Etapas de la Exposición Oral Definición: La exposición oral es la comunicación de unos contenidos ante un auditorio a partir de un esquema previo o guión. Es una práctica de gran importancia en diversos ámbitos. En el ámbito académico está presente en las explicaciones que los profesores dan en clase o en los trabajos que los alumnos comunican a sus compañeros. La exposición oral presenta una serie de rasgos peculiares: El receptor está presente en el momento de la comunicación e influye en ella mediante su actitud y sus reacciones. La exposición oral se hace ante un conjunto de oyentes que a veces pueden interrumpir al emisor para hacerle alguna pregunta o comentario. Los errores que se cometen pueden ser corregidos, pero no borrados. No debe confundirse la exposición oral con la lectura en voz alta de un texto escrito previamente. Tenemos que demostrar que dominamos el tema, que nos lo hemos preparado a conciencia y que estamos en condiciones de comunicárselo a los demás adecuadamente. FASE DE PREPARACIÓN: Para producir un texto oral formal sin duda se necesita leer para documentarse previamente y escribir el discurso que se va a producir oralmente. La característica más importante de la presentación oral es que la información se transmite una sola vez, sin que exista la posibilidad de ir hacia atrás y revisar "lo dicho". Es muy importante facilitar la comprensión al auditorio, permitirle que pierda partes de la presentación sin que esto afecte a la comprensión global y asegurarle que podrá retomar el hilo de nuestro discurso en todo momento. Decidir el objetivo (intención) de la presentación Decidir el objetivo de la presentación supone / significa decidir la modalidad textual o género discursivo a la que se ceñirá el texto que se va a producir. Normalmente las presentaciones orales se responden a la intención comunicativa y a las características de los textos expositivos (informar) o argumentativos (convencer). Delimitar el tema de la presentación Sucede, a menudo, que el profesor propone a los estudiantes un campo de estudio muy general para la exposición oral y que éstos sólo pueden elegir un tema concreto dentro de ese ámbito. Es conveniente elegir pronto el tema concreto y establecer, de manera precisa, los límites. Es necesario escoger un tema apropiado, es decir, que se ciña a las premisas que el profesor ha establecido. Es necesario elegir un tema adecuado al público que va a asistir a la presentación, que despierte su interés y que le aporte algún conocimiento. Es conveniente elegir un tema con el que ya se estemos familiarizados o despierte vivamente nuestro interés. No conviene escoger un tema demasiado amplio, no es posible cubrir todas las posibilidades que éste ofrezca en cinco minutos. Es necesario, desde el principio, establecer la idea que va a ser utilizada como hilo conductor de la presentación. Esbozar un esquema provisional Es conveniente esbozar un esquema provisional de la exposición que se irá modificando a medida que avance la investigación (pequeña investigación). En este esquema deben quedar reflejada la jerarquía de las ideas que se expondrán: ideas principales e ideas secundarias. Buscar información acerca del tema elegido Es necesario buscar información sobre el tema elegido en la biblioteca y en Internet, hablar con los profesores, con los compañeros de clase, con los familiares e identificar a las autoridades sobre el tema. Es importante seleccionar y utilizar fuentes de información variadas. Conviene prestar especial atención a aquello que es novedoso, desconocido para el auditorio y a todo aquello que pueda ser motivo de controversia. Hay que anotar siempre la referencia de las fuentes consultadas, es posible que en algún momento debamos volver a ellas. Es importante ir clasificando las ideas a medida que la investigación avance y modificar, si es necesario, el esquema inicial. Redactar el texto definitivo de la exposición Preparar todo un documento formal y otro de apoyo para la exposición. Preparar el material de apoyo audiovisual Antes de elegir el material de apoyo audiovisual, es necesario decidir con qué finalidad se utilizará: Captar la atención del auditorio. Facilitar la comprensión de la información. Utilizarlo como guía o esquema de la exposición con el fin de no alejarse del tema que se está tratando. Utilizarlo como guía o esquema de la exposición con el fin de no sobrepasar el límite de tiempo. Desplazar el foco de atención, de manera que el emisor no sea siempre en centro de la exposición. Los materiales de