La literatura fantástica hispanoamericana En el caso de Hispanoamérica, “fantástica” no tiene nada que ver con la literatura maravillosa occidental (hadas, dragones, princesas encantadas, …) Lo fantástico es “una especie de fractura de la organicidad total de la experiencia” una especie de INSEGURIDAD o de INQUIETUD que se produce en lo real, mediante la cual accedemos a “la otra cara” de lo real, es decir, a la subrealidad que determina y explica la apariencia de lo real. Para GARCÍA MÁRQUEZ, la novela ideal sería: “una novela absolutamente libre, que no solo inquiete por su contenido político y social, sino por su poder de penetración en la realidad; y mejor aún si es capaz de voltear la realidad al revés para mostrar cómo es el otro lado”. Acoger el elemento fantástico en la literatura significa también superar el POSITIVISMO y el DETERMINISMO, o sea la idea de la razón y la lógica como únicos medios de aprehender la realidad. No tiene que ser algo mecanizado y esquemático Se busca una total libertad + se empieza a trabajar con elementos del subconsciente, de la invención y de la imaginación 2 corrientes principales (que se diferencian por el contenido de las obras y las fuentes inspiradoras) 1. Obras que desarrollan temas de las tradiciones y del folklore. El objetivo es el rescate de la cultura popular. Lo mágico y lo fantástico residen en la recuperación de ciertos elementos de las culturas precolombinas o primitivas incorporadas posteriormente (como la negra africana). Mitos, cuentos populares, leyendas, ecc. Algunos autores (los más consagrados): - Miguel Ángel Asturias - Alejo Carpentier - Juan Rulfo - José María Arguedas - Gabriel García Márquez 2. Otra línea, más intelectual y erudita, une lo fantástico con las vanguardias europeas de la década del ’20, especialmente el Surrealismo - Alejo Carpentier - Miguel Ángel Asturias - Luís Borges Son todos autores que se formaron en Europa y estuvieron en contacto con los movimientos de la vanguardia Alejo Carpentier, especialmente, aprendió de los surrealistas a ver una imagen reveladora de Hispanoamérica: una realidad maravillosa que se descubre potenciando lo singular, los contrastes y diferencias que la caracterizan frente al modelo europeo. Aplicó la enseñanza surrealista al análisis de Historia y de la realidad americana. El Realismo Mágico • Nombre creado por Franz Roh (crítico de arte) en 1925 para designar una corriente pictórica alemana postexpresionista que había surgido como reacción a los excesos del expresionismo. • Roh habla de un «nuevo realismo», que pretendía captar lo permanente, la esencia de la realidad, a partir de una coexistencia entre realismo y dimensión mágica o transcendente. • En 1948, el término se aplicó por primera vez a una corriente narrativa venezolana que reaccionaba contra las fórmulas estrictamente realistas. • Luego la etiqueta de «Realismo Mágico» tuvo éxito y se difundió rápidamente. • Realismo Mágico: «una adivinación poética o una negación poética de la realidad. La consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas». El Realismo Mágico supera el realismo, pero sin negarlo. En cambio, le añade otra dimensión (mágica, maravillosa, misteriosa) que capte la “otra realidad”, la que normalmente no se ve. Es una especie de realismo, pero con procedimientos narrativos diferentes: se narran hechos cotidianos o triviales dotándolos de una dimensión irreal. No hay una teoría unívoca. Las técnicas narrativas varían según el autor. Por ejemplo, en Cien años de soledad, García Márquez narra, desde perspectivas diferentes, los distintos hechos de la realidad objetiva y los de la realidad subjetiva (los mítico-legendarios, los milagrosos, los fantásticos y mágicos). El lector no rechaza los elementos fantásticos o maravillosos, a pesar de su abundancia en el texto, porque el narrador los cuenta con impasibilidad y parecen perfectamente normales. Una impasibilidad que García Márquez aprendió (según dice él) en los narradores populares. Borges y la literatura fantástica. La suya es una línea más intelectualizada Exotismo y erudición son los componentes fundamentales de sus cuentos Para Borges, lo fantástico es imprescindible, porque es la única manera de acercarse a la realidad a través de la literatura, ya que dice que el lenguaje no es suficiente. por tanto, NIEGA LA LITERATURA REALISTA Quiere “desrealizar” la realidad y “desvelar” el enigma del universo Se borran los límites entre ficción y realidad; lógica e irrealidad se mezclan Julio Cortázar Es considerado en gran medida discípulo de Borges, pero adopta el camino inverso: hace real lo fantástico, implanta lo irreal en lo cotidiano, en la realidad más inmediata Crea un clima de verosimilitud para que el lector no rechace lo fantástico (de manera parecida a García Márquez): adopta una actitud de absoluta impasibilidad ante lo extraordinario narrado. PERO: - García Márquez lo hace con los cuentos populares - Cortázar aprovecha de la psicopatología el mundo de los sueños y de la neurosis Instala este tipo de sensación de tensión constante en el relato de la vida cotidiana Se aleja del intelectualismo borgeano Ahora las situaciones y los personajes son reales y concretos Entran en juego los sentimientos, pero vividos en situaciones extraordinarias, fuera del rigor y de la coherencia.