EL ENMANUEL SIGNO DE JUICIO Y SALVACIÓN Análisis de Isaías 7; 9; 11 Introducción Este estudio tiene como objetivo encontrar el verdadero significado de Emmanuel en Isaías. A menudo esta profecía mesiánica se utiliza como textos de prueba para la deidad de Jesucristo, por las palabras, “Emmanuel” (Dios con nosotros). Contrariamente a lo popular creencia, este pasaje no afirma Jesús como Dios. De hecho, una vez interpretado en el contexto de la situación histórica descubrimos el sentido real de la profecía y su significado esperanzador, más allá de ver a Jesús divino, es un punto Cristológico de salvación en un hombre, el Mesías prometido. Así entonces al aplicarlo a Jesús su humanidad. Isaías 7 se encuentra en un contexto de las palabra profética dada al rey Acaz, éste capítulo ha ocasionado tantas discusiones y posiciones que uno difícilmente sabe por dónde empezar. Pero tomaremos las mayores ideas y buscaremos una correcta interpretación. Desde que el profeta provee este relato, y este se dirige a su cumplimiento futuro. El Emmanuel como señal de juicio y salvación futura en un niño que nacerá de una muchacha. En 9,6-7 se describen tan claramente las características del niño Emmanuel que no podemos dudar más de su misión mesiánica y de la obra salvadora que viene después del juicio por incredulidad. El capitulo 11 muestra el vástago que surgirá con el espíritu del señor, este capitulo también describe las bendiciones mesiánicas que el niño Emmanuel traerá sobre la tierra, la paz y el restablecimiento de las relaciones y la armonía con todos. Así pues descubriremos que el Emmanuel es una promesa esperanzadora en un hombre que es hijo de David y un hombre que viene en nombre de Dios con sus poder. I. El Enmanuel como signo de juicio Isaías 7, 1-25 El pasaje de Isaías que se refiere al signo del Emmanuel es un lugar teológico de la tradición neotestamentaria (Mateo 1:23), y con sus elaboraciones posteriores han hecho del Emmanuel alguien interesante para el estudio hoy de esta profecía. Ya que durante siglos ha perdurado su interpretación como profecía de salvación, bajo el influjo de la relectura de Mateo quien aplicándolo al nacimiento de Jesús da origen a que hoy se tenga que hablar de éste. El sentido mismo del vocablo Enmanuel, "Dios-con-nosotros", apunta a la dirección de la salvación de Dios a su pueblo.1 Mirando el texto de Isaías, la primera pregunta que surge es: ¿cómo el rechazo de la señal ofrecida por Yahvé (v. 11), “Pide para ti una señal de parte de Jehová tu Dios” tiene una salida elaborada por el rey con una razón teológica en (v. 12) “Y respondió Acaz: No pediré ni tentaré a Jehová” fue el motivo por el cual viene la profecía de de salvación para Acaz? Y por eso entonces ¿Le da Yahvé por propia iniciativa la señal que el rey no quiso pedir, buscando condenarlo por su incredulidad? Esta quizás parecía una respuesta piadosa, pero él sin duda era uno de los grandes incrédulos que uno puede encontrar en la Biblia. El rey no acepta la propuesta de Dios y prefiere garantizar la estabilidad del reino por medio de pactos con otros pueblos que aceptar el presupuesto de Dios. Efectivamente, después de la promesa hecha por Dios en los (v. 4-9), los cuales tienen un sentido de protección frente a los intentos de ataque de Damasco y su socio el reino de Samaria, la señal que Yahvé quiere dar es para despertar confianza y animo en el rey. La promesa de protección de los vv. 4-9 se prolonga entonces en una señal de seguridad. Se 1 L. Alonso Schökel-J.L. Sicre Díaz, Profetas 1 Cristiandad, Madrid 1980. pg. 148 2 nota que en el (v. 9) se pone una condición de parte de Dios a la relación entre el rey y Yahvé, con las palabras "si no confiáis, no subsistiréis"2 Así que todo esto muestra que la promesa no es incondicional. Según el espíritu de las alianzas de soberanía/vasallaje que eran de estilo en aquella época, la fidelidad de las