Doble porción I 2Reyes 2.9-10

Doble porción I
Doble porción I
2Reyes 2.9-10
9Cuando
habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea
quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. 10El le
dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no,
no.
Introducción
Como familia Redime proclamamos el 2013 como “el año de la herencia”, y tomamos un buen
tiempo para declarar esta pablara sobre nuestro ministerio. Muchos pudimos vivir de una
manera abundante la realidad de esta declaración y fuimos impartidos por el Espíritu para
convertirnos en herederos de Dios y coherederos con Cristo. Fue un año muy abundante en
todos sentidos.
Ahora estamos frente al 2014 que hemos llamado “el año de la doble porción”. Veamos
algunos análisis en la numerología de Dios:
1. En primer lugar: 2+0+1+4=7; el número 7 es plenitud, porción completa.
2. Es el año 14 del tercer siglo: 1+4=5; el número 5 es gracia o regalo.
3. El año 14 es: 7+7, doble plenitud, doble porción.
El 2013 fue el año de ser herederos, de recibir la herencia que nos correspondía como hijos
verdaderos. En este tiempo decidimos creer que somos poseedores de la porción completa
que Dios nos ha dado. Pero el 2014 estamos seguros que recibiremos una doble porción de la
herencia del 2013. Estamos hablando de una doble plenitud, esto quiere decir que nuestro
llamado, nuestra comisión profética, el servicio que damos al reino será llevado al doble.
Produciremos todo al doble de lo que hemos producido hasta el 2013. Todo será acelerado,
Eliseo hizo el doble de milagros que Elías, produjo el doble de fruto de su maestro. ¡Esto
mismo sucederá el 2014!
De acuerdo a las leyes Judías, una doble porción de la herencia era dada al primer hijo que
nacía. Este hijo iba también a tener el honor de dirigir a la familia cuando fuese necesario. La
petición de Eliseo estaba dirigida primordialmente a ser el profeta heredero de su ministerio,
lo cual ya Dios lo había decidido con anterioridad. Este era el momento del sello de
aprobación de su destino profético. Delante de ellos estaban 50 de los alumnos de la escuela
de profetas que Elías dirigía. Es probable que estos alumnos pudieran haber estado en la lista
de los posibles sucesores de Elías, sin embargo, sabemos que el destino de Eliseo ya había sido
decidido por nuestro Creador y solo faltaría el sello de aprobación.
Por supuesto que aunado a la herencia, estaría la impartición de la habilidad necesaria para
servir en su llamado con eficacia. La prueba esta en que Eliseo hizo el doble de milagros que
Elías. La proyección de Eliseo fue muy similar a la de su maestro, pero haciendo el doble de
señales. Esto me dice que realmente Eliseo recibió una impartición suficiente para lograr
duplicar la labor de su maestro.
Dios concedió la petición de Eliseo y lo usó para desempeñar muchos milagros y para servir
como profeta por mas de 50 años (casi el doble del tiempo que Elías). Dios le concedió su
petición porque los motivos de Eliseo eran puros; su corazón estaba firmemente dispuesto a
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adorar a Dios a través de su servicio profético a favor de la nación de Israel de acuerdo a la
comisión entregada.
Salomón hizo una petición similar cuando Dios le ofreció concederle cualquier cosa que le
pidiera: Yo te ruego que le des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para
distinguir entre el bien y el mal (1Reyes 3.9). Al igual que Salomón, Eliseo centró su petición en
recibir las habilidades suficientes para cumplir acertadamente con la comisión que el Padre le
estaba entregando.
Eliseo acompañó a Elías por aproximadamente 17 años en su ministerio. Por supuesto que
vivió muchos milagros de su maestro, muertos resucitados, multiplicaciones, profecías, de tal
manera que al hacer su petición sabía exactamente lo que estaba pidiendo. No solo estaba
reclamando la primogenitura, sino que lo que Elías había conquistado en todo el tiempo de su
ministerio, viniera a ser impartido sobre su espíritu.
Los profetas que estaban atestiguando el acontecimiento dijeron: El espíritu de Elías reposó
sobre Eliseo (2Reyes 2.15). Notemos que la Biblia no esta hablando del Espíritu Santo sino del
espíritu de Elías. ¿De que estamos hablando? Durante su ministerio, Elías conquistó muchas
virtudes, dones, lo cual le dio la imagen a su ministerio y el poder para hacer las señales que la
Biblia registra. Todo eso es lo que estaba pidiendo Eliseo.
