hablar de la manifestación más extrema de la violencia contra las mujeres: los asesinatos de mujeres por razones de género, también llamados feminicidios. Si bien, el Código penal para el Estado de Hidalgo: lo menciona como a quien “… por razones de género prive de la vida a una mujer…”. Definición nada distinta a la que nos puede brindar un diccionario: Diccionario: asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia. Estamos aquí para discutir del asesinato de mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Para entender el bien el concepto de feminicidio, debemos establecer la diferencia entre homicidio y feminicidio. De acuerdo con Marcela Lagarde y de los Ríos, antropóloga feminista quien acuñó el término en México en 1994, “el femicidio es una voz homóloga a homicidio y sólo significa asesinato de mujeres”. Por eso, para diferenciarlo, preferió el término feminicidio y denominar, así, al conjunto de violaciones a los derechos humanos de las mujeres que contienen los crímenes y las desapariciones de éstas, y que fueran identificados como crímenes de lesa humanidad. El feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten atentados violentos contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de niñas y mujeres. Debemos recordar que hoy, en el siglo XXI, todavía hay una necesidad urgente de consolidar la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad de vivir sin violencia ni discriminación. Los asesinatos de mujeres por razones de género se dan en todas las regiones, en todos los países y en todas las culturas. En el Artículo 325, el Código Penal Federal señala: Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias: I. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo; II. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia; III. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima; IV. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza; V. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima; VI. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida; VII. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público. A quien cometa el delito de feminicidio se le impondrán de cuarenta a sesenta años de prisión y de quinientos a mil días de multa. En cada uno de los códigos penales estales se lee exactamente el mismo artículo, sin embargo, los protocolos locales los califican bajo preceptos diferentes, por lo que la mayoría de los feminicidios son catalogados como “homicidios dolosos”. En México, este tema adquirió relevancia a partir de 1993, año en que se registró una cantidad importante de mujeres desaparecidas o asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Sin embargo, fue hasta 2013 que se acuñó el vocablo de feminicidio y ganó más espacio, debido a los hechos aludidos de Ciudad Juárez. En nuestro país son asesinadas apróximadamente entre 7 a 8 mujeres todos los días y la saña con la que las exterminan es cada vez mayor: mujeres dejadas en desagües, canales de aguas negras, en lotes baldíos, en matorrales, encobijadas, enmaletadas, en bolsas de plástico, quemadas, descuartizadas, violadas, y también asesinadas en el único lugar seguro que tienen: sus hogares, asesinadas por parejas, exparejas, amigos, padres, hermanos o desconocidos. De abril del 2013, año en que se tipificó el feminicidio en Hidalgo, a febrero del 2019 se han presentado en la entidad 117 casos. Entre abril y diciembre del 2013 se registraron 11 casos; en el 2015 la cifra fue de 19; en el 2016 se registraron 22; el número se mantuvo en el 2017 en 22; en 2018 se tuvo un registro de 20; y en los dos primeros meses del 2019 se han registrado tres feminicidios. De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), los tres feminicidios de este año se registraron en el mes de enero en los municipios de Zempoala, Tula de Allende y Huehuetla. En 2018 los 20 feminicidios se registraron en los municipios de Mineral de la Reforma, Mixquiahuala, El Cardonal, Cuautepec, Tecozautla, Mineral del Monte, Tizayuca, Tepeji del Río, Chapulhuacán, Huehuetla, Tizayuca, Pachuca, Atotonilco de Tula, Zempoala, Tepeapulco y Tlanalapa. Asimismo, de acuerdo con la Fiscalía de enero a diciembre del 2018 se presentaron seis víctimas mujeres de secuestro en la entidad. Ante ello se iniciaron siete carpetas de investigación en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo. En lo que va del 2019 una mujer inició una carpeta de investigación en la Fiscalía por el delito de secuestro. De igual modo, la Subprocuraduría de Derechos Humanos y Servicios a la Comunidad de la Procuraduría, a cargo de Arturo Flores Molina, otorgó en el año 2108 siete mil 783 medidas de protección a mujeres. En lo que va del 2019 la Subprocuraduría ha otorgado hasta el momento mil 447 medidas de protección a mujeres. Mientras que en el 2018 a Subprocuraduría de Derechos Humanos y Servicios a la Comunidad otorgó 25 medidas de protección urgentes a niñas en el estado. El estado de Hidalgo cuenta con el Centro de Justicia para Mujeres, donde se les brinda atención localizado en la ciudad de Pachuca, así como un refugio. Podría pensarse que plasmar fríamente los números de los feminicidios es amarillista, pero tiene la intención de que tomemos conciencia de que todos los días nuestras mujeres son asesinadas y desaparecidas. Derechos Humanos que son violados son: Derecho a la vida: Toda persona tiene derecho a que su vida sea respetada El derecho a la igualdad y prohibición de discriminación: Todas las personas tienen derecho a gozar y disfrutar de la misma manera los derechos reconocidos por la Constitución, los tratados internacionales y las leyes Viola nuestros Derechos Humanos porque no garantiza la seguridad para la vida de la población femenina y, cuando ellas han sido violentadas, tampoco les garantiza una atención oportuna, una justicia pronta y expedita y, mucho menos, la reparación del daño". Conclusión El feminicidio es un asunto de derechos humanos universales y por lo tanto nos concierne a todos, nos afecta a todos, y requiere un gran esfuerzo como sociedad En donde prácticamente se necesitan marcos jurídicos exhaustivos que nos garanticen un entorno para que las libres de violencia para todas las mujeres y las niñas. Para ello, urge que nuestras instancias de procuración de justicia esten eficazmente capacitadas para poder brindar una intervención temprana por parte de la ley en donde La policía debe desarrollar sus capacidades de respaldar la evaluación del riesgo a que están expuestas las mujeres, dar medidas de protección apropiadas y eficaces, hacer cumplir las órdenes de alejamiento, y referir a las mujeres a servicios sociales completos, incluyendo refugios y casas seguras. Aunado a ello es primordial fomentar cambios en las actitudes, en las creencias y en los comportamientos que perpetúan la violencia. Esto puede hacerse mediante campañas de concientización, programas educativos que incluyan mayor educación sexual, y apoyo a los niños y a los jóvenes que están expuestos a la violencia. Una cosa queda clara: prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres requiere la participación de todos los segmentos de la sociedad, especialmente de los hombres y de los niños en tanto que compañeros en la igualdad de género y en las relaciones respetuosas. Al igual que de otras instituciones para prevenir los feminicidios.