Miércoles 26 de Febrero de 2014 ACTUALIDAD 23 JUSTICIA ARGENTINA "Los derechos humanos no son de las ideologías, son para todos" Así lo expresó el doctor Mariano Castex al referirse al maltrato y la falta de derechos constitucionales que sufren algunos presos políticos, juzgados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar en nuestro País. En la Argentina, si hubo vencidos o vencedores, "hay una Justicia que se ha convertido literalmente en una venganza, humillando hasta el final a personas que no tienen ya ninguna posibilidad de defenderse". "Se trata de establecer un principio: las normas, la Constitución y las normas de una nación civilizada que no son sólo para los ganadores, sino para todos". Así lo expresó el reconocido periodista José "Pepe" Eliaschev al finalizar su entrevista (que reproduciremos en este artículo) con el doctor Mariano Castex, perito, médico legista, psiquiatra y doctor en derecho canónico. Castex, ha realizado un informe en el que denuncia el mal estado del sistema sanitario en las cárceles argentinas, y la desidia creada por el Estado que se ausenta ante este gravísimo problema. -----------------------------------------------------------------------------------------Eliaschev - Usted particularmente tiene a su cargo la representación de uno de los detenidos que ha participado como oficial de las Fuerzas Armada durante los años del régimen militar finalizado en 1983. He leído un informe pericial sobre el estado de salud de un ex miembro de la armada, actualmente preso. Castex - Es correcto. Varios peritos me han pedido intervención para verificar el cumplimiento de normas constitucionales que evidentemente se están violando de manera sistemática. E - ¿Qué normas, Dr. Castex, no se están cumpliendo atinente a los detenidos por causas vinculadas con derechos humanos? C - Desde que volvió la democracia, peleamos muchísimo por lo que llaman las morigeraciones, una de las cuales es la prisión domiciliaria. Parece que se restringen para algunos y para otros no, que muestra el régimen de un importante favoritismo. Se habla de los 70 años, enfermedades terminales, y de circunstancias que, de mantenerse la prisión carcelaria, por el estado de salud de la persona puede constituirse en un trato y vano cruel, prácticamente violatorio del derecho de la salud. Esto es lo que están violando sistemáticamente. Ya pasó con Patricio Fontannet (ex líder de Callejeros), que estaba en un profundo estado depresivo y aún así lo encarcelaron. Es un disparate, y para eso logramos la Ley de la Presión Domiciliaria, en el artículo 33. E - ¿Qué es lo que establece puntualmente la norma legal respecto de la edad de los condenados? ¿A partir de qué edad pueden reclamar la prisión domiciliaria? C - A partir de los 70 años, sin probar nada y se comprueba que no es peligroso para los demás, puede reclamarla. Antes de los 70 años, si tiene una enfermedad terminal o severa que de mantener situaciones carcelarias obliga a mantenerlo en un hospital, que en ninguna parte es un hospital digno, que es lo que estoy comprobando. Hasta los mismos médicos dicen que no son hospitales enserio, por más que lleven la etiqueta. Ellos tienen miedo de que se les muera la gente adentro. No podemos seguir mandando gente a juicio con severos problemas, porque estamos cayendo en una farsa, manipulando los derechos humanos en don de la venganza, y no de la justicia. He defendido los derechos humanos desde que empezó ese discurso en este país. Hemos asistido lentamente a cómo se han ido manipulando sectores en beneficio de ideologías que uno no comparte. Los derechos humanos no son de las ideologías, son derechos humanos para todos, y en la Argentina ésto no se entiende. Hay abogados que están cuestionando que existen contradicciones con las políticas de sanciones en otras cortes internacionales. Estamos entrando en un caos. Estamos permitiendo que en Argentina siga la manipulación, en donde se dan discursos que los manipulan y no cumplen. Escuchando su editorial previa, acá no se trata de un gobierno, a la Nación Argentina la gobiernan los tres poderes. Ya nos han limitado el Legislativo, que es la asamblea del pueblo y controla. El 50% de la población ya no votó este Congreso, y siguen manipulando como si fueran mayoría. Al Poder Judicial lo han avasallado, y ya es tarde. Ya tenemos un Ejecutivo que no es auténtico, y no lo quiere entender la gente. En el ‘76, si hubieran seguido la Constitución Nacional, y se hubiera votado sacar a Isabel, era constitucional, porque se podía hacer. No se animó (el rafaelino Ítalo) Luder, y entonces tuvimos a Videla y caímos en el terror y el despotismo, porque no nos animamos a aplicar la Constitución. E - Parte de esa responsabilidad le cabe a las Fuerzas Armadas, que se apoderaron de la Nación. C - No le quepa la menor duda, porque le dimos el curso. Cuando se le insistió a Luder de tomar el poder, no se animó. E - Entiendo que en febrero, estuvo en el denominado "Mundo Asistencial" del penal de Marcos Paz para examinar a un interno enfermo. ¿Qué es lo que vio y observó? C - Yo llegué a lo que se decía que era un hospital, y que ahora con una habilidad extraordinaria la Justicia ha cambiado el nombre por el de "Módulo Asistencial", y no tiene nada de eso. Es un pabellón que tenía 10 detenidos que visité, y está en condiciones higiénicas muy malas. El propio director médico ya había informado que no era un hospital, pero hay jueces que no quieren escuchar. E - Entiendo que usted vio a siete internos en una pieza que usted describe como maloliente, mal ventilada, llena de moscas y mosquitos. C - Exactamente. Y al lado había otros tres internos en cuartos aislados en las mismas circunstancias. Tratándome mal, estando preso durante la dictadura militar, me salvaron la vida en un Hospital penitenciario que han tirado abajo. Pese al maltrato que nos daba el servicio penitenciario, sus médicos eran respetables porque se animaban a decirte la verdad. E - ¿Por qué estuvo preso usted, Castex? C - Fue entre 1979 y 1980, cuando me hicieron una cama con una serie de denuncias ridículas, entre las cuales una de ellas era "prescripciones indebidas de narcos, medicamentos psicofármacos". Se demostró que era una farsa, todo inventado, y salí absuelto muchos años después. Me destrozaron la vida. Es muy lindo hablar de venganza, pero primero está la Justicia. No saben lo que es estar dos años preso, con hijos menores, y que ellos queden con esa marca toda su vida. Hay que saber lo que es la cárcel. Hay que pelear por cárceles sanas, limpias y una Justicia que sea justa. Me indigna que esté falseada. Defiendo el hecho de cambiar la Justicia, pero no así. No de acuerdo al discurso de apropiarse la justicia, sino al discurso de una justicia mejor. E - ¿Qué cantidad de ex oficiales de la Fuerzas Armadas de más de 70 años están detenidos hoy en una cárcel? C - Muchos han muerto. Tengo una lista en la que cuento unos 20 muertos, pero como no he intervenido en ella, prácticamente la desconozco. Y luego tengo una cantidad de gente joven dentro, a los que les dieron responsabilidad compartida con tenientes, subtenientes y conscriptos. Estamos bregando al ridículo. En ninguna parte del mundo hemos llegado a ésto. En San Luis, tuvo que renunciar un presidente porque un testigo indicó que el procesado, un hombre de 64 años, era en ese entonces subteniente, y en el período que él dice que fue maltratado, el acusado era cadete del Colegio Militar, por lo que nunca pudo estar en San Luis. Cuando esto quedó en evidencia, se armó un escándalo en la Justicia provincial, y nada de ésto fue publicado en ningún periódico. E - ¿Usted diría que esto que sucede es más justicia que venganza? C - Sin duda, es venganza. Hace rato en Argentina se sustituyó la Justicia por venganza. Y además, se atiza la venganza cuando se debe utilizar la Justicia. Pero no sólo con los militares, sino en todos los campos. Cuando ocurre un hecho, hay que pelear para que haya justicia, no venganza. Felizmente, en delitos comunes hay víctimas que piden Justicia, y no venganza, eso es muy importante. Forma parte de la educación cívica de un país, sino caemos en Venezuela o en otros países que piden la horca para sus líderes políticos. Entramos en el ridículo, y ese es el peligro que nos acecha a los argentinos. La democracia es irrevocable.