Subido por Manuel Cortez

6- bioma-diciembre-2019

Anuncio
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
1
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
La naturaleza en tus manos
Editora general
Yesica M. Guardado
Co–Editora Académica
M.Sc. Rosa María Estrada H., Nicaragua.
Coordinación de contenido
Bióloga Andrea Castro, Colombia.
M.Sc. Rosa María Estrada H., Nicaragua.
Guillermo Recinos, El Salvador.
Carlos Estrada Faggioli., El Salvador.
Corrección de estilo:
Carlos Estrada Faggioli
Maquetación:
Carlos Estrada Faggioli
Yesica M. Guardado
Open Acces
Pyrilia haematotis
Locación: Boca Tapada, Pital, Costa Rica.
Septiembre de 2019. Fotografía: Graciela Neira
Soporte digital:
Carlos Estrada Faggioli
Toda comunicación dirigirla a:
edicionbioma@gmail.com
Páginas Web de BIOMA:
https://edicionbioma.wordpress.com
El Salvador, diciembre 2019.
2
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Comité editorial
La naturaleza en tus manos
Bióloga Andrea Castro
Investigadora grupo Biodiversidad de Alta
Montaña BAM, Colombia.
Yesica Maritza Guardado
Fotógrafa, Consultora Editorial.
Rosa María Estrada H. M.Sc.
Bióloga, Especialista en Entomología.
Consultora, Nicaragua.
Manuel Alberto Cortez Martínez
Médico Veterinario Zootecnista.
Especialista en fauna silvestre, El Salvador.
Lara-Uc Ma. Mónica, Ph.D.
Docente–Investigadora.
Ciencias Marinas y Costeras de Universidad
Autónoma de Baja California Sur, La Paz, Baja
California Sur, México.
Carlos De Soto Molinari
Fotógrafo de Naturaleza, República Dominicana.
Geógrafo Ignacio Aisur Agudo Padrón
Gerente Investigador Projeto “Avulsos
Malacológicos–AM”, Florianópolis, Santa
Catarina/ SC, Brasil.
Tania Vianney Gutiérrez Santillán, Ph.D.
Instituto de Ecología y Manejo de Recursos
Naturales, Universidad Autónoma de
Tamaulipas, México.
Oswaldo Rodríguez Flores M.Sc.
Entomólogo, Profesor titular del Departamento de Protección Agrícola
y Forestal Director del Museo de Entomología, Universidad Nacional
Agraria, Managua, Nicaragua.
Biólogo Luis Pineda
Técnico en Gestión de Cuencas y Humedales.
Dirección General de Ecosistemas y Vida
Silvestre, Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, MARN, El Salvador.
Antonio Tosto
Especialista en Arácnidos, República Dominicana.
Guillermo Recinos
Estudiante Tesista de Licenciatura en Biología,
Coordinador de Contenido de Revista BIOMA, El Salvador.
Maestra, Lilia Acevey
Maestra, articulista y fotógrafa, Argentina.
Biólogo Pablo Galán
Biólogo-Botánico, El Salvador.
Carlos Estrada Faggioli
Comunicador, Consultor y Director del Proyecto BIOMA, El Salvador.
3
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Contenido
Sinopsis de la familia Plumbaginaceae en El Salvador, Pág. 6
De antiguos cazadores en Tanzania, Pág. 15
Mitos y realidades de la fauna silvestre de El Salvador, Pág. 23
Contribuciones al inventario de aves del bosque pino-roble del
Parque Nacional Montecristo, Metapán, Santa Ana, El Salvador, Pág. 35
Los contenidos vertidos en los artículos publicados en la Revista BIOMA son de exclusiva responsabilidad de quien los remite para su publicación,
BIOMA solamente responderá por el editorial.
4
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Astrophytum asterias
Locación: El Jardín de Wari, San Salvador
Fotografía: Álvaro Castillo
5
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Sinopsis de la familia Plumbaginaceae en El Salvador
Dagoberto Rodríguez Delcid
Asociación Jardín Botánico La Laguna, Herbario LAGU,
Antiguo Cuscatlán, La Libertad, El Salvador.
Correo electrónico: darodelcid@gmail.com
Resumen
Abstract
En el siguiente documento se presentan descripciones breves de géneros y
especies de la familia Plumbaginaceae, clave de géneros y especies, fotografías
y mapa de localización. Dos géneros con tres especies se encuentran en el país,
Limonium (Limonium sinuatum (L.) Mill.) y Plumbago (Plumbago auriculata Lam. y
Plumbago zeylanica L.)
In the following document, brief descriptions of genera and species of the
Plumbaginaceae family, key of genera and species, photographs and location
map are presented. Two genera with three species are found in the country,
Limonium (Limonium sinuatum (L.) Mill.) And Plumbago (Plumbago auriculata Lam.
And Plumbago zeylanica L.)
Palabras clave: El Salvador, Plumbago, Plumbaginaceae
Key words: El Salvador, Plumbago, Plumbaginaceae
6
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Introducción
Se encuentran cerca de 150 especies, principalmente en el hemisferio norte del
viejo mundo. La única especie para el país es Limonium sinuatum
El Doctor David J. Guzmán en su segunda (s.f.) y tercera edición (1975) de
Especies útiles de la Flora Salvadoreña menciona a “plombago”, “hierba
vesicante”, Plumbago caerulea como una planta silvestre y hace una descripción
breve de esta menciona algunos usos de esta; hoy en día, se conoce solo para
Argentina, Bolivia y Perú. Además, hace mención de dos especies más Plumbago
scandens (sin. de Plumbago zeylanica) y Plumbago rosea que es originario de China,
de las cuales menciona el color de sus flores y lo raras que son en el país.
Limonium sinuatum (L.) Mill. (Fig. 1)
Sinonimia: Statice sinuata L.
Nombre común local: amor en seco
Plantas anuales o bianuales erectas de hasta 60 cm de altura, algunas veces
ramificadas y escabroso-hispidas. Hojas inferiores pinnatífidas, con lóbulos
anchos y redondeados en la punta. Ramas con 3 alas. Espiguillas con 3 a 5
flores, en espigas secundarias cortas al final de las ramas. Cáliz como la corola,
de 1 cm de ancho, ampliamente en forma de embudo de color azul o púrpura,
glabra. Corola pequeña blanco amarillento.
Este es el resultado de la revisión de literatura de la familia Plumbaginaceae
(Edmondson, (2009); Grayum, (2014); Guzmán (1975), Luteyn, (2001); Rueda,
et al. (2019) y Standley y Williams (1966)), además de una serie de viajes de
recolecta botánica y revisión de colección en el Herbario MHES (Museo
de Historia Natural de El Salvador) y LAGU (Jardín Botánico La Laguna)
y revisiones de bases de datos del Missouri Botanical Garden http://www.
tropicos.org/Home.aspx y JSTOR Global Plants https://plants.jstor.org/
sustentan este artículo.
Esta especie es poco recolectada, sin embargo, es comercializada comúnmente
como flor de corte en mercados locales.
Material recolectado. Santa Ana. Mpio. Santa Ana, Potrero Grande, P.N.
Los Volcanes, Sector Los Andes, Los Clemente; 16 abril 2018 (fl.); Rodríguez,
López, Galán, Hernández, Delgado, Martínez, González y Hernández 06636
(duplicados en B, CAS, LAGU, MO). (Fig. 2)
Plumbaginaceae
Esta familia botánica se ubica dentro del orden Caryophyllales, alberga
especies con forma de vida variada como hierbas perennes, subarbustos o
arbustos. Con hojas simples, alternas, enteras y pinnatisectas, en ocasiones con
aurículas. Inflorescencias simples o compuestas, en forma de racimos, espigas
o cimas. Flores actinomorfas. Cáliz tubular con 5 o 10 costillas frecuentemente
glandulares, la parte superior frecuentemente escariosa. Pétalos casi libres.
Estambres 5. Fruto en forma de cápsula con 1 semilla. Se estima un aproximado
de 27 géneros con casi 700 especies distribuidas en todo el mundo, pero con
máxima diversidad en el Mediterráneo y la región Irano- Turánica.
Clave de géneros
Cáliz no en forma de tubo y sin glándulas……………….…………Limonium.
Cáliz en forma de tubo y con glándulas……………………...…….Plumbago.
