"VIOLENCIA INTRAFAMILIAR PSICOLOGICA" ¿Qué es? La violencia intrafamiliar o violencia domestica es cualquier tipo de abuso de poder de parte de un miembro de la familia sobre otro. Pero para que se considere que existe violencia intrafamiliar en un hogar debe haber una actitud violenta repetitiva, no un solo hecho aislado. Se considera que si, en una pareja o familia con menos de cinco años de convivencia, ha habido al menos tres ocasiones de agresión, esa pareja o familia puede estar viviendo violencia intrafamiliar. MODALIDAD PSCOLOGICA: Se le llama violencia psicológica a toda agresión realizada sin la intervención del contacto físico entre las personas. Es un fenómeno que se origina cuando una o más personas realizan cualquier acto u omision o arremeten de manera verbal a otra u otras personas ocasionando algún tipo de daño a nivel psicológico o emocional en las personas agredidas. Es un daño que se va acentuando, creciendo y consolidando en el tiempo, causando una progresiva debilitacion psicologica. Este tipo de violencia se enfoca en la emisión de frases descalificadoras y humillantes, asi como actos de negligencia, abandono, descuido reiterado, indiferencia, rechazo, amenazas, entre otras y se ejerce con la intencion de la desvalorizacion, descalificación o intento de control, causar miedo o intimidar a otro individuo. Esta es una de las razones por la cual la violencia psicológica es difícil de probar y manifestarse. Además de todo ello habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas: • Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad. • En la segunda fase es en la que se produce el episodio agudo de violencia. • La última etapa de la violencia intrafamiliar es la que se conoce por el nombre de Luna de Miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor hacia su víctima. El/la víctima Es víctima de violencia intrafamiliar cualquier persona considerada cónyuge del agresor o que conviva o haya convivido de alguna manera con él o un pariente consanguíneo hasta el tercer grado. Es importante destacar que también están considerados dentro de la violencia intrafamiliar el maltrato infantil, la violencia hacia el adulto mayor y hacia minusválidos. El/la agresor/a Se considera que una persona es violenta cuando no es capaz de controlarse por ejemplo en una situación de diferencias de opinión. Si reacciona con gritos o golpes para defender su postura, entonces se puede hablar de un agresor. Los expertos en este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características: • Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad. • Se muestran seguras de sí mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, bajo esa imagen que se crean se esconden sujetos que suelen tener problemas de autoestima. • Necesitan humillar y acometer la sumisión del otro para sentirse bien y superiores. • Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran de su infancia o de su etapa adolescente. • Tienen celos patológicos. • Poca capacidad para gestionar sus propias emociones. Su conducta hacia la víctima se caracteriza por el uso de todo tipo de amenazas (suicidio, abandono, etc.), gritos, malos gestos, tiene cambios inesperados de conducta, entre otras. Causas ( multifactorial) Las causas que una persona sea violenta están asociadas principalmente a factores psicológicos experiencias infantiles de violencia que dejaron secuelas, sociales presión social, estrés y económicos. Otro factor importante también es el uso excesivo del alcohol o de drogas. Conclusion Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan, sin importar la clase social, creencia religiosa o género. Tanto hombres como mujeres pueden ejercerla. Lo importante es no callarse y denunciar estos hechos. El continuar permitiendo este tipo de abuso tiene graves consecuencias para todos los miembros de la familia, sobre todo para los niños, muchas de las cuales solo se manifestarán pasados muchos años.