TRABAJO DE ROMA. LIVIA DRUSILA Historia del Mundo Antiguo II, 30 de mayo del 2019 Universidad Autónoma de Madrid Fotos de la estatua de Livia, tomadas por Enrique Sáenz de San Pedro. MAN INTRODUCCIÓN. El objeto que he escogido para este trabajo es la estatua sedante de Livia Drusila que se encuentra en el Museo de Arqueología Nacional de España y que fue encontrada en Paestum, Campania (Italia). Se trata de una escultura sedante hecha en mármol, de 1m 77 de altura, datada entre el año 14 – 19 a. C. Este retrato es el mejor conservado que tenemos sobre Livia, aun teniendo el rostro idealizado. Representa cuando la emperatriz contaba ya con 72 años, edad en la que los artistas buscaron reflejar la nueva dignidad augusta. He escogido este objeto debido a que Livia Drusila (58 a. C. – 29 d. C.), junto a Agripina, es una de las pocas mujeres que tuvo influencia en la vida política de la antigua Roma, primero como esposa del emperador Augusto y después como madre del emperador Tiberio. Palabras Clave: Livia Drusila. Emperador Augusto. Tácito. Tiberio. Poder. 1. BIOGRAFÍA DE LIVIA DRUSILA (58 a. C. – 29 d. C.). TRABAJO DE ROMA. LIVIA. Livia Drusila nació en el año 58 a. C. como miembro de la familia Claudia. Quedó huérfana de padre debido a que este conspiró en la muerte de Julio Cesar y, debido a esto, se suicidó en el año 42 a. C. Puede que debido a los remordimientos por el asesinato o por miedo al castigo que pudiera venir. Un año antes de su muerte, su padre la entregó en matrimonio a Tiberio Claudio Nerón con tan solo 15 años. Con este, su primer marido, tuvo dos hijos: el futuro emperador Tiberio, y Druso. En cuanto Octavio Augusto conoció a Livia, este quedó enamorado de su belleza e, inmediatamente, rompió su matrimonio con Escribonia, quien estaba dando a luz a su hija Julia, y el de la joven para poder casarse. En estos momentos Livia estaba embarazada de Druso y por ello Augusto tuvo que consultar al colegio de pontífices sobre la posibilidad de casarse con ella. Finalmente en el año 38, ambos se casaron y su matrimonio duró hasta la muerte del emperador. Cuando Augusto ascendió a emperador, Livia lo hizo también como emperatriz consorte, aconsejando a su marido en las cuestiones políticas. Fue uno de los consejeros más fieles que tuvo Augusto y gracias a su título de “tribunica sanctíssima” pudo gestionar con total libertad sus bienes, convirtiéndola en una mujer extraordinariamente rica. Esta fortuna personal la empleó numerosas veces para buscar alianzas políticas, también proporcionó los recursos para la dote de jóvenes sin recursos, lo más seguro es que estas mujeres fueran hijas de senadores. Con la muerte de Augusto en el año 14 d.C., el hijo de Livia y Tiberio Claudio fue nombrado su sucesor. Livia siguió cuidando de su patrimonio y no dejó de inmiscuirse en la vida política de Roma, esto último no era bien visto por su hijo Tiberio aunque fuera gracias a ella que él poseía el titulo de emperador. Tal vez el rencor de Tiberio hacia su madre se debió a que esta le había obligado a divorciarse de su primera mujer para casarse con la hija de Augusto y Escribonia, Julia; con el objetivo de consolidar a su hijo como sucesor de Augusto. Otra opción es que Tiberio quería deshacerse de la mala imagen que daba al aceptar consejos de su madre. Livia Drusila muere en el año 29 con más de 80 años, sin embargo tendrá que esperar a que Claudio llegue a ser emperador para ser nombrada deidad. La biografía de Livia, junto al de otras mujeres poderosas de la antigüedad, fue usada como ejemplo de los supuestos desastres que ocasionaron a la sociedad de su tiempo. 2. FIGURA DE PODER FEMENINO. 