HUMANISMO MARCO HISTÓRICO El Humanismo es una corriente filosófica, educativa y filológica europea estrechamente ligada al Renacimiento, rompió con las tradiciones escolásticas medievales y exaltó las cualidades humanas, por lo que comenzó a dar sentido racional a la vida. Es decir, se pone énfasis en la responsabilidad del propio hombre para darle sentido a su vida, sin recurrir a la existencia de un mundo trascendental o un dios. Como consecuencia se considera al hombre como centro y medida de todas las cosas. Su origen se sitúa en el siglo XIV en Italia después de haberse creado un clima apropiado para esto por lo político, económico y social en sus ciudades. Sus principales centros fueron: Roma, Venecia y Florencia. Fue en esta última donde obtuvo mayor brillo ya que se habían adelantado Dante, Petrarca y Bocaccio. Florencia pasó a ser la capital intelectual de Europa, luego de que se reunieran en ella ilustres literarios y artistas. El Humanismo alcanzó el apogeo en Italia, a finales del siglo XV. Penetró en España en la época de los reyes católicos siendo apoyado por muchas personalidades importantes y durante el reinado de Carlos V, el renacimiento español alcanzó su plenitud. Se mantuvo hegemónico en Italia y en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa. MARCO POLÍTICO El auge de España en la política europea, iniciado en el reinado de los reyes católicos, culminó con la coronación de Carlos V como emperador de Alemania, este quiso imponer la unidad política de los estados sometidos a su corona, pero el equilibrio del nuevo imperio mostró su fragilidad tan pronto la unidad espiritual de Europa fue derrotada por la reforma protestante. Los países que se adhirieron a ella en defensa de sus intereses económicos y religiosos se enfrentaron ala política defensora de la unidad católica propugnada por el emperador. Sobre España recayó entonces el enorme peso de la financiación de las guerras y de este modo la política imperial de Carlos V condujo al paulatino empobrecimiento del país que, junto con sus extensos territorios de América, más poder le había dado. MARCO CULTURAL Entre 1350 y 1550 la sociedad europea occidental conoció y vivió una auténtica revolución espiritual, una crisis de perfiles muy nítidos en todos los órdenes de la vida; una profunda transformación del conjunto de los valores económicos, políticos, sociales, filosóficos, religiosos y estéticos que habían constituido la vieja civilización medieval, aquella que había sido definida, con un cierto desprecio, como la edad de las tinieblas. La imagen que historiográficamente poseemos de aquel período que denominamos Renacimiento es, por consiguiente, la de una época cuyo común denominador fue la transformación, la renovación y la creación de nuevos códigos de conducta. Asimismo, el período se caracteriza por la aparición de un fuerte proceso de secularización de la vida política y por la presencia de una escuela de pensamiento nueva, el Humanismo. El humanismo impuso, con los modelos artísticos y literarios clásicos, la visión del hombre contenida en ellos, haciendo de él centro y medida de todas las cosas. La naturaleza fue vista como reflejo de la belleza ideal, fuente del desarrollo de todas las facultades humanas y camino para llegar a Dios. MARCO ARTÍSTICO El progresivo dominio de una burguesía de cuño liberal, que rompería las ligaduras con los estamentos medievales y con la iglesia, favoreció la creación de una nueva iconografía y la aparición de los géneros pictóricos y escultóricos: retrato, paisaje, desnudos, etc. La exaltación de la individualidad situó la artista en un primer término, dejando las obras de pertenecer al anonimato. El humanismo, que suplantó el teocentrismo, puso al hombre en el centro de la existencia y favoreció el predominio del mundo sensible a través de la racionalización del espacio y de la copia exacta de la realidad. LITERATURA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVI Bajo el reinado de Carlos I, España dominó gran parte de Europa y estableció un imperio colonial en América. Durante este periodo los escritores españoles siguieron las tendencias filosóficas y artísticas del renacimiento. En el campo de la ideas, Erasmo de Rotterdam fue quien ejerció mayor influencia. Lo mismo cabe decir de las obras de su contemporáneo Antonio de Guevara, divulgador e historiador franciscano. Durante este periodo se escribieron diálogos humanísticos, especialmente por parte de los seguidores