UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA CIRUGÍA DE ESPECIES MENORES SEXTO NIVEL “B” TEMAS: MONITOREO DEL PACIENTE RCP INTEGRANTES: CASQUETE LÓPEZ IVONNE IVETTE CRESPO MEJÍA NATHALY ESTEFANÍA DELGADO INTRIAGO GEMA MARÍA SILVA LÓPEZ HÉCTOR ANDRÉS PIN MACÍAS MELISSA SELENY VÉLEZ LOOR JEFFERSON EFREN DOCENTE: DR. NAVARRETE SUAREZ GUSTAVO ADOLFO FECHA: 10/12/2019 PERIÓDO ACÁDEMICO OCTUBRE 2019 – FEBRERO 2020 MONITOREO DEL PACIENTE El monitoreo de la anestesia general es de vital importancia para llevar a cabo procedimiento seguros. Es la aplicación de técnicas físicas e instrumentales que permiten observar y vigilar el desarrollo de las variables fisiológicas del paciente durante un procedimiento anestésico. El monitoreo debe ser continuo, ya que hay ciertas complicaciones que se presentan repentinamente y pueden tener devastadoras consecuencias (Bastías, 2007). OBJETIVOS DEL MONITOREO Anticipar complicaciones. Reconocer complicaciones. Corregir complicaciones. TIPOS DE MONITOREO. Existen dos formas de realizar el monitoreo, la básica y la avanzada. La primera es la que se lleva a cabo con los sentidos del examinador y con instrumental básico, de uso habitual durante la exploración física, como el fonendoscopio y el termómetro. La avanzada es la que se realiza mediante instrumentación especializada, como monitores multiparámetros, oxímetros de pulso, capnógrapos, dopplers, etc (Flores, Grimau, & Cattaneo, 2010). EVALUACIÓN MANUAL (básica) De acuerdo con Banfield (2013) el monitor más importante es el profesional que se dedica al control del paciente. Esta persona debe controlar activamente al paciente, no sólo fiarse de los valores proporcionados por el equipo de monitorización. Se deben evaluar en forma continua y asentar en los registros médicos los siguientes parámetros: Color de las membranas mucosas (MM). Tiempo de llenado capilar (TLC). Frecuencia cardíaca. Frecuencia respiratoria. Temperatura. Auscultación del tórax. 2 Calidad de pulso. Evaluación del dolor. Estimación de la profundidad anestésica. El monitor puede controlar multi-parámetros de medición: el ritmo cardíaco, respiración, presión arterial, saturación de oxígeno y temperatura. La frecuencia cardíaca se mide colocando electrodos a cada lado del pecho que detectan los cambios eléctricos producidos por el corazón. Los mismos electrodos para la detección de la frecuencia cardiaca se utilizan para detectar la respiración a través de un proceso llamado neumografía impedancia no invasiva. La presión arterial se mide utilizando la técnica oscilométrica determinando la sistólica, diastólica y la presión arterial media (Villacís, 2015). SECCIÓN DE INFORMACIÓN La sección de información indicada en la parte superior de la pantalla, muestra las condiciones actuales de los pacientes. La información que, a su vez se encuentra, de izquierda a derecha en la parte superior es: información de animales, información de alarmas técnicas, información de la alarma fisiológica, fecha y hora, estado de la red y estado de la batería (López, 2001). 1. Información del animal Número de la cama: Se refiere al número de camas de hospital del paciente. Peso del paciente: "> 20 kg", "10 ~ 20 kg" o "10 kg <" Nombre del paciente: si el operador no introduce el nombre, esta parte se muestra "NO NAME". 2. La información de alarmas técnicas: Información actual de la condición del monitor o sensores. 3. Información de la alarma fisiológica: Aparece cuando los parámetros fisiológicos del paciente exceden el límite de alarma. 4. Fecha y hora: Actualización de fecha y hora actuales a cada segundo. 5. Red de estado: Estado de la conexión de la red 6. Estado de la batería: Capacidad de la batería. 3 SECCIÓN DE LOS PARÁMETROS López (2001) explica el significado de los parámetros observados en la pantalla: FC: frecuencia cardíaca. Unidad: latidos por minuto (ppm). ST: segmento ST. Unidad: milivoltios (mV) EV: Los tiempos de la eyaculación constricción ventricular. Unidad: Tiempo/ minuto. NIBP: Presión sistólica, presión diastólica, la presión media. Unidad: milímetro de mercurio (mmHg) SpO2: saturación de oxígeno SpO2. Unidad (%). FP: Frecuencia del pulso. Unidad: pulsos/ minuto. La tasa de respiración: Unidad: respiraciones / minuto (BRPM.) T: la temperatura del cuerpo. Unidad: grados centígrados (℃). PREPARACIÓN DEL ANIMAL Sala (2014) manifiesta sencillos pasos para la preparación: 1. Se prepara la piel del paciente en un primer momento antes de colocar el electrodo. Una buena señal en el electrodo proporciona el monitor con información válida para el tratamiento de datos. 