HISTORIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA Grado en lengua y literatura españolas 12 DE ABRIL DE 2019 JAVIER RODRÍGUEZ MARTÍNEZ, 1361585 1. Analice las principales características lingüísticas de la época de los primeros textos que aparecen en el texto siguiente siguiendo el esquema de las indicaciones. Dela pesquisda de la ecclesia de sancti Felicis de Anero. Dissieron todos akellos en ke fue fegga ke siempre uieran τ hodieran τ sabien por uerdat ke duen de sancta Maria de Porto metie abbat enna ecclesia de sancti Felicis de Anero con el abbat de Castanneda, et ala muert del abbat de Anero […] partien la bona de akella ecclesia τ dela kasa de Anero τ ninguno otro; τ el sennioriu siempre illo uieran de duen de Puerto con plazer delabbat de Castanneda […]. Fegga fue esta pesquisda in era MCCXXVIII in uespera apostolorum Philippi et Jacobi. [Documento notarial de 1191, Anero (Santander)] El fragmento de texto que se comentará trata de un texto jurídico de finales del siglo XII, concretamente del año 1191. Se trata, pues, del fragmento de texto de un documento de carácter notarial donde se encontrarán aún características latinas a pesar de que el romance ya estuviese cogiendo cada vez más fuerza. En su artículo «La escisión latín-romance. El nacimiento de las lenguas romances: el castellano», Bustos Tovar estudia las características de los primeros textos escritos en romance castellano y afirma que existen en estos “rasgos lingüísticos suficientes para señalar cuándo se trata de latín o de romance” (2004: 261). Entre todos los rasgos existentes, los cambios que se producen en el sistema fonológico son quizás los de más relevancia. Según Bustos Tovar hay un “cambio del ritmo acentual determinado por dos variantes que contendían entre sí como consecuencia de la tendencia a la pérdida o a la conservación de las vocales intertónicas y de las vocales finales” (2004: 261). En primer lugar, la diptongación románica es un fenómeno que supone el cambio de la estructura silábica de muchas palabras y que influye a este cambio de ritmo acentual al que se refiere Bustos Tovar. Como hace referencia Cano Aguilar, En el caso de la diptongación románica, encontramos algunos casos como pueden ser muert (6) que proviene del latín MORTEM, duen (2) que viene de DOMINUM, otro caso es el de metie (3) que viene de MITTEBAT, sabien (2) con origen en SAPEBANT y siempre (2,5) que proviene de SEMPER. 1 La apócope es un cambio muy significativo en la evolución lingüística, sin embargo, fue un fenómeno que en muchos casos desapareció, mientras que en otros dio lugar a la formación de nuevas palabras que se conservan en el español actual. Según Cano Aguilar, esta “pérdida de vocales finales es quizá el fenómeno más tardío del vocalismo castellano, pues empieza a manifestarse en los textos desde fines del siglo X” (2015: 92). Lapesa ha dividido este fenómeno dos en dos grupos: la apócope normal o consolidada y la apócope extrema o no consolidada. Llamamos normales o consolidadas a los casos de apócope que han quedado así en el español actual y son los más difíciles de encontrar, mientras que las extremas o no consolidadas son apócopes que después desaparecieron. Cano Aguilar afirma que “las vocales sometidas a pérdida, o apócope, fueron -e y -o, y de forma mucho más general la primera” (2015: 92) Una vez analizada la diptongación románica con algunos ejemplos ahora se verá el fenómeno de la apócope de la vocal final. En el texto se puede observar una apócope de -e extrema no consolidada en diferentes ejemplos, este tipo de apócope se empieza a intensificar en los textos a partir del siglo XII: muert (4) que proviene de MORTEM, abbat (3,4) que con origen en ABBATEM y uerdat (2) con origen en el étimo VERITATEM. Otro caso encontrado en el fragmento de texto que se está comentando es la aparición de la apócope normal consolidada ante consonantes dentales y alveolares /r, l, n, s, d, dz/ que se empezaba a usar de manera normal en textos del siglo XII, como en placer (5), que proviene de PLACERE. En el apartado a comentar de este fragmento de texto correspondiente al apartado de grafías se encontrarán diferentes casos. Por ejemplo, el uso de las grafías <pp> en contexto intervocálico para hacer referencia al fonema /p/ en la palabra Philippi (7), <ss> también en contexto intervocálico para representar /s/ como ocurre en la primera línea del texto con Dissieron (1), <bb> también entre vocales representando /b/ en el caso de abbat (3, 4), <cc> representando /k/ entre vocales en el caso de ecclesia (1, 3). Otro caso de grafías utilizadas en el texto son aquellos fonemas palatales y nasales como ocurre con el uso de <nn> para hacer la representación de ñ, como sucede en los casos de enna (3), sennioriu (5) y Castanneda (6). 