de Erasmo, y se cultivó la historiografía. Los historiadores más importantes del renacimiento y el siglo de oro español son Diego Hurtado de Mendoza y el jesuita Juan de Mariana. La poesía bucólica o pastoril, que pinta la vida y costumbres de pastores imaginarios, o en la que los personajes se hacen pasar por pastores, es otro de los géneros que florecieron durante el siglo de oro. Los temas y ambientes de la poesía pastoril, junto con formas métricas italianas como el soneto, la octava, la canción, el terceto y el verso libre, fueron utilizados por primera vez de manera habitual por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega. Durante la primera mitad del siglo XVI llegaron a España todas las corrientes del pensamiento europeo que promovía el humanismo. Algunos escritores escribieron sus obras en latín, lengua que permitía los intercambios internacionales, otros muchos usaron el castellano, y así consiguieron dar un original valor literario a sus obras. PROSA Prosa didáctica Los escritores cultivaron la prosa didáctica con tono satírico o crítico, en forma de dialogo, imitando los modelos clásicos seguidos por Erasmo y otros humanistas. Merecen destacarse: -Fray Antonio de Guevara, fraile franciscano cronista oficial de Carlos V. Su Relox de príncipes trata sobre la educación del príncipe cristiano y el buen gobierno. Escribió también Menosprecio de corte y alabanza de aldea, obra en la que Confronta la serena vida en el campo y la vida en la corte. -Alfonso de Valdés, destacado erasmista, secretario y consejero de Carlos V. Compuso el Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, en que justifica el saqueo de Roma por las tropas de Carlos V por la oposición del papa Clemente VII ala política imperial. El Diálogo del Mercurio y Carón critica aspectos de la vida social y de las rivalidades políticas del Emperador. -Juan de Valdés, escribió el Diálogo de la doctrina cristiana, muestra de su peculiar concepción mística del cristianismo. Paso unos años en Roma y luego se estableció en Nápoles. Allí concibió su Diálogo de la lengua , contiene reflexiones muy acertadas sobre muchos aspectos de la lengua castellana del siglo XVI. Prosa histórica Los historiadores registraron en sus crónicas los grandes acontecimientos relativos ala política del Emperador y la conquista de América. Los cronistas más importantes son: -Pedro Mexía, autor de una notable Historia del Emperador Carlos V y de Silva de varia lección, Obra miscelánea sobre temas eruditos e históricos. -Diego Hurtado de Mendoza, embajador, poeta e ilustre humanista, autor de la guerra de Granada, sobre la rebelión de los moriscos de las Alpujaras. Descubridores, conquistadores y misioneros recogieron en sus relaciones, los sucesos de la conquista y colonización de vastos territorios americanos. Deben ser citados: -Fray Bartolomé de las Casas, denunció los abusos de la conquista en la Brevísima relación de la destrucción de las indias. -Gonzalo Fernández de Oviedo, autor de la mejor historia sobre el descubrimiento: Historia general y natural de las indias. TEATRO En el transcurso del siglo XVI, el teatro desarrollará nuevos contenidos y técnicas dramáticas. Tres fueron sus orientaciones: el teatro humanista, el religioso y el popular. El teatro humanista Seguidor de modelos grecolatinos y dirigido a un público cortesano, tuvo dos cultivadores principales: -Bartolomé de Torres Naharro, autor de las comedias Soldadesca y Tinelaria, inspiradas en los comediógrafos latinos Plauto y Terencio. Son obras en verso, con muchos personajes y diálogos cómicos. -Gil Vicente, produjo obras religiosas (Trilogía de las Barcas), comedias inspiradas en los libros de caballería y Farsas, de temas costumbristas y lenguaje popular. El teatro religioso Continuó la tradición medieval. El Códice de autos viejos recoge casi cien obras de esta tendencia. Se trata de piezas de diferentes autores, de un solo acto y en verso, que representan asuntos religiosos con estilo sencillo. El teatro popular Difundido en los corrales de comedias, gozó de gran éxito entre un público mayoritario. Entre los dramaturgos de esta corriente, directos precursores de la “comedia nueva que impondrá Félix Lope de Vega en el siglo XVII, destacaron: -Lope de Rueda, creó una de las primeras compañías de cómicos. Basándose en modelos italianos, escribió varias comedias en prosa (Modorra, Armelina, Eufemia, los engañados) y en verso ( Cuestión de amor, Discordia), un auto y