Limonium Adanson
Hierbas perennes o anuales, generalmente creciendo de forma erecta y
ramificada. Hojas caulinares o basales, angostas o anchas enteras, a menudo
pinnatífidas. Tallos frecuentemente alados. Flores bastante pequeñas, en
espiguillas con brácteas. Cáliz en forma de embudo con 5 o 10 costillas y
extendiéndose en la antesis. Pétalos unidos solo cerca de la base, de forma
obovado. Fruto en forma de utrículo incluido en el cáliz.
7
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 1. Inflorescencias de Limonium sinuatum.
8
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 2. Mapa de ubicación espacial de las especies de la familia Plumbaginaceae en El Salvador
Plumbago L.
Clave para las especies
Hierbas foliosas perennes o subarbustos, algunas veces escandentes o
trepadoras. Hojas delgadas, sésiles o con peciolo y con 2 aurículas basales.
Inflorescencias simples, en racimos o espigas. Cáliz cubierto con glándulas
sésiles o pediceladas. Corola con lóbulos de colores brillantes. Fruto una
cápsula circuncísil. El género presenta alrededor de 20 especies, 3 son nativas
de América tropical y solo 2 especies se encuentran en el país.
Plantas cultivadas vistosas, con flores con tono azul o blanco; costillas del cáliz
con tricomas, solo en la mitad superior……………………Plumbago auriculata.
Plantas no cultivadas, flores con tono blanco y poco vistosas; costillas del cáliz
con tricomas a todo lo largo………………………………..Plumbago zeylanica.
9
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Distribución: Trópicos del Viejo y Nuevo Mundo. Localmente habitando
en sitios secos de vegetación secundaria aledañas a bosques deciduos y
semideciduos de tierras bajas desde los 0 a 1100 msnm
Plumbago auriculata Lam. (Fig. 3)
Sinonimia: Plumbago capensis Thunb.
Nombres comunes locales: azulina, umbela
Material colectado. Santa Ana. Mpio. Metapán, P.N. San Diego-La Barra, Las
Iguanas, Reunión de Los Patos, orilla de la Laguna de Metapán, 10 marzo
2009, Rodríguez, Monterrosa, Martínez y Santos 01565 (duplicados B, BM,
LAGU, MO); Sonsonate. Mpio. Izalco, Ctón. Las Lajas, A.N.P. Complejo San
Marcelino, Sector Bosque Las Lajas, Alterna 2, 14 abril 2012, Galán y Calderón
01332 (duplicados LAGU, MO); La Liberdad. Mpio. San Juan Opico, Ctón.
Agua Escondida, Crio. Calle Vieja, A.N.P. La Argentina, Ruta 2, 18 marzo
2014, Rodríguez y Valencia 04633 (duplicados LAGU, MO); Mpio. Antiguo
Cuscatlán, Laderas de La Laguna, 3 m NE del M. 77, 22 diciembre 1988, Cruz
00160 (duplicados B, F, LAGU, MO); Bosque Las Laderas, Jardín Botánico La
Laguna, zona de tala de árboles, 4 febrero 2004, Carballo 01003 (duplicados B,
BM, LAGU, MO); La Unión. Mpio. La Unión, Barrancones, 01 febrero 1998,
Davidse, Sidwell, Monro, Ventura, Reyes y Sagastizado 37347 (duplicados B,
BM, ITIC, LAGU, MO), (Fig. 2).
Subarbustos escandentes de hasta 3 m. Hojas angostamente ovadas a elípticas,
obtusas, atenuadas en la base. Pecíolo con aurículas basales pequeñas.
Inflorescencias terminales y ramificadas, ejes puberulentos y brácteas de casi
3 mm, linear-lanceoladas, acuminadas. Flores sésiles. Cáliz de 11 a 16 mm,
puberulento, con 10 costillas portando glándulas sólo en la mitad superior, (a
veces con glándulas subsésiles en la mitad inferior). Corola de 25 a 35 mm, azul
claro o blanco.
Distribución: Nativa de Sur África y ampliamente cultivada y naturalizada
en los trópicos del Nuevo Mundo. Localmente plantada desde los 50 a 1000
msnm para decoración.
Material recolectado. Santa Ana. Mpio. Metapán, San José Ingenio, P.N.
Montecristo, alrededores del Casco de la hacienda de San José, 8 noviembre
2017 (fl.), Rodríguez 06408 (duplicados LAGU, MO); La Libertad. Municipio
Antiguo Cuscatlán, Jardín Botánico La Laguna, Zona 7, 23 febrero 1984,
Berendsohn 00002 (duplicados LAGU, MO), Área Urbana del Plan de La
Laguna, alrededores de la Zona 33, 22 marzo 2012 (fl.), Rodríguez, Galán y
Valle 02689 (duplicado LAGU); Mpio. Colón, Ctón. El Capulín, Col. Jardines
de Colón, Calle Los Mangos, Pol. 29 #17, 12 febrero 2012, Galán 1186
(duplicados LAGU, MHES); San Salvador. Mpio. San Salvador. Parque Saburo
Hirao, Jardines aledaños a las colecciones de Historia Natural del Museo
de Historia Natural de El Salvador, 22 marzo 2019, Elías 00004 (duplicado
MHES), (Fig. 2).
Plumbago zeylanica L. (Fig. 4)
Sinonimia: Plumbago scandens L.
Nombres comunes locales: gualcochile, chabac
Hierbas o subarbustos escandentes de 1 a 2 m. Hojas ovadas a elípticas,
obtusas, acuminadas o agudas; pecíolo auriculado en la base. Inflorescencias
ramificadas, en racimos terminales con ejes glabros y brácteas con casi 4 mm,
en forma de lanza y acuminadas. Flores subsésiles. Cáliz de 10 a 12 mm, glabro,
con 10 costillas llevando glándulas pediceladas a todo lo largo. Corola de 20 a
30 mm con tono blanca.
10
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 3. Inflorescencias de P. auriculata.
11
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 4. Inflorescencias de P. zeylanica
12
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Agradecimientos
Agradezco al personal del Herbario del Museo de Historia Natural de El
Salvador (MHES) por su amabilidad en la búsqueda de la especie en sus
colecciones y a Leonel Delgado guardaparque del Ministerio de Ambiente y
Recursos Naturales (MARN) por la fotografía de Limonium sinuatum.
Bibliografía
Edmondson, J.R. 2009. PLUMBAGINACEAE. Pp. 570-571 in G. Davidse,
M. Sousa S., S. Knapp, F. Chiang & F.R. Barrie. Flora Mesoamericana. 4(1).
Missouri Botanical Garden, St. Louis, Missouri, USA
Grayum, M.H. 2014. PLUMBAGINACEAE. Pp. 330-331. in B.E.Hamel,
M.H.Grayum, MANUAL DE PLANTAS DE COSTA RICA VOL. VII.,
DICOTILEDONEAS (PICRAMNAIACEAE-RUTACEAE), Monogr.
Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 129. Missouri Botanical Garden, St. Louis,
Missouri, USA
Guzmán, D.J. (s.f.) ESPECIES UTILES DE LA FLORA SALVADOREÑA.
Pag. 388-389. Segunda Edición. Imprenta Nacional, San Salvador, El
Salvador, C.A.
Guzmán, D.J. (1975) ESPECIES UTILES DE LA FLORA SALVADOREÑA.
Pag. 612. Tercera Edición. Ministerio de Educación, Dirección de
Publicaciones, San Salvador, El Salvador, Centro América.
Luteyn, J.L. 2001. PLUMBAGINACEAE. Pp. 1985-1986 in W.D. Stevens,
Carmen Ulloa Ulloa, A. Pool y O.M. Montiel. Flora de Nicaragua, Monogr.
Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 85(3). Missouri Botanical Garden, St. Louis,
Missouri, USA
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) 2011. Mapa de
los Ecosistemas de El Salvador, Actualización- enero 2011.
Rueda, R.M., Coronado, I. y Holt, S. 2009. in FLORULA DE LA RESERVA
NATURAL NICARAGUA. Pág. 234. Colección Cultural de Centro
América Serie Geográfica y Naturalista No. 5. Nicaragua
Standley, P.C. y Williams, L.O. 1966. PLUMBAGINACEAE. Pp. 207-210 in
Flora of Guatemala. VIII (2). Fieldiana 24. Field Museum of Natural
History, Chicago, USA
13
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
14
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
15
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Vamos viajando por llanos arenosos y pedregosos. Cruzando lechos secos de
ríos que, en algún momento del año llevarán agua para los sedientos habitantes,
si los cielos se conmueven. Vemos un cerco de ramas protegiendo a un pozo
excavado en su lecho, de donde extraen el agua que generosamente les brinda.