Esto fue lo que pasó con la impartición de Moisés sobre Josué: Y Josué hijo de Nun fue lleno del
espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le
obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés (Deuteronomio 34.9). Notemos que Moisés
ya esta por partir, su tarea ha concluido, ahora, Dios le ordena que imparta sobre Josué
imponiendo sus manos. ¿Qué impartió Moisés sobre Josué? ¡Fue lleno del espíritu de
sabiduría! ¿Cuál sabiduría? ¡La que Moisés había logrado acumular durante su llamado!
Lo mismo pasó con los 70 ayudantes de Moisés: Entonces Jehová descendió en la nube, y le
habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando
posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron (Números 11.25). Una vez más vemos que
la Biblia no esta hablando del Espíritu Santo sino del espíritu humano de Moisés: ¡tomó del
espíritu que estaba en él!
Como podemos observar no estamos hablando de una “doble unción”, tampoco de una
impartición del Espíritu Santo, sino de una transferencia espiritual del espíritu de Elías. Esto
me lleva a pensar que el espíritu va siendo entrenado y capacitado con habilidades y
herramientas que nos permiten ser vasijas de Dios para desarrollar un llamado específico en
el reino de Dios. Algunas personas hablan de este pasaje como una doble unción, pero en
realidad esa traducción es incorrecta, lo que Eliseo esta pidiendo es ser el primogénito
adquiriendo la responsabilidad de recibir una doble porción de heredad.
Podemos observar dos cosas: 1) Eliseo pidió ser el heredero de Elías; 2) Eliseo estaba
pidiendo ser impartido por el espíritu de Elías. Tratemos en este primer mensaje con estos
dos puntos.
Parte I. Eliseo pidió ser el heredero de Elías
Dios había dado esta instrucción a Elías: Y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para
que sea profeta en tu lugar (1Reyes 19.16). Aproximadamente 17 años después se estaría
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cumpliendo esta palabra. Eliseo tendría que pasar por todo un proceso antes de ser ungido y
posicionado en su llamado.
En estos 17 años de caminar junto a su maestro, Eliseo aprendió a ver las señales
sobrenaturales que Elías hacía, seguramente fue entrenado para producirlas, una escuela de
larga duración llegó a su culminación. El momento había llegado, el kairos de Dios estaba ahí
frente a él. No había duda que Eliseo era el sucesor, aunque había una gran cantidad de
alumnos en la escuela de profetas de Elías, todos sabían que Eliseo seria el heredero. Aún así,
con conciencia de lo que estaba pidiendo, Eliseo reclama la doble porción que correspondía al
primogénito (Deuteronomio 21.17).
La primogenitura era un honor especial que recibía el primer hijo que nacía. Incluía una doble
porción de la herencia de la familia junto con el honor de llegar a ser algún día el líder de la
familia. El hijo mayor podía vender su primogenitura o regalarla si quería. Pero perdía su
posición de líder de la familia. Por ejemplo, Esaú decidió venderla a su hermano Jacob, al
hacerlo, demostró desprecio hacia las bendiciones espirituales que recibiría si la mantenía.
Eliseo sabía el honor que tendría como heredero de Elías, pero también conocía la gran
responsabilidad que caería sobre sus hombros.
Un ejemplo palpable es la historia del Rey Saúl, quien había recibido el llamado de Dios para
ser un príncipe sobre su pueblo (1Samuel 9.16). El profeta Samuel lo sienta en la cabecera de
la mesa delante de los 30 ancianos de Israel y le dice al cocinero: Trae acá la porción que te di,
la cual te dije que guardases aparte (1Samuel 9.23). Luego le dice a Saúl: He aquí lo que estaba
reservado (Ver. 24). El llamado, la comisión, la herencia de Saúl era sentarse en la silla de
autoridad como gobernador, rey, dirigente, de su pueblo. Todo lo físico es un reflejo de lo
espiritual, simbólicamente podemos decir que Saúl necesitaría una porción reservada solo
para él para cumplir su destino en esta tierra como rey de Israel.
