Pornografía infantil: todos en contra y todo a favor Juan Manuel Labarthe I Se cuenta en los mitos griegos que dos atenienses, Teseo y Pirito, sabiéndose hijos de dioses, consideraron que debían desposarse con mujeres que, como ellos, tuvieran ascendencia divina. Con este fin juraron ayudarse mutuamente para abducir a dos hijas mortales de Zeus. Teseo eligió a Helena quien por entonces era apenas una niña pero que como es bien sabido, sería años más tarde raptada por Paris, hecho que a la postre desataría la guerra de Troya; Pirito, por su parte, se decidió por Perséfone la esposa de Hades, rey del Inframundo. Teseo ayudado por Pirito raptó a Elena de Esparta y la llevó a Atenas donde la dejó al cuidado de su madre Aretea. No es usual que en la mitología griega se hable de la edad de los personajes, pero en el caso específico de este mito, varios son los recuentos que hablan de la edad de Elena, Helánico de Lesbos dice que contaba con tan solo siete años, Diódoro Sículo que diez, mientras que Estesicoro ubica su edad en los doce, es decir ya en la pubertad. En todo caso, a pesar de las divergencias, es claro que Elena era demasiado joven como para desposarse, aun para los estándares de la Edad de Bronce donde la edad promedio para el matrimonio rondaba los quince años. Por otra parte, visto el caso bajo la lupa de la modernidad, sin importar si la edad es de siete, doce o aun quince, el caso sería juzgado como pedofilia. Por supuesto, esta es una distorsión interpretativa pues para los griegos el concepto de pedofilia no tendría sentido. Actualmente los términos pedofilia y pederastia son casi indistintos, pero no en la Grecia antigua. La pederastia consistía en una relación romántica socialmente aceptada entre un adulto mayor (el erasto) y un hombre joven (el erómeno) que se encontraba usualmente en su adolescencia. Mientras que la pederastia es un acto sexual al que acceden las dos partes, la pedofilia sería para los griegos un delito sólo si el acto sexual no fuera consensuado. El crimen de Teseo no está pues en relación con la edad de Helena sino en que la secuestra en contra de su voluntad, no hay una falta agravada porque la violencia la haya ejercido sobre una menor. Las leyes atenienses reconocían el consentimiento y no la edad como el factor regulador del comportamiento sexual. 1 Me parece, y esta es una interpretación personal, que al mito griego le interesa subrayar la edad de Elena sólo para dar cuenta de que fue la mujer más bella que haya poblado jamás la tierra, y que por ello era ya una fuente irresistible de deseo aun sin haber alcanzado la madurez sexual. Teseo se siente atraído por Elena no porque sea una niña, sino a pesar de ello: como su belleza no tiene parangón, trasciende la edad y es capaz de seducir a un gran héroe como Teseo, vencedor del minotauro, rey y fundador de Tebas. II Peter Scully es un australiano de cincuenta y tantos años, padre de dos hijos. En 2018 fue condenado de por vida por el asesinato y la tortura de niñas con el fin de lograr su propia gratificación sexual. Los crímenes que ejerció sobre sus víctimas fueron tan viles que las autoridades de Filipinas, país en el que fue juzgado, estuvieron a punto de reintroducir la pena de muerte solo para ejecutarlo. Al enfrentar en los tribunales seis de los setenta y cinco cargos por los que fue acusado, Scully no mostró ningún remordimiento, por el contrario, reía, hacía chistes con sus cómplices y no le daba mayor importancia a sus crímenes. En todo caso se sentía más víctima que victimario: trataba a la prisión como un centro vacacional, se quejaba de la mala calidad de la comida y expresaba diversas exigencias como la de tener un teléfono celular. El recuento de los muchos crímenes del pedófilo australiano es la narración de una pesadilla soñada en el infierno. Scully era la mente maestra detrás de una organización de abuso infantil y tortura extrema basada en las ciudades filipinas de Surigao, Cagayan de Oro y Malaybalay. No sólo torturó, violó y asesinó personalmente a sus víctimas, sino que filmó mucho de sus actos en video y luego los subió a la web oscura para ser consumidos por pedófilos alrededor del mundo en un sitio secreto llamado “Diversión sin límites”. Scully vendía sus videos hasta en 10,000 dólares por una sola vista. Entre otros actos nefandos que el criminal filmó se encuentran el abuso sexual de un bebé, y la tortura y violación de múltiples niñas a las que también captó con la cámara mientras cavaban sus propias tumbas. Los investigadores filipinos, bien curtidos en este tipo de casos, expresaron unánimemente que la forma en la que operaba Scully era lo más inhumano y cruel que hubieran atestiguado durante su larga lucha contra la pornografía infantil . 