partes era un elemento esencial. Yahvé, en su fidelidad, asegura la ayuda y la salvación al rey, su vasallo (vv. 4-8), pero la espera a su vez de él (v. 9), esta es la forma del pacto en el AT, un pacto de vasallaje entre Dios y su rey. Del mismo modo se puede ver que, el reclamo enfático del v. 9 refleja la situación crítica del momento: Acaz está tentado de buscar otro soberano para hacer una alianza que lo proteja de Damasco y Samaria. Y es que la visión del rey está en ¿Quién más poderoso que Tiglat-Pileser III, el rey de Asiria, enemigo acérrimo del reino de Damasco y sus aliados? Es un soberano poderoso, y para Acaz más confiable y seguro que Dios. Esta es la situación de Acaz, un rey que busca protección no en el Dios de su pueblo, sino en reyes extranjeros, y esto es complicado desde el punto de la fe, ya que Dios hace un juicio y el Emmanuel es esa señal. Así que la opción final del rey, es coherente con la coyuntura política: sabe que el rey asirio lo ayudará, pero distante del presupuesto que Dios tiene. Su solicitud de ayuda militar está bien expresada en 2 Reyes 16, 7: "soy tu vasallo y tu hijo; sube, pues, y sálvame de las manos del rey de Aram y de las manos del rey de Israel que se han levantado contra mí". La gran condición de la incredulidad y el Juicio que Dios hace está en que el rey se ve como hijo del rey de Damasco, rompiendo con la promesa de que todos los hijos de David 2 Ibid. En hebreo se juega con el doble sentido de 'aman "ser firme/confiar 3 que se sentarán en el trono serían hijos de Dios 2 Samuel 7:14, este es el sello de toda visión errada frente a Dios y é3l tiene que juzgar esta posición equivocada. En este marco referencial entonces, la respuesta de Acaz en el (v.12) es comprensible e inconcebible. Si su soberano es Tiglat-Pileser, ¿cómo podrá pedir "señales" de ayuda a Yahvé? Por ello esa respuesta es una excusa de incredulidad y no de fe. Se podría decir que Acaz conocedor de las escrituras uso la idea en (Deuteronomio 6, 16), de no tentar a Dios. Así que no tentar a Dios pidiendo señales es de buena teología, pero en éste contexto indica desconfianza e incredulidad hacia Yahvé3. Esta ruptura de las relaciones de alianza de Acaz con Yahvé es lo que motiva la nueva intervención de Isaías en el oráculo de los (vv. 13-17) es claro entonces, por la sola condición de incredulidad y rechazo, que la señal dada ahora tiene que ser de juicio y castigo. El cambio de relaciones entre Yahvé y el rey está marcado ya en la oposición entre el "tu Dios" del v. 11 y el "mi Dios" del profeta, y ¡ya no del rey! del v. 13b. Así que la profecía se dirige a la "casa de David" o sea a la condición dinástica, la familia del rey. En esto es importante tenerlo en cuenta que la profecía; No está dirigida a una audiencia imprecisa, menos al pueblo en general y la señal esta definida en el mismo profeta ya que identifica a sus hijos como señal. Así que en realidad, no conocemos a nadie que se haya llamado Enmanuel" El nombre es puramente simbólico: lo que indica es una nueva realidad, la realidad frente al juicio de incredulidad y actitud impía de los que no confían en Dios, el Emmanuel es un juicio a los que no creen y por otro lado es promesa de salvación. Así que nunca el Emmanuel es una simple promesa, sino que comienza en un juicio y después cae en la promesa de salvación. 3 Pedro Enilda de Paula, Cómo leer el primer Isaías. Sao Pablo, Paulus Editora. 