Estamos pasando por donde proliferan esos mágicos, centenarios y tan
especiales árboles que me emocionan hasta las lágrimas por su grandiosidad,
y me hacen recordar con ternura a “El Principito”, de Saint Exupery: los
Baobabs, una de cuyas variedades, el Adansonia digitata, abunda en estos lugares.
Para rodear sus enormes troncos hacen falta varias personas, parecen estar
formados por otros más pequeños, reunidos en un eterno y apretado abrazo.
Sus frutos tienen varios usos, algunos de ellos medicinales.
16
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
De pronto, llegamos a un pequeño poblado, con toscas casas con forma de
iglú, hechas con ramas, y cubiertas con pieles de animales o corteza de árboles,
es de los Bosquimanos (de los pocos que están en la zona del lago Eyasi,
pues la mayoría están al sur del continente. Su cultura está deteriorada, han
abandonado bastante sus milenarias tradiciones, para vivir casi exclusivamente
del turismo. ¡Qué tristeza! A este pueblo de la etnia San (extraños o vagabundos)
los primeros colonos holandeses los llamaron “boschjesman” (hombres de los
bosques).
Hace ya 20.000 años habitaban las tierras del sur de África, y en Tanzania,
hace unos 10.000. Son el pueblo más antiguo que aún existe. Quedan unos
3000 en esta zona de Tanzania, que a veces se desplazan hacia los montes del
Ngorongoro. Al arribar, vemos a un grupo de hombres, vestidos con pieles
de Babuino y pantaloncitos cortos, influencia de algún misionero, reunidos
alrededor de un fuego, que encienden rotando un palito en el hueco de una
madera. Fumaban unas pequeñas pipas, cuyo contenido les hacía toser. Detrás,
apoyados en el tronco de un árbol, los arcos y las flechas. Al querer mirarlas de
cerca, me advierten que tenga cuidado, porque algunas están envenenadas. Un
poco más alejadas, las mujeres con los niños, y, solitario, el jefe…
17
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
18
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Son amables y sonríen mucho. Nos hacen oír un instrumento de una sola
cuerda, tocado como el violín, y luego nos invitan a acompañarlos en una
cacería. Ahí llegó el momento del asombro. ¡Tienen una increíble puntería! A
15 metros, le acertaron a una avecita. ¡Y a unos 5 m, a un ratón que se escurría
para escapar! Supe que son cazadores y recolectores (Compartieron conmigo
semillas del fruto del baobab, que abrieron de un machetazo). Cuando se les
acaban lo que puedan encontrar, cambian de lugar. Obviamente no cultivan.
Son de estatura pequeña. Se agrupan en clanes, con un jefe que debe haberse
destacado en algo.
Para el turista, tenían artesanías tales como tallas en madera, y unas muñecas
de tela, en las que destaca el tamaño de los senos. Conversando a través del
guía, llama la atención el sonido de su lengua, como con chasquidos. No tiene
escritura. Como despedida, quisieron que participáramos en tiro con arco,
tratando de atinar a un tronco. Yo, particularmente, practiqué Arquería. ¡Pero,
les juro que no pude tensar ese arco en absoluto!
19
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
20
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Me despedí de ellos con cierta congoja en el corazón. ¿Cuánto tiempo más sobrevivirán sin ser desplazados por mezquinos intereses? ¿Y sin caer bajo las nefastas
influencias del alcohol que les proporcionen los turistas? ¿En qué punto habrá sido bueno para ellos ese contacto con gente de otros lados, y el empezar a saber
de la existencia del dinero? El tiempo lo dirá…
21
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Labiomaxillar complex
Olympus m1 mii / ultra rail mini MJKZZ.
de / Tamron SP 90 / MITUTOYO SL 50
x / DIY LED / difusor de bricolaje 404
cuadros @ 0.7 um 1/50 ISO 200
Locación: Deutschland/ Alemania
Fotografie/ Fotografía: John-Oliver Dum
22
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Mitos y realidades de la fauna
silvestre de El Salvador
Manuel Alberto Cortez M.
Médico Veterinario Zootecnista
Especialista en Rehabilitación de Fauna Silvestre
23
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
En el folklore salvadoreño se conocen diversos mitos y muchos de ellos tienen
que ver con la fauna, para los cuales en muchos casos se ve comprometida
la vida del animal. Con frecuencia muchas especies son atacadas hasta el
punto de ocasionarles la muerte de manera injustificada, poniendo en riesgo
sus poblaciones en zonas de baja densidad de individuos, por lo que en esta
ocasión tocaremos algunos de los mitos comunes que se conocen y se aclararan
las dudas en torno a estos con el fin de romperlos y salvaguardar la fauna.
Mito
Se dice que, los puercoespines, Sphiggurus F. Cuvier, 1825, (Fig. 1), arrojan sus
espinas.
Realidad
Realmente no poseen un mecanismo muscular que le permita arrojar sus
espinas, solamente cuando de manera directa se tiene contacto con las agujas
del puercoespín estas pueden clavarse en el cuerpo del animal o persona.
Mito
Se cree que, la saliva de los osos hormigueros, Myrmecophagidae Linnaeus,
1758, (Fig. 2) ,es venenosa o puede convertirte en piedra.
Realidad
Los osos hormigueros en ocasiones salivan en exceso al momento de estar
estresados, no tienen glándulas de veneno y definitivamente no pueden
convertir a una persona en piedra.
Mito
Hacer un collar con el pene, os penis o hueso peneano de un mapache, Procyon
Storr, 1780, (Fig. 3), hace que cualquier hombre se convierta en un semental o
“Don Juan” y ninguna mujer podrá resistirse a sus encantos.
Realidad
Ningún hueso, sangre, carne, o parte del cuerpo de algún animal pueden
ocasionar un efecto de “Don Juan” en un hombre.
24
Figura 1. Sphiggurus Sp. Fotografía: Miguel Ángel Merino Martínez, El Salvador.
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 2. Myrmecophagidae, oso hormiguero, Tamandua mexicana Linnaeus, 1758, Fotografía: Manuel Cortez, El Salvador.
25
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 3. Mapache, Procyon lotor (Linnaeus, 1758), Fotografía: Néstor Omar Herrera, El Salvador.
26
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Mito
Dicen que, el canto de las auroras, Glaucidium brasilianum (Gmelin,1788),
(Fig. 4) anuncian la muerte.
Realidad
La manera más común de las aves de comunicarse es a través de cantos, ya sea
para atraer pareja, por motivos sociales, advertencia de un depredador, entre
otras. En países donde no está presente dicha ave muchas personas mueren sin
necesidad que una aurora cante cerca de sus ventanas.
Mito
Algunas personas creen que, las lechuzas, Strigiformes Wagler, 1830, (Fig. 5),
son brujos o brujas transformados.
Realidad
Las lechuzas son aves rapaces nocturnas, ayudan a controlar poblaciones de
roedores que pueden afectar los cultivos y los bienes de los seres humanos,
además de alimentarse de otros animales como pequeños mamíferos y aves.
Figura 4. Aurora, Glaucidium brasilianum (Gmelin, 1788), Fotografia: Vladlen Henríquez, El Salvador.
Mito
Se cree que, las serpientes son la representación del diablo, atraen a los rayos
en las tormentas y traen mala suerte a las personas.
Realidad
Las serpientes son animales controladores de poblaciones de ratas y ratones
que pueden llegar a dañar la economía y la salud de los seres humanos, no
existen pruebas de que atraigan rayos.
Mito
Algunos creen que, los corales, Micrurus ssp. (Fig. 6) y falsos corales, Lampropeltis
triangulum (Fig. 7) muerden las ubres de las vacas o los senos de las mujeres
lactantes mientras duermen para alimentarse de su leche.
Realidad
Los corales son animales reptiles, no toman leche, ellos se alimentan de
pequeñas serpientes, anfibios, roedores y lagartijas. No existen pruebas de
mujeres que se hayan presentado al sistema médico con mordeduras o chupetes
de culebras en sus senos por el mito descrito.
Figura 5. Lechuza de campanario, Tyto alba (Gmelin, 1788), Fotografia: Vicente Picó, Argentina.