El apóstol Pablo lo explicó a sus discípulos de Éfeso de esta manera: En él asimismo tuvimos
herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según
el designio de su voluntad (Efesios 1.11). ¡Tuvimos! Es decir, ya nos fue asignada la herencia,
somos herederos, tenemos un asignamiento en la tierra de parte de nuestro Dios. Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente
con él, para que juntamente con él seamos glorificados (Romanos 8.17). ¡Somos herederos de
Dios, coherederos con Cristo!
También el apóstol Pablo le certifica a sus hijos de Corinto que tenemos la garantía que esa
herencia es nuestra: 21Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
22el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones
(2Corintios 1.21-22). Esta es la secuencia: Dios nos ungió (nos apartó), nos sella (certifica), nos
da las arras (garantía) del Espíritu. Este versículo es realmente poderoso. Nos esta diciendo
que Dios nos apartó ungiéndonos con el Espíritu que es la garantía de que tenemos herencia.
¡Somos herederos, tenemos una asignación en el reino de Dios! Estamos predestinados, es
decir, nuestro destino YA esta diseñado de antemano.
Eliseo estaba pidiendo esa herencia, al ser el primogénito de Elías, le correspondería ser el
heredero de un llamado como el de su maestro. Nosotros hemos sido sellados, certificados, el
Espíritu esta en nosotros y nos asegura una herencia como el de nuestro maestro Jesús: En él
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también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1.13).
Jesús nos prometió que haríamos cosas mayores de las que él hizo en su ministerio aquí en la
tierra. Cada uno de nosotros tiene una comisión, un destino, una historia que escribir en el
reino de Dios. Este asignamiento es una silla de autoridad que el Padre nos da para manifestar
el poder de su reino en esta tierra. Al igual que Eliseo, debemos pedir esta herencia de
primogenitura, que el Padre nos entregue la porción que nos ha sido asignada desde antes que
viniéramos al mundo.
Otro ejemplo claro lo tenemos en el patriarca José: Aunque José fue uno de los doce hijos de
Jacob, no había una tribu que llevara su nombre. Esto fue porque José, como el primogénito de
Raquel, esposa de Jacob, recibió una porción doble de la herencia. Esta doble porción se le
entregó a los dos hijos de José, Efraín y Manasés, a quienes Jacob consideraba como hijos
suyos (Génesis 48.5). El territorio más grande y la mayor influencia en la mitad norte de Israel
pertenecían a Efraín y a Manasés.
Parte II. Eliseo pidió una doble porción del espíritu de Elías
Eliseo también conocía la gran responsabilidad que caería sobre sus hombros. Ser el heredero
de Elías era una responsabilidad muy grande. Los hechos de Elías eran más que elocuentes,
Eliseo sabía que ser su sucesor significaba tener la carga profética de la nación. Pedir una
doble porción significaba tener las habilidades de Elías pero al doble.
Entres ocasiones la Biblia habla del “espíritu de Elías” dando entender de la fuerza interior
que tenía Elías. Esto habla de las habilidades que el profeta había logrado conquistar. Eliseo
sabía esto y estaba intentando que le fuera impartido del cielo lo que Elías había logrado pero
al doble.
Elías le contestó: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho
así; mas si no, no (2Reyes 2.10). ¿Por qué era una cosa difícil? ¡Porque Dios no otorga una
medida como la de Elías a una persona que no tiene la madures para recibirla! Eliseo había
pasado aproximadamente 17 años con Elías. Eliseo sería un sustituto eficaz no sólo
aprendería de su maestro, sino que además edificaría sobre los logros de él.
La palabra espíritu (ruaj) se refiere a la energía vital que equipaba a uno con poder, sabiduría,
valentía, fuerza y habilidad. De modo que Eliseo deseaba ser el legítimo sucesor como
encargado de los profetas y tener un ministerio que se caracterizara con el poder enérgico de
Elías. El profeta Elías reconoció que le pedía mucho y que no estaba dentro de su poder
concedérselo, pero le dijo que Dios le concedería ese honor solo si alcanzaba a ver a su padre
espiritual subir al cielo.
La Biblia describe ocho personas resucitadas, Jesús resucita a tres, Elías a uno, Eliseo a dos,
aunque uno de ellos fue cuando murió y un muerto tocó los huesos del profeta. Literalmente
Eliseo duplicó los milagros de Elías. Dios le otorgó lo que Elías consideraba difícil, lo doble que
el espíritu de Elías tenía. Con esto Eliseo estaba siendo impartido con las habilidades
espirituales para desarrollar un glorioso ministerio de 50 años en la tierra.
