PERFORACION DIRECCIONAL. Historia. Desde los inicios de la industria petrolera a nivel mundial, la perforación ha sido un punto fundamental para la exploración, perforación y desarrollo de los campos petrolíferos además de ser una de las especialidades en la industria. La perforación direccional nace a mediados del siglo XIX, en sus inicios estaba enfocada en las búsqueda de agua. Al paso del tiempo la extracción de grandes volúmenes de hidrocarburos se convirtió en el principal objetivo a desarrollar con esta nueva técnica. Hay que tener claro que las dificultades a la hora de perforara fueron mayores al paso del tiempo a causa de la disminución de los yacimientos fáciles y someros, lo que volvió a la perforación direccional una actividad sumamente estratégica porque cada vez son mayores la profundidades que se deben alcanzar, las ubicaciones y las condiciones más difíciles. La desviación intencional de los pozos de perforación se incorporó en la práctica a fines de la década de 1920 cuando los operadores buscaban rodear las obstrucciones, perforar pozos de alivio y evitar determinadas características de cultivo de la superficie; las técnicas de perforación direccional se emplearon incluso para evitar que se desviaran los pozos verticales. El primer pozo direccional se perforó en 1930 en Huntington Beach, California, pero no recibió reconocimiento favorable hasta 1934, donde se perforó un pozo direccional para intersectar un (1) pozo descontrolado. En nuestro país, el primer pozo direccional se realizó en 1960 en la Choapas, Veracruz. En México se han perforado pozos direccionales con éxito, en el norte del país, centro del país, sur del país, aguas del golfo de México. Podemos definir la perforación direccional como el proceso de dirigir el agujero a través de cierta trayectoria a un objetivo determinado. El control de desviación es el proceso de mantener el agujero del pozo contenido dentro de límites prestablecidos relativos al ángulo de inclinación, la longitud horizontal a partir de la vertical, o ambos. (1)El descontrol del pozo consiste en la erupción violenta e incontrolada de los hidrocarburos líquidos o gaseosos, producida a consecuencia de la pérdida del control de un pozo durante las operaciones de perforación o por fallas durante la explotación. TIPOS DE POZOS DIRECCIONALES. El perfil de un pozo direccional es la trayectoria del pozo planeado desde la superficie hasta la profundidad final de perforación. Los pozos direccionales pueden clasificarse de acuerdo a la forma que toma el ángulo de inclinación. Se pueden dividir en 4 categorías: 1. 2. 3. 4. Verticales Tipo S(Forma de S) Tipo Slant o J Horizontales La realización del perfil a perforar, dependerá de las necesidades del yacimiento, de la compañía de perforación, del costo por metro perforado y de la producción que se esté contemplando. Pozo tipo vertical: Un pozo direccional vertical, es aquel donde no hay variaciones en inclinación y en azimut, en otras palabras se puede definir que la inclinación del pozo es cero y la dirección del mismo es cero. Las coordenadas de superficie son igual a las coordenadas del objetivo, en cualquier punto de su trayectoria Tipo S (Forma de S): Este tipo de pozo se perfora para mejorar la eficiencia del pozo y para la localización de un pozo descontrolado. En perforación marina los pozos tipo S pueden asegurar la precisión del espaciamiento entre pozos cuando se perforan varios pozos desde una misma plataforma. Pozo tipo Slant o J: Los pozos tipo “J” se perforan donde no es deseable o posible asentar el equipo de perforación directamente arriba del objetivo o en una plataforma que perfora varios pozos. Este tipo de trayectoria es llamada a menudo incrementar y mantener inclinación a un rumbo definido Pozos de tipo Horizontales: Los pozos horizontales tienen un agujero con una sección recta, una sección de construcción, una sección tangencial, una segunda sección de construcción y una sección horizontal. El pozo se perfora hasta un punto arriba del yacimiento entonces se desvía y se incrementa el ángulo hasta que alcanza los 90 grados o más. Cuando se aplica apropiadamente, un pozo horizontal puede producir un yacimiento mejor que varios pozos perforados verticales.