2. Limpiar la piel con el jabón y el agua (no utilizar el éter y el alcohol puro, porque este tipo de cosas puede aumentar la impedancia de la piel). Rasguñar la piel seca para aumentar el flujo de la sangre capilar, y retirar la grasa. Si es necesario, afeitar el vello en donde se coloca el electrodo. 3. Colocar el electrodo en el cuerpo del paciente. MONITORIZACIÓN DEL PLANO ANESTÉSICO El monitoreo de la anestesia general es de vital importancia para llevar a cabo procedimientos seguros. Debemos tener en cuenta que, al realizar una anestesia general, lo que se produce técnicamente es una intoxicación farmacológica del sistema nervioso central, sistema que controla de forma inmediata y directa, las funciones de las que 4 depende la vida del organismo. Por esta razón resulta fundamental vigilar de manera exhaustiva las variables fisiológicas del paciente (Flores, Grimau, & Cattaneo, 2010). La combinación de la respuesta motora y del sistema nervioso autónomo son la base de la monitorización de la profundidad anestésica. La evaluación de la profundidad anestésica se realiza evaluando las variables fisiológicas, la respuesta al estímulo quirúrgico (respuesta motora, hemodinámica y respiratoria), y evaluando algunos reflejos como el pupilar y palpebral, el tono muscular y la posición del ojo entre otros (Acevedo, Gutierrez, & Ortega, 2016). Para cada sección, Bastídas, et al (2012), explican la función de cada una de ellas: Respuesta a la estimulación quirúrgica: Es uno de los parámetros más indicativos para evaluar la profundidad anestésica. Cuando el paciente se encuentra en un nivel anestésico superficial, la percepción del dolor, aunque no consciente, provoca respuestas como movimientos musculares espontáneos o pequeñas contracciones musculares. Estas respuestas motoras generalmente van acompañadas por aumentos en la frecuencia respiratoria, y en algunos casos de aumento en la respuesta hemodinámica que se traduce en elevaciones bruscas de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Por el contrario, en planos anestésicos adecuados (quirúrgicos) o profundos, estas respuestas en función al estímulo quirúrgico, no existen (Bastías et al, 2012). Variables fisiológicas: Un paciente en un plano anestésico superficial puede tener las variables fisiológicas dentro del rango considerado normal o incrementado, uno en un plano quirúrgico, normales o levemente disminuidas (considerado normal), mientras que un animal en un plano anestésico profundo, estará con sus variables por debajo de los considerados normales para le especie. Cabe destacar que la función respiratoria se ve deprimida antes que la cardiovascular en planos anestésicos profundos. También es importante mencionar que frecuencias elevadas NO siempre indican planos superficiales. A modo de ejemplo un animal puede tener una frecuencia cardiaca alta producto de una depresión respiratoria importante producto de un plano anestésico profundo (Bastídas et al, 2012). Tono muscular: Se evalúa mediante la resistencia a la apertura mandibular. Esta 5 resistencia es alta en planos superficiales, moderada en plano quirúrgicos y ausente en planos profundos (Bastídas et al, 2012). Posición del ojo: Presenta posición central tanto en planos superficiales como profundos y una posición ventromedial en planos quirúrgicos (Bastídas et al, 2012). Reflejo palpebral: Este se encuentra presente en planos superficiales. En planos quirúrgicos se encuentra ausente, al igual que en planos profundos (Bastídas et al, 2012). Tamaño y reflejo pupilar: En planos superficiales presenta un tamaño normal, que va aumentando de tamaño hasta presentarse muy dilatada en planos anestésicos profundos. Lo mismo ocurre con el reflejo pupilar, tiene una respuesta normal en planos anestésicos superficiales, disminuida en planos quirúrgicos y ausente en planos profundos. La premedicación con atropina invalida la utilidad de esta evaluación en el inicio del acto quirúrgico (Bastídas et al, 2012). Movimientos deglutorios: No son esperables en planos quirúrgicos ni profundos. Monitoreo de la temperatura: El objetivo es tener una temperatura de 37,7 a 39,1 °C (100 a 102,5 °F). La conservación proactiva de la temperatura corporal es mejor que las técnicas de recalentamiento reactivas. La hipotermia es común después de los 30 minutos de cirugía, debe evitarse activamente y manejarse en forma proactiva, para mantener normal la temperatura corporal del animal en todo momento (Banfield, 2013). De acuerdo con Sala (2014): Monitorización del ECG: El ECG sirve para monitorear la actividad eléctrica de calor del cuerpo, y muestra la forma de onda eléctrica del corazón y el ritmo cardíaco en el monitor. La colocación de los electrodos de ECG es la siguiente: 1. La RA (brazo derecho) electrodo - bajo la subclavia, cerca del hombro derecho. 2. Los Ángeles (brazo izquierdo) electrodo - bajo la subclavia, cerca del hombro izquierdo. 3. El (pierna izquierda) LL electrodo - abdomen izquierdo. 6 4. El RL (pierna derecha) de los electrodos - abdomen derecho. 5. La V (pecho) de los electrodos - en el pecho. Monitoreo para la respiración: Cuando el paciente respira, la impedancia del pecho va a cambiar con la respiración. El monitor obtiene la señal de aliento a través del valor de la impedancia torácica de la RA y los electrodos en LL colocados en el pecho. Después de amplificar la señal de la impedancia entre los electrodos, la onda de la respiración se mostrará en la pantalla. La colocación del Electrodos es igual como se conectan los electrodos al corazón (Sala, 2014). Monitoreo SpO2: El objetivo del monitoreo de la oxigenación es asegurar una correcta entrega de oxígeno a los tejidos. La oximetría de pulso ayuda a evaluar la capacidad de los pulmones de suministrar oxígeno y es un indicador indirecto de la presión parcial de oxígeno en la sangre (PO2) disponible para la perfusión de los tejidos (Flores, Grimau, & Cattaneo, 2010). Los valores normales de oxígeno en la sangre arterial, se encuentran entre 80 y 110 mm Hg/90 a 100 mm Hg. Para la colocación, se conecta el sensor al sitio apropiado de la lengua del paciente (Sala, 2014). Medición NIBP: Esta técnica de medición de tensión arterial no invasiva de la máquina es el método de vibración, este tipo de base técnica de medición tiene un límite determinado en función del objeto de la diferencia métrica. El usuario debe realizar la medición en caso de tener estas situaciones: El movimiento del paciente: Si el animal se mueve, tiembla o convulsiona. Arritmia: Irregulares del corazón. Máquina corazón-pulmón. Variación de presión: por ejemplo, mientras en la medición de la presión arterial al cambiar la presión sanguínea de los animales rápida. Grave shock: como el animal está en el choque grave o hipotermia La frecuencia cardíaca exorbitantes o menos: La frecuencia cardíaca es inferior a 40bpm (latido del corazón / minuto) y es superior a 240bpm (latido del corazón / minuto), no se puede llevar a cabo la medición de la presión arterial. 7 Animales obesos: La grasa demasiado gruesa puede reducir la precisión de la medición. RCP La resucitación cardiopulmonar (RCP) es una combinación de compresiones del pecho (llamado también masaje cardiaco) y respiración artificial. Se usa cuando no se puede sentir o escuchar los latidos del corazón y cuando el animal no respira (Gónzales, 2017). Martínez (2018), indica que la RCP en animales se refiere a una serie de compresiones del pecho y respiraciones artificiales realizadas en un animal inconsciente. Antes de llevar a cabo la RCP, se debe tomar en cuenta que es una maniobra que puede tener complicaciones en un animal saludable y sólo debe ser llevada a cabo cuando sea absolutamente necesario. Nunca dar RCP a un animal que presente comportamiento extraño, descoordinación, o espuma en el hocico. El animal debe estar inconsciente; una mascota débil que se ha colapsado pero que está consciente no necesita RCP, y podría morder debido al miedo o al dolor, o ambos. Y algo muy importante: La RCP no es efectiva en animales que presentan paro cardíacorespiratorio debido a enfermedades crónicas, como cáncer o problemas del corazón (Sánchez, 2019). La frecuencia respiratoria en perros es de 10-30 y su frecuencia cardiaca de 70-100 / 60-180. La frecuencia respiratoria en gatos es de 20-42 y su frecuencia cardiaca es de 140-220 Para realizar el RCP se debe intercalar 5 respiraciones por cada 15 compresiones para perros medianos y grandes, y 3 respiraciones por cada 10 compresiones para perros pequeños y gatos. Continuando así hasta que el perro o gato respondan y puedan respirar de manera independiente (Del Rio, 2015). 8 PASOS BÁSICOS DE RCP PARA PERROS Y GATOS 1) Determinar si el animal está inconsciente. Si está inconsciente, no responderá; las pupilas se dilatarán, no habrá respiración, las encías estarán azulosas y el latido cardíaco será muy débil o inexistente. Colocar rápidamente a la mascota de lado sobre una superficie firme, como una acera o una mesa. De haber latidos, alineamos la cabeza y cuello con la columna vertebral. Procedemos a revisar sus fosas nasales y garganta; ayudándonos de una linterna, extraemos cualquier elemento que le esté bloqueando la entrada/salida de aire si lo hubiera, como un trozo de hueso, un trozo de una galleta o una bolita (Sánchez, 2019). Si el objeto que obstruye el paso del aire no está visible, realizar la maniobra de Heimlich de la siguiente forma (Martínez, 2019): 1. Colocar al perro o gato de cabeza hacia abajo con su espalda recargada sobre nuestro pecho. 