Estamos creyendo que este 2014, Dios nos estará otorgando una doble porción como
herederos para lograr el doble de lo que logramos en años pasados. Es un aceleramiento para
servir al reino de Dios de una manera productiva, con grandes frutos que glorifiquen al Dios
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eterno. ¿Cuál es la medida que Dios nos dará? Jesús dijo: Porque el que Dios envió, las palabras
de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida (Juan 3.34). ¡Nuestra porción no tiene
medida! La impartición del Espíritu sobre nuestras vidas nos traerá habilidades gloriosas que
producirán mucho más de lo que hemos producido para el reino de Dios. El profeta Isaías
declaró: Disfrutarán de una doble honra en lugar de vergüenza y deshonra. Poseerán una doble
porción de prosperidad en su tierra, y una alegría eterna será suya (Isaías 61.7; NTV). La Biblia
Traducción al Lenguaje Actual dice: Por eso recibirán doble porción de riquezas y para siempre
vivirán felices.
Estamos hablando que Eliseo recibió la habilidad para producir el doble de lo que produjo
Elías. Estamos creyendo que proféticamente el 2014 será el año donde tendremos la habilidad
de producir el doble de lo que hemos producido en años anteriores porque estaremos siendo
impartidos con las habilidades espirituales para lograrlo.
Elías confrontó los sistemas de aquel tiempo, Eliseo le siguió la regla. Jesús dijo que Juan el
Bautista tenía el espíritu de Elías. Los tres desarrollaron un ministerio similar.
1. Enfrenaron el sistema político:
Elías enfrentó a Acab; Eliseo a Joram; Juan a Herodes
2. Enfrentaron el sistema religioso:
Elías enfrentó a Jezabel, reconstruyó el altar, motivo al pueblo a volverse a Dios; Eliseo motivó
al pueblo a confiar en Dios en el sitio a Samaria; Juan llamó al pueblo al bautismo de
arrepentimiento.
3. Enfrentaron al sistema de las tinieblas:
Elías enfrentó a los profetas de baal y acera; Eliseo enfrentó a los principados de siria; Juan
enfrentó la persecución para matarlo.
4. Enfrentaron el sistema social y cultural:
Elías pidió que sacaran el agua escondida para derramarla sobre el altar; Con sorprendente
valor y vitalidad, Eliseo sirvió en toda la tierra al hombre común y al aristócrata, al israelita y
al extranjero; Juan fue el ejemplo vivo de la justicia divina.
Dios profetizó: He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y
terrible (Malaquías 4.5). En los últimos tiempos el mismo espíritu de Elías será impartido
sobre un ejército profético que manifestará el poder del reino de Dios sobre la faz de la tierra.
Estamos creyendo que somos parte de esta promesa que Jesús también mencionó para este
tiempo. Una doble porción será activada sobre aquellos que desean manifestar el poder del
reino de Dios en el mundo. Donde quiera que este un hijo de Dios todo será acelerado para
producir el doble de todas las cosas.
Parte III. Impartición de la doble porción
Seguramente ya nos estamos preguntando como puedo ser impartido en la doble porción. Al
momento de creer que somos hijos de Dios, ya somos herederos, en ese momento somos
candidatos para ser recibir la unción de la primogenitura, el Espíritu viene sin medida sobre
nuestras vidas y es la garantía que recibimos el asignamiento que el Padre tiene preparado
para nosotros.
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La segunda parte se trata de recibir las habilidades por medio de los dones espirituales que
recibimos de parte de Dios como nuestras herramientas con las cuales operamos en el reino
de los cielos.
¿Cómo viene la impartición? La impartición es una hermosa realidad para los que deciden dar
pasos hacia el servicio a Dios. De hecho, es Dios quien promueve que sus hijos sean impartidos
y activados. ¿Cómo lo hace?
En primer lugar Dios mismo activa nuestro llamado. Nuestro amado Señor Jesucristo fue
impartido y activado en los dones cuando fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán.
Moisés fue activado cuando vio la zarza ardiendo.
Muchos grandes hombres y mujeres fueron activados en su llamado directamente por Dios en
medio de una manifestación íntima y poderosa con el Espíritu Santo. Sus testimonios son tan
asombrosos como las mismas señales que les siguen. La activación directa de Dios no es lo
más común. Más bien lo veo como excepciones. Dios usa a sus siervos para activar a los
llamados.
En segundo lugar, Dios usa a hombres y mujeres para impartir a los llamados. Lo más natural
es que la impartición venga a través de un hombre o mujer de Dios que es usado para activar
el llamado. Moisés fue activado por Dios, pero Moisés fue usado para activar a 70 personas
que serían sus ayudantes. Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu
que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu,
profetizaron, y no cesaron (Números 11.25).
Tenemos muchos ejemplos similares a este, por ejemplo: Saúl y David fueron activados por el
profeta Samuel cuando derramó el cuerno del aceite sobre sus cabezas (1Samuel 10.1; 16.13).
Moisés ungió a Aarón y sus hijos consagrándolos para su llamado al sacerdocio (Éxodo 20.30).
Pablo fue activado cuando Ananías impuso manos sobre él.
En tercer lugar, Dios usa reuniones especiales para impartir. El presbiterio es formado
muchas veces para ungir a los que Dios ha llamado. Varios ministros de Dios ungen e imponen
las manos para activar a los elegidos de Dios. Timoteo fue ungido y activado en un presbiterio.
Pablo le escribe a su hijo Timoteo diciendo: No descuides el don que hay en ti, que te fue dado
mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio (1Timoteo 4.14).
¿Debemos promover la impartición y activación de dones y habilidades espirituales?
¡Definitivamente si! Podemos y debemos provocar la activación para ser más eficientes en
nuestro llamado. ¡Dios se agrada cuando nos preocupamos por nuestro crecimiento espiritual!
Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para
edificación de la iglesia (1Corintios 14.12). La palabra “Procurad” significa: Esforzarse para
lograr algo. Esta procuración de los dones tiene que ver con la idea de trabajar para lograrlo.
Es necesario entender que esta labor necesita tiempo, dedicación, esfuerzo y mucho carácter.
Es por esto que debemos crecer como personas, en lo espiritual conociendo la palabra de Dios
y por supuesto, los planes de Dios para nosotros.
Conclusión
¿Cómo promovemos la impartición de la doble porción?
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En primer lugar debemos tener tiempos especiales con Dios. Creo que todos debemos tener
tiempos especiales con Dios, en especial cuando estamos anhelando entrar en los planes de
Dios e iniciar a servir en nuestro llamado. Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo.
Cuando regresó, su llamado fue activado de una manera poderosa. Las señales que le seguían
eran la muestra viva de una activación poderosa por el Padre.
En segundo lugar debemos ser sensibles a la presencia del Espíritu Santo. En Hechos 10
observamos a Pedro que subió a la azotea de la casa donde estaba para orar y buscar a Dios.
En ese tiempo de intimidad Pedro fue tocado por Dios y enviado a una tarea específica. Hay
momento donde sentimos el deseo de estar a solas con nuestro Amado. Esos son momentos
que él va a usar para llevarnos a otros niveles espirituales y activarnos más poderosamente en
los dones.
En tercer lugar vamos a buscar y vivir una santidad continúa. Esto incluye el ser ministrado en
sanidad interior y liberación. La unción crece en la medida que somos desafiados a vivir de
una manera intensa cada día bajo la obediencia a la bendita palabra de Dios. ¡Una vida de
pureza está asociada a una vida de poder y de unción! Primero es el deseo, luego viene la
acción de vivir una vida de pureza, enseguida la unción trae la activación de una manera más
poderosa y gloriosa.
En cuarto lugar buscamos la revelación de Dios acerca de nuestro llamado. Promovemos la
activación cuando decimos como el profeta: Envíame a mí. Al escuchar la voz de Dios: ¿A quién
enviaremos? Nos apresuramos a pedirle a Dios que nosotros deseamos ser tomados en cuenta
en sus planes. Podemos saber un poco de nuestro llamado, pero cuando entramos en el
camino del llamado, debemos despejar todas las dudas en cuanto entender hacia donde Dios
desea que nos movamos. De hecho, es nuestra responsabilidad escudriñar en el corazón de
Dios acerca de nuestro llamado.
Con amor JGFC
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