Nació en agosto del año 356 antes de Cristo. Era hijo del rey Filipo II de Macedonia y de la princesa Olimpia, de la familia real de Epiro. Alejandro fue educado en una academia en Mieza. Al terminar su formación estuvo bajo la tutela de Aristóteles, quien le instruyó en conocimientos como geografía o medicina. Debido a la estrecha relación que surgió entre ambos, la forma de pensar de Aristóteles influiría enormemente en el carácter de Alejandro Pero también tuvo una relación cercana con algunos militares que le instruían en su formación militar. Filipo es asesinado, por lo que Alejandro es nombrado como monarca en el 336 antes de Cristo. Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia. Tras consolidar la frontera de los Balcanes y la hegemonía macedonia sobre las ciudades-estado de la antigua Grecia, comenzó la conquista del Imperio persa, Pronto Alejandro conquistaría Egipto, cultura que lo impresionaría profundamente, y donde fundaría una de las ciudades más afamadas del Mundo Antiguo: Alejandría, posteriormente sede de la famosa biblioteca del mismo nombre. Allí se coronó también como faraón. Alejandro continuó extendiendo su Imperio hacia el este, dirigiéndose hacia la India. En su ruta de conquista fundó una gran cantidad de ciudades . No pudo dominar el subcontinente indio, de modo que debió regresar a Babilonia, donde debió enfrentar varios problemas, entre los que se cuentan los abusos de los encargados que dejó durante sus campañas, y la oposición de algunos sectores de Macedonia a integrarse con la cultura persa. Los problemas de gobierno e intrigas palaciegas abrumaban a Alejandro, que sin embargo se las arregló para manejarlos. El 13 de junio de 323 a.C. cae postrado en cama sin una razón clara, para luego fallecer. Entre las posibles causas se menciona malaria, envenenamiento, o una enfermedad preexistente. La muerte de Alejandro desató una seria disputa por la sucesión. Todos sus familiares y sucesores fueron mandados a asesinar para extinguir su linaje, y comenzó una encarnizada lucha que llevó a la desintegración del Imperio. ALEJANDRO MAGNO “EL CONQUISTADOR” GONZALO SANZ