2. Abrazar al animal con nuestro puño dentro de la otra mano, justo abajo de sus costillas (en el caso de gatos solamente apretar esa misma zona con una mano) 3. Con los dos brazos darle 5 «abrazos de oso» o apretar, en el abdomen. Realizar cada abrazo enérgicamente. 4. Detenernos y observar si el objeto ya está visible en la tráquea y retirarlo. Darle 2 respiraciones artificiales por su nariz manteniendo su hocico cerrado y observar si el pecho se infla. Si no se logra que el aire pase, repetir la maniobra. Comprobar el ABC (vía aérea, respiración y circulación) y realiza la respiración artificial o RCP, si es necesario. 9 Si la mascota parece estar inconsciente pero no se está segura(o) de si está respirando o si hay latido cardíaco, se debe iniciar la RCP de todos modos. 2) Iniciar compresiones cardíacas. La circulación sanguínea (compresiones al pecho) tiene prioridad sobre la respiración artificial, ya que la respiración artificial no es efectiva si el corazón no bombea la sangre. Con la mascota acostada de lado, y con una mano a cada lado del pecho al nivel de su corazón (el nivel del corazón es donde el codo de la mascota está en contacto con el lado de su pecho cuando se flexiona su codo y su hombro hacia atrás) comprimir su pecho (Sánchez, 2019). En gatos y perros muy pequeños, realizar las compresiones del pecho con una sola mano, los dedos en un lado del pecho y la palma de la mano en el otro lado, como si estuviera apretando un juguete para perros que hace ruido. Comprimir el pecho 30 veces a un ritmo de 2 compresiones por segundo. Se deberá intercalar 5 respiraciones por cada 15 compresiones para perros medianos y grandes, y 3 respiraciones por cada 10 compresiones para perros pequeños y gatos. Comprimir el pecho 30 veces antes de ir al siguiente paso (Gómez, 2015). 3) Iniciar la respiración artificial. Halar la lengua del animal fuera de la boca y dejar colgar del costado. Cerrar suavemente su hocico con nuestra mano, y entonces rodear su nariz con nuestros labios creando un sello para que no escape el aire (o rodea el hocico completo con nuestra boca si es un perro pequeño o un gato). Soplar por 2 segundos en las fosas nasales. Hacer una pausa y repetir una vez más, de modo que proporcione dos respiraciones artificiales en total (Sánchez, 2019). 10 4) Mantener los ciclos de compresión-respiración artificial por varios minutos Realizar 30 compresiones cardíacas seguidas por dos respiraciones artificiales, y repetir. Continuar con este método por 10 minutos. Detenerse y revisar cada 2 minutos si la mascota ya está respirando por sí sola y/o tiene latido cardíaco (Sánchez, 2019). Recordar ser paciente: en el mejor de los casos, tomará al menos un minuto para que las compresiones del pecho lleven sangre al corazón con éxito, y podamos notar un síntoma de mejoría, como, por ejemplo, unas encías rosadas (Gómez, 2015). Las compresiones del pecho no son tan eficientes para promover la circulación de la sangre, como lo son las contracciones naturales del corazón. La compresión de pecho artificial solo produce el 30% de la salida cardíaca producida naturalmente por la contracción del corazón, por esto se debe ser persistente al realizar los ciclos de compresión-respiración artificial (Sánchez, 2019). Llevar a la mascota a una clínica de emergencia más cercana después de 10 minutos de reanimación cardiopulmonar, incluso si se tuvo éxito realizando la técnica. Los animales que han sufrido un paro cardíaco o respiratorio necesitan atención médica adicional para asegurar su supervivencia. Cuando se realiza en el momento adecuado con la técnica adecuada, la RCP puede salvar la vida de una mascota. Lo más importante es mantener la calma, analizar rápidamente la situación y tomar medidas inmediatas (Besteiros, 2019). 11 BIBLIOGRAFÍA: Besteiros, M. (2019). RCP en cachorros y perros pequeños. Recuperado el 30 de Noviembre de 2019, de: https://soyunperro.com/reanimacion-cardiopulmonarperro/#RCP_en_cachorros_y_perros_pequenos Acevedo, C. (2016). Monitorización durante la anestesia. Recuperado el 29 de noviembre de 2019, de: http://www.vanguardiaveterinaria.com.mx/monitorizacion-durante-la-anestesia Banfield (2013). La guía Banfield de anestesia y manejo del dolor en pequeños animales. Pág. 69. Recuperado el 30 de noviembre de 2019, de: http://www.banfieldsimposiomars.com/memorias/ANESTESIA_BANFIELD.pd f Bastías, A. (2007). Monitoreo anestesiológico. 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