27
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 6. Micrurus nigrocinctus, coral verdadero. Fotografía: Melissa Rodríguez, El Salvador.
28
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 7. Lampropeltis triangulum, falso coral. Fotografía: Vladlen Henríquez.
29
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Mitos
Solamente 3 especies de murciélagos se alimentan de sangre de las cuales
solamente el vampiro común (Desmodus rotundus) puede alimentarse de
sangre humana, lo cual es muy raro y los otros dos restantes se alimentan
exclusivamente de sangre de animales. el resto de los murciélagos del mundo
(un aproximado de 1,200 especies) pueden consumir dependiendo su tipo de
alimentación peces, roedores, ranas, insectos, frutas, néctar de flores etc. Los
murciélagos tienen un papel muy importante en el control de poblaciones de
insectos y sabandijas y a su vez ayudan a polinizar las plantas.
Se cree que, los murciélagos, (Fig. 8) son ciegos, se alimentan de sangre, les
gusta enredarse en tu cabello.
Realidad
Los murciélagos tiene una visión muy diferente a la del ser humano y es en
algunas especies un tanto limitada, por lo que desarrollaron un sistema llamado
ecolocalización, que les permite volar y evitar chocar con algún objeto, esto se
aplica para murciélagos insectívoros ya que los murciélagos frugívoros tienen
ojos grandes porque los ocupan para ver la fruta, saber si esta lista o no para
su consumo. Definitivamente no buscan enredarse en tu cabello si chocan
contigo es por un simple accidente, generalmente pueden ser juveniles que
están aprendiendo a volar.
Figura 8. Uroderma bilobatum, Murciélago frujivoro. Fotografía: Luis Pineda, El Salvador.
30
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Mito
Hay quienes creen que, los cantiles, Gonatodes albogularis, Duméril y Bibron,
1836, (Fig. 9), son venenosos y arrojan “leche” de su boca.
Realidad
Los “cantiles” se alimentan de pequeños insectos, no son animales venenosos
ni arrojan ningún tipo de sustancia de sus bocas. En El Salvador no hay ningún
tipo de lagartija venenosa.
Mito
Se dice que, cuando las personas en zonas rurales defecan al aire libre deben
tener cuidado pues una “serpiente tepelcua” Dermophis mexicanus, (Fig. 10),
podría introducirse en su ano y que para poder expulsarla se debe beber leche
o hacer “asientos” en leche tibia.
Realidad
Figura 9. Uroderma bilobatum, Cantíl. Fotografía: Nelsy Hernández, El Salvador.
Las “Tepelcuas” no son serpientes, ni reptiles son anfibios de la familia
Dermophiidae y son de hábitos subterráneos por lo que realmente donde
prefieren estar ya que es su hábitat natural y no dentro de un ser humano. Las
tepelcuas son importantes para el buen mantenimiento del suelo pues son
controladores de ciertos animales que dañan las raíces de las plantas.
Mito
Se dice que, los sapos “tiran” leche.
Realidad
Algunas especies de anuros, sapos, (Fig. 11) segregan una sustancia lechosa
que posee bufotoxinas las cuales pueden ser letales para algunos animales
como los perros por ejemplo cuando estos se alimentan o mascan a los sapos.
Sin embargo, esta toxina no podría matar a una persona solo es un mecanismo
de defensa para los depredadores.
Mito
Se cree que si una “casampulga” o viuda negra (Latrodectus mactans) (Fig. 12)
te muerde debes preparar una bebida (horchata) con las heces fecales de la
persona afectada por la mordedura para salvar su vida.
Realidad
La picadura de una casampulga puede llegar a ser muy riesgosa ya que su
veneno es neurotóxico por lo que deberá ser trasladado a un centro asistencial
para recibir el antídoto y tratamiento médico adecuado.
Figura 10. Dermophis mexicanus, “Tepelcua”. Fotografía: Vladlen Henríquez, El Salvador.
31
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 11. Rhinella marina, Sapo. Fotografía: Vladlen Henríquez, El Salvador.
32
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 12. Latrodectus mactans, casampulga” o viuda negra. Fotografía: Antonio Tosto, República Dominicana
33
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
34
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Contribuciones al inventario de aves del bosque pino-roble del
Parque Nacional Montecristo, Metapán, Santa Ana, El Salvador
Néstor Herrera
Compañeros en Vuelo El Salvador
Correo electrónico: herrera.nestor@gmail.com
Resumen
Abstract
El Parque Nacional Montecristo es una de las primeras áreas protegidas
establecidas en El Salvador, la cual alberga una avifauna representativa de los
bosques nubosos y pino-roble del núcleo mesoamericano. En este estudio se
presentan resultados del esfuerzo de inventario en un periodo de ocho meses
durante la estación no reproductora entre octubre 2003 a mayo 2004, en un total
de 57 días de campo utilizando cuatro métodos: establecimiento de una estación
de redes de neblina para la captura y toma de datos; detección en transectos
mediante búsquedas intensivas; captura y colecta de especímenes y el registro
de especies por observaciones libres. Se registraron 21 especies nuevas para el
Parque y dos nuevas para El Salvador (Periquito Barrado, Bolborhynchus lineola
y Vaquero Gigante, Molothrus oryzivora), incluyendo la primera documentación
del Chipe Caridorado, (Setophaga chrysoparia). El inventario registró la cantidad
de 167 especies de bosque pino-roble incluyendo vegetación de transición
a bosque nebuloso y/o bosque latifoliado subperennifolio. La mayoría de
los individuos capturados fueron especies residentes (253), mientras que 76
individuos fueron migratorios. En los transectos se registraron 79 especies,
siendo necesario un mayor esfuerzo para definir como completo el inventario,
índices de riqueza estiman entre 80 a 208 especies presentes en bosque pinoroble. Se ha generado información biológica para 26 especies.
Montecristo National Park is one of the first protected areas established in El
Salvador, which is home to a birdlife representative of the cloud and pine-oak
forests of the Mesoamerican nucleus. In this study, results of the inventory
effort are presented in an eight-month period during the non-breeding season
between October 2003 and May 2004, in a total of 57 field days using four
methods: establishment of a nets station for data capture and collection;
detection in transects through intensive searches; capture and collection
of specimens and the registration of species by free observations. 21 new
species were registered for the Park and two new ones for El Salvador (Barred
Parakeet Bolborhynchus lineola y Giant Cowbird Molothrus oryzivora) including the
first documentation of Golden-cheeked Warbler (Setophaga chrysoparia). The
inventory recorded the amount of 167 species of pine-oak forest including
transition vegetation to cloud forest and / or dry broadleaf forest. The majority
of the individuals captured were resident species (253), while 76 individuals
were migratory. In the transects 79 species were registered, being necessary
a greater effort to define as complete the inventory, wealth indexes estimate
between 80 to 208 species present in pine-oak forest. Biological information
had been generated for 26 species.
Key words: birds, pine-oak forest, Montecristo, protected areas, Metapan
Palabras clave: Aves, Bosque Pino-Roble, Montecristo, Áreas Protegidas,
Metapán
35
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Introducción
(Komar 2000) y se ha documentado la riqueza de especies para cada formación
vegetal, principalmente bosque nuboso, bosque pino-roble y plantaciones
de ciprés (Komar 2002). Pero muchos otros trabajos que se han realizado
en los últimos quince años no se han dado a conocer o permanecen como
publicaciones grises.
Área de estudio
El Parque Nacional Montecristo, está ubicado en el cantón San José Ingenio,
Metapán, departamento de Santa Ana, El Salvador, la tenencia es estatal
con una extensión de 1973 ha. Está ubicado dentro de la cordillera norte
Alotepeque -Metapán, compuesta por tres grandes grupos de montañas altas y
fuertemente diseccionadas y orientados de oeste a este en dirección paralela a la
costa (MARN 2004a) (Fig. 1). Las elevaciones principales son Montecristo o El
Trifinio (2418 msnm), donde concurren las fronteras de Guatemala, Honduras
y El Salvador, cerro Miramundo (2300 msnm), y cerro El Brujo (2000 msnm).
