A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:. B:.R:.L:.S:. LIBERTAD 16 MAGIA Y SIMBOLISMO EN EL PENSAMIENTO ANDINO AMAZÓNICO REFERENTE A LA BIODIVERSIDAD Juan Pablo Martinez Moscoso A:.M:. Representación del Universo El tema que me he propuesto compartir esta noche con ustedes QQ:.HH:., es amplio y con gran variedad de matices, sin embargo, el eje central del simbolismo en el pensamiento andino amazónico gira en torno a la dualidad y la trinidad. Un ejemplo de la dualidad se puede observar en los dos vegetales más importantes en las culturas andinas: Los granos de maíz llegan del cielo conforme a las más viejas tradiciones andinas. La papa, por su parte, se relaciona con la humedad y la tierra. En última instancia, puede observarse que ambos vegetales se ubican en polos opuestos y complementarios de la concepción andina del universo (Millones, 2001 en Sánchez, 2011). En cuanto a la trinidad el ejemplo más claro es el de la representación que se hace del mundo, separándolo en: el mundo terrenal, el celestial y el inframundo: que están representados por tres especies animales en el yahuarfiesta que, a nivel vertical, divide el espacio en tres planos: el Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal) el Kay Pacha (mundo del presente y de aquí) y el Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos. En la mitología inca esos tres mundos estaban representados por animales, el cóndor para el mundo de arriba, la serpiente para el mundo de los muertos y para el mundo terrenal los las llamas. Esta representación del mundo en la colonia paso a convertirse además en la alegoría de la resistencia indígena mediante el cóndor, que atado a un toro que representaba lo ibérico, luchaba hasta la muerte, para reivindicar a los pueblos americanos. Otro ejemplo importante para nosotros es la estructura de la ciudad Inca de Tomebamba. El valle de Guapóndelig fue escogido por los cañaris para establecer un poblado que controlaba a todos los cacicazgos de la cuenca del río Paute y tenía una fuerte relación con Hatun Cañar y Cañaribamba en las cuencas de los ríos Cañar y Jubones. Con la llegada de los Incas, se funda la Ciudad imperial de Tomebamba, que por su condición asemeja mucho a la capital del imperio, la peruana Cuzco. Para los incas era muy importante la representación en el espacio de su mitología. Existen dos formas principales de relacionar el espacio y el tiempo con sus creencias religiosas la primera es que el espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: horizontal y vertical. En el plano horizontal, los incas veían el mundo de manera dual: Hanan y hurin (arriba y abajo). Esta división era entendida como complemento, oposición y reciprocidad. El puma representaba la sabiduría, la fuerza, la inteligencia; simbolizaba el gobierno, de allí que probablemente por esa razón la planificación de la construcción de la ciudad del Cuzco tuviera la forma de un puma. Para los cañaris el puma también estaba relacionado con el amanecer, es así que en su idioma existe una palabra específica para puma que es guagual, y el Guagualzhumi que significa el escondite del puma está relacionada con la aparición de los primeros rayos de sol. Al fundar la ciudad de Tomebamba, los incas fieles a su visión dual, establecieron dos sectores con nombres relacionados con los felinos: el ingreso a la ciudad imperial desde el camino del inca (la actual avenida Huayna Capac) se denominó la puerta del puma o Pumapungo, mientras que la salida de la ciudad hacia los territorios indómitos se denominó Uturunku que castellanizado se popularizó como Otorongo. Esto se debe a que el puma simbolizaba el cuerpo político imperial, mientras el jaguar representaba todo aquello que estaba fuera de él. A través de esta oposición entre puma y jaguar, se simboliza la oposición adentro-afuera, así como también la oposición primaria en las divisiones jerárquicas y las subdivisiones espaciales del estado, entendidas como tierras altas / tierras bajas, sociedad establecida / lo salvaje, política / religión y gobierno / brujería. Es importante, estudiar el origen de los nombres de los lugares, pues si bien en este caso particular los nombres de estos dos tradicionales sectores de la ciudad están relacionados con la mitología y permiten conocer la configuración espacial y social de nuestra antigua Tomebamba en la mayoría de los casos estas toponimias nos permiten modelar la forma natural de nuestro territorio a partir de las especies que vivían en él. Usos mágicos de las especies de fauna Anfibios Bufotonina, Epibatidina, Sauvagina Muchos pueblos americanos, han descubierto poderes mágicos en varias especies que han venido sido utilizadas en rituales y curaciones desde tiempos que se pierden en la memoria, uno de los grupos más empleados son los anfibios, y ahora, conocemos que esos usos “mágicos” están relacionados con la producción de sustancias químicas a través de las glándulas dérmicas de los anfibios, los cuales en la mayoría de los casos son sistemas de defensa para los predadores. Un ejemplo es el uso de los pobladores de la zona media y baja de la cuenca del río Jubones de ranas Epipedobates anthonyii, las cuales se emplean en procesos curativos y principalmente para calmar dolores, ahora conocemos que debido a la secreción de Epibatidina, una sustancia 20 veces más fuerte que la morfina. Los sapos de género Bufo (incluye Rinella y Chaunus) secretan una sustancia denominada bufotonina, que, de acuerdo con un estudio de palatabilidad diferencial de larvas de anfibios, fueron catalogados como los de peor sabor en la naturaleza, lo que evita su depredación. Sin embargo, grupos indígenas descubrieron que esta sustancia inhalada o fumada es el alucinógeno natural de mayor velocidad de acción y duración de la experiencia extrasensorial, la misma que incluye en muchos casos episodios de psicosis. En otro caso, los mayorunas del Perú emplean ranas del género Phyllomedusa que secretan sauvagina, que es una