PROTOCOLO ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR Integrantes: Paralelo: 2.1 Ramirez Lopez Gissela Valeria Acosta Villacres Andrea Patricia Puentestar Guamushig Jonathan Andres Merizalde Boada Jose Luis INTRODUCCION El accidente cerebrovascular o ataque cerebral es un tipo de enfermedad cerebrovascular, es decir, una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que riegan el cerebro. Anteriormente, el ataque cerebral se denominaba «apoplejía», un término que deriva del griego «plesso» y que significa «golpear». Los síntomas pueden aparecer de forma gradual o repentina, pero las causas subyacentes de un accidente cerebrovascular generalmente están presentes muchos años antes. Según la OMS : “Los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. Las causas más importantes de cardiopatía y accidentes cerebrovasculares son una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol. El síntoma más común del accidente cerebrovascular es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Otros síntomas consisten en: la aparición súbita, generalmente unilateral, de entumecimiento en la cara, piernas o brazos; confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice; problemas visuales en uno o ambos ojos; dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación; dolor de cabeza intenso de causa desconocida; y debilidad o pérdida de conciencia.” La Asociación Americana del Corazón (AHA) calcula que cada año aproximadamente 795.000 estadounidenses sufren un primer accidente cerebrovascular o una recurrencia. Los que sobreviven pueden quedar paralíticos, sufrir problemas emocionales o padecer trastornos del habla, la memoria o el juicio. El grado de la lesión o del trastorno depende de cuál haya sido la arteria obstruida y durante cuánto tiempo quedó obstruida. La mayoría de los accidentes cerebrovasculares se producen en personas mayores de 65 años de edad. Aunque muchos de ellos se producen sin advertencia previa, existen ciertos síntomas físicos que pueden advertirnos que estamos sufriendo un accidente cerebrovascular. Hay que aprender a reconocerlos En Ecuador, este desorden es una de las primeras causas de mortalidad desde 1975,1 año en el cual alcanzó el noveno lugar y 25 años después en 1990, se posicionó como primera causa de muerte en el país. La incidencia de las enfermedades cerebrovasculares en países de primer mundo tiende a estabilizarse o disminuir, mejorando el pronóstico. Dado que Ecuador es un país en vías de desarrollo y debido a la escasez de estudios neuroepidemiológicos, se desconoce el comportamiento de esta condición en nuestra población. Por su creciente importancia para la salud pública, hemos decidido establecer la frecuencia y tendencia en la mortalidad de la ECV a través del análisis de los últimos veinticinco años de la información disponible. El accidente cerebrovascular es una lesión cerebral que también puede afectar gravemente al cuerpo. Se produce cuando se interrumpe el riego sanguíneo a una parte del cerebro o cuando se produce un derrame de sangre en el cerebro o alrededor de él. El cerebro es una gran masa de tejido blando compuesto de miles de millones de células nerviosas. Es el principal centro de control del organismo y nos permite ver, oír, saborear, oler, hablar y caminar. También es el centro de control de los pensamientos, las emociones, la memoria, el juicio y la conciencia. Las células nerviosas del cerebro necesitan un suministro constante de oxígeno y azúcar (glucosa), los cuales son transportados por la sangre. Cuando la sangre no puede llegar a ciertas partes del cerebro, se interrumpe el suministro de oxígeno a esas zonas. Esto se denomina isquemia. Sin oxígeno, mueren las células cerebrales. Cuanto más tiempo esté el cerebro privado de sangre, más grave será el daño cerebral. La zona de tejido muerto ocasionado por la isquemia se denomina infarto. El flujo de sangre al cerebro puede interrumpirse de dos maneras: Cuando un grumo de sangre, lo que se denomina «coágulo sanguíneo», obstruye una arteria del cerebro o del cuello. Cuando se rompe una arteria debilitada del cerebro. Como las