2009.pg 53 4 Si ahora consideramos globalmente los (vv. 1-17), observamos que Jerusalén se salva de la alianza arameo-israelita (v. 7 y 16b), y que también se salva la dinastía davídica en la línea del Emmanuel, pero no se salva Acaz. Ya que fue puesto a prueba en su fidelidad a Dios, ésta había resultó fallida (v.12). Así que habrá un "Dios-con-nosotros", pero después de él. Ahora, el desastre, el castigo. Si se toma el conjunto de los (vv. 10-25) el bloque de los (vv. 18-2 reafirman a nivel l el sentido de juicio y castigo que el signo de Enmanuel tiene en el momento de su enunciación.4 II. Dicha realidad del Emmanuel es pensada en términos de comunidad ("con nosotros") Ahora veamos que la señal que el rey Acaz escucha de labios de Isaías es la siguiente: "He aquí que la doncella ha concebido y está por dar a luz un hijo, cuyo nombre llamará Dios-con-nosotros" (v. 14b). La profecía contiene sin duda algunos elementos como ¿Por qué es la mujer la que impondrá el nombre? Parece esconderse allí una fina ironía contra Acaz: ¿cómo podría él nombrar a un hijo con el nombre de "Dios-con-nosotros"? si el no confía en Dios. El nombre es una afirmación de alianza y además una confesión de fe; expresada en plural, insinúa que la comunidad tendrá en aquel hijo la presencia salvadora de Yahvé, "Dioscon-nosotros" y no "Dios-con-él" o sea con el rey. Sabemos que esta fórmula en plural se remonta a la reapropiación comunitaria de la alianza de Yahvé con David (2 Samuel 7) y en Isaías 55-3b: "voy a firmar con vosotros una alianza eterna". De cualquier manera, en Isaías 7, 14 no es el rey la figura protagonista. Por tanto dicha realidad del Emmanuel es pensada en términos de comunidad ("con nosotros") y no sólo por referencia al rey. 4 Ralph Earle, Th. D. Conozca los profetas mayores, casa nazarena publica. Kansas, 1998. Pg 7 5 Por lo tanto, el signo, lo que se ve y tiene referencia a lo que pasará, es la mujer grávida en el momento en que habla el profeta. No sabemos quien es la mujer o de quien será el hijo. Nada hay en el texto que apunte a la esposa de Isaías ni por lo mismo al Enmanuel como otro de sus hijos de nombres simbólicos (comp. 7,3 y 8,3 con 8,18).5 El "he aquí" dirigido a la "casa de David" sugiere más bien que se está anunciando la venida de una era paradisíaca en el Emmanuel, mostrando que se rompió la estirpe de los hijos de David, y ahora habrá una nueva que parte de Dios, él va a levantar con un Emmanuel la estirpe de David, Dios mismo lo ejecuta y su obra es diferente, así que Dios es quien da la señal6. Ahora bien, si el nombre de Enmanuel simboliza la presencia salvífica de Yahvé, ¿cómo empezamos afirmando que el oráculo es de juicio y castigo? La respuesta es sencilla: el Enmanuel es por su propio nombre un símbolo de protección divina, pero no para el momento en que habla el profeta. Todo lo contrario, la protección es desplazada para un "después", por contraposición, significa que Acaz es desplazado de los planes de Yahvé. 7 En el capitulo 9 de Isaías se deja ver el esplendor que traerá un niño que es entronizado como hijo de Dios, que trae los títulos relacionales de Dios con su pueblo, por ello el pueblo que estuvo en tinieblas, en oscuridad, verá gran luz. Así que éste niño traerá el beneficio de la comunidad, ya la esperanza comienza a crecer en un niño que vendrá y será el hijo de Dios y tendrá sobre el sus títulos para salvar a las comunidad, viene un niño dado por Dios y es descendiente de David y él establecerá la relación con Dios que por la incredulidad y desconfianza se rompió. 5 Ibid. Pg 60 Jorge Orejuela. Seminario Cristología Noviembre 30 2012 7 G. del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit Cristiandad, Madrid 1981 p. 457 6 6 III. Esperanza en el Emmanuel EL REINO DEL "VASTAGO" Isaías lanza ahora la esperanza mucho más adelante en uno que vendrá y en el capitulo 11 habla de un reinado de justicia, un "retoño" o "vástago" del tronco de Isaí (Padre de David) se levantará. Lo extraordinario es que en éste el espíritu del señor será sobre él, porque se deleita en el temor del señor. Él vendrá y juzgara con justicia y equidad, con la vara de su boca, o su palabra, el adorno será la rectitud y la justicia. Traerá un reino de paz, restableciendo las relaciones a la armonía y la salud, así el lobo morará con el cordero, y habitaran juntos y un niño los conducirá. De esta