tres coloquios pastoriles. Con sus diez pasos (escenas breves para representar en los entreactos) se convirtió en el creador del teatro de costumbres. Los pasos son piezas basadas en anécdotas sencillas, protagonizadas por tipos populares, que están tratados en un tono satírico-burlesco de gran comicidad. Merecen recordarse: La tierra Jauja, El convidado, los Lacayos ladrones, Carnudo y contento y Las aceitunas. -Juan de Cueva, entre sus obras dramáticas, se recuerdan Tragedia de Ayax Telamón y Tragedia de la muerte de Virginia, obras de temas clásicos, tomados de la Metamorfosis de Ovidio. Lo más valioso de su producción está en las obras que desarrollan temas nacionales: Tragedia de los siete infantes de Lara, Comedia de la muerte del rey Sancho, o comedia del saco de Roma. El carácter representativo de los personajes y hechos históricos que trata en ellas, convierte a su autor en un precursor del teatro de Lope De Vega. LA POESÍA RENACENTISTA EN FRANCIA Y PORTUGAL Los frecuentes contactos entre Francia e Italia influyeron en el Renacimiento francés, se desarrolló a lo largo del siglo XVI y se caracteriza por la admiración hacia los clásicos grecolatinos, la asimilación de los ideales del Humanismo italiano y la incesante búsqueda de la belleza La renovación de la lírica francesa fue realizada por un grupo conocido como la pléyade, entre los cuales destacan: -Joachim du bellay, autor de delicados sonetos amoroso y del manifiesto Defensa e ilustración de la lengua francesa, contra los malos poetas -Pierre de Ronsard, principal poeta del Renacimiento francés; su obra es abundante y variada, además de escribirán poema épico, la Franciada, cultivó todos los géneros líricos en estrofas de origen italiano. Justificaba la evidente imitación de los clásicos por su voluntad de imitar la naturaleza. Aspiró al enriquecimiento de la lengua francesa mediante la creación de palabras compuestas, la incorporación de cultismos y de dialectalismos. De entre sus poemas líricos destacan los de tema amoroso dedicados a Casandra, a María y a Helena. En Portugal, El renacimiento coincide con el período más brillante y de mayor expansión de su historia. Se advierte la influencia de los clásicos y del Humanismo. Los poetas mas representativos son: -Francisco Sá de Miranda, introdujo la métrica y los temas de la poesía petrarquista. Lamento la muerte de su amigo Gracilaso de la Vega en su Égloga Nemoroso. -Luis Vaz de Camoens, figura más universal de la literatura portuguesa. Compuso poesía lírica de tono intimista en portugués y en castellano, pero si obra maestra es Os lusiadas, elaborada de acuerdo con las normas clásicas del género épico, siguiendo el modelo de la Eneida de Virgilio. GARCILASO DE LA VEGA Vida Nació en Toledo en el seno de una familia ilustre —su padre había sido embajador en Roma durante el reinado de los Reyes Católicos— y recibió una buena formación humanística. Muy joven entra al servicio de Carlos I, se educó esmeradamente en la Corte, donde conoció en 1519 a su gran amigo, el caballero catalán Juan Boscán. Lucha en la guerra de las Comunidades al lado del Emperador contra los comuneros, contra los turcos y contra los franceses. En 1525 se casa con Isabel de Zúñiga, dama de compañía de la hermana del Emperador. En 1526 se traslada la corte a Granada y allí conoce al embajador italiano, Andrea Navagero, el cual le incita a que escriba sonetos, y también a una dama portuguesa, Isabel de Freyre, de la que se enamora sin ser correspondido. Vivió un tiempo en Nápoles como diplomático, donde pudo absorber las influencias del petrarquismo y escribió parte de su obra. Como militar, Gracilazo participo en varias campañas, gracias a sus poemas sabemos que, probablemente, ese valor en los combates y esas ganas de iniciativa fueran causadas por esos deseos tan desenfrenados de reunirse con su amada Isabel. Garcilaso de la Vega murió a consecuencias de las heridas recibidas en el asalto a una fortaleza. Obra Garcilaso encarna el ideal cortesano de la época al unir en su persona al poeta y al militar. Escribió una corta producción de versos pero que no publicó en vida. Fue su amigo Juan Boscán quien reunió los manuscritos, los revisó y publicó en Barcelona junto con sus propias obras bajo el título de Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega (1543). El libro fue un acontecimiento importante por los nuevos metros de origen italiano que contenía: el soneto, la canción, las octavas, la rima interior