Los cuatro elementos (Presocráticos) “Son las energías arquetípicas que tienen su efecto en nuestro ser, nuestra conciencia y nuestra forma de entender el mundo. Son el Agua, el Fuego, la Tierra y el Aire”. “Los filósofos presocráticos de la antigua Grecia se devanaron los sesos elucubrando sobre la posibilidad de que todo había sido originado a partir de una única sustancia primigenia. Heráclito de Éfeso había defendido que dicho ingrediente primordial debió de ser el fuego. En opinión de Tales de Mileto debió de ser el agua. Para Anaxímenes de Mileto el ingrediente esencial fue el aire. Tal vez buscando lo que hoy denominaríamos «una solución de consenso», Empédocles de Agrigento propuso que todo lo que nos envuelve se originó a partir de cuatro componentes: fuego, tierra, aire y agua. Aristóteles desarrolló esa idea hasta sus últimas consecuencias. Concibió un universo originado a partir de cinco elementos. Cuatro de ellos (tierra, agua, aire y fuego) constituían el llamado «mundo sublunar», el que habitamos los hombres. Una esfera de tierra ocupaba el mismísimo centro del universo; en torno a ella se situaban los otros tres elementos: agua, aire y fuego. Más allá de la corteza de fuego, se sucedían una serie de esferas cristalinas hechas del quinto elemento: el incorruptible y eterno éter. Para Aristóteles el universo se componía de dos partes: el mundo sublunar (nuestro mundo) y el de los cielos. Hizo esta división motivado por el hecho de que, en el mundo sublunar, todo cambia: los hombres envejecen y mueren, los edificios se deterioran y se vuelven ruinosos, el mar se agita, los vientos llevan y traen nubes, el fuego prende y se extingue, y la Tierra misma tiembla con los terremotos. En los cielos, por el contrario, nada parece cambiar, reinando en ellos la serenidad y la inmutabilidad”. http://www.derematerialia.com/el-quinto-elemento/ (El quinto elemento, Juan Manuel Montes). En primer lugar, este fragmento indica el elemento básico o arjé al que recurrieron algunos de los más destacados presocráticos (Heráclito, Tales y Anaxímenes) para explicar la composición de la naturaleza. , pero Aristóteles supo encontrarle una, al menos cualitativa.)” Más tarde, se explica la ampliación y el desarrollo que experimentan dichas ideas presocráticas, desde la particular propuesta (algo más completa) de arjés llevada a cabo por Empédocles; hasta el posterior establecimiento, por parte de Aristóteles, de dos mundos que integran el universo, explicando la composición de ambos (a partir de los anteriores 4 elementos más otro llamado éter) y demás características sobre cada uno de ellos.