Lección 11. Viviendo la esperanza del advenimiento. 1 Corintios 15:58 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Todo lo que hacemos para Dios no es vano, cada dinero, acto de bondad, ayuda al necesitado, arreglos florales en la iglesia, etc, tendrán su galardón, Apocalipsis 22:12 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Cuando Cristo vino a la tierra y murió por nosotros, se inauguró el reino de él, llamado “reino de la gracia”. Todos aquellos que viven en ese reino se caracterizan por ser bondadosos, misericordiosos, dadivosos, etc. El pueblo se va preparando para la vuelta de Jesús y así entrar en el llamado “reino de la gloria”, donde todos seremos glorificados, y nuestro cuerpo corrupto será transformado en uno sin manchas para vida eterna. La esperanza de llegar al reino de la gloria, nos hace ser diferentes, vivimos con alegría, esperanza y regocijo. ¿Hasta cuando señor? Este es un clamor constante del pueblo de Dios que quiere la vuelta de Cristo para salir de este mundo de maldad y pecado. En Egipto el pueblo de Dios llevaba 400 años de esclavitud y exclamaba ¿hasta cuando Señor? También cuando fueron llevados cautivos a Babilonia por 70 años, ese mismo pueblo exclamaba ¿hasta cuando Señor? De la misma manera el pueblo de Dios hoy clama diciendo ¿hasta cuando?. Está cansado de vivir en este mundo de dolor, sufrimiento e injusticia. La intervención final de Dios es la última esperanza de su pueblo, porque allí sería la salvación y llegada al tan anhelado cielo. Cuando leemos salmos, vamos a ver que existen numerosas veces que se clama a Dios para que todo termine. Salmos 94:3-7 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 3 ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, Jehová, se gozarán los impíos? 4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras y se vanagloriarán todos los que hacen maldad? 5 A tu pueblo, Jehová, quebrantan y a tu heredad afligen. 6 A la viuda y al extranjero matan y a los huérfanos quitan la vida. 7 Y dijeron: «No verá Jah, no lo sabrá el Dios de Jacob.» Este mismo clamor es nuestro también, en la cual muchas veces nos indignamos con la prosperidad de los impíos y que nada les pase. Debemos tener paciencia porque Dios nos hace una promesa. Salmos 37:10-11 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 10 pues dentro de poco no existirá el malo; observarás su lugar, y ya no estará allí. 11 Pero los mansos heredarán la tierra y se recrearán con abundancia de paz. Habacuc 1:2 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 2 «¿Hasta cuándo, Jehová, gritaré sin que tú escuches, y clamaré a causa de la violencia sin que tú salves? Romanos 8:22-23 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 22 Sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora. 23 Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo, Vemos como hasta la naturaleza está gimiendo a causa de la destrucción que sufre por causa del pecado. Un día un nuevo cielo y tierra nos estará esperando. Apocalipsis 6:9-10 Reina-Valera 1995 (RVR1995) 9 Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y del testimonio que tenían. 10 Clamaban a gran voz, diciendo: «¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?» Los mismos mártires claman esperando que la justicia de Dios actúe contra aquellos que los asesinaron por causa de ser fieles a él. Los oídos de Dios no están cerrados para nuestros clamores, angustias y tristezas. Lucas 18 Reina-Valera 1995 (RVR1995) Parábola de la viuda y el juez injusto 18 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar, 2 diciendo: «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: “Hazme justicia de mi adversario.” 4 Él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: “Aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia.”» 6 Y dijo el Señor: «Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?» En esta parábola Cristo quería hacer hincapié en la necesidad de orar y nunca flaquear.Si un Juez corrupto es capaz de hacer justicia para que no lo molesten, cuanto mas Dios lo hará por nosotros siendo nuestro padre amoroso. Jehová está oyendo cada clamor que hacemos en búsqueda de justicia. No debemos esperar que la justicia llegue para los impíos en esta vida, sino que la misma les llegará en el momento cuando Dios la imparta.