y el verso libre; por los temas mitológicos, arcádicos y discursivos y por su lenguaje hecho de frases cortas, imágenes plásticas y una gran musicalidad; como las obras de Garcilaso gustaban más que las de Boscán, los editores decidieron publicarlas independientemente, y un tomito de Garcilaso solo apareció en Salamanca en 1569. Desde entonces ha seguido siendo así. La poesía de Gracilazo alcanza un perfecto equilibrio entre la autenticidad de las emociones que el amor y la naturaleza suscitan en el poeta y su expresión, musical y delicada. El núcleo de su obra lo componen: Tres églogas: genero poético de origen clásico con el que el poeta expresa sus sentimientos a través del diálogo de unos pastores idealizados. Gracilazo imita al poeta latino Virgilio y al italiano Sannazaro. La Égloga I evoca dos episodios de la vida sentimental de Garcilaso: el rechazo de la dama y la muerte de ésta. La Égloga II es la más extensa; esta dedicada al duque de Alba y narra en ella los amores de una pareja de pastores. En la Égloga III, el paisaje del río Tajo, idealizado como escena mitológica es el marco en que dos pastores alaban la belleza de sus amadas Treinta ocho sonetos, dedicados al tema del amor. Con ellos da expresión, al modo tetrarca, ala ternura, la melancolía y todos los sutiles estados de ánimo que acompañan al amor. Cinco canciones (odas), dedicadas a glosar sentimientos personales del poeta, entre las que destaca la quinta, Oda a la Flor de Gnido. La trascendencia de la obra garcilasiana procede de haber introducido el verso endecasílabo en España, así como la poesía petrarquista, que no es otra cosa sino la gran poesía lírica del renacimiento. La mayor parte de sus composiciones tratan el tema amoroso como un concepto lírico abstracto, de ideal de belleza, de creación artística. Su maestría reside en una aparente sencillez y naturalidad conseguida por las formas métricas, las rimas suaves, poco relevantes pero variadas, las metáforas delicadas, las paradojas, los juegos conceptistas con el fin de crear una atmósfera fútil, de nostalgia y evanescencia en la que el texto suene a confesión personal y sincera. Soneto XXIII En tanto que de rosa y de azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena: coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera por no hacer mudanza en su costumbre. Soneto XXIII En/ tan/to /que /de /ro/sa_y / a/zu/ce/na/ 11 A se/ mues/tra/ la /co/lor/ en/ vues/tro/ ges/to,/ 11 B y /que/ vues/tro/ mi/rar/ ar/dien/te,_ ho/nes/to,/ 11 B en/cien/de_al/ co/ra/zón/ y/ lo/ re/fre/na;/ 11 A y_en/ tan/to/ que_el/ ca/be/llo,/ que_en/ la/ ve/na/ 11 A del/ o/ro_se/ es/co/gió,/ con/ vue/lo/ pres/to/ 11 B por/ el/ her/mo/so/ cue/llo/ blan/co,_e/nhies/to,/ 11 B el/ vien/to/ mue/ve,_es/par/ce_y /de/sor/de/na;/ 11 A co/ged/ de/ vues/tra_a/le/gre/ pri/ma/ve/ra/ 11 C el/ dul/ce/ fru/to,_an/tes/ que_el/ tiem/po_ai/ra/do/ 11 D cu/bra/ de/ nie/ve/ la/ her/mo/sa/ cum/bre./ 11 E Mar/chi/ta/rá/ la/ ro/sa_el/ vien/to_he/la/do,/ 11 D to/do/ lo/ mu/da/rá/ la_e/dad/ li/ge/ra,/ 11 C por/ no/ ha/cer/ mu/dan/za_en/ su/ cos/tum/bre./ 11 E COMENTARIO LITERARIO Es un soneto que consta de dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos, con rima consonante y son de arte mayor, que esta ordenado de la siguiente forma: ABBA ABBA CDE DCE. FIGURAS RETORICAS: En el segundo y el tercer verso encontramos sinestesia en “la color en vuestro gesto” y “mirada ardiente”. En los versos nueve, once y trece hay una metáfora en “vuestra alegre primavera” donde el autor hace referencia a la juventud, “cubra de nieve la hermosa cumbre” donde se refiere a que se cubre de canas su pelo y “Marchitará la rosa el viento helado”,se refiere al fin de la etapa de la juventud y el acercamiento de la vejez. En los versos trece y catorce podemos encontrar una personificación “Todo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre." INTERPRETACIÓN: En las dos primeras estrofas, los cuartetos, se refiere a la juventud, a la belleza. Expresa los sentimientos de amor que siente hacia la mujer amada y lo que más le gusta de ella, también describe su aspecto físico, como su pelo, su cuello y su piel blanca comparándola con la naturaleza. En las dos ultimas estrofas, los tercetos, aconseja a no desperdiciar su juventud y su tiempo y aprovechar las oportunidades que la vida le ofrece ya que la vida es corta y la vejez está próxima, por lo tanto, la belleza también desaparece y cada vez está más cerca de la muerte.