células cerebrales controlan el movimiento, parte del cuerpo puede quedar paralizado tras un accidente cerebrovascular. Si éste afecta al lado derecho del cerebro, el lado izquierdo del cuerpo puede quedar paralizado. Si afecta en cambio al lado izquierdo del cerebro, el lado derecho del cuerpo puede quedar paralizado. Los efectos de un accidente cerebrovascular pueden ser leves o graves, transitorios o permanentes. Algunos pacientes se restablecen completamente en cuestión de días, mientras que otros nunca se restablecen. La gravedad de un accidente cerebrovascular depende de: la región del cerebro que haya sido afectada, la extensión del daño en las células cerebrales, la rapidez con la que el organismo logra restablecer el flujo sanguíneo a las partes lesionadas del cerebro, la rapidez con la que las zonas intactas del cerebro logran compensar, suplir o asumir las funciones que antes eran realizadas por la zona lesionada. Alrededor del 87 % de los accidentes cerebrovasculares son ocasionados por un coágulo sanguíneo o la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro. Este tipo de ataque cerebral se denomina «accidente cerebrovascular isquémico». Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares isquémicos: trombosis cerebral y embolia cerebral. El 13 % restante es ocasionado por vasos sanguíneos rotos o dañados que derraman sangre en el cerebro o alrededor de él. Este tipo de ataque cerebral se denomina «accidente cerebrovascular hemorrágico». Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares hemorrágicos: cerebral y subaracnoideo. Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos producen más muertes que los isquémicos, pero los pacientes que sobreviven a un accidente cerebrovascular hemorrágico se recuperan mejor y sufren menos discapacidades de larga duración. Cómo se diagnostica un accidente cerebrovascular Se utilizan estudios que muestran imágenes del cerebro (tomografía computada, resonancia magnética), miden la actividad eléctrica del cerebro (EEG) y muestran el flujo de sangre al cerebro (dúplex carotídeo), a fin de averiguar el tipo de accidente cerebrovascular y su gravedad. Tratamientos hay para un accidente cerebrovascular Los tratamientos avanzados y la rehabilitación permiten que muchos pacientes regresen a sus hogares y a sus familias. Los tratamientos incluyen la administración de anticoagulantes, asistencia hospitalaria, rehabilitación y, en casos excepcionales, cirugía. Pero el mejor tratamiento para el accidente cerebrovascular es la prevención. Si conocemos los síntomas de alerta y controlamos los factores de riesgo, tales como el hábito de fumar cigarrillos o tabaco, la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular, es posible reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Cómo se puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular Usted puede hacer muchas cosas para reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular: 1. Entérese de sus valores de presión arterial y hágase tomar la presión por lo menos una vez al año. Si los valores están altos, haga lo que el médico le recomiende para bajarlos. 2. Averigüe si tiene un trastorno cardíaco llamado fibrilación auricular. 3. Si fuma, deje de hacerlo. 4. Si consume bebidas alcohólicas, hágalo con moderación. 5. Averigüe si tiene el colesterol alto y haga lo que el médico le recomiende para controlarlo. 6. Si tiene diabetes, siga al pie de la letra los consejos del médico para controlarla. 7. Incluya el ejercicio en las actividades que realiza todos los días. 8. Consuma una alimentación que contenga poco sodio (sal) y pocas grasas. 