2 TRABAJO DE ROMA. LIVIA. Históricamente el poder femenino se ha asociado a la ambición desmedida, las pasiones, la falta de autocontrol, asesinato o la conspiración. Esta crítica, dirigida en su mayoría a las princesas de la familia Julio-Claudia, evidencia la preocupación de los autores más conservadores por el abandono del tradicional rol femenino de domesticidad. Aunque son varios los autores que destacan la figura de Livia como mujer poderosa de la antigüedad, solo destacaré dos de ellos: Tácito y su obra los Annales, y Suetonio con Vida De Los Doce Césares. Tácito, como defensor de lo tradicional y decidió a desacreditar a Augusto, procuró enfatizar el protagonismo de las mujeres bajo su reinado. Describe a la emperatriz como una mujer “de una moralidad a la manera antigua, amable más allá de lo que se consideraba propio en las mujeres de antaño, madre dominante, esposa complaciente, bien acomodada tanto a las artes de su marido como a la simulación de su hijo” (Anales V 1). En el caso de Suetonio, describe a Livia como un personaje maternal criticando de ella que podía llegar a ser muy posesiva. Aquellas mujeres que nacían con algún tipo de parentesco con el príncipe o emperador podían disfrutar de prestigio y prebendas, aunque seguían siendo utilizadas como monedas de cambio en la elaboración de alianzas. Las mujeres de la familia Julio-Claudia destacan sobre las demás debido a que usaron ese papel de esposas para beneficiar a sus hijos, como Livia cuando situó a su hijo Tácito (hijo de ella y de un matrimonio anterior) como sucesor del emperador Augusto, mismo caso es el Agripina y su hijo Nerón. De aquí podemos destacar el gran poder que ostentaba la figura materna en esta dinastía. Como hija de una familia importante, Livia recibió una educación propia de la élite donde le inculcaron los comportamientos adecuados de una matrona tradicional, pero también la consciencia de su papel como romana y defensora de los intereses de la res pública (Cid López, 188). Lo más probable es que debido a esta educación su objetivo se dividiera en posicionar a su primogénito y ayudar a engrandecer Roma participando en política. Debido sus intentos por conseguir su principal objetivo su imagen se manchó, algunos viéndola ahora como una mujer conspiradora que pudo llegar a envenenar al emperador. Esta teoría fue apoyada por Tácito quien ayudó a reforzarla alegando que Livia era una mujer ambiciosa y hasta cruel si con ello conseguía lo que se proponía. Como hemos mencionado en el apartado anterior, su hijo Tiberio intentaba mantenerse lo más alejado de su madre, tal vez debido al rencor o para que los demás no pensaran que al igual que Augusto él aceptaba consejos de una mujer. Tácito, a pesar de toda la crítica 3 TRABAJO DE ROMA. LIVIA. que dirigió a la emperatriz, también tiene palabras amables para ella alabando que realizó un mejor papel en los asuntos de gobierno que algunos príncipes, como Tácito quien a la muerte de su madre se dejó guiar de forma errónea por su amigo Sejano convirtiéndose en un gobernante “brutal y agobiante. Pues mientras vivió Augusta quedaba todavía refugio, porque Tiberio tenía un respeto invertebrado a su madre y ni Sejano osaba anteponerse a su autoridad” (Annales V 3) 3. CULTO A LA EMPERATRIZ. Sus últimos años de vida los dedicó a hacer actividades religiosas, sin entrometerse en los asuntos políticos de los que su hijo se había encargado de desvincularla. Livia promovió la divinización de su marido cuando este falleció, incluso llegó a pagar una cuantiosa suma para crear un testigo que afirmara haber visto como Augusto ascendía al cielo. Ella misma se declaró sacerdotisa principal del culto a Augusto. Lo más probable es que su verdadera intención fuera la de lograr su propia divinización, aunque para lograr esto tuvo que esperar hasta la ascensión al trono de su nieto Claudio quien en el año 42 d. C. colocó una estatua de Livia en el templo de Augusto. Se la llamó “Diva Augusta” como a su marido: “Divus Augustus”. Su divinización llegó mucho después de su muerte en el 29 a. C. debido a que su hijo Tiberio le impidió este y otros honores propuestos por el Senado, a