2 En el aspecto que concierne a los artículos y pronombres gramaticales encontramos el uso de akellos (1) y akella (4), estos dos ejemplos representan el pronombre demostrativo que se hacía con al fórmula ECCU + ILLE 3 2. Realice un comentario lingüístico-filológico del texto 11 del cuaderno (líneas 23-41) En el presente comentario se analizarán los fenómenos más relevantes que ayudan a entender el cambio lingüístico que se dio en la creación de las lenguas romance. Para ello, se estudiará el texto la General Estoria escrito en el año 1280. El objetivo es hallar en el texto todas esas características que tuvieron los primeros textos escritos en lengua romance y que representan el funcionamiento del cambio lingüístico de la lengua y, para ello, se analizarán las característica gráficas, fónicas y fonológicas, en primer lugar y, las gramaticales, léxicas, discursivas y expresivas en segundo lugar. La lengua evoluciona siempre, en mayor o menor medida, tal y como afirma Bustos Tovar, “pertenece a la naturaleza histórica de las lenguas que éstas se hallen en cambio constante” (2004: 257). Los primeros textos que se han considerado escritos en romance castellano presentan muchas características que lo separan de la norma latina, estas primeras muestras “son de índole muy dispar” (2015: 13). No obstante, los fenómenos que toman más importancia por ser los más significativos y abundantes son aquellos que tienen que ver con el plano fónico. Como afirma Bustos Tovar en su artículo citando a Walsh, se ha considerado que el plano fonético es el inicio de todos los cambios posteriores, es por esto que “la filología románica se ocupó inicialmente de describir las tendencias fonéticas evolutivas que fueron diferenciando a las lenguas romances del latín” (2004: 265). Por lo tanto, es conveniente comenzar el análisis del texto desde el plano fónico, por ser este el que mayor importancia tiene y más rasgos diferenciadores acumula. Se halla en estos primeros textos escritos una problemática en las características fónicas y su representación gráfica, es por esto por lo que Cano Aguilar sostiene que “cuando entre los siglos XI y XII surgen los primeros textos en romance castellano, sus autores han de construir un sistema de transcripción diferente al que venía siendo usado habitualmente” (2015: 71). Esta intención modificadora de la grafía tradicional latina es fuente de muchas confusiones y transgresiones. En este texto veremos reflejados algunos fenómenos y características parecidas a los comentados en el primer ejercicio. La grafía <ç> aparece varias veces, por ejemplo: començo (26), coraçon (27) y començaron (33). La grafía <ç>, representa el sonido de la interdental fricativa sorda [θ]. No es hasta el siglo XIII que se empieza a hacer una distinción clara entre <ç> y <z>. Es decir, que representa a la /z/ que se utiliza en la 4 actualidad. Esto ocurre ya que <ts> influida por yod evoluciona a <ç> al pasar al romance, hecho que se trabaja en la asignatura de Gramática histórica del español. También se muestran algunas representaciones de la grafía <z>, por ejemplo: fazer (26, 28) originario del verbo FACERE. Redeziellas (29, 30) y narizes (33), que junto a los casos anteriores representan el sonido de /z/ que actualmente pertenece a /c/. El uso de la grafía <ss> para representar [s] como en los siguientes casos encontrados a lo largo del fragmento de texto: levantosse (23), podiesse (27), cerraseen (29), pudiesse (30), assi (33), miesses (37) y otrossi (37), en ellos se observa el uso de la grafía <ss> para representar el sonido producido por la pronunciación de la consonante prepalatal fricativa sorda /ʃ/ que actualmente conocemos como /s/. El uso de <q> a principio de palabra se da con uso frecuente en la época del latín clásico. En el texto sólo aparece en un par de ocasiones con la palabra quando (25,26), esta representación hace referencia al valor fonético de /k/. Uno de los aspectos del consonantismo más importantes en esta época para el español fue la distinción entre <b> y <v>. en posición inicial se mantiene como en latín como, por ejemplo, en vertud (41) que viene del latín VIRTUS VIRTUTIS, vio (25) del latín VENIT, vasos (32) del latín VASUM y volar (34), que proviene de VOLARE. En posición intervocálica se encuentran dos casos: - <b> que proviene de la evolución de /p/ -bb- /b/, como en subio (25), sobir (27) y subieron (35). - <v> que viene de /b/, /v/, /f/ /ß/ = <u, v >, se puede observar en varios ejemplos: avie (24) que viene del verbo HABERE, también ha habido una diptongación de e latina y la apócope de -r en posición implosiva, osavan (25), estava (26), levava (34), este último ejemplo también ha sufrido una degeminación de <ll> que pasa a