1° Seminario internacional sobre el cultivo de trigo. Santa Cruz de la Sierra, Santa Cruz, Bolivia, 18 al 19-ago-2009 NECESIDADES ECOFISIOLÓGICAS Y RENDIMIENTO POTENCIAL DEL CULTIVO DE TRIGO Pablo E. Abbate Estación Experimental Agropecuaria, INTA Balcarce, Argentina peabbate@balcarce.inta.gov.ar RESUMEN Para interpretar cómo se determina el rendimiento del cultivo de trigo, podemos dividir su ciclo en tres períodos: (1) período de generación de área verde, (2) período de crecimiento de las espigas, y (3) período de llenado del grano. El fenómeno más importante que ocurre durante la primera etapa es la expansión del área verde del cultivo, necesaria para interceptar (captar) la radiación solar disponible en las etapas posteriores. La actividad fotosintética que resulta de la incidencia de radiación solar en los órganos verdes del cultivo, es el mecanismo que permite el crecimiento y en definitiva el rendimiento del cultivo. Un estrés hídrico o nutricional durante este primer período puede afectar el rendimiento si la pérdida de radiación interceptada perdura durante el período siguiente. Si luego de una etapa de deficiencia de agua o nutrientes, la buena condición se restablece y el cultivo alcanza a interceptar toda radiación incidente antes del inicio del período de crecimiento de las espigas, no hay razones para suponer que el rendimiento se verá afectado. Durante el segundo período, las espigas (aún sin grano) inician la acumulación de su peso seco. Esto comienza a mediados de encañazón, coincidiendo aproximadamente, con la expansión de la anteúltima hoja, con la diferenciación de 2-3 nudos en el vástago principal. El período finaliza con el inicio del llenado de los granos; en este estado, queda definido el número de granos/m2. El peso seco de las espigas/m2 al final de este período (PSEf) es una medida de la cantidad de asimilados que el cultivo destina para la formación de los granos. En condiciones potenciales de creamiento (con buena disponibilidad de agua y nutrientes, y en ausencia de adversidades), el PSEf guarda una estrecha relación positiva con el número de granos. Altos niveles de radiación interceptada durante este período aumentan la tasa de crecimiento del cultivo y de las espigas, mientras que temperaturas frescas alargan la duración de esta etapa. En consecuencia, días previos a floración frescos y soleados, determinan un aumento en el PSEf y por lo tanto un mayor número de granos/m2. Un estrés hídrico o nutricional durante el período de crecimiento de las espigas podría reducir el PSEf y/o la fertilidad de las flores, afectando el número de granos que se obtiene a un dado PSEf. El tercer período, de llenado de los granos, comienza unos pocos días después de floración y finaliza con la madurez del grano, quedando definido el peso por grano y el rendimiento. El peso por grano se puede considerar como el producto entre: (1) el peso potencial del grano, e.d. el peso que puede alcanzar un grano cuando no tiene limitaciones de fotoasimilados para su llenado, y (2) el cociente porcentual entre el peso por grano (PGp) y su peso potencial. Altas temperaturas reducen la duración de este período y el peso potencial de los granos; así, el peso por grano aumentará con bajas temperaturas durante el período de llenado (PG%). Las deficiencias de nutrientes suelen afecta más el PGp que a PG%. Sin embrago una sequía puede hacer caer el peso por grano a través de un menor PGp o PG%. La situación más factible crítica donde esto ocurra corresponde a la de un cultivo sin grandes limitaciones de agua (ni de otros recursos) hasta la determinación del número de granos y con limitaciones de agua durante el llenado de los granos. Tal cultivo tendría un alto número de destinos y escasa fuente para llenarlos. En tal situación, no solo se debe esperar una caída en el rendimiento, sino también en el peso hectolítrico.