El rango altitudinal del Parque comprende de 800 hasta los 2418 msnm,
dividiéndose en cuatro pisos altitudinales definidos por comunidades vegetales,
de 800 a 1,000 msnm acontece la vegetación semidecidua tropical, entre 1000
y 1900 msnm la comunidad de pino-roble, liquidámbar, el bosque nuboso
ocurre entre los 2000 y los 2350 msnm, arriba de esa altitud y hasta los 2418
msnm, el bosque es reemplazado por vegetación arbustiva y herbácea (MARN
2004). El Parque es parte de la Reserva de la Biósfera Trifinio Fraternidad, un
área que comprende Guatemala, Honduras y El Salvador sobre el macizo de
Montecristo (Herrera et al. 1998).
Entre octubre 2003 a mayo 2004 se realizó un inventario de aves del bosque
de pino-roble con énfasis en la estación no reproductiva, incluyendo fuertes
esfuerzos en febrero, marzo y abril, cuando existe presencia de aves migratorias.
El inventario incluyó la recolecta de especímenes para documentar la
taxonomía de las aves de El Salvador, obtener información de la biología de las
especies y generar material de referencia para estudios más amplios. El material
recolectado fue depositado en el Museo de Historia Natural de la Universidad
de Kansas y en el Museo de Historia Natural de El Salvador.
Incluye las zonas de vida Bosque Húmedo Subtropical (fresco) y el Bosque
Muy Húmedo Montano Bajo Subtropical (Holdridge 1978), la vegetación
presente es bosque subperennifolio, bosques de pino, pino-roble y nuboso, se
caracteriza por su diversidad de orquídeas a nivel nacional; árboles y muchas
nuevas especies para la ciencia botánica, como pata de palomo (Quetzalia
reynae Lundell), majagua (Hampea reynae Fryxell), siete pellejos (Zinoweiwia
cuneifolia Lundell), se conocen cerca de 216 especies de plantas medicinales,
es considerado uno de los sitios con mayor biodiversidad del país (Reyna et al.
1996).
Los bosques nubosos y pino-roble en las alturas del macizo Montecristo
están totalmente aislados de otros bosques similares. Además del aislamiento
vegetacional, las zonas bajas son altamente pobladas por seres humanos, y
transformadas de su estado original para usos agrícolas. Como resultado
cientos o miles de especies de flora y fauna tienen poblaciones aisladas, este
aislamiento hace vulnerable a estas especies, igualmente da una importancia
adicional en su papel de refugio de biodiversidad (Komar et al. 2005). Esta
condición lo ha hecho objeto de un considerable número de investigaciones.
En el caso de las aves, se ha preparado la lista de aves del Parque Montecristo
Figura 1. Ubicación del Parque Nacional Montecristo, Metapán, Santa Ana, El Salvador.
36
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Metodología
las cercanías del casco de San José Ingenios (1090 msnm), para un total de
15 km. Se dividió dicha calle en fragmentos que fueron recorridos durante
cuatro horas cada día, deteniéndose frecuentemente cada 10 min. Todas las
aves escuchadas o vistas fueron registradas, excepto aquellas que volaban sobre
el sitio y no estaban ocupando el hábitat.
Se realizaron cuatro esfuerzos principales, con un determinado tiempo de
observación y toma de datos de la siguiente manera:
1. Establecimiento de una estación de monitoreo de aves.
Se estableció una estación con 16 redes de neblina (12 x 2.5 m, 36 mm de
apertura), ubicada a 500 m al noreste de la cabaña científica, en una transición
de bosque pino-encino a 1,900 msnm. Las redes fueron operadas durante tres
días, 11 horas/día cuando las condiciones meteorológicas lo permitieron, entre
noviembre 2003 hasta abril 2004. Las aves capturadas fueron identificadas,
medidas, anilladas y luego puestas en libertad. Las redes se operaron durante
un total de 24 días, totalizando 1,973 horas/red.
El recorrido se inició en las primeras horas, documentando las especies
ocurrentes a lo largo del transecto, dividiéndose en horas de observación
(rango 06:00–10:00 horas), de esta manera se obtienen datos independientes a
lo largo del trayecto. La detección se hizo mediante reconocimiento de cantos
y llamadas de las especies, así como por observaciones. En todos los casos se
anotó el número de individuos de cada especie.
Los datos obtenidos fueron procesados para obtener curvas de acumulación
a fin de determinar si el inventario estaba completo, para ello se corrigieron
los datos, utilizándose EstimateS (Versión 7.00, R. K. Colwell: http://viceroy.
eeb.uconn.edu/estimates). Este programa proveyó una curva randomizada de
acumulación de especies, además de una serie de estimaciones de riqueza de
especies basado en índices como Chao 1 (Colwell 2004).
2. Captura y recolecta de especímenes
Esta actividad incluyó trabajo de campo del 9 al 22 de febrero y del 13 al 20 de
abril, para un total de 22 días en el campo. En febrero se realizaron recolectas
en la finca Los Conacastes, cantón El Limo, al costado oeste del Parque, una
propiedad privada de 160 ha de extensión ubicada entre 1100 a 1800 msnm. La
permanencia en la finca fue del 9 al 11 de febrero. Luego del 12 de febrero al
22 se establecieron operaciones desde el Casco Colonial de San José Ingenios
(870 msnm) dentro del Parque Nacional Montecristo, movilizándose desde
este sitio a las zonas de captura con redes de neblina, en cinco estaciones
de captura: Sendero Pioneros de la Naturaleza, La Finquita, Torre control de
incendios, Las Casitas y Los Planes.
En febrero y durante la ejecución del trabajo de campo en general, existieron
fuertes vientos intermitentes escala 6 de Beaufort, con temperaturas de 15 grados
centígrados. Estas condiciones generaron bajos niveles de detectabilidad, por
tal razón no se realizaron transectos, porque no lo permitieron las condiciones
meteorológicas.
4. Visitas con observaciones no estandarizadas
En abril las operaciones se llevaron a cabo en el sector Los Planes de Montecristo
(1,850 msnm), principalmente en la cabaña científica y/o en la zona de acampar
número dos. Las estaciones de captura fueron: calle antiguo aserradero, zona de
acampar tres y sendero al Trifinio (Los Planes). Se utilizaron redes de neblina
(12 x 2.5 m, 36 mm de apertura), 15-20 redes por día, permaneciendo abiertas
8 h por día, desde las 06:00 hasta las 17:00 h.
Se llevaron a cabo observaciones no estandarizadas en todas las visitas al
parque, durante la ejecución de las actividades anteriormente descritas, pero
adicionalmente se dedicaron siete días mientras se realizaba la maratón de Aves
(25–26 de octubre 2003), un taller de entrenamiento en ornitología (16–19 de
diciembre 2003) y una visita a la finca Los Conacastes (29 de mayo 2004).
En todas las oportunidades, se tomó nota de las especies de aves ocurrentes
en los diversos sitios, principalmente aquellas encontradas al trasladarse de un
sitio de redes a otro o en observatorio permanentes o de manera casual. Se
incluyen observaciones hechas por Oliver Komar, ex-Director del Programa
de Ciencias para la Conservación de SalvaNATURA, Mark Robbins y Arpad
Nyari del Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas. Se usan
nombres comunes de las especies de acuerdo a Howell y Webb (1995) y
nombres locales según se indique.
El número de horas red en febrero fue de 1,486 y en abril fue de 723.25, para
un total de 2209.25 hr/red. Las redes fueron colocadas en bosque pino-roble,
en febrero entre 900 a 1400 msnm y entre 1850 a 2050 msnm, mientras que,
en abril, se colocaron entre 1800 a 2000 msnm, en cada sitio se colocaron en
estaciones distintas y equidistantes.
3. Transectos para la estimación de la diversidad de aves
Esta actividad se realizó del 16 al 19 de marzo. Los conteos se realizaron
caminando despacio a lo largo de la calle de Los Planes (1800 msnm), hasta
37
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
La documentación se basó en toma de fotografías, grabaciones de cantos o
llamadas y/o la recolecta de especímenes, según el caso. La mayor parte del
material fotográfico quedó depositado en el Programa de Ciencias, mientras
que las aves colectadas fueron preparadas como pieles de estudio y depositadas
en museos.
Cuadro 1. Nuevas especies registradas para el Parque Nacional Montecristo inventario en la estación
no reproductora (octubre 2003-mayo 2004) en bosque pino-roble.
Las observaciones realizadas en el año 2004, se han complementado con
comentarios posteriores ocurridos durante los años 2009 a 2013, así como
con otros documentos generados después del año 2004, a fin de fortalecer la
discusión del estado de conservación de las especies de aves del bosque pinoroble.
