Glaciares en movimiento Por lo común, el movimiento es apenas perceptible. Publicado por Los porqués de la Naturaleza Glaciares en movimiento ¿Cómo se mueve un glaciar? Pese a su aparente estabilidad, los glaciares pueden moverse, a veces con sorprendente rapidez. Por lo común, el movimiento es apenas perceptible porque el hielo avanza unos 25 centímetros al día, pero algunos glaciares alcanzan una velocidad constante diaria de 15 metros o más. En ocasiones, por razones complejas, el glaciar puede acelerar su marcha a lo largo de varios kilómetros, deslizándose a una velocidad próxima a los cien metros diarios. El glaciar no comienza a moverse hasta que el hielo alcanza un espesor de unos 50 metros. Sometido a una tremenda presión, el hielo, que normalmente es quebradizo, comienza a fluir como si fuera una masa de miel espesa. El movimiento se debe tanto a la acción de la gravedad como al deslizamiento de los cristales de hielo unos sobre otros, pero también interviene la fusión en el fondo del glaciar, que "lubrica" el camino. Sucede esto porque el hielo se funde cuando se encuentra sometido a fuertes presiones, y la presión en el fondo del glaciar puede llegar a las 300 toneladas por metro cuadrado. (Del mismo modo que el peso de un patinador forma una película de agua bajo las cuchillas de sus patines que permite que se deslice fácilmente por el hielo) Las capas superiores de hielo siguen siendo quebradizas porque están sometidas a una presión mucho menor; por eso se resquebrajan con facilidad si sufren tensiones. Cuando el glaciar pasa sobre algún obstáculo o el descenso se hace abrupto, su superficie se puede quebrar formando gigantescas fisuras o grietas, conocidas con el nombre francés de crevasses, que a veces tienen hasta 50 metros de profundidad. ¿Pueden crecer indefinidamente los glaciares? Al descender por las laderas de las montañas, el glaciar llega al fin a unos niveles donde el hielo de su extremidad inferior comienza a fundirse y evaporarse. Cuando la pérdida anual de hielo en la punta equivale al acumulado en la cabecera, el glaciar cesa de avanzar. Si el ritmo del deshielo excede al de avance, la punta comienza a retroceder ladera arriba. Cuando el glaciar se funde, alrededor de la punta quedan depósitos de escombros llamados morrenas. Una morrena terminal señala el lugar de máximo avance del glaciar; las que se forman a lo largo de un glaciar en retroceso se denominan morrenas recesivas. La velocidad del glaciar El movimiento de los glaciares fue calculado por primera vez hacia 1840 por el naturalista Louis Agassiz, quien clavó una fila de barras de hierro a lo ancho de un glaciar y fue anotando sus cambios graduales de posición. Descubrió no solo que el hielo avanza, sino que lo hace a distintas velocidades: más rápido en el centro y más lento en los bordes, donde la fricción lo frena. Posteriormente, los científicos descubrieron también que, a causa de la fricción, el fondo del glaciar fluye con más lentitud que la superficie. Alimentación de un glaciar La. fuente principal de la alimentación de un glaciar son la precipitaciones atmosféricas sólidas que caen en su región. En la alimentación de un glaciar adquiere gran importancia la condensación de vapor de agua en la superficie, lo cual se produce durante las invasiones de aire relativamente cálido y húmedo. Se conocen casos de helada que alcanzaron 1,5 m, formadas sobre objetos que se hallaban en la superficie del glaciar; su acumulación en las pendientes escarpadas se derrumba sobre el glaciar bajo su propio peso, arrastrando la nieve, en forma de alud. Las cumbres de muchas montañas están cubiertas de casquetes de nieve compacta que después se convierten en hielo. Algunos científicos consideran que es posible que de esa nieve compactada surjan pequeños glaciares. En la alimentación de los glaciares participa también la nieve de ventisca. El viento crea grandes acumulaciones de nieve que no logra fundirse durante la temporada cálida del año. Como resultado, en algunos macizos montañosos en la ladera de barlovento surgen glaciares no justificados desde el punto de vista climático. Muchos de los glaciares se alimentan de la nieve dé los aludes (derrumbes de nieve) que son masas de nieve que se deslizan por las pendientes. Son típicas para las laderas de una pendiente mayor de 15° y sobretodo, para las de 25-30°, con una cobertura de nieve no menor de 40-50 cm de espesor. Factores que posibilitan los aludes Cuando hay una recarga de nieve sobre las pendientes durante las nevadas y ventiscas. Cuando bajo la masa de nieve penetra agua de fusión, facilitando a esa masa su deslizamiento por la pendiente. Cuando surge un horizonte de porosidad en la capa de nieve. En el último caso, los aludes pueden surgir inesperadamente. Para pronosticar estos aludes es necesario estudiar la evolución de la capa de nieve. El volumen de los distintos aludes es de 2 • 106 m3 y la fuerza de choque, de los aludes constituyen un gran peligro para las poblaciones, las carreteras y las instalaciones técnicas. Es peligroso no solo el propio alud sino la onda aérea que le precede.