ENSAYO Olortegui Jara Edward 1.1. Titulo ¿Producción en masa o producción minorista?: ¡he ahí la cuestión! 1.2. Planteamiento del tema y tesis “¡He ahí la cuestión!” es una célebre frase de Shakespeare que se ha utilizado en el mundo literario para expresar la disyuntiva que hay entre una u otra cosa, cuando la realidad así lo plantea. En el mundo de la ingeniería industrial; que trata sobre la producción y los estándares de calidad, se plantea la misma disyuntiva. Y es por la naturaleza de los productos y el cuidado con el que se puede alcanzar estándares de participación muy altos, cuando se decide por una producción minorista; que cuida en mejor detalle sus productos terminados y que se entreguen justo a tiempo. Para Hamlet, la decisión no estaba en función a que, si una empresa era o no más efectiva y de mejor arraigo en el mundo empresarial, si se decidía producir en masa o apostar por la producción minorista, pero para nosotros sí. Es por esto que nos planteamos las siguientes preguntas: ¿Es necesario sacrificar la cantidad y las ganancias por la calidad? ¿Se debe invertir para producir en masa, o se debe apostar por la producción minorista?, ¿Siempre el productor mayorista tiende a descuidar la calidad? Dice el dicho popularmente vulgar: “más vale chola conocida que chola por conocer”, y es un dicho que es un buen correlato para ilustrar la diferencia que hay entre un producto - del cual se tiene y fe que cumple con las expectativas de compra y de lo que se espera-, que de un producto diversificado y producido en masa y que no te garantiza siempre la idoneidad de su uso. Para entender el kid de esta disyuntiva se puede ejemplificar con: Las “galletas de la abuela” y las “galletas que te venden en la tienda”. La calidad de ambos productos no depende de la abuela o de la fábrica que los ha procesado; depende en gran medida de conceptos como la reputación (o marketing), la idoneidad de los recursos utilizados (la abuela siempre procurará los mejores insumos), la idoneidad del proceso (por ejemplo, mi abuela es muy limpia). Cosas que para mí son muy importantes para argumentar la ventaja abismal que hay entre una producción minorista y una producción en masa. 1.3. Cuerpo analítico No es mi intención desmerecer el resultado de ambos productos, sino materializar en la experiencia de cada uno de nosotros a la hora de elegir el resultado de una producción en masa y la producción personalizada y “al gusto” que significa la producción minorista. La misma diferencia abismal entre el resultado del consumo de productos en producción minorista y los que se han masificado podemos verlo en nuestra realidad, cuando preferimos un cebichito en un “huarique”, de lo diferente que es una fuentecita de cebiche que te sirven en masa en “El Mar Picante”1 también se puede tomar como ejemplo la preferencia que se da para algunos productos como una buena camisa que se hace en un sastre y la ropa formal que venden en una tienda grande como Ripley y Oeschle. Aunque en algunos casos - como el de Crysler - se ha procurado que se haga un trabajo mixto en el proceso de producción, como es en el caso de la construcción de algunas unidades de automóviles en el mundo, las mismas que apelan a la diversidad de métodos de producción. (Montoro Sánchez, 2014, pág. 188) 1 Famoso restaurant de Trujillo en el Perú. Algunas empresas que fabrican vehículos están procurando hacer un alto porcentaje de sus unidades desde cadenas en masa generadas con robots y unidades cuyos acabados se finiquitan con la mano diestra de artesanos en cuero y otros acabados que le siguen sumando la tradicionalidad y calidad a estos vehículos ingleses. (Kotler, 2014) La primera diferencia que hay entre la producción en masa y la producción minorista es la diametral diferencia entre la inclusión de la tecnología en el proceso de producción que se usa para dicho fin. Seguido a esto está la vigilancia de la idoneidad de los insumos. Es decir, que en el caso de la producción en masa se arriesgan muchas veces los estándares de calidad, con la finalidad de invertir en marketing para posicionar en el mercado. Ya no se encarga un artesano de su producto, sino que es una cadena de producción que tiene áreas en las que cada una de las etapas de producción tiene un operario. (Álvarez García, 1999 , pág. 36) Una característica de la producción artesanal es la producción para el requerimiento local y debido a un pedido individual. Todas las operaciones son realizadas por una misma persona con herramientas universales (taladros, martillos, sierras, u ollas, o agujas, según sea el caso). El conocimiento necesario (proceso de producción y sentimiento para el material y la construcción) debe adquirirse durante un largo período de tiempo: los años de aprendizaje y deambulación. A diferencia de la producción y sus productos masificados; los diseños de los productos en el pasado no surgieron de la investigación y el desarrollo sistemáticos, sino de principios de diseño probados transmitidos de generación artesanal a generación artesanal. El uso de materiales naturales y la falta de un sistema de medición uniforme convirtió la personalización y el ajuste de las piezas individuales en la tarea principal de la producción al por menor. Producción que puede rayar en lo artesanal, pero que siempre o en la mayoría de casos garantiza buenos resultados; no solo para el fabricante, sino para el cliente. 1.4. Conclusiones Se puede afirmar que en muchos de los escenarios en donde se debate la producción en masa y la producción al por menor, hay una serie de ventajas y desventajas para ambos métodos, en ambos casos hay una suerte de conveniencia para el productor y para el cliente, pero igual resulta; a mi entender, mucho mejor la producción minorista o artesanal. Es bien sabido que, en el quehacer diario de nuestra vida a pie, tenemos que decidir algunas veces por procurarnos un producto que viene de una cadena de producción o un producto que se hace con mucho cariño y cuidado. ¿no me creen? La próxima vez que les toque decidir el cebichito entre un “huarique” y el “mar picante” recuerden lo bueno que resulta un producto que es el buen resultado de una producción minorista. Decía el poeta Machado “Caminante, se hace camino al andar” y de seguro que en nuestras vivencias en algún momento decidiremos mejor si por lo poco de calidad decidimos. Ahora que entendemos lo que quería decir Shakespeare cuando le pone la voz a Hamlet, nos pone la voz a decidir a nosotros, pues el espíritu de toda profesión nos pondrá en la disyuntiva de la cantidad versus la calidad, como conceptos que; en la práctica profesional del ingeniero industrial, muchas veces son irreconciliables. 1.5. Referencias bibliográficas Álvarez García, V. ( 1999 ). La Normalización Industrial . Barcelona : Editorial Guarda Litografía S.L. . Kotler, P. (2014). Fundamentos de Marketing. Madrid: Editorial Mc Graw Hill. Montoro Sánchez, M. (2014). Economía de la Empresa. Madrid: Editorial Paraninfo .G