Apunte: Sistema Respiratorio La función de este sistema es la de distribuir por todas las células del cuerpo el oxígeno presente en el aire y liberar el dióxido de carbono al ambiente mediante la espiración. La sangre hace circular estos gases, y en los capilares se produce el intercambio gaseoso. Por esta razón el sistema circulatorio y el respiratorio están estrechamente vinculados. Casi todos los órganos del sistema respiratorio funcionan como distribuidores de aire, solo los alvéolos juntamente con los capilares son los encargados de intercambiar gases. Además de distribuir el aire los órganos del sistema respiratorio, humedecen, filtran y calientan el aire que respiramos. Los órganos respiratorios también intervienen en la producción de sonidos, es decir, permiten el habla. Y el epitelio especializado del tracto respiratorio permite que se puedan distinguir los olores, es decir, posibilitan el olfato. Los órganos que se encargan de intercambiar los gases, oxígeno y dióxido de carbono, de la siguiente manera: toman el oxígeno del aire para que se distribuya en todo el cuerpo y llegue a cada una de las células del cuerpo. Luego capta el dióxido de carbono que está en la sangre, el cual fue expulsado por las células. La sangre es el medio de transporte de estos gases cuando entra el oxígeno viaja hacia todas las células y luego de ser usado por esta se expulsa el dióxido (que es desecho) a la sangre nuevamente que lo expulsará al exterior. El sistema respiratorio se divide en dos: tracto superior e inferior. En el tracto superior se encuentran aquellos órganos que se hallan fuera del tórax, incluyendo: fosas nasales, faringe (nasofaringe, orofaringe y laringofaringe) y laringe. En el tracto inferior se hallan aquellos órganos que se encuentran en el tórax, en el que se incluyen: tráquea, bronquios, bronquiolos, alvéolos y pulmones. Este sistema incluye estructuras accesorias: cavidad oral, caja costal y diafragma. (ver dibujo 4). Dibujo 4 Las fosas nasales poseen pelos que filtran el aire dentro de ellas se calienta y humedece el aire. Los pelos son llamados vibrisas y nos protegen de la entrada de ciertas partículas que son dañinas para el organismo. Dentro de la nariz hay una membrana nasal que posee un epitelio muy estratificado, está muy irrigada, y fabrica una mucosa o moco que además de filtrar el aire nuevamente, lo humedece. En el interior de la nariz hay una parte de membrana nasal que posee células olfatorias. Luego de las fosas nasales se encuentra la faringe. La faringe tiene forma de tubo, es un órgano musculoso que esta tapizada con una membrana mucosa, se divide en 3 partes: nasofaringe, orofaringe y laringofaringe. Este órgano es utilizado por dos sistemas, el digestivo y el respiratorio, ambos lo utilizan para llegar a diferentes destinos. En el caso del respiratorio llega a la laringe. La laringe esta formada por numerosos cartílagos que se unen entre sí mediante músculos, el interior al igual que la faringe esta revestido con una membrana mucosa. En la laringe se hallan las cuerdas vocales que son las que permiten el habla. Cuando el aire pasa por ellas las hace vibrar y produce diferentes sonidos. Esta estructura sigue calentando, humidificando y filtrando el aire que ingreso por las fosas nasales. Establece la conexión entre el tracto superior y el inferior. A este órgano le sigue la tráquea. La tráquea es un tubo formado por anillos cartilaginosos que están incluidos en músculos, revestidos interiormente por una membrana mucosa. Por ella pasa el aire que viene de la laringe para llegar a los pulmones. La obstrucción de este tubo puede ocasionar la muerte por asfixia. Una vez que ingresa en los pulmones la tráquea se divide en dos dando origen a los dos bronquios: derecho e izquierdo. El primero es mas largo que el segundo porque el pulmón derecho es mas grande que el izquierdo ya que el corazón esta desplazado levemente hacia la izquierda. La estructura de estos es similar a la de la traquea, se van haciendo cada vez mas pequeños los tubos y se ramifican formando los bronquiolos, estos a su vez se siguen ramificando y achicando cada vez mas. La traquea, los bronquios y los bronquiolos se asemejan a un árbol invertido, por lo que se lo suele denominar árbol bronquial. Las terminaciones de las ramificaciones están formadas por varios sacos, que se denominan alvéolos. Aproximadamente 300 millones de alvéolos hay en los pulmones. (ver dibujo 5). En los bronquiolos los anillos se van haciendo más pequeños hasta llegar a su desaparición en las ramificaciones muy finas. Todo el tracto respiratorio esta revestido internamente por una membrana mucosa, posee una capa de moco que funciona como captadora de partículas de polvo. Este moco se va desplazando hacia la faringe, en los fumadores el desplazamiento del moco queda casi paralizado, produciéndose la acumulación del moco que da lugar a la típica tos del fumador (es un reflejo para expulsar dicho moco). En los alvéolos solo hay una fina capa de células del epitelio simple, que le permite realizar su función: la hematosis o intercambio gaseoso. Además de la fina capa de células hay una red de capilares que permiten el intercambio gaseoso. Los pulmones son órganos de forma cónica que rellenan la caja torácica, se extienden desde el diafragma hasta un punto sobre las clavículas, los mantienen “encerrados” las costillas. Cada pulmón esta dividido en lóbulos: el izquierdo en 2 y el derecho en 3. La pleura visceral cubre la superficie externa de los pulmones, adhiriéndose a la misma. Hay otra capa que se llama pleura parietal que reviste la cavidad torácica, envolviendo a cada pulmón en sacos diferentes y el mediastino separado también. Entre ambas capas hay un líquido que permite que no haya fricción cuando se produce la inspiración que hace que los pulmones se hinchen juntándose las capas parietal y visceral. Dibujo 5 Mecánica respiratoria: La mecánica respiratoria abarca dos fases: la inspiración y la espiración. Durante la inspiración (ver dibujo 6) el músculo que recubre la caja torácica, llamado diafragma desciende, produciéndose una contracción de éste, aumentando el volumen de la caja torácica provocando el ingreso del aire con mucho oxígeno. Dibujo 6 Durante la espiración (ver dibujo 7), el diafragma asciende, porque se relajan los músculos que recubren la caja torácica, dando como resultado una disminución del volumen torácico, produciéndose la liberación del aire con dióxido de carbono. Dibujo 7