FASES DE LA MEMORIA La memoria es una facultad del ser humano, tiene su propia importancia, su manera particular de funcionar con sus correspondientes factores, fases y trastornos. Cuando se habla de memoria se refiere a la capacidad de ingresar, registrar, almacenar y recuperar la información del cerebro. Desde la revolución cognoscitiva en el decenio de 1950 la memoria se ha vuelto un tema integral dentro del enfoque del procesamiento de información. La memoria actúa por medio de fases: - Fijación: Mediante las sensaciones, la imaginación, los pensamientos y los sentimientos los conceptos y valores se almacenan en la mente. - Codificación: Nuestro sistema convierte las palabras e imágenes en un código reconocible por nuestras neuronas. - Conservación: Los recuerdos se almacenan y pasan a ser partes del preconsciente y del inconsciente del individuo. - Evocación: Los recuerdos permanecen y son activados por un estímulo que los hace revivir. - Locación: Es el trabajo de localizar los datos, entre millones de los mismos. - Reconocimiento: Después de una evocación los recuerdos tienen que ser reconocidos como tales. La atención está asociada a la memoria. Los estímulos irrelevantes infieren con los estímulos relevantes. De este modo, por ejemplo, es difícil concentrarse en una lectura cuando se está susurrando acerca de algo interesante. La ansiedad puede llegar a producir malas pasadas. Ante un examen el estudiante puede sentirse abrumado por miedo al fracaso, y todo lo que uno no ha conseguido recordar durante un examen seguramente volverá a la mente después de éste, cuando uno se ha calmado de nuevo. La memoria a corta y largo plazo Cuando inicialmente se empieza a estudiar la información pasa a la memoria a corto plazo. En este momento se debe conseguir enviar la información a la memoria a largo plazo, pues ésta es la que se necesitará para emplearla en los exámenes y en las distintas pruebas. Para conseguir dar el paso a la memoria a largo plazo es muy importante emplear la repetición, la concentración, el orden y la lógica; y fundamentalmente intentar poner interés en aquella materia que se pretende memorizar. Aquello que se ha leído en voz alta, o que se ha clasificado previamente, es mucho más fácil de recordar. De ahí se deriva la importancia de practicar resúmenes, subrayar, esquemas o fichas sobre los contenidos.