Resultados y discusión
El esfuerzo de inventario documentó la cantidad de 167 especies de bosque
pino-roble y sitios adyacentes, como vegetación de transición a nuboso y/o
bosque latifoliado subperennifolio. Un mayor énfasis se realizó en bosque
pino-roble.
Se documentó el registro de 21 nuevas especies para el Parque, entre estas:
Aguililla Negra Menor (Buteogallus anthracinus), Periquito Barrado (Bolborhynchus
lineola), Tecolote Bigotudo (Megascops trichopsis), Picolargo Coroniazul
(Heliomaster longirostris), Mosquero vientre-ocre (Mionectes oleagineus), Pibí
Occidental (Contopus sordidulus), Pibí Oriental (Contopus virens), Mosquero
Mínimo (Empidonax minimus), Mosquero de Hammond (Empidonax hammondii),
Tirano Viajero (Tyrannus verticalis), Golondrina Ranchera (Hirundo rustica),
Chipe Flanquicastaño (Setophaga pensylvanica), Chipe Caridorado (Setophaga
chrysoparia), Chipe Cabeciamarillo (Setophaga occidentalis), Chipe Gorjiamarillo
(Setophaga dominica), Chipe de Kentucky (Geothlypis formosa), Chipe Roquero
(Basileuterus lachrymosus), Colorín Azulnegro (Cyanocompsa parellina), Vaquero
Gigante (Molothrus oryzivorus), Oropéndola Cabecicastaña (Psarocolius wagleri) y
Piquituerto Rojo (Loxia curvirostra). (Cuadro 1)
a. Estación de monitoreo de aves
Se capturó 329 individuos de 38 especies. La mayoría fueron residentes
(253), mientras que 76 fueron migratorias. El 26.44% de las capturas fueron
de Chichinero Común (Chlorospingus flavopectus), el 8.21% fue Colibrí-serrano
Gorjiverde (Lampornis viridipallens), (Fig. 2) y 5.78% el Mosquero Amarillento
(Empidonax flavescens), mientras que las migratorias más capturadas fueron
Zorzalito de Swainson (Catharus ustulatus) 5.47%; Chipe de Wilson (Cardelina
pusilla)4.56%; Chipe de Townsend (Setophaga townsendi) 3.04% y Chipe
Dorsiverde (Setophaga virens) 2.74%, (Fig. 3).
Dos representaron ser nuevas especies para El Salvador Periquito Barrado (B.
lineola) y Vaquero Gigante (M. oryzivorus).
Cinco especies sólo fueron capturadas en la estación de redes cercana a la
cabaña científica Colibrí Magnífico (Eugenes fulgens), Paloma-perdíz Cariblanca
(Geotrygon albifacies), Tangara Dorsirarrayada (Piranga bidentata), Trogon Collarejo
(Trogon collaris) y Vireo de Filadelfia (Vireo philadelphicus).
38
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
b. Captura y recolecta de especímenes
Se capturó un total de 405 aves, 234 de estas fueron recolectadas. El total de
especies capturadas fue de 66. Las especies más abundantes en las capturas en
ambas fechas fueron Chipe de Wilson (Cardelina pusilla) 12%; Pavito Aliblanco
(Myioborus miniatus) 7%; Chipe Suelero Coronado (Seirus aurocapilla) y Chipe
Dorsiverde (S. virens, ) 5%; Chipe Gorrirrufo (Basileupterus rufifrons) 4%;
Guardabarranco (Myadestes occidentalis) 4%; Zorzalito de Swainson (C. ustulatus);
Chichinero Común (Chlorospingus flavopectus) 3%.
27 especies sólo fueron registradas en las capturas de redes en febrero y ocho
sólo fueron capturados en abril: Copetón Triste (Myiarchus tuberculifer), (Fig. 4);
Saltón Nuquiblanco (Atlapetes albinucha); Chipe de Tolmie (Geothlypis tolmiei)
(Fig. 5); Golondrina Gorrinegra (Notiochelidon pileata); Vireo Gorripardo (Vireo
leucophrys); Chipe Ocotero (Peucedramus taeniatus); Elenia Serrana (Elaenia frantzii)
y Reinita de Magnolia (Setophaga magnolia).
Figura 2. Colibrí-serrano Gorjiverde (Lampornis viridipallens).
Figura 4. Copetón Triste, Myiarchus tuberculifer.
Figura 3. Chipe Dorsiverde (Setophaga virens).
39
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
c. Transectos para la estimación de la diversidad de aves
70
Un total de trece horas de muestreo registraron 79 especies (61 residentes,
16 migratorias). Las curvas de acumulación indican que se necesita un mayor
esfuerzo para completar el inventario (Figs. 6 y 7). La mayoría de los estimadores
aplicados para especies migratorias estiman que habrá entre 16 y 50 presentes y
para especies residentes sugieren que hay entre 61 y 208 (Cuadro 2).
No. de especies
60
50
40
30
20
10
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Horas de esfuerzo
Figura 6. Curva de acumulación de especies residentes detectadas en los transectos.
18
16
No. de especies
14
Figura 5. Chipe de Tolmie, Geothlypis tolmiei.
Cuadro 2. Valores de riqueza de especies
con base a los resultados de los transectos.
12
10
8
6
4
2
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
Horas de esfuerzo
Figura 7. Curva de acumulación de especies migratorias detectadas en los transectos
40
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Las especies residentes con mayores valores de abundancia relativa fueron
Chara (Cyanocorax melanocyaneus), (Fig. 8 ); Paloma Arroyera (Leptotila verreauxi);
Copetón Triste (M. tuberculifer) y Bolsero Dorsidorado (Icterus chrysater). Mientras
que las especies migratorias Chipe Dorsiverde (S. virens) y Chipe de Townsend
(Setophaga townsendi) (Fig. 9), presentaron los mayores valores.
encontró el 22 de enero de 2009 entre el kilómetro 15 y 16, en la carretera que
del Casco Colonial conduce al sector conocido como Los Planes.
Periquito Barrado, Bolborhynchus lineola
Komar escuchó una pareja sobrevolando el bosque nebuloso a 2,200 msnm el
26 de octubre 2003. Existen varios registros después de esa fecha, incluyendo
el 16 de octubre de 2010, una bandada observada pasando sobre el sector El
Plan de los Helechos. Este es un nuevo registro para El Salvador, actualmente
solo se ha registrado en el parque Montecristo.
Las especies con menor representación fueron Zorzalito Piquinaranja (Catharus
aurantiirostris), Chipe Gorgiamarillo (Setophaga dominica), Aguililla Aura (Buteo
albonotatus) (Fig. 10) y Chipe Cejiblanco (Oreothlypis superciliosa). 21 especies sólo
fueron registradas en los transectos de marzo.
Lora Frentiblanco, Amazona albifrons
Parejas reproductoras fueron registradas en febrero, un nido activo se encontró
en la zona de Las Casitas (1300 msnm) y otro en las inmediaciones de la
torre de control de incendios (1400 msnm). La zona de la torre parece ser su
límite altitudinal (1450 msnm). Grupos de nueve a quince ejemplares fueron
registrados, entrando y saliendo del parque, hay un dormidero en la zona de
pluma de ingreso, en El Cóbano. Se observó que se alimentan de bellotas de
Quercus peduncularis (Trel).
d. Observaciones no estandarizadas
Durante la estadía se obtuvieron observaciones importantes a cerca de la avifauna
del Parque, como el registro de anidación de Aguililla Negra Menor (Buteogallus
anthracinus), (Fig. 11), Aguililla Colicorta (Buteo brachyurus) (Fig. 12), Cotorra
Frente Blanca (Amazona albifrons) y Colibrí Orejiblanco (Hylacharis leucotis); la
depredación de Plátano Asado (Piaya cayana) sobre Chipe Peregrino (Leiothlypis
peregrina) (Fig. 13), estando esta última atrapada en una red; la asociación de hasta
siete individuos de Carpintero Arlequín (Melanerpes formicivorus) para dormir
juntos en el mismo árbol (n=5) y la alimentación de Clorofonia Coroniazul
(Chlorophonia occipitalis) en frutos de muérdago (Lorantaceaea), entre otras.
