SACRAMENTOS DE CURACIÓN: Su función es restaurar en nosotros la gracia de Dios que hemos perdido por el pecado, y ayudarnos a vivir los momentos cruciales de nuestra vida en el mundo. Los Sacramentos de Curación son: la Penitencia (Reconciliación) y la Unción de los enfermos. LA RECONCILIACIÓN Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen por misericordia de DIOS el perdón de los pecados cometidos y se reconcilian también con los hombres y la iglesia, la cual nos invita a la conversión y la reparación de nuestras culpas. "confesaos unos a otros vuestros pecados para que seáis salvos y si alguno convierte a un pecador de su mal camino salvara su alma de la muerte"(Santiago 6, 16). Otros nombres para estos sacramentos son: sacramento de conversión, sacramento de la penitencia, sacramento de la confesión, sacramento del perdón, sacramento de reconciliación. Para realizar una buena confesión se requiere: 1. Examen de conciencia a través del cual recordamos los pecados cometidos desde la última confesión. 2. Arrepentimiento o contrición de corazón consiste en sentir un profundo arrepentimiento por nuestros pecados cometidos. 3. Propósito a través del cual tomamos la resolución de no volver a cometer estos pecados y de luchar contra las tentaciones. 4. Confesión de boca con la cual el penitente manifiesta de viva voz al confesor las culpas admitidas con el fin de recibir no solo el perdón de ellas, sino también una voz de aliento y consejo para superar esta condición" no te avergüences de confesar tus pecados"(eclesiasticos4, 26), "a quien calla sus pecados no le irá bien pero quien los confiesa y los abandona obtendrá misericordia de DIOS"(proverbios 28,13), "confesad vuestros pecados y así seréis curados espiritualmente" (santiago5, 26) 5. Cumplir la penitencia una vez el confesor aconseja al penitente reponer la falta cometida, este se compromete a cumplir con dicha reparación; a su vez el sacerdote confiere la absolución de parte de DIOS y de la iglesia, "a todo el que le perdonéis quedara perdonado"(juan20, 21). Con la confesión obtenemos tres gracias particulares: • Nos reconcilia con DIOS y nos devuelve la gracia santificante • Nos da fuerza para rechazar el pecado y las tentaciones • Nos produce rechazo contra aquellos actos que ofenden a DIOS y a nuestros hermanos La autoridad para perdonar pecados reside en DIOS misericordioso, que a través de su hijo Jesucristo nos reconcilia y perdona "pues ahora ustedes sabrán que el hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados"(Marcos2, 10); Jesús en vista de esta autoridad confirió a los hombres también este poder y en cabeza de sus apóstoles les dijo: "a todo el que le perdonéis los pecados le serán perdonados"(Juan 20,21) y hoy en día a la iglesia y a sus ministros Válidamente ordenados siguiendo la sucesión de los apóstoles, les mantiene y confirma esta facultad "a ti te daré las llaves del reino de los cielos y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo"(mateo18, 18), por lo cual después del apóstol Pedro cada sacerdote recibe la trasmisión de este poder para desatar o perdonar pecados en nombre de DIOS y con el poder de su hijo Jesucristo. SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial para enfrentar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Se le conoce también como el "sagra viático", porque es el recurso, el "refrigerio" que lleva el cristiano para poder sobrellevar con fortaleza y en estado de gracia un momento de tránsito, especialmente el tránsito a la Casa del Padre a través de la muerte. Lo esencial del sacramento consiste en ungir la frente y las manos del enfermo acompañado de una oración litúrgica realizada por el sacerdote o los obispos, únicos ministros que pueden administrar este sacramento. La Unción de enfermos se conocía antes como "Extrema Unción", pues sólo se administraba "in articulo mortis" (a punto de morir). Actualmente el sacramento se puede administrar más de una vez, siempre que sea en caso de enfermedad grave. EFECTOS DE LA UNCIÓN DE ENFERMOS La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia; obtiene consuelo, paz y ánimo; obtiene el perdón de los pecados (si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la reconciliación), restablece la salud corporal (si conviene a la salud espiritual) y prepara para el paso a la vida eterna. ¿Qué otorga al enfermo el Sacramento de la Unción? Aumenta la Gracia Santificante (la vida de Dios en el alma). Ayuda a la persona a aceptar mejor su sufrimiento al unirlo a los sufrimientos de Cristo. Da fortaleza ante las tentaciones en esos difíciles momentos. De no haberse podido confesar, si el enfermo está arrepentid al menos de manera imperfecta, le otorga el perdón de sus pecados. Si Dios lo quiere, porque conviene para su salvación, muchas veces este Sacramento le devuelve la salud física al enfermo Prepara al enfermo para su paso a la otra vida. Es la mejor preparación que un enfermo puede recibir, junto con la Confesión y Comunión (si está en condiciones para estos otros dos Sacramentos).