RESPONSABILIDAD PENAL DEL ADOLESCENTE Art.194. - De la Responsabilidad Penal La responsabilidad penal se requiere con la adolescencia, sin perjuicio de la irreprochabilidad sobre un hecho, emergente del desarrollo psíquico incompleto y demás causas de irreprochabilidad, prevista en el Art. 23 y concordante del Código Penal. Un adolescente es penalmente responsable sólo cuando al realizar el hecho tenga madurez sicosocial suficiente para reconocer la antijuridicidad del hecho realizado y para determinar conforme a ese conocimiento. Artículo 21 Código Penal.- Responsabilidad penal de los menores. Está exenta de responsabilidad penal la persona que no haya cumplido catorce años de edad. Garantías consagradas en el caso de adolescentes considerados culpables o acusados de infringir las leyes penales. I) Será presumido inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley; II) Será informado sin demora y directamente de los cargos que pesan contra él, y en casos apropiados, por intermedio de sus padres o su tutor, y dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia adecuada en la preparación y presentación de su defensa; III) La causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado, a menos que se considere que ello sería contrario al mejor interés del niño, teniendo en cuenta en particular su edad o situación, sus padres o tutores; IV) No será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, y podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participación e interrogatorio de testigos en su favor en condiciones de igualdad. V) En caso de que se considere que ha infringido las leyes penales, esta decisión y toda medida impuesta como consecuencia de la misma será sometida a una autoridad u órgano judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a lo prescrito por la ley; VI) el niño tendrá la libre asistencia de un intérprete si no comprende o no habla el idioma utilizado; VII) se respetará plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento. Medidas apropiadas extrajudiciales. Siempre que sea apropiado la conveniencia de tratar a esos niños sin recurrir a procedimientos judiciales, respetando plenamente los derechos humanos y las salvaguardias jurídicas. Medidas alternativas judiciales. Se dispondrá de diversas disposiciones, tales como el cuidad, las ordenes de orientación y supervisión, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocación familiar, los programas de enseñanza y formación profesional, así como otras posibilidades alternativas a la internación, en instituciones asegurándose que los niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde proporción tanto con las circunstancias como el delito. Humanidad y dignidad. Todo niño privado de su libertad será tratado con la humanidad y respeto que se merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tenga en cuenta las necesidades de las personas de su edad (Art. 37 de la Convención de las N. U. sobre los Derechos del Niño). Constitución Nacional. Artículo 16 - DE LA DEFENSA EN JUICIO La defensa en juicio de las personas y de sus derechos es inviolable. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por tribunales y jueces competentes, independientes e imparciales. Artículo 17 - DE LOS DERECHOS PROCESALES En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena o sanción , toda persona tiene derecho a: que sea presumida su inocencia; que se le juzgue en juicio público, salvo los casos contemplados por el magistrado para salvaguardar otros derechos; que no se le condene sin juicio previo fundado en una ley anterior al hecho del proceso, ni que se le juzgue por tribunales especiales; que no se le juzgue más de una vez por el mismo hecho. No se pueden reabrir procesos fenecidos, salvo la revisión favorable de sentencias penales establecidas en los casos previstos por la ley procesal; que se defienda por sí misma o sea asistida por defensores de su elección; que el Estado le provea de un defensor gratuito, en caso de no disponer de medios económicos para solventarlo; la comunicación previa y detallada de la imputación, así como a disponer de copias, medios y plazos indispensables para la preparación de su defensa en libre comunicación; que ofrezca, practique, controle e impugne pruebas; que no se le opongan pruebas obtenidas o actuaciones producidas en violación de las normas jurídicas; el acceso, por sí o por intermedio de su defensor, a las actuaciones procesales, las cuales en ningún caso podrán ser secretas para ellos. El sumario no se prolongará más allá del plazo establecido por la ley, y a la indemnización por el Estado en caso de condena por error judicial. Pacto de San José de Costa Rica. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento. Derecho Humano reforzado para el niño y adolescente. El niño/a y los adolescentes gozan de los mismos Derechos Humanos que el ser humano en general, pero a su vez es objeto de una protección o tutela aún más reforzada que aquel que ha obtenido la mayoría de edad, como se lo regula en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Los infractores. Artículo 192 Código de la Niñez y Adolescencia.- DE LOS INFRACTORES DE LA LEY PENAL: Las disposiciones de este libro se aplicarán cuando un adolescente cometa una infracción que la legislación ordinaria castigue con una sanción penal. Para la aplicación de este Código, la condición de adolescente debe darse al tiempo de la realización del hecho, conforme a lo dispuesto en el Artículo 10 del Código Penal. Artículo 10 Código Penal.- Tiempo del hecho El hecho se tendrá por realizado en el momento en que el autor o el partícipe hayan ejecutado la acción o, en caso de omisión, en el que hubiera debido ejecutar la acción. A estos efectos el momento de la producción del resultado no será tomado en consideración. El autor debe ser adolescente en el momento de haber cometido el hecho punible, o sea tener entre 14 años o ser menor de 18 años. Artículo 206. De la naturaleza de la medida privativa de libertad La medida privativa de libertad consiste en la internación del adolescente en un establecimiento especial, destinado a fomentar su educación y su adaptación a una vida sin delinquir. La medida será decretada solo cuando: a) las medidas socioeducativas y las medidas correccionales no sean suficientes para la educación del condenado; b) la internación sea recomendable por el grado de reprochabilidad de su conducta; c) el adolescente haya reiterada y gravemente incumplido en forma reprochable medidas socioeducativas o las imposiciones ordenadas; d) anteriormente se haya intentado responder a las dificultades de adaptación social del adolescente mediante una modificación de las medidas no privativas de libertad; o, e) el adolescente haya sido apercibido judicialmente de la posibilidad de la aplicación de una medida privativa de libertad en caso de que no desistiese de su actitud. En este caso la duración de la medida privativa de libertad será de hasta un año » En su artículo 207 establece que: « La medida privativa de libertad tendrá una duración mínima de seis meses y máxima de cuatro años. En caso de un hecho calificado como crimen por el Derecho común, la duración máxima de la medida será de ocho años .». A ello hay que agregarle que debe tratarse de un hecho punible por el cual, de ser hallado reprochable, correspondería la aplicación de una pena de privación de libertad. Finalmente, diremos que el sistema de justicia penal para adolescentes debe contemplar un gran abanico de opciones que posibiliten una vía diferente de la del proceso penal y/o la suspensión del mismo una vez iniciado. En esta materia, el uso de mecanismos que favorezcan vías alternativas al proceso penal debe ser promovido para evitar el grave deterioro y la estigmatización que suele producir un proceso penal en un adolescente. Finalidad La privación de libertad como medida de coerción definitiva resultante de un proceso tiene como finalidad el desarrollo integral del adolescente para que pueda llevar una vida en sociedad sin delinquir. Sanciones aplicables. A los menores no se les aplican penas sino medidas. Se le aplicará una medida privativa de la libertad cuando las medidas socioeducativas hayan fallado. Hay tres tipos de medidas: Socioeducativas: Regulan la forma de vida para asegurar el desarrollo y educación para la reinserción social. No excederán del plazo de 2 años, pero se podrán extender un años más para concluir el proceso de aprendizaje del adolescente. Correccionales: Se dan cuando se necesita llamar seria e intensamente la atención del menor, están compuestas por la amonestación, que es la llamada de atención en forma oral por el juez de la niñez y adolescencia, y la imposición de obligaciones, compuesta por prohibiciones y mandatos que el juez hace al adolescente, estas pueden ser reparar el daño coaccionado a la víctima o a la sociedad, pedir disculpas a la víctima, realizar determinados trabajos, prestar servicios a la comunidad, o pagar por el daño con dinero, esta última medida se da cuando la infracción es leve y el adolescente pude pagarla de su propia trabajo, o pagar del beneficio que obtuvo del hecho punible si fue lucrativo. Privativas de la libertad: Se dan cuando las anteriores fallaron, cuando la internación sea recomendable por el grado de reprochabilidad del hecho punible cometido, Por incumplimiento en forma grave y repetidamente de las medidas anteriores, cuando estuviese bajo suspensión a prueba de condena o de ejecución de condena y se revocara la medida, o cuando se le hubiese advertido de la aplicación de esta medida e igualmente no hubiese depuesto su actitud. La duración de las medidas privativas de libertad mínima de 6 meses y máxima de 4 años, pudiendo llegar a 8 años en casos de delitos considerados como crímenes.