REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMÓN RODRÍGUEZ” DECANATO DE EDUCACIÓN AVANZADA NÚCLEO REGIONAL DE EDUCACIÓN AVANZADA CARACAS Tema 1: M. Foucault: El giro del modelo jurídico a la concepción estratégica del poder. Análisis critico a la visión de Michel Foucault Participante: Lic. Rooselvet Guariguata C.I.V.- 10.869.661 Profesora: Magaldy Tellez Caracas, 05 de Noviembre de 2019 1 Tema 1: M. Foucault: El giro del modelo jurídico a la concepción estratégica del poder. Sobre la entrevista a Michel Foucault por Gilles Deleuze1 las relaciones que se derivan de la teoría y la práctica, en un primer término, no están representadas bajo la concepción conservadora en donde una deriva de otra sino por el contrario en donde las teorizaciones son más parciales, fragmentadas y la práctica permita variar su aplicabilidad. Tomando como caso práctico la evaluación sobre las prisiones y el enfoque que el autor le da al no estructurar la investigación a partir de una teoría sino en su lugar dejar fluir las relaciones propias de los cautivos producto de su condición y de las necesidades que cada uno de ellos pudiese presentar, no era la consecuencia de un análisis reformista y post teórico en consecuencia el entrevistador plantea a Foucault la existencia de una conexión en un conjunto, en una multiplicidad de piezas y de pedazos a la vez teóricos y prácticos, en donde el planteamiento base es que el intelectual teórico ha dejado de ser un simple representante. El autor plantea la existencia de dos tipos de intelectuales, uno que actúa bajo la óptica y el enfoque “Burgues Capitalista” para la producción y de manera impositiva y el intelectual que poseía la motivación de la verdad como objetivo final y que determinaba relaciones políticas hasta en los más oscuros resquicios de la sociedad. El intelectual decía lo verdadero a quienes aún no lo veían y en nombre de aquellos que no podía decirlo: conciencia y elocuencia2. La consecuencia de los acontecimientos en el devenir político-histórico definen a las masas como un consiente necesario de su realidad que en muchos casos no se vale del intelectual para saber y conocer, pero sin embargo el modelo de Poder Gubernamental o del Estado frena su accionar. El intelectual debe luchar contra las formas de Poder y situarse en la posición crítica del saber y el descubrir pasando de ser objeto para convertirse en Entrevista a Michel Foucault por Gilles Deleuze: los intelectuales y el poder. Una reproducción permisada de la entrevista realizada Gilles Deleuze y reproducida en: http://ssociologos.com/2013/04/21/entrevista-a-michel-foucault-los-intelectuales-y-el-poder 1 2 Ob,cit,85 2 elemento de conciencia. El planteamiento sobre la mera construcción teórica por teorizar no es sustentable para el intelectual propuesto por el autor en razón de que el pensamiento de este debe ir más allá de la simple relación de aplicación de una teoría para obtener un resultado práctico. Si la teoría está en contra del Poder, como lo platea el entrevistador en algún momento, la lógica expresa la condición de parcial y fragmentada que pueda tener la teoría es contraposicion al concepto totalizador y global del Poder. Por otro lado existen una relación entre lo que se desea, el poder y el interés y en donde muchos casos priva el deseo sobre el interés en las relaciones del poder, no necesariamente se va a actuar en favor de los intereses. Ciertamente los intelectuales están llamados a insurgir en la resolución de mostrar la verdad más allá de las consideraciones necesarias para el mantenimiento de un status quo, deben considerar las estructuras más íntimas de poder, las redes que nacen de ellas y que interactúan ya no para representar, controlar o reprimir. Foucault se vale de un análisis a la formación de cierta modalidad de saber sobre la sexualidad en términos de poder. Él se pregunta ¿Qué juego de poder permite o supone, y cómo cada uno de nosotros pudo llegar a ser respecto de su propio sexo y el de los otros una especie de sultán atento e imprudente3. Pues es el sexo una forma de expresión del poder por sí misma, atendiendo a su ejercicio autónomo, prohibitivo, permisivo o censurable y hasta sancionatorio. La relación de poder presente en el sexo se manifiesta con una conjunción de relaciones que devienen características formadas a través de valores, principios y elementos normativos. La relación de poder ya estaría allí donde está el deseo: ilusorio, pues, denunciarla en una represión que se ejercería a posteriori; pero, también, vanidoso partir a la busca de un deseo al margen del poder4. El autor expresa en su análisis unas características propias de las relaciones comparativas entre poder y el sexo 3 Historia de la sexualidad. Vol. 1. La voluntad de saber: Cap. IV: El dispositivo de la sexualidad, página 98 4 Ob,cit, 100 3 donde establece como primer elemento una característica negativa de estos elementos, una instancia basada en la regla; en una especie de ley de lo que le está permitido a través del poder; en tercer lugar una lógica de la prohibición; el sometimiento a la censura basado en la eliminación del todo, la no existencia; la unidad del dispositivo que afirma su aplicación en cualquier nivel, en cualquier área o sistema. El poder, como puro límite trazado a la libertad, es, en nuestra sociedad al menos, la forma general de su aceptabilidad5. Se percibe esta concepción del poder como una estructura rígida, insoslayable que no acepta contrariedad ni controversia, lejos de formularse una diatriba y de aceptar filtraciones en su concepto Haciendo una relación histórica entre dos procesos el autor considera que el derecho no fue simplemente un arma manejada hábilmente