forma, el conocimiento del señor llenara toda la tierra, ese hijo de la raíz de Isaí estará firme como bandera, los gentiles le buscaran, ya es una esperanza colectiva, ya son todos y el lugar de descanso será glorioso. Por lo anterior no debe sorprender que muchos años después del rey Acaz y de la época del exilio, estos mismos oráculos de Isaías se hayan transformado en una referencia relevante para los Evangelios (Mateo 1,23), y que hayan sido nuevamente interpretados y relacionados con Jesús, sentando nuevas bases para la renovación de la alianza. En este nuevo escenario, el Emmanuel = “Dios está con nosotros” es Jesús que representa la presencia de Dios en la comunidad y es un nuevo mensaje de salvación para la humanidad (Jesús = “salvador”). Pero conviene recordar que esta idea no es totalmente original del Nuevo Testamento, pues tiene diversos tipos de antecedentes en la Biblia hebrea y también en las tradiciones judías posteriores. La Biblia hebrea expresa de diversas maneras la presencia de Dios en la comunidad humana. Ya en el relato de la autodefinición de Dios revelada a Moisés durante el episodio de la zarza ardiente en el desierto se puede interpretar 7 propiamente como: “yo soy el que estoy (con ustedes)” (Ex 3,14)8. Asimismo podemos recordar el “derramamiento del espíritu de Dios sobre toda carne” (Joel 3,1-5, y comparar con Hechos 2,17-21), que pone un enfoque especial en la diversidad de la manifestación de Dios y en la inclusión de sectores desfavorecidos de la comunidad como pecadores, enfermos, desvalidos, rechazados, ancianos y esclavos.9 En este sentido, la vida de Jesús es una de las mayores formas de representación de Dios con la humanidad, y por tanto su carisma recuerda a los profetas antiguos, siempre tomando distancia crítica de las corrientes culturales y religiosas dominantes, y promoviendo una coherencia ética demostrativa de la presencia de Dios en medio del pueblo. En él también la fidelidad a la alianza significa la afirmación de un proyecto con la comunidad. Se puede decir que en la tradición judeo-cristiana, esta teología del Dios con nosotros tiene su correlato directo en el concepto de la vida y la dignidad humana, para librarlo de las condiciones apremiantes que lo subyugan y lo esclavizan. Así que Dios nos da una señal, en una joven y así lo ve Mateo, la señal de que Dios va a cumplir la promesa a David, es una señal de juicio y de salvación, de juicio por la incredulidad y la actitud impía de los que no confían en Dios, el Emmanuel es un juicio a los que no creen que Dios está obrando en medio de los hombres. Pero también es un territorio de salvación, Lc 2-34, dice que será para caída y levantamiento, ese es Jesús10. Así que, nunca el Emmanuel es una promesa de un alguien que se llame así. Sino que el Emmanuel aparece para juicio, en un juicio por la incredulidad y desconfianza, para dar apertura a los que creen y confían en dimensión de salvación de Dios Juan 9:39. e.Sword. comentario de Isaías 1-39 . Ibid 10 Jorge Orejuela, Loc cit 8 9 8 Por tanto el nacimiento de Jesús está ligado con salvación y el único que puede salvar es Dios, por ello, es Dios con nosotros, él es el señalado por dios para guiar al pueblo hasta Dios, para que haga juicio a los incrédulos y salve a lo de la fe, este Dios con nosotros es el impacto de su plan con nosotros. Por tanto el texto de Mateo queda enmarcado en esta condición, que el cristianismo desconoce, y ha llevado a interpretaciones erradas, de tal forma que toda interpretación errónea acarrea juicio; por ello Jesús condeno a Israel, ya que ellos nunca pudieron aceptarlo y nunca lo vieron en sus condiciones mesiánicas, y lo que era para su bienestar, se convirtió en su dolor, lo que era para salvación se convirtió en su perdición, por ello la buena voluntad es para los menos favorecidos y no para los sabios, siempre que aparece el Emmanuel es un juicio acerca