ser <l>. Como se ha podido observar, muchos de los casos ejemplificados han pasado de <v> a tener <b> en la actualidad. El caso de la /f-/ tuvo una larga evolución, pues pasa por diversas etapas. En primer lugar, en los primeros textos en romance castellano, se mantiene la forma latina, es decir, se mantiene la /f-/ en posición inicial. Sin embargo, esta /f-/ inicial cambia a una /h-/ aspirada y, posteriormente a esta aspiración, desaparece. Actualmente, desde el 5 siglo XVIII mantenemos la grafía /h/ por el valor etimológico con la /f-/ inicial latina. Dicho cambio, empezó a darse en la lengua hablada en la Edad Media y el siglo XVI, pero no fue hasta el siglo XV cuando se dio en la lengua escrita. En este texto, varias de las palabras mantienen esa f- inicial, como se aprecia en el verbo fazer (27) y en su flexión verbal a lo largo del texto. Otro caso es de fierro (29, 31). Mostrando así que el cambio del latín al romance no ha dado su paso definitivo mostrando que aún guarda algo de raíces en su lengua originaría. Lo que demuestra que se trata de un texto con características arcaicas, y esta f- tuvo una gran difusión durante toda la Edad Media, y duró hasta prácticamente el siglo XV en la lengua escrita. El vocalismo no es uno de los temas a destacar a lo largo de este fragmento de texto. Hay diferentes apócopes de -e en posición implosiva. Algunos ejemplos son: adozir (30) de ADDUCERE, alcar (27) que proviene de ALTIARE, asmar (27), etc. La gran parte de apócopes normales consolidadas ante consonantes dentales y alveolares: r, l, n, s, d, dz, en estos casos casi siempre tras r. La diptongación románica es uno de los fenómenos más relevantes y complejos del vocalismo castellano, “se da en casi todas las lenguas de la familia, pero en ninguna ocurre de la misma forma, tano en lo que respecta a los contextos en que se produce como en las vocales que la sufren” (Cano 2015: 83). Lo que los expertos han llamado diptongación románica es un cambio de las vocales e y o breves acentuadas a los diptongos ie e ia y ue, ua y ou respectivamente. Es decir, aquellas palabras que poseen una /’ĕ/ en latín diptongan en romance en /’ie, ‘ia/, y las palabras en las que hay una /’ŏ/ aparecen los diptongos /’ue, ‘ua, ‘ou/. Cano Aguilar sostiene que “las combinaciones vocálicas más frecuentes son los diptongos crecientes /ié/, /ué/” (2015: 72). Por una parte, la diptongación de <o> a < ue, ua, uo> como se aprecia en hostem huest (línea 23). Por otra parte; está la diptongación de <e> a < ie, ia > como en ferrum fierro (líneas 29, 31). En el aspecto gramatical nos vamos a centrar en el uso repetitivo de et, en vez de y, como conjunción. La aparición de la vocal i con la función de la preposición a. La construcción gramatical cercal dada por la suma de la palabra cerca y la contracción del (preposición + artículo), lo mismo sucede con deaquel (28) donde se observa otra construcción, esta vez compuesta, por una proposición y un pronombre demostrativo. Otrossi (37) es otra construcción hecha a partir del étimo latino alterum + sic, sería un 6 sinónimo de, además. Se pueden observar muchas construcciones de preposición + artículo como ocurre en dellos (de + ellos) (línea 33). En el caso de desque (33), la palabra está formada por preposición + conjunción (desde + que). En el aspecto verbal encontramos verbos en imperfecto como avie (24) y estava (26). La primera forma corresponde al verbo HABERE y su terminación en imperfecto es de -EBAM, pero al perder la <b> se queda en /ie/. Y en el segundo caso hay una apócope de -m porque proviene de -ABAM. El texto analizado es un texto con una estructura narrativa en tercera persona ya que hay un narrador que cuenta hechos sobre un tercero. El hecho de que el texto sea narrativo y que esté narrado en tercera persona, puede cambiar los rasgos que aparecen, especialmente en cuanto a la morfología verbal y al léxico, como es el caso de empos (23), que se utiliza como una marca estructuradora del texto y que tiene función temporal en el texto, ya que se repite en varias ocasiones y tiene significado de después, a continuación… Gracias al análisis del texto podemos apreciar toda una serie de cambios que sufre el español en los diversos aspectos lingüísticos. Y gracias a todos estos cambios e influencias del latín llevará al español que se habla en la actualidad. Todo esto nos lleva a la conclusión de que las lenguas cambian porque esa es su naturaleza. 7 BIBLIOGRAFÍA BUSTOS TOVAR, José Jesús de (2004): «La escisión latín-romance. El nacimiento de las lenguas romances: el castellano», en Rafael Cano Aguilar (coord.), Historia de la lengua española, España: Ariel, pp. 259 – 290. CANO AGUILAR, Rafael (2015): El español a través de los tiempos, Madrid: Arco/libros. 8