9. Pregúntele al médico si tiene problemas circulatorios que puedan aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Que información existe en la literatura universal y en el Ecuador sobre el tema Accidente cerebrovascular A nivel universal y tras varias actualizaciones e investigaciones sobre el tema accidentes cerebrovasculares se ha tratado de implementar la mayor información posible tanto a la población como a los médicos a nivel mundial, basándose en publicaciones recientes como lo es el tema: predictores clínicos de transformación hemorrágica en accidente cerebrovascular isquémico no lacunar cuya publicación fue realizada en el 2017, nos da una visión más clara sobre los diferentes factores que suelen intervenir y las consecuencias que acarrea esta enfermedad, a pesar que la transformación hemorrágica es un fenómeno complejo en el que el tejido cerebral isquémico, este proceso puede asociarse o no a un deterioro del estado neurológico inicial, tras analizar las historias clínicas y las imágenes de pacientes con infarto cerebral no lacunar incluidos prospectivamente en un programa de prevención secundaria. Se pudieron comparar datos demográficos, factores de riesgo vascular, medicación previa y datos del evento de los pacientes con transformación hemorrágica y sin ella. Para otorgar esta información se incluyeron 747 pacientes, la edad promedio fue de 77 ± 11 años, 61% mujeres. En el análisis univariado, la edad, el antecedente de hipertensión arterial, la fibrilación auricular, la insuficiencia renal crónica y la anticoagulación oral previa se relacionaron significativamente con la presencia de transformación hemorrágica y de esta manera al identificar los diversos factores que intervienen en estos pacientes influenciaría en la toma de decisiones terapéuticas del médico y que pudieran incrementar el riesgo de transformación hemorrágica. Al igual que este estudio existen otras investigaciones que aportan de manera indispensable tanto a los médicos como a la población en general tanto al momento de realizar la administración de fármacos a la persona afectada como también concientizar a la misma sobre las consecuencias que podrían acarrear la falta de preocupación y seriedad que esta enfermedad conlleva. Existe otro ejemplo a nivel universal y que está al alcance de cualquier persona que es la publicación más reciente de La American Heart Association/American Stroke Association (AHA/ASA) la misma cuya actualización reciente fue realizada el 24 de enero del 2018 con el tema sobre el manejo del accidente cerebrovascular isquémico, titulada 2018 Guidelines for the Early Management of Patients with Acute Ischemic Stroke: A Guideline for Healthcare Professionals From the American Heart Association/American Stroke Association , los cuales no solo describen nuevos tratamientos terapéuticos y farmacológicos de esta enfermedad, nuevas tazas de valores respecto a la presión arterial y los protocolos que el médico debe seguir en cuanto exista una emergencia en el hospital, el medico da un enfoque más certero a la hora de tomar una decisión respecto al chequeo y cuidados correspondientes a esta enfermedad al tener al alcance los diferentes tipos de procedimientos y actualizaciones sobre este tema se puede lograr concientizar de una mejor manera, no solo existen información aportada a nivel internacional cabe recalcar que en el Ecuador se ha realizado aportes sobre los diferentes casos que se han presentado en los últimos años cuyo aporte lo hace la universidad Católica Santiago de Guayaquil en el cual trata de enfatizar sobre los direntes porcentajes que existen sobre el incremento de la enfermedad cerebro vascular tanto en hombres como en mujeres al igual que se halló a nivel nacional más casos de ECV en el sexo masculino que en el femenino. El factor de riesgo más prevalente fue la HTA y el menos prevalente SAF. El ECV tipo isquémico fue más frecuente. Dentro de los signos y síntoma, el más prevalente fue la parestesia. La prevalencia de estancia hospitalaria por ECV fue superior a 9 días los factores de riesgo si influyen en la presentación de ECV en los adultos jóvenes. Se deberían realizar más estudios acerca de las malformaciones congénitas a nivel de los vasos cerebrales, además se debería de poner más énfasis en la historia patológica familiar de los pacientes ya que tanto la HTA, como la malformación de los vasos cerebrales son enfermedades que tienen fondo genético. Cabe recalcar que en el Ecuador existen protocolos y guías prácticas del ministerio de Salud pública del Ecuador la misma cuya última actualización se realizó en el año 2012, página 27-31 