2 III En el mito griego Elena no sucumbe a Teseo. Después de raptarla el héroe la deja en Atenas, le devuelve el favor a Pirito, y juntos viajan al inframundo en pos de Perséfone. Durante la ausencia de Teseo, los hermanos de Helena, Cástor y Polux, también conocidos como los dioscuros, atacan Atenas, recuperan a Elena y en venganza capturan a Aretea. Solemos pensar en Elena como un ente pasivo, un mero objeto del deseo y la disputa. Lo cierto es que si revisamos la mitología con cuidado, Elena se nos presenta de modo diferente: es una mujer combativa y luchadora, una verdadera amazona. Dado que provenía de Esparta, Ovidio la imagina entrenándose desnuda en la palestra, mientras que Sexto Propercio piensa que de adolescente practicaba las armas y la caza con sus hermanos: Cástor se entrenaba en el arte de la lucha, Polux en la doma de caballos salvajes y Elena “con pechos desnudos portaba armas y no se sonrojaba con la presencia de sus hermanos divinos”. Elena es pues una verdadera luchadora, aun así, su fuerza y voluntad por grandes que son no le sirven de nada, ya que tiene todo un sistema patriarcal en contra que ve a la mujer y su belleza como un objeto de valor e intercambio, a tal punto que es raptada no una sino dos veces. IV Desafortunadamente no hay que acudir a Filipinas para toparse con la triste realidad de la pedofilia y la pornografía infantil. Apenas a dos cuadras de mi casa, hace pocos meses, fue arrestado un padre de familia por posesión de este tipo material. Se trata de un ingeniero que trabaja como programador informático, por lo que supongo sabía cómo mantener secreta su identidad y localización, aun así la policía cibernética -que para mi sorpresa sí existe y funciona en México- pudo rastrearlo y dar con él. Hasta ahí todo bien. Desafortunadamente, apenas unas semanas después lo vi entrando en su domicilio. ¿Qué sucedió? Nada fuera de lo corriente: había burlado la ley como pasa con mucha frecuencia en un país en el que el sistema judicial está corrompido y no funciona. Cada vez que lo veo con su hijo pequeño no puedo dejar de sentir punzadas de dolor en el estómago. V 3 La atracción biológica que siente un adulto por un menor es una perversión sexual que probablemente siempre ha existido. Pero la pedofilia es mucho más que eso. Es tanto un fenómeno psicológico, como uno social, íntimamente ligado con el avance de las tecnologías de la comunicación, la desigualdad, la movilidad de personas y la globalización económica. Es así que el horror de los crímenes de Scully va más allá de la perversión personal, su meta es también la de operar en un mercado trasnacional y satisfacer a una clientela cada vez más exigente que lo ha visto casi todo. El producto existe porque hay demanda, y una sofisticada red que mediante complicidades y secretos es capaz de cumplir con ella. En un país como México donde incluso los crímenes visibles se vuelven invisibles, ¿qué podemos decir de aquellos crímenes ocultos o semiocultos que son amparados por un sistema de justicia débil o inexistente? Los Cástor y los Polux en nuestro mundo moderno son, sin duda, las personas e instituciones capaces de rastrear a los criminales sin importar si son perpetradores o espectadores, pero deberían ser también aquellos quienes ejercen la justicia, castigan a los culpables, y sobre toda aquellos que se aseguran de que, una vez identificados, los criminales no tengan ya ningún espacio para operar. Y supongo que sólo así, si todos cumplen la parte que les corresponde, habrá mucho menos Elenas en este mundo. 4