excepción del característico luto. 4. ADIVINACIÓN INDUCTIVA. En este punto voy a hacer un breve resumen de la relación de Livia y la adivinación de su tiempo. He visto importante hablar sobre esto pues, según varias fuentes antiguas, Livia fue una de las primeras mujeres que se atrevió a hacer su propia interpretación de un augurio. Según Suetonio (Tib. 14, 2), para conocer cuál sería el género de su primer hijo Livia utilizó un huevo de gallina y lo calentó usando, alternativamente, sus manos y las de sus empleadas. Pasado un tiempo el huevo eclosionó y de él salió un polluelo con una hermosa cresta. Plinio narra el mismo episodio añadiendo que “se sirvió de ese tipo de predicción que probablemente años después, a finales del siglo I d. C. se había puesto de moda (NH X, 154)”. En el momento en el que el huevo eclosionó Livia estaba sola por lo que ella misma tuvo que interpretarlo personalmente. 4 TRABAJO DE ROMA. LIVIA. Del método empleado por Livia destacan dos cosas: la finalidad habitual de la ooscopia era la de conocer el futuro, no la de averiguar el género; y suponía un riesgo pues si el huevo se llegaba a romper esto anunciaba grandes peligros. Este no es el único caso que narra Suetonio, según este cuando Livia ya estaba casada con Augusto fue a visitar su villa de Veyes y, estando sentada, un águila que pasaba volando dejó caer en su regazo una gallina blanca que sostenía en su pico una ramita de laurel. Livia ordenó que criasen al ave, del que nacieron tantos polluelos que la finca pasó a ser llamada como “ad Gallinas”, y que también plantasen la rama de la cual surgió un boscaje de laureles. Este mismo pasaje también fue recogido por otros autores como Plinio y Dion Cassio. En ambos casos Livia lo interpretó personalmente siendo la primera vez en la historia femenina de Roma. Dion Cassio (48, 52, 3) le da otro punto de vista a este último relato narrando que “el incidente le agradó pero que inspiró temor a los demás” dando a entender que solo Livia interpretaba lo ocurrido de forma favorable. El mismo Cassio interpretó el hecho como que “Livia estaba destinada a tener en su regazo el poder de César y a dominarlo todo” (48, 52, 4). En cambio, Plinio cambió el hecho de que la orden de cuidar a la gallina y plantar la ramita de laurel fue dada por Livia sustituyendo su figura por la de los harúspices. No obstante, destaca la actuación de Livia quien se mantuvo serena cuando la gallina cayó en su regazo pues la reacción normal de las mujeres ante los presagios (mencionado con frecuencia por las fuentes) era la burla o el temor debido a su incapacidad para interpretarlos. 5. CONCLUSIÓN. Hacer este trabajo me ha servido para conocer a Livia Drusila, de quien solo conocía el nombre ignorando el gran poder que tuvo y pudo tener si su hijo Tácito no se lo hubiera impedido. El poder de Livia no se limitó solo al ámbito político, sino que se expandió hasta el religioso pero de forma limitada. Durante el principado de Augusto Livia tuvo total libertad para expandir su poder y realizar pactos para afianzar a la familia Julio-Claudia. Esta libertad sería truncada cuando su hijo Tiberio llegó al poder, y eso que fue gracias a ella que llegó a obtenerlo. 5 6. BIBLIOGRAFÍA. Cid López, Rosa María (2014): Imágenes del poder femenino en la Roma antigua. Entre Livia y Agripina, Asparkia: Investigación feminista. Ferrer Valero, Sandra (2011): La diosa respetada, Livia Drusila (58 a.C. – 29 d.C.) [Disponible en: May 30, 2019]. Available from: https://www.mujeresenlahistoria.com/2011/08/la-diosa-respetada-livia-drusila-58ac.html. Montero Herrero, Santiago (1994): Livia y la adivinación inductiva. Polis: revista revista de ideas y formas políticas de la Antigüedad, 6: 225 – 267. Red Digital de Colecciones de Museos de España - Museos. Disponible en: http://ceres.mcu.es/pages/Main?idt=103044&inventary=2737&table=FMUS&museu m=MAN [consulta: May 30, 2019].