Comentarios para cada especie se detallan a continuación:
Tecolote Bigotudo, Megascops trichopsis
Un espécimen fue recolectado en la finca Los Conacastes (1100 msnm) el
10 de febrero. Uno más fue escuchado el 17 de marzo en la torre de control
de incendios (1400 msnm). Este es el primer registro de esta especie para el
departamento de Santa Ana.
Aguililla Negra Menor, Buteogallus anthracinus
Una pareja construyendo un nido fue observada del 13 al 15 de febrero. M.
Rivas y E. Martínez observaron que un adulto llevó alimento la mañana del 14
de febrero y por las tardes llevó material consistente en ramas de pino. El nido
se ubicaba a 150 m debajo de la torre de control de incendios, en un árbol de
pino ubicado sobre un risco (aproximadamente 1350 msnm), en el borde de
una quebrada. Este es el primer registro de anidación y de esta especie para el
Parque.
Picolargo Coroniazul, Heliomaster longirostris
Una hembra fue observada alimentándose en flores de pito (Erythrina berteroana
Urb.) en las cercanías de Majaditas (1100 msnm) el 18 de marzo. Interacciones
entre Colibrí Orejiblanco (Hylocharis leucotis), Esmeralda de Canivet (Chlorostilbon
canivetii) y Colibrí Coroniazul (Amazilia cyanocephala) fueron observados, las
aves defendían las inflorescencias y aunque H. longirostris es de mayor tamaño,
fácilmente era desalojado por C. canivetii. Este es el primer registro para el
departamento de Santa Ana.
Aguililla Colicorta, Buteo brachyurus
Un adulto fase clara acarreando material para nido fue observado y documentado
con fotografías el 16 de diciembre 2003, en bosque pino-roble, 1700 msnm.
Carpintero-velloso Mayor, Picoides villosus
Especies restringida a Montecristo (Komar 2000) y Cerro El Pital (Thurber et
al. 1987). Durante el presente inventario se tuvieron frecuentes observaciones,
dos en bosque nuboso y uno en bosque pino-roble el 26 de octubre 2003;
dos machos y un individuo no determinado en Los Planes el 16 de diciembre
2003; un macho visto el 19 de marzo 2004 en Los Planes y dos machos más a
1800 msnm en abril 2004. Dos registros recientes del autor son de individuos
observados en Los Planes, el 17 de octubre del 2010 y el 30 de marzo del 2011.
Paloma-perdiz Cariblanca, Geotrygon montana
Se encontró el segundo registro de esta perdiz, anteriormente se conocía la
presencia de esta especie por un registro del 14 de mayo de 1997 para la zona
de Los Planes (N. Herrera, datos no publicados). M. Robbins encontró un
espécimen en bosque nubuso y recientemente, R. Juárez-Jovel (Com. Pers.) la
41
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Mosquero Vientre-ocre, Mionectes oleagineus
Este es un mosquero especialista de bosques, registrado solamente en la zona
occidental de El Salvador (Komar y Domínguez 2001). Un individuo fue
capturado en la estación de monitoreo (1900 msnm), cuatro fueron recolectados
en febrero y uno más en abril a 1800 msnm. Este es el primer registro para el
departamento de Santa Ana y también para el Parque Nacional Montecristo.
Esta población está geográficamente separada de las poblaciones de la cadena
volcánica costera, los individuos capturados a 1900 msnm representan un rango
de altura que está por encima del reportado anteriormente (Monroe 1968). Un
ejemplar fue anillado en bosque pino-roble, con anillo rojo número 1415 el 10
de julio de 2007 y fue recapturado en el bosque nebuloso de Montecristo, el 17
de diciembre de 2008 y el 25 de marzo 2009 (Andino y Komar 2010), lo que
demuestra migraciones al interior del parque.
Dos reportes recientes 21 marzo de 2011 y 21 octubre de 2012, confirman la
presencia de la especie en el parque.
Tirano Occidental, Tyrannus verticalis
Este es un mosquero de zonas bajas, frecuente en zonas abiertas. Registrado
previamente por Komar (2000) en la zona del casco San José Ingenios el 18
febrero de 1991. Se recolectó un individuo en la periferia del Parque, en su
límite inferior (870 msnm) entre vegetación adyacente a bosque de pino.
Golondrina Ranchera, Hirundo rustica
Especie migratoria común en zonas abiertas, humedales y zonas costeras.
Se documentó su presencia en marzo y abril, por bandadas volando en áreas
abiertas de torre de control de incendios y Majaditas.
Trepador americano, Certhia americana
Robbins escuchó uno en abril 2004 a 1800 msnm en la plantación de ciprés
(Cupressus lucitanica). Esta especie está considerada como casual, con tan sólo
tres avistamientos anteriores (Komar y Domínguez 2001). En Montecristo ha
sido registrado cantando activamente de febrero a julio (Funes et al. 2012)
Chipe Flanquicastaño, Setophaga pensylvanica
El 20 de abril, Robbins registró un macho a 1,500 msnm. Esta es una especie
transeúnte (Komar y Domínguez 2001), cuyas migraciones ocurren en las
tierras bajas del Caribe (Thurber et al. 1987). Este es el segundo registro para
El Salvador y el primero para el Parque.
Pibí Occidental, Contopus sordidulus
M. Robbins documentó con grabaciones como una especie poco común en las
partes bajas del bosque pino-roble. Esta es una especie considerado transeúnte
(Komar y Domínguez 2001).
Pibí Oriental, Contopus virens
Robbins documentó con grabaciones como una especie común en las partes
bajas del bosque pino-roble. Esta es una especie considerado transeúnte y
casual con dos avistamientos anteriores (Komar y Domínguez 2001). Robbins
registró 13 individuos el 16 de abril. Otra observación reciente fue el 16 octubre
de 2010. Es transeúnte entre los meses de abril, mayo y octubre.
Chipe Caridorado, Setophaga chrysoparia
Un macho fue visto a 1710 msnm a 25 m abajo del mirador El Anonal y
otro más a 1,550 msnm abajo del mirador El Infiernillo, ambos del 26 de
octubre 2003. Dos más fueron vistos el 16 de diciembre por E. Martínez. El
14 de febrero se observó un macho forrajeando en árboles de roble (Quercus
peduncularis Trel) en la torre de control de incendios (1,400 msnm). Andino
et al. (2008) registra dos individuos (macho y hembra) observados el 14 de
diciembre 2006, dos más el 18 de diciembre 2006 y tres individuos del 11–15
de diciembre 2007. Esta especie está amenazada a nivel global (IUCN 2004) y
es considerado un visitante regular en el bosque pino-roble y pino-encino del
Parque Montecristo (1400–1800 msnm), con presencia entre octubre a febrero.
Mosquero Mínimo, Empidonax minimus
Esta especie es un nuevo registro para el Parque. Se colectaron ocho ejemplares
entre 800 a 1300 msnm. Su estado es transeúnte, ocurriendo entre los meses
de marzo, abril y octubre.
Mosquero de Hammond, Empidonax hammondii, (Fig. 14)
Este es un mosquero especialista de bosques de las zonas altas, registrado
en El Salvador únicamente en la Cordillera Fronteriza o zona norte (Dickey
y Van Rossem 1938). Es el primer registro para el departamento de Santa
Ana. Un individuo fue escuchado el 26 de octubre 2003 en Los Planes y se
colectaron seis ejemplares en febrero (870–1400 msnm) y siete en abril (1800–
1900 msnm). Ha sido observado frecuentemente en el bosque pino-roble, por
diversos observadores, su estado se considera común.
Chipe Cabeciamarillo, Setophaga occidentalis
Se registraron un total de 14 especímenes entre octubre, febrero y marzo.
Se consideraba como vagabundo migratorio (Komar y Domínguez 2001).
Además de las documentaciones en los transectos y observaciones libres, se
observaron ejemplares en las estaciones de redes (febrero).
42
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Chipe Dorsiverde, Setophaga virens
Especie común en bosque pino-roble, siendo la especie con mayor
número de capturas en febrero (n=30); en marzo se obtuvo una frecuencia
de 4.02 individuos/hr, en abril se registraron entre 50 a 90 individuos
predominantemente machos (M. Robbins notas de campo).
Chipe Gorjiamarillo, Setophaga dominica
Considerado un vagabundo migratorio (Komar y Domínguez 2001), pero se
tienen registros de octubre, diciembre, febrero y marzo, estos datos sugieren
que ocurre en El Salvador con regularidad y no es vagabundo.