por los monarcas; fue el modo de manifestación y la forma de aceptabilidad del sistema monárquico. A partir de la Edad Media, en las sociedades occidentales el ejercicio del poder se formula siempre en el derecho.6 Si bien es cierto que las distintas dimensiones del conflicto planteado a la definición del poder tradicional vieron su albor a partir del desarrollo de los modelos feudales, también es cierto que ello fundamento la existencia de elementos jurídico-políticos de los cuales mantuvieron condiciones de estabilidad y funcionamiento de las instituciones acercándolas, de una u otra forma, en favor de la implementación del derecho, atrapando el Poder entre lo jurídico y lo político. Si bien el autor expresa que “el derecho debe ser la forma misma del poder y que el poder debe ejercerse siempre con arreglo a la forma del derecho”, las limitaciones y prohibiciones que pretendían restringir el poder, terminaron, en muchos casos, facultando al monarca para su autodeterminación y preeminencia sobre otras dimensiones de poder establecidas. Sin embargo las criticas resultantes en el siglo xix se dirigían frontalmente hacia las instituciones políticas y al hecho de que el poder pretendía dejar de lado 5 6 Ob,cit, 105 Ob,cit, 106 4 al Derecho, sobre poniendo elementos como la violencia, ya que el verdadero poder estaba por encima del derecho. Si bien señala Foucault, que hace ya siglos que entramos en un tipo de sociedad donde lo jurídico puede cada vez menos servirle al poder de cifra o de sistema de representación, no es menos cierto la idea critica de este es alejarse de la concepción filosófica de la relación de lo jurídico y el poder, deslastrándose del derecho como modelo. En comparación con el tema del sexo la invitación es a pensar en el Poder sin esa relación jurídica o discursiva del derecho permitiendo avanzar hacia una concepción filosófica estratégica. Por poder hay que comprender, primero, la multiplicidad de las relaciones de fuerza inmanentes y propias del dominio en que se ejercen, y que son constitutivas de su organización7; no son las consideraciones quizás tradicionales del poder basados en la soberanía de un estado, en los procesos de dominación o en el ejercicio de un gobierno y en las facultades que la ley pudiese otorgarles para permitir hacer o no hacer a sus ciudadanos o ciudadanas, la concepción del poder se concentra en las relaciones interminables que se generan de situaciones estratégicas a partir de las sociedades. Desde la perspectiva del análisis crítico, Foucault pretende haber encontrado con su teorización de una nueva definición del Poder elementos que permitirían ampliar los estrechos panoramas de la concepción habitual hacia áreas hasta ahora no evaluadas y mucho menos consideradas para el análisis político y filosófico. Sin embargo es difícil conceptualizar el “Poder” desvinculado de la Autoridad, la violencia legítima, el gobernante y los gobernados, coacción y coerción. También es cierto que el estudio de nuevas perspectivas y condiciones en las que el poder se desenvuelve desde las más íntimas y poco conocidas capas de la sociedad abren la posibilidad de una configuración más amplia hacia la significación y utilización del término. 7 Historia de la sexualidad. Vol 1. La voluntad de saber: Cap IV: El dispositivo de la sexualidad, páginas 112 5 A pesar de que Michel Foucault se opone a la concepción tradicional del Poder es necesario considerar que después de los procesos dados a raíz de la Revolución Francesa y los procesos Independentistas, en el caso de la América, El Estado, como estructura de poder, fue desplazado por conceptos y nociones mucho que facilitaron una desarrollo más amplio del concepto del poder. Al ser entendido por la generalidad de los estudiosos del poder como interacciones, sin importar su nivel o su tamaño dentro de la sociedad, en las que alguien modifica la conducta de algún otro, a través de una variedad de condiciones o situaciones que van a variar dependiendo de las circunstancias(liderazgo, coacción, persuasión, violencia, etc.), y que se puede encontrar en cualquier tipo relación social y dentro de la organización social, o lo que es igual, allí donde estén e interactúen seres humanos se puede dar una relación de Poder. En algunos elementos del análisis efectuado por Michel Foucault quizás no se pueda reflexionar sobre un acuerdo en sus posiciones pues a decir de sus consideraciones sobre el poder disciplinario y la relación que existe de este en su aplicación al cuerpo social por parte de los mecanismos de poder. El asegura que la legislación garantiza de alguna manera la organización de un derecho público que permitiría accionar en contra ese mismo cuerpo social al incurrir este en las infracciones que dan origen al incumplimiento. Se supone pues, que si es verdad que los modelos de soberanía evolucionaron con el devenir de los tiempos y de las luchas que se originaron en muchos casos por mejorar las condiciones de las sociedades, no es menos cierto que estos cambios sociales aportaron mejores condiciones en cuanto a las relaciones del poder, al ejercicio de este y al control por parte de las sociedades para hacerlo más permeable y menos jurídico-represivo. 6 Referencias Bibliográficas De Michel Foucault. Microfísica del Poder. Las Ediciones de la Piqueta. Segunda Edición. Madrid, España. 1979: 1. “Los intelectuales y el poder. Entrevista Michel Foucault-Gilles Deleuze”. 2. “Curso del 14 de enero de 1976” (páginas 139 – 152) 3. “Poderes y estrategias” (páginas 163 – 174). 4. “Verdad y poder” (páginas 175 – 189) M. Foucault. Historia de la sexualidad. Vol. 1. La voluntad de saber: Cap. IV: El dispositivo de la sexualidad, páginas 95-125 7