniario, es decir, el acreedor puede hacer valer su crédito ante el deudor acudiendo al derecho objetivo por medio de las acciones que este le otorga. Los vínculos descritos pueden surgir: 1. Por la violación de un deber general de cuidado, como cuando se causan perjuicios a una tercera persona por la ocurrencia de un accidente de tránsito, 2. A través del ejercicio de la atrás mencionada autonomía privada, específicamente a través de la libertad de contratación, que se materializa en el negocio jurídico como una oferta, la adopción de un menor o la aceptación de una herencia, pero fundamentalmente por el ejercicio de esa libertad a través de la conclusión del contrato. Como cuando una persona toma en arriendo una casa para vivir y otra pone, por virtud de un acuerdo de voluntades una de su propiedad a ese efecto. Cada uno de los dos individuos es artífice de la normatividad privada que le gobierna y por lo mismo puede decirse que todos los sujetos están regidos por las normas de tipo legal y constitucional de su país, pero también por las negociaciones privadas que autónomamente han celebrado. El artículo 1602 del Código Civil le otorga rango legal a todas las convenciones que los particulares celebren, siempre y cuando no contravengan la normatividad de orden público nacional. LA PRESTACIÓN Es el comportamiento o conducta a realizar por parte del deudor en beneficio del acreedor, constituyéndose como el elemento esencial de la misma (art. 1517). De ninguna manera puede confundirse la prestación en cualquiera de sus tres modalidades (dar, hacer, no hacer) con el objeto material (cosas bienes o servicios). ELEMENTO CAUSAL Hace referencia al vínculo que existe entre deudor y acreedor, el cual puede surgir de alguna de las fuentes de las obligaciones que serán mencionadas más adelante y, tiene importancia y relevancia jurídica, por cuanto es el que, ante el incumplimiento del deudor, faculta al acreedor a coaccionar a aquel jurisdiccionalmente para que cumpla la prestación a que estaba obligado. Así, el vínculo es, como lo señaló Justiniano, eminentemente coactivo, su efecto básico es permitir la exigibilidad del cumplimiento de la obligación y su existencia es indispensable para que se pueda hablar de una obligación. MOMENTOS DE LA OBLIGACIÓN: DÉBITO Y RESPONSABILIDAD Fases en las que la obligación se posiciona en su potencial ejecución, o en su definitivo incumplimiento. Se entiende entonces que el débito corresponde al momento en que existe una esperanza legítima en el acreedor de que se cumpla con la prestación pactada, y existe coetáneamente una confianza en cabeza del deudor de poder cumplir a cabalidad y en tiempo con la prestación debida. La responsabilidad corresponde al periodo siguiente, que se origina cuando se ha terminado el tiempo hasta el cual el deudor podría cumplir válidamente su obligación, lo cual faculta al acreedor para exigir al deudor que se haga responsable por el incumplimiento de la obligación a la que se había válidamente comprometido. En uno u otro caso, con la posibilidad de solicitar una indemnización por los perjuicios causados.