describe que en el Ecuador existe accidentes vasculares encefálicos agudos el mismo que engloba Insuficiencia arterial cerebral aguda, causada por taponamiento o ruptura de una arteria cerebral. Condiciones patológicas caracterizadas por pérdida repentina de la función neurológica, debida a isquemia cerebral o hemorragia intracraneal. Hay que determinar si el accidente cerebro vascular se debe a sangrado o a un coágulo sanguíneo, de manera que se pueda iniciar el tratamiento apropiado dentro de las 3 horas siguientes del inicio del problema. La mayoría de las lesiones son de naturaleza isquémica (trombosis o embolismo), mientras otras pueden ser causadas por hemorragia cerebral.. La ruptura de una arteria cerebral con filtración de sangre produce el accidente cerebral hemorrágico o derrame cerebral. Se clasifican de acuerdo al tipo de necrosis tisular, como la localización anatómica, vasos comprometidos, etiología, edad del enfermo y naturaleza hemorrágica o no hemorrágica del proceso. Los signos focales (a veces globales) de trastorno de la función cerebral se presentan rápidamente, a veces determinando la muerte. Un sindrome de isquemia transitorio presenta síntomas y signos que se resuelven dentro de 24 horas. La hipertensión arterial es el factor de riesgo número uno para los accidentes cerebrovasculares. También incrementan el riesgo la diabetes mellitus, los antecedentes familiares, cardiopatías, el colesterol elevado y el aumento de la edad. Los síntomas generalmente se presentan de manera súbita y sin aviso. Pueden ser episódicos (ocurren y luego se detienen) o pueden empeorar lentamente con el tiempo. La localización de la hemorragia intra-parenquimatosa puede sugerir su etiología. En pacientes jóvenes la causa más frecuente son las malformaciones arteriales tipo aneurisma. Se requiere hospitalización para la mayoría de los accidentes cerebrovasculares. Un accidente cerebro vascular es una emergencia médica. Y cuyo uso de fármacos puede ser Aspirina Clopidogrel Heparina Warfarina Tirofiban Simvastatina es asi que nos da una idea parcial sobre los diferentes tipos de medicamentos que el medico puede utilizar tras tener un diagnóstico conciso y los diversos antecedentes del paciente, de esta manera y a través del médico se puede llegar hasta la población, la misma que deberá tomar conciencia empezando con la prevención ,pero muchas veces en el Ecuador existen limitaciones tanto económicas para realizar varios estudios sobre el tema acv como también por la falta de información, cabe mencionar que unas de las limitaciones de los protocolos del ministerio de salud pública del Ecuador es la falta de actualización de estas guías ya que si existiera información más actual se podría lograr el mismo estándar en información como lo es a nivel internacional dando un manejo más práctico para el médico y a la hora de la toma de decisiones Justificación Aporte académico Jonathan El tratamiento de la ECV se basa en una serie de medidas que podrían ser consideradas como detalles más que intervenciones directas sobre la enfermedad: corregir la posición del enfermo, aportar volumen, no bajar la presión arterial, mantener la normoglicemia, evitar la fiebre, evitar la alimentación oral por 24 horas, realimentar precozmente, evitando la aspiración y tratando lo antes posible las complicaciones médicas. Si bien,tanto la trombolisis endovenosa como intraarterial, han demostrado ser medidas específicas con gran impacto sobre la mortalidad y funcionalidad de nuestros enfermos, nada supera la efectividad del conjunto de medidas inespecíficas mencionadas anteriormente. Sí el tratamiento bien hecho de la ECV se basa en detalles, los cuales nada tienen que ver con la complejidad del centro asistencial o la experiencia de los médicos. Nada reemplaza una actitud activa frente a esta enfermedad. Los objetivos generales del diagnóstico en el accidente cerebrovascular agudo (ACVA) isquémico son dos: poder tratar al enfermo precozmente, para evitar o minimizar el daño cerebral irreversible, y lograr el conocimiento necesario para instaurar un plan de prevención secundaria que resulte eficaz. El tiempo es esencial en la fase aguda del ictus isquémico; las medidas terapéuticas orientadas a la repermeabilización del vaso ocluido (trombólisis) y a incrementar la resistencia del cerebro frente a la isquemia (neuroprotección) sólo serán eficaces si se aplican durante las primeras 3 (o a lo sumo 6) horas desde el inicio de los síntomas. Por ello es necesario acortar lo más posible la duración del proceso diagnóstico inicial, hasta reducirla a 1 hora como máximo. Por otro lado, hay que lograr que los pacientes lleguen precozmente al hospital, educando a la población y a los servicios médicos de emergencia para que sepan reconocer los síntomas de un ictus El proceso diagnóstico del ictus isquémico comprende los siguientes pasos : 1. Diferenciar entre ictus y otros procesos con clínica neurológica similar, descartando hipoglucemia, síncope, vértigo periférico, intoxicación por drogas, crisis epiléptica, crisis hipertensiva, encefalopatía hipertensiva, migraña con aura, brote de esclerosis múltiple, hematoma subdural, parálisis de Bell, hiperventilación, encefalitis focal, tumor o traumatismo craneal, especialmente en los enfermos en estado comatoso. 2. Diferenciar entre ictus hemorrágico e isquémico (para ello es necesario realizar tomografía computarizada [TC]). 3. Averiguar el tipo etiopatogénico del ictus isquémico y la localización topográfica de la lesión arterial, así como establecer su probable pronóstico. 4. Valorar la posible existencia de factores sistémicos asociados y de complicaciones inmediatas. Valoración de las complicaciones y de la gravedad de la lesión cerebral. La presencia en la TC precoz de signos de infarto (hipodensidad, datos de 3 expansividad o hidrocefalia) o del signo de la arteria hiperdensa, indica un mal pronóstico y una transformación hemorrágica más frecuente. Aporte práctico 1. Uso para docencia de farmacoloía clínica. Es de gran importancia el conocimiento de todos los signos y síntomas que presenta esta enfermedad, ademas de ciertos hábitos y costumbres en los pacientes que provoca el aumento o disminución para sufrir accidentes, en donde el correcto aprendizaje de esta enfermedad en estudantes ayuda sobre todo de una manera preventiva hacias los pacientea a futuro, lo cual permitiría dar correctas pautas y enseñar al paciente sobre esta enfermedad, los modos de prevensión, los principales problemas que tiene como resultado y posteriormente a este tambien el correcto diagnostico y tratamiento especializado en el paciente lo cual nos permita mejorar la atención en ciertas enfermedades comunes pero a la vez graves. 2. Utilidad para médicos generales en primer y segundo nivel de atención. Es necesario para medicos de primer y segundo nivel de atención sobre todo para estar actualizado sobre esta enfermedad, lo cual permite dar un mejor servicio hacia los pacientes, lo primero es dar una información clara y precisa sobre esta enfermedad, cuales son los principales agravantes o factores que influyen tanto de manera positiva como negativa hacia el progreso de esta enfermedad, ademas de explicar todos los problemas que causaría si se sufre un accidente cerebrovascular, dando así consejos a cerca del estilo de vida y que se puede hacer y en que cambiar como el tipo de alimentación, el ejercicio, etc, ademas de un correcto y temprano diagnóstico de la enfermedad y así realizar un correcto tratamiento y seguimiendo del paciente. BIBLIOGRAFIAS: 1PREDICTORES CLÍNICOS DE TRANSFORMACIÓN HEMORRÁGICA EN ACCIDENTE CEREBROVASCULAR ISQUÉMICO NO LACUNAR MEDICINA (BUENOS AIRES ARGENTINA PUBLICADO EL 2017 PAGINAS 2-5 2.-PROTOCOLOS TERAPUETICOS MINISTERIO DE SALUD PUBLICA DEL ECUADOR DIRECCION NORMATIZADA AÑO 2012 PAGINAS 27-31 3.-GUIDELINES FOR THE EARLY MANAGEMENT OF PATIENTS WITH ACUTE ISCHEMIC STROKE: A GUIDELINE FOR HEALTHCARE PROFESSIONALS FROM THE AMERICAN HEART ASSOCIATION/AMERICAN STROKE ASSOCIATION 2018. 4.- Biller J, Ruland S, Schneck MJ. Ischemic cerebrovascular disease. In Daroff RB, Jankovic J, Mazziotta JC, Pomeroy SL, eds. Bradley's Neurology in Clinical Practice. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 65.