apoyo más frecuentes son las fichas (de uso personal), un esquema escrito (destinado al auditorio), la pizarra tradicional, el diaporama o presentación en Power point. Sea cuál sea el material que se utilice en la exposición oral, hay que tener en cuenta: Las fichas, el esquema, las diapositivas deben recoger las ideas principales de la exposición en el orden que éstas se presentan al público. Hay que hacer constar en el proyecto definitivo de la exposición los apoyos audiovisuales que se utilizarán. En todos los casos es muy importante: Reservar el material necesario con antelación (aula, cañon, ordenador) Hacer una práctica (ensayo) de la exposición con todo el material. Verificar el funcionamiento de los materiales y de los aparatos antes de la exposición. Ensayar la presentación Es posible que el profesor encargado de evaluar la exposición utilice una plantilla de evaluación. Si es así, para ensayar la exposición puede ser útil disponer de dicha plantilla para conocer los criterios de evaluación. Conviene realizar, como mínimo, un ensayo a solas. Consejos útiles: Practicar la exposición de pie. Hablar más alto de lo que es habitual. Utilizar un lenguaje simple y natural, como si de una conversación se tratara. No hay que memorizar el texto, el auditorio se daría cuenta de ello y se corre el riesgo de tener un fallo de memoria durante la exposición. Anotar el momento en que se inicia la exposición y el momento en que ésta termina para controlar el tiempo. Conviene, también, realizar un ensayo con "público", con personas de confianza que puedan ayudar a corregir errores. Si fuera posible, este último ensayo debería realizarse en el lugar en que se hará la exposición, utilizando los aparatos que se hayan previsto. REALIZACIÓN DE LA EXPOSICIÓN ORAL LA ACTUACIÓN Cuando hacemos una exposición oral estamos ante un público que nos ve y nos oye. Por ello, es muy importante cuidar el lenguaje corporal y la expresividad de la voz. El lenguaje corporal.- La persona que habla en público debe dominar el escenario en el que se mueve, actuando con naturalidad: -La posición del cuerpo y la expresión facial han de ser lo más distendidas posibles. -Debemos controlar nuestros gestos, evitando la gesticulación excesiva aunque debemos remarcar con ademanes oportunos aquello que estamos diciendo. -La mirada es un elemento fundamental, ya que hay que mantener el contacto visual con el auditorio, dirigiéndose al conjunto y no a una persona concreta. La expresividad de la voz.- Nuestra pronunciación debe ser clara y el volumen de voz adecuado para que el mensaje llegue con nitidez al auditorio. Debemos evitar hablar en voz demasiado baja o gritar. Una entonación modulada, acompasada a los contenidos, contribuirá al éxito de nuestra actuación. Evitad el atropellamiento y la monotonía que acaban aburriendo al auditorio provocando que se desentiendan del mensaje. EL TEXTO O DISCURSO Para desarrollar de forma adecuada la exposición, debemos seguir estas normas: Debemos seguir el esquema fijado en el guión que hemos elaborado previamente. Explicar al principio el tema que vamos a tratar y la estructura que va a tener nuestro discurso. Empezar la exposición de una manera que resulte atrayente al público. Si se consigue captar desde el primer momento la atención del oyente, este seguirá con mayor interés las fases posteriores de la exposición Durante la intervención, hay que proporcionar al oyente ideas fundamentales. Se puede destacar esas informaciones empleando un tono más enfático o indicando directamente la importancia que le atribuimos. Debe finalizarse la intervención retomando las líneas fundamentales de la exposición y resumiendo las distintas conclusiones analizadas. LA INTERACCIÓN CON EL AUDITORIO El orador ha de prestar atención a las reacciones del público y reorientar su exposición en función de ellas; si vemos que nuestro auditorio se aburre o se distrae, debemos dotar de mayor expresividad nuestra intervención o introducir algún elemento que evite la monotonía: preguntas dirigidas al auditorio, pausas para recuperar la atención, cambios de tono. EL USO DE MATERIAL AUDIVISUAL A veces, conviene emplear recursos visuales para ilustrar y amenizar la exposición. Se puede, por ejemplo: dibujar en la pizarra esquemas o gráficos, realizar una presentación Power Point, traer material auxiliar (gráficos, cuadros resúmenes, fotografías…) Este tipo de recursos ayudan a estructurar la exposición, facilitan la comprensión y mantienen despierta la atención del público. Con la presentación Power Point, el oyente puede captar fácilmente las ideas fundamentales de la exposición. La presentación debe contener la información fundamental, presentándola de forma esquemática. Se recogerán las ideas principales de cada apartado, acompañándolo de aquellas imágenes o esquemas que sirvan para apoyar esas ideas o presentar datos complementarios. En todo caso, no hay que limitarse a leer el texto de las transparencias, sino que hay que utilizarlo de soporte pero desarrollando las ideas con tus propias palabras. Es recomendable seguir este esquema en la exposición: portada con el título del trabajo y los componentes del equipo, índice de los contenidos, desarrollo del tema, conclusiones finales y bibliografía consultada. Para concluir pinchad en Cómo hacer una exposición oral y accederéis a una lámina-resumen de consejos útiles para hablar en público. Son todas indicaciones muy sencillas pero muy útiles y aunque está orientado a primaria a nosotros nos sirve perfectamente. Seguid todos estos consejos, son muy valiosos. Por otra parte, en la exposición debemos evitar los siguientes errores: En conclusión las etapas de una buena exposición oral son divididas en: La introducción: palabra clave brevedad La introducción debe tener una estructura breve, motivadora y precisa. Debemos comenzar con un saludo de bienvenida, para luego seguir con un comienzo llamativo que capte la atención del público. Luego seguiremos con una definición de mensaje, planteando objetivos y terminaremos la introducción, con una motivación sobre el interés que tiene tema para el auditorio. Reglas de oro a considerar en esta parte: demostrar una actitud de seguridad y confianza en uno mismo: con la forma de pararse adelante, de mirar y de decir las primeras palabras. Tomar un poco de tiempo antes de comenzar, todo debe estar en orden para que sólo haya que concentrarse en el público y en lo que se desea exponer. No olvidemos usar expresiones tales como: me propongo exponer, el objetivo de este, muchos piensan que, deseo manifestar mi, nos dirigimos a ustedes para, acabó de presenciar un hecho que, sobre el tema de, es un hecho que, quisiera comenzar mi exposición diciendo que, en primer lugar, en primer término, para empezar. El desarrollo: palabras clave, claridad y orden de la exposición oral. Es importante comenzar con una idea general de lo que se va decir. Debemos comenzar con las ideas más generales para luego llegar a las ideas más específicas. Nuestro tema debe desarrollarse argumentando cada una de las ideas expuestas, utilizando variada documentación, tales como, citas, ejemplos, anécdotas, soportes audiovisuales, etc. debemos desarrollar el tema de una forma llamativa y nunca monótona. No olvidemos usar expresiones tales como: a continuación, enseguida, en segundo lugar, además, también, hay que añadir que, del mismo modo, igualmente, asimismo, en otras palabras, es decir. La conclusión: palabras clave, brevedad y claridad En esta parte debemos resumir las ideas principales sobre las cuales se ha desarrollado nuestro tema. Aquí además se puede dar alguna opinión personal que tiene querer con resultados o conclusiones nuestras. Reglas de oro a considerar: se debe planificar bien la conclusión, no improvisarla. Avisar cuando se va a llegar a la conclusión hacer saber al público que se acerca el final de la disertación por medio de expresiones lingüísticas que expliciten que el discurso se va a terminar, tales como, en resumen, resumiendo, en síntesis, en pocas palabras, en suma… Plenario o coloquio: palabras clave opiniones, aclaraciones Después de haber expuesto nuestro tema debemos considerar un tiempo para responder a las interrogantes de nuestro auditorio. Este punto es importante saber escuchar, responder claramente las dudas con aclaraciones precisas, podemos usar fuentes documentales y relacionar las preguntas con nuestras conclusiones. Recomendaciones Generales: Ensayar la exposición tantas veces como sea necesario. Permanecer de pie o sentarse adoptando una posición natural. Buscar de vez en cuando, la espontaneidad. Evitar las muletillas. Modular el tono de voz y hacer pausas pertinentes. Articular bien las palabras. Recurrir a sinónimos. No abusar de adjetivos calificativos ni adverbios cuya terminación sea ‘mente’ (naturalmente, cómodamente, etc.). No utilizar palabras o expresiones extranjeras que no se entiendan. No sobrecargar la exposición sólo con conceptos. Buscar diferentes recursos para mantener el hilo conductor y la atención del público. Por ejemplo, las anécdotas.