de la incredulidad del pueblo y un juicio porque no se cree en él. Conclusión Nos resta ahora hacer algunas conclusiones sobre el texto: Que Isaías hubiese declarado a Acaz que nacería un personaje llamado Enmanuel no habría tenido objetivo útil de por sí como anuncio. Hubiese podido anunciarlo a cualquier otro. Todo cambia empero si prestamos atención al destinatario del mensaje: Acaz, precisamente, el representante de la casa de David y del pueblo de Dios en ese momento. Hablar de la presencia de una figura salvífica a mediano plazo, era decir algo a Acaz. El mensaje implicaba que Yahvé no contaba más con él; y connotaba al mismo tiempo una crítica por su desconfianza hacia su Dios. Isaías es sumamente sensible a las actitudes de fidelidad/infidelidad hacia Yahvé. La profecía de 7, 14 entonces es de juicio y castigo para 9 la coyuntura en que habla el profeta. Pero el designio de Yahvé va más allá de la destrucción del momento. Detrás del juicio se vislumbra otra vez el horizonte de la presencia salvífica del Dios de la alianza de Israel. De modo general son los capítulos siguientes 9 y 11, los que aclaran este proyecto a largo plazo. En Isaías 7, 14 tenemos un caso atípico: se enuncia directamente la salvación futura para señalar el castigo y la destrucción presentes. El vocablo Enmanuel, su nacimiento será apenas la comprobación y el inicio de la señal; pero la significación de su nombre aparecerá sólo más adelante, cuando ese vástago se manifieste y traiga la paz y las relaciones tanto humanas entre si, como con Dios sean las propias de hombres restaurados por ese vástago. Así que el mensaje del capítulo de los tiempos de Acaz corresponde expresamente con cualquier tiempo en que esta verdad es aplicada y podemos decir como un principio general: La verdadera seguridad ante cualquier peligro (incluso juicio) procede por la fe en el Dios que da la sobrenatural provisión de Emmanuel. Hay un glorioso futuro prometido por Dios a través del pacto davídico, ese futuro está confirmado y garantizado a través de un nacimiento dado, que es completamente inesperado y que es prueba de la presencia de Dios. Así Dios llama a la gente a creer en su palabra y encontrar seguridad en tiempos difíciles, en esta vida y en la vida venidera. En la plenitud del tiempo Dios envió a su Hijo para nacer de María; este es Emmanuel en el verdadero sentido de la palabra. Su nacimiento- confirmaba que su palabra era de confiar, creer en él garantiza participación en el glorioso futuro de paz y justicia. La aplicación para los incrédulos es ciertamente la advertencia a creer, la aplicación para los incrédulos sería de dos formas: ganar confianza a través de esta señal en el Emmanuel y por ello el que el destino es seguro. 10 En definitivas entonces, el primer capítulo de Lucas registra éste nacimiento de Jesús en cumplimiento de esta profecía, eso creemos los cristianos. En ese nacimiento trae nombres o títulos son usados para él. Primero, el niño debía ser llamado “Jesús” (porque el salvaría a su pueblo de sus pecados), esto parece referirse a la primera parte de Isaías 7, porque esta es una promesa de salvación para salvación de parte del profeta Isaías. Será hijo del altísimo, hijo cumpliendo el pacto con David 2 Samuel 7, así Jesús es el cumplimiento del Emmanuel y es el Mesías. BIBLIOGRAFIA ♦ Schökel L. Alonso. Díaz J.L. Sicre, Profetas I, Cristiandad, Madrid 1980 ♦ Enilda de Paula Pedro, Cómo leer el primer Isaías. Sao Pablo, Paulus Editora. 2009 ♦ Ralph Earle, Th. D. Conozca los profetas mayores, casa nazarena publica. Kansas, 1998 ♦ Orejuela Jorge. Seminario Cristología Noviembre 30 2012 ♦ G. del Olmo Lete, Mitos y leyendas de Canaán según la tradición de Ugarit Cristiandad, Madrid 1981 ♦ e.Sword. Biblioteca Electrónica. Comentario de Isaías 1-39. ♦ https://bible.org/article/un-llamado-de-fe-y-la-se%C3%B1al-de-emmanuel-isa% ♦ www.teologoresponde.com.ar 11