Chipe Carirrojo, Cardellina rubrifrons
Un individuo fue visto el 16 de marzo en bosque pino-roble a 1,750 msnm
y uno más a 1,810 msnm en la antigua calle al aserradero, el 19 de marzo del
2003. Se le consideraba como vagabundo migratorio (Komar y Domínguez
2001). No se conocían registros desde 1980 (Hellebuyck 1983).
Chipe Roquero, Basileuterus lachrymosus
Tres individuos fueron recolectados en febrero. Otro ejemplar fue observado
el 17 de octubre de 2010. Esta es una especie típica de bosques perennifolios y
semideciduos (Howell y Webb 1995). Este fue el primer registro para el Parque.
Vaquero Gigante, Molothrus oryzivorus
Komar observó una hembra el 29 de mayo del 2004 en la finca Los Conacastes
(1,100 msnm), junto con una colonia de oropéndolas (Psarocolius wagleri). Este
es un nuevo registro para El Salvador.
Oropendola Cabecicastaña, Psarocolius wagleri.
Komar encontró una colonia de 22 nidos el 29 de mayo del 2003. Los nidos
estaban distribuidos en dos árboles de laurel (Cordia alliodora) en medio de un
pequeño claro para agricultura, los nidos estaban en asocio con otros de Icterus
sp. Se encontraron por lo menos 12 hembras y 2 machos. Las oropéndolas
llegan a anidar en febrero, y este fue el segundo año seguido que anidaron en
este sitio. Las personas locales dicen que las oropéndolas se quedan en la zona
durante la estación no reproductora, y han visto hasta 3 dentro del Parque
Nacional Montecristo cerca de Majaditas.
Figura 8. Chara, Cyanocorax melanocyaneus.
Piquituerto Rojo, Loxia curvirostra
Nuevo registro para el Parque. Dos machos y dos hembras fueron encontrados
en las cercanías de la torre de control de incendios (1450 msnm) el 26 de
octubre. Tres más fueron vistos el 16 de diciembre en el mismo sitio. Es
considerado un vagabundo migratorio (Komar y Domínguez 2001), estos
datos sugieren que ocurre en El Salvador con regularidad y no es vagabundo.
43
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 9. Chipe de Townsend, Setophaga townsendi.
Figura 10. Aguililla Aura, Buteo albonotatus.
Figura 11. Aguililla Negra Menor, Buteogallus anthracinus.
44
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 12. Aguililla Negra Menor, Buteogallus anthracinus.
45
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Figura 13. Chipe Peregrino, Leiothlypis peregrina.
46
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Bibliografía
Agradecimientos
Se agradece el apoyo técnico en campo de los colegas Leticia Andino, Victoria
Galán, Luis Girón, Samuel López de Aquino, Esmeralda Martínez, Marvin
Rivas, Hernán Vásquez y Carlos Zaldaña. En abril, el estudio se realizó bajo
el liderazgo de Mark Robbins y Arpad Nyari del Museo de Historia Natural
de la Universidad de Kansas. Oliver Komar realizó importantes observaciones
al manuscrito y compartió registros muy importantes para enriquecer la
publicación.
Andino, L., V. Galán y O. Komar. 2008. Cuarto Informe Anual, Proyecto de
Monitoreo Permanente de Aves Terrestres, El Salvador. Noviembre 2003
a diciembre 2007. SalvaNATURA, El Salvador. 39 p.
Andino, L. y O. Komar. 2010. Sexto Informe Anual, Proyecto de Monitoreo
Permanente de Aves Terrestres, El Salvador. SalvaNATURA, El Salvador.
39 p.
Colwell, R. K. 2004. EstimateS: Statistical estimation of species richness and
shared species from samples. Version 7. User’s Guide and application published at: http://purl.oclc.org/estimates.
Se agradece a la administración del Parque Montecristo, por el apoyo y
facilidades brindadas para alojarnos en el Casco Colonial San José Ingenio, en
la Cabaña Científica, y por la colaboración en la estación de redes, así también
a los guardarecursos: Abraham Aldana, Juan José Aldana, Silvestre Carranza,
Roque Galdámez, Raúl Gutiérrez, Alejandro López Ramos, Anibal Meza
Calderón, Eduardo Orellana, Juan Pacheco Gutiérrez, Ascensión Paredes y
Eugenio Ramos. En los Planes contamos con el apoyo de Perfecto Carranza
y su familia. Se agradece el apoyo de Mario y Luis Cristiani y el personal de la
finca Los Conacastes.
Dickey, D. R. y A. J. Van Rossem. 1938. The birds of El Salvador. Chicago:
Field Mus. Nat. Hist. Zool. Ser. 23:1–609.
Funes, C., O. Bolaños y O. Komar. 2012. Breeding of the Brown Creeper
(Certhia americana) in Central America. Wilson Journal of Ornithology
124(1):177-179
Todas las actividades realizadas se ampararon en el permiso Resolución
MARN-DGPN-AIMA–03–2004 otorgado por la Dirección de Patrimonio
Natural, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Hellebuyck, V. 1983. Three new specimen records of birds for El Salvador.
Wilson Bull. 95:662-664.
El financiamiento para la realización del inventario fue gracias American Bird
Conservancy (ABC), US Fish and Wildlife Service y el Museo de Historia
Natural de la Universidad de Kansas. PRBO Conservation Science colaboró
con el establecimiento de la estación de redes permanente. Agradecemos la
colaboración de Transportes Aéreos del Continente Americano (TACA) por
la donación de los pasajes aéreos para Samuel López de Aquino.
Herrera, N., R. Rivera y R. Ibarra Portillo. 1998. Estudio de la fauna vertebrada en la reserva de la biosfera La Fraternidad (El Salvador, Guatemala y
Honduras) Informe de Consultoría. Fundación para la Conservación de
los Ecosistemas Mayas, ciudad de Guatemala.
Holdridge, L. 1978. Mapa de Zonas de Vida de El Salvador. Ministerio de
Agricultura y Ganadería, San Salvador.
Howell, S. N. G. y S. Webb. 1995. A guide to the birds of Mexico and northern
Central America. Oxford Univ. Press, New York.
IUCN 2004. 2004 IUCN Red List of Threatened Species. <www.redlist.org>.
Komar, O. 2000. Lista de las aves del Parque Nacional Montecristo, El Salvador. SalvaNATURA, San Salvador.
47
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
Komar, O. 2002. Birds of Montecristo National Park, El Salvador. Ornitología
Neotropical 13:167-193
Komar O., G. Borjas, G.A Cruz, K. Eisermann, N. Herrera, J. L. Linares, C.E.
Escobar y L. E. Girón. 2005. Evaluación Ecológica Rápida en la Propuesta Área Protegida Trinacional Montecristo en Territorio Guatemalteco y
Hondureño. Informe de Consultoría. San Salvador: SalvaNATURA Programa de Ciencias para la Conservación
Komar, O. y J. P. Domínguez. 2001. Lista de Aves de El Salvador. Fundación
Ecológica de El Salvador SALVANATURA, Serie Biodiversidad No. 1. 68
p.
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2004. Plan Especial de
Protección del Medio Físico y Natural y Catálogo de Espacios Naturales.
185 p.
Reyna, M. L. 1979. Vegetación arbórea del bosque nebuloso de Montecristo.
Tesis de licenciatura. Univ. El Salvador.
Reyna, M. L., A. Sermeño, R. Guillen, C. Abrego, N. Herrera, M. Vásquez y N.
Arriaza. 1996. Plan del sistema de áreas protegidas, zonas de amortiguamiento y corredores biológicos. Comisión Centroamericana de Ambiente
y Desarrollo (CCAD), Secretaría Ejecutiva del Medio Ambiente. San Salvador.
Thurber, W. A., J. F. Serrano, A. Sermeño y M. Benítez. 1987. Status of Uncommon and Previously Unreported Birds of El Salvador. Proceeding of
the Western Foundation of Vertebrate Zoology. Vol. 3. No. 3: 109-293.
48
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
49
ISSN 2307-0560
BIOMA Nº 53, Año 5, diciembre 2019
La naturaleza en tus manos
Toda comunicación dirigirla a:
edicionbioma@gmail.com
Páginas Web de BIOMA:
https://edicionbioma.wordpress.com
El Salvador, diciembre 2019.
Open Acces
50
ISSN 2307-0560
Descargar