sustancia que actúa sobre la producción de adrenalina en el cuerpo, el ritual se realiza tres días antes de salir de cacería y se colocan ranas vivas en heridas causadas deliberadamente en el pecho, generalmente mediante el uso de puntas de chonta encendidas. La intención es ingresar la sauvagina en el torrente sanguíneo, los efectos incluyen vómitos las primeras horas y un sueño de hasta tres días del cual despiertan “con una fuerza sobrehumana” debida a la producción anormal de adrenalina. Huesos peneanos Este es un ejemplo clásico de la magia imitativa, algunos mamíferos, principalmente carnívoros conservan el hueso peneano, que tiene una función de asegurar que el pene no salga de la vagina durante la cópula. Existen huesos con una configuración anatómica que llama la atención como el caso de los lobos de páramo (Lycalopex culpaeus) y principalmente el caso del cuchucho andino (Nasuella olivacea) cuyo hueso peneano es proporcionalmente muy grande en relación con el tamaño del animal y tiene una forma curva con un extremo distal bífido, lo cual claramente llama la atención y ha hecho que se empleen sus limaduras con fines afrodisíacos para potenciar la virilidad de quien lo carga a manera de amuleto. La cola del zorro En toda el área de distribución de las dos especies del género Lycalopex (culpaeus y sechura) se considera que sus colas son potentes amuletos para la suerte y eso conduce a su cacería indiscriminada principalmente en el norte del Perú. No está clara la razón para considerar las propiedades mágicas de la cola, pero en las creencias que se mantienen hasta la actualidad se señala que, si el zorro establece contacto visual, no podrá ser cazado y que esto se debe a sus propiedades mágicas. Fauna y representación. Los felinos Muchos grupos de fauna son importantes en la representación en las culturas americanas, pero ninguna puede compararse con los felinos, sea en los shuar en el sur de la Amazonía ecuatoriana, los mayas o los aimaras, los incas o los arhuacos; todos estos grupos tienen en común reconocer en los felinos la imagen de la fuerza, el poder político y la inteligencia, por esto los líderes y taitas por diversos métodos que pasaban desde el vestir pieles, realizarse modificaciones corporales, la pintura corporal o el enfrentamiento mano a mano con estos animales, buscaban la manera de “apoderarse” del espíritu del animal, lo que les ponía por encima de los demás humanos. Las tzantsas y los perezosos Los shuar son conocidos por su práctica de reducir la cabeza de sus enemigos; con la doble intención de en primer lugar mostrar la capacidad de combate de un individuo o un clan poseedor de muchas tzantsas, pero principalmente, al coser la boca de la cabeza reducida se aseguraban el dominio sobre el espíritu del enemigo que no podía regresara cobrar venganza. A partir del siglo XIX y coincidiendo con los primeros contactos con misioneros la práctica se transforma, pues aparece el mito de que los enemigos en especial achuar al ser cobardes se esconden inmóviles en los árboles por lo que se transformaron en perezosos y los shuar comenzaron a reemplazar la tzantsas humanas por perezosos. El mito creacional Cañari Origen del nombre Cañari Los antiguos cañaris se reconocían a sí mismos como la nacionalidad SITUMA, sin embargo, en las crónicas y al parecer a partir de la llegada de los incas comenzaron a ser denominados como cañaris. Kañaro y la tradición inca de nominar al otro Un posible origen del nombre está relacionado con la alimentación de este pueblo que incluía importantes cantidades de Kañaro (Erythrina edulis) lo cual seguramente causó sorpresa en los incas que consumían principalmente maíz y papá. Los incas como toda civilización conquistadora debían establecer claramente su distinción respecto a los conquistados y esto se hace a partir de la distinción de lo “otro” principalmente en el nombre; así que cañari puede significar gente que come kañaro, al igual que los Paltahuma se diferenciaban por su tradición de deformación craneana o los Mochicas por su tradición de incluir en sus entierros a sus perros biringos por lo que los incas los denominaban “mochic allco micoc” o “salvajes que comen perros”. Guacamayo y la serpiente El otro origen probable del nombre de los cañaris tiene que ver con su mito creacional; por un lado, la serpiente que representa la deidad masculina, que por medio de su ingreso a una laguna (Culebrillas) fecunda a la deidad femenina presentada por la tierra lo cual da origen a los seres vivos. Por otro lado, en el origen del pueblo cañari la tradición cuenta que una pareja de hermanos que quedaron atrapados por una gran inundación en la cima del cerro Fasayñan, atraparon dos guacamayas con quienes tuvieron como descendencia a todo el pueblo cañarí. Es así, que lo cañaris serían pues descendientes de la serpiente (Can en aimara) y las guacamayas (Ara en el mismo idioma). En resumen, las sociedades andino-amazónicas han tenido una profunda relación con la biodiversidad, que se expresa, no solamente, en el uso práctico sea alimenticio o de materias primas, sino que se ha expresado de manera profunda en su pensamiento simbólico y su interpretación del universo. Adicionalmente al ser culturas primariamente iconofílicas, han empleado las representaciones de la fauna para expresar su relación con lo sobrenatural pero también sus relaciones sociales y como método de transmisión de conocimientos que de esta manera pudieron en unos casos sobrevivir y en otros sincretizarse con las ideas de los conquistadores y posteriormente de la civilización occidental moderna. Esto QQ:.HH:. nos une profundamente con estas culturas, pues nuestra orden ha recurrido a estrategias similares para transmitir el conocimiento y evadir la persecución. Es mi palabra V:.M:. Bibliografía Millones, Luis (2001). Plantas o dioses: contrapunto entre la papa y el maíz. En Dioses y demonios del Cuzco de Tomoeda et al. Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima.