El Fin de la Historia Bong- jon Hoo, con Parasite elabora un retrato desesperanzado de la sociedad contemporánea, un retrato en donde la posibilidad de cambio social a partir del conflicto, de la acción de los de abajo, resulta imposible, pues los de abajo están inmersos en la lucha por la sobrevivencia y porque existe una identificación plena: ya no habría un abajo, un arriba; un adentro , un afuera; lo Otro es lo Mismo, o por lo menos desea serlo. Parasite muestra una imagen fragmentada de los desposeídos, luchando entre si por sus intereses, tratando de agradar, de no ser vistos, de no hacer ruido, preocupados porque su olor es lo único que puede identificarlos como pobres, como viajeros del subway. En este universo lo único que desean los menos favorecidos es gozar de algunos privilegios que el sistema ofrece a esos que no son ellos: un whisky, unos snacks, un sillón, tranquilidad, que su inodoro no les escupa sus detritus de regreso, ascender socialmente mediante el matrimonio. El polo opuesto a la imagen romántica de legiones de oprimidos unidos por sus intereses, luchando alrededor del mundo en contra de las injusticias del sistema. Parásite replantea la idea de la lucha de clases marxista entre poseedores y desposeídos, para plantear una lucha intraclase, entre desposeídos, igual: acérrima, a muerte. Baudelaire en sus Flores del Mal hacía un llamado a la raza de Caín para que se levantara y arrojara a Dios de sus alturas, en esta película la raza de Caín no existe, pues no hay rebeldes como Caín; El antagonista de Kim agradece cada instante de su vida, la posibilidad de seguir malviviendo en el bunker de la casa, cuando Park sube las escaleras, paso a paso va prendiendo las lucesde las escaleras. Kim no es diferente, luego de haberle asesinado, llora frente a su foto y arrepentido le pide perdón.