LEGIONELLA El género Legionella es un saprofito acuático ubicuo. La familia Legionellaceae consta de cuatro géneros: - Legionella, es el más importante, con 58 especies y 3 subespecies. - Fluoribacter, consta de 3 especies. - Tatlockia, contiene 2 especies. - Sarcobium, tiene 1 especie. L. Pneumophila es la causa del 90% de todas las infecciones; los serotipos que se aíslan con más frecuencia son el 1 y 6. Fluoribacter bozemanae y Tatlockia micdadei (Antiguos miembros del género Legionella) ocasionan una enfermedad similar a la ocasionada por L. pneumophila. Los miembros de este género son bacilos gramnegativos, delgados y pleomórficos que miden 0.3 – 0.9 x 2 µm de tamaño. Estos no se tiñen con reactivos convencionales y pueden apreciarse en tejidos teñidos con plata de Dierterle. Son aerobios obligados y exigentes desde el punto de vista nutricional, necesitan medios enriquecidos con L – cisteína y el crecimiento se estimula con la presencia de Hierro. Obtienen la energía del metabolismo de los aminoácidos pero no de los carbohidratos. Son bacterias intracelulares facultativas que se multiplican en los macrófagos alveolares, los monocitos y las células epiteliales alveolares en los huéspedes infectados. La capacidad para infectar y replicarse en los macrófagos está mediada por la unión del complemento C3b a una porina proteica de la membrana externa sobre la superficie bacteriana y la posterior unión del receptor del complemento CR3 sobre la superficie del fagocito mononuclear. Los microorganismos proliferan en las vacuolas intracelulares y producen enzimas proteolíticas (fosfatasa, lipasa y nucleasa) que son capaces de destruir la célula. Las bacterias no son destruidas hasta que los Linfocitos TH1 activan a los macrófagos parasitados. La producción de IFN – ƴ es crucial para eliminar los microorganismos de Legionella. Las infecciones en el ser humano suelen asociarse a la exposición a aerosoles contaminados. Los microorganismos pueden sobrevivir en los ambientes húmedos durante bastante tiempo, a temperaturas relativamente elevadas y en presencia de desinfectantes como el cloro. La mayoría de las epidemias se producen a finales del verano y durante el otoño, ya que el microorganismo prolifera en los reservorios de agua durante los meses cálidos. Las infecciones sintomáticas afectan fundamentalmente a los pulmones y se manifiestan de dos formas: 1. Como una enfermedad seudogripal (Conocida como fiebre de Pontiac). 2. Como una forma grave de neumonía (enfermedad de legionarios). La enfermedad de los legionarios (legionelosis) tiene un período de incubación de 2 a 10 días y luego aparecen bruscamente signos de una enfermedad aguda. Se utiliza el inmunoanálisis para detectar antígenos lipopolisacáridos específicos del serogrupo 1 de Legionella excretados en la orina de los pacientes infectados. El medio que se utiliza con más frecuencia para aislar las legionelas es el agar con carbón tamponado y extracto de levadura (BCYE), aunque también se han usado otros medios enriquecidos. Estas crecen en aire o con CO2 al 3 – 5% a 35°C al cabo de 3 – 5 días y las colonias pequeñas tienen un aspecto característico en vidrio esmerilado. Los macrólidos (azitromicina, claritromicina) y las fluoroquinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino) deberían usarse para tratar las infecciones por Legionella. MYCOPLASMA Y UREPLASMA El orden Mycoplasmatales se subdivide en cuatro géneros: - Eperythorzoon - Haemobartonella - Mycoplasma - Ureaplasma Los géneros más importantes son Mycoplasma (124 especies) y Ureaplasma (7 especies), y la especie más importante es Mycoplasma pneumoniae. Fisiología y estructura Son las bacterias más pequeñas de vida libre, son peculiares debido a la ausencia de pared celular y a la presencia de esteroles en su membrana celular. Las formas L no poseen esteroles en la membrana celular y pueden formar paredes celulares en condiciones de crecimiento adecuadas. La ausencia de pared celular confiere resistencia a los micoplasmas contra las penicilinas, cefalosporinas, vancomicina y otros antibióticos. Los micoplasmas pueden adoptar formas que van desde cocos hasta bacilos, se dividen por fisión binaria, crecen en medios artificiales acelulares y contienen tanto ADN como ARN. Los micoplasmas necesitan esteroles exógenos que les proporciona el suero animal. Patogenia e inmunidad M. pneumoniae es una estructura constituida por un complejo de proteínas para adherencia, en la que destaca la adhesina P1 como la más importante. Las adhesinas interactúan con los cilios produciendo ciliostasis, tras lo que son destruidos primero los cilios y luego las células del epitelio ciliar. M. pneumoniae funciona como un superantígeno y estimula la migración de las células inflamatorias al lugar de la infección y la liberación de citosinas por estas, inicialmente TNF – α e IL – 1 y posteriormente IL – 6. Enfermedades clínicas La presentación clínica más frecuente de la infección por M. pneumoniae es la traqueobronquitis. Puede aparecer una faringitis aguda. También se puede producir una neumonía (conocida como neumonía atípica primaria o neumonía ambulatoria) en la que se observa una neumonía parcheada en las radiografías de tórax que característicamente es más llamativa de lo que son los hallazgos físicos. M. genitalium produce uretritis no gonocócica (UNG) y enfermedad inflamatoria pélvica; U. urealyticum puede ocasionar UNG, pielonefritis y abortos espontáneos o partos prematuros y M. homimis puede ser causa de pielonefritis. Diagnóstico de laboratorio Las pruebas diagnósticas más sensibles son la amplificación PCR de dianas específicas de la especie. CHLAMYDOPHILA PNEUMONIAE C. pneumoniae es un patógeno del ser humano que causa sinusitis, faringitis, bronquitis y neumonía. La mayoría de las infecciones son asintomáticas o leves y producen tos persistente y malestar; la mayoría de los pacientes no necesita hospitalización. Los criterios para el diagnóstico de una infección aguda por C. pneumoniae son un título único de IgM mayor de 1:16 o un aumento al cuádruple del título de IgG.