Neurociencias Trabajo práctico Bases neurobiológicas de la audición, sistema visual y sistema somatosensorial Visión: ¿Qué y cómo son los receptores de la visión? Receptores visuales. La primera parte del procesamiento visual comienza en la retina. La retina es el tejido nervioso que recubre la parte posterior del interior del globo ocular y contiene millones de células receptoras, distribuidas en distintas capas e interconectadas entre sí. Fundamentalmente existen tres tipos celulares responsables de la transducción de la señal: las células fotoreceptoras (conos y bastones), células bipolares y células ganglionares. De éstas, sólo las primeras son sensibles a la luz, es decir, son las únicas que inician su respuesta ante un estímulo luminoso. Sin embargo conos y bastones poseen propiedades morfológicas y funcionales diferentes. Mientras que los conos se reparten en la fóvea, los bastones lo hacen fuera de ella en una proporción muy superior a la de los conos. Además, los conos proporcionan la visión en color y entran en juego en condiciones de estimulación lumínica relativamente intensa. Por el contrario, los bastones prestan la visión en blanco y negro, e intervienen fundamentalmente en la visión nocturna o en condiciones de baja luminosidad. Las células bipolares son células nerviosas muy simples, que sinaptan con las terminaciones de los fotoreceptores e inducen potenciales de respuesta graduados. Las bipolares, a su vez, inducen potenciales de acción en las células ganglionares que envían axones al cerebro. Las ganglionares son células grandes con un axón largo y mielinizado cuya estación de relevo es el cuerpo geniculado lateral (NGL) del tálamo, donde se produce la siguiente sinapsis visual. Determina cuáles son las características de la corteza visual La corteza visual se divide en áreas primarias o estriadas y áreas visuales de asociación o extraextriadas. La corteza primaria o estriada se localiza en el polo occipital del cerebro (área 17 de Broadman) y recibe las fibras del NGL del tálamo. Esta región cerebral se encuentra organizada en módulos o columnas, en las que en cada una de ellas se elabora y procesan características del estimulo visual cualitativamente distintas. Mientras que algunas células nerviosas situadas en las regiones intramodulares (blobs) suministran información acerca del color, otras son sensibles al movimiento, forma u orientación del estímulo y se sitúan en regiones extramodulares (interblobs) . De la misma manera que ocurre en el NGL del tálamo, la corteza visual primaria también contiene una representación topográfica del campo visual, aunque de manera invertida.Las lesiones en áreas visuales primarias de la corteza provocan escotomas o hemianopsia. Las áreas visuales de asociación o extraestriadas rodean al área 17, ocupando las áreas 18 y 19 de Broadman. Reciben aferencias del área visual primaria. La principal función de la zona extraestriada es dotar de significado a los estímulos visuales y reconocerlos como objetos, personas o formas, haciéndolos conscientes para el individuo. ¿Qué patologías pueden generarse por una lesión en la corteza visual? Las lesiones de la corteza visual de asociación puede dar lugar a distintos tipos de agnosia visual y su estimulación produce alucinaciones visuales complejas. Audición Explicar el proceso de la audición desde la captación del estímulo indicando dónde y qué se produce en cada etapa La audición es uno de los cinco sentidos del ser humano. La función de la audición es transformar ondas sonoras en impulsos nerviosos perceptibles para el cerebro, el cual los transforma a lo que entendemos por sonido. Para poder hacerse una idea de qué es una pérdida auditiva, es necesario conocer la función de la audición y del oído. Los sonidos que se transportan por el aire podrían describirse como variaciones en la presión o como oscilaciones en las moléculas del aire. Estas variaciones en la presión forman ondas sonoras que pueden ser percibidas por el oído humano. El oído es la parte principal del sentido de la audición. El oído recoge las ondas sonoras y las transforma en impulsos nerviosos que pueden ser interpretados por el cerebro. Las tres partes del oído: El oído externo El oído medio El oído interno El oído externo: El oído externo está formado por el pabellón auricular y el canal auditivo. El pabellón auricular funciona como una especie de embudo, recogiendo las ondas auditivas y dirigiéndolas al tímpano. El tímpano, situado en el extremo del canal auditivo, forma el límite entre el oído externo y el oído medio. El oído medio: El oído medio es un espacio lleno de aire cuya presión se ajusta gracias a la trompa de eustaquio, que conecta el oído con la nariz y la faringe. En el oído medio hay tres huesecillos denominados el martillo, el yunque y el estribo. La combinación de estos tres huesecillos funciona como un sistema de palanca que recibe los movimientos del tímpano y los envía a la parte del oído que se encarga de procesar el sonido. El oído interno: El oído interno es una estructura ósea llena de líquido con forma de caracol. La conexión entre el oído medio y el oído interno se denomina la ventana oval. La platina del estribo funciona como un pistón que genera movimiento en el líquido del oído interno. En la cóclea hay aproximadamente 23.000 células ciliadas externas (células sensoriales) que se ponen en movimiento debido a las ondulaciones del líquido. Cuando se activan las células ciliadas, éstas envían impulsos al cerebro, el cual los interpreta como sonido. Además del caracol, en el oído interno se encuentra el órgano del equilibrio. Cómo funciona la audición: El pabellón auricular, el canal auditivo y el oído medio recogen y amplifican las ondas sonoras que hacen oscilar al tímpano. El martillo y el yunque transmiten las oscilaciones mecánicas del tímpano al estribo, que se mueve hacia delante y detrás en la ventana oval. Este movimiento transmite las oscilaciones mecánicas al líquido del oído interno. En la cóclea se producen unas pequeñas ondulaciones que hacen que se muevan las células ciliadas del oído interno. De este modo se estimula a las células ciliadas para que, mediante el nervio auditivo, envíen impulsos a las partes del cerebro situadas en las zonas del hueso temporal. En el lenguaje general, esto se denomina el sentido de la audición. Lo que determina qué células ciliadas se activan es la frecuencia del sonido. De este modo, es posible distinguir unos sonidos de otros. Si estas células sufren daños debidos a la edad, enfermedad u otro tipo de daños, será difícil oír ciertos sonidos y distinguir entre los sonidos. Del mismo modo, grandes cantidades de cerumen podrían reducir significativamente la habilidad de oír. El oído externo: El oído externo está formado por el pabellón auditivo y por el canal auditivo. El oído externo tiene dos funciones principales: 1) recoger y amplificar el sonido 2) proteger el oído medio. La percepción y amplificación del sonido: La parte externa del oí,do (la que es visible a simple vista) funciona como una especie de embudo, recogiendo las ondas sonoras y dirigiéndolas al canal auditivo. La protección del oído medio: La forma del canal auditivo es curvada y varía de persona a persona. La longitud del canal auditivo suele ser de aprox. 2,5 cm y y su diámetro de 8 mm. La forma curvada del canal auditivo contribuye a impedir que el agua u otros cuerpos extraños entren en el canal, como es el caso con los sifones. La forma del canal auditivo también resulta en una amplificación de los sonidos que son importantes para poder entender el habla. La parte exterior del canal auditivo es cartilaginosa y relativamente blanda, mientras que la parte interior es huesuda y dura. El extremo del canal auditivo está formado por el tímpano, el cual también funciona como límite entre el oído externo y el medio. El oído medio: El oído medio está formado por la cavidad llena de aire situada detrás del tímpano. La función del oído medio es: 1- compensar las diferencias que pueda haber en la presión 2- procesar y dirigir la señal sonora procedente del tímpano 3- proteger el oído interno. La compensación de las diferencias en la presión: La función de la trompa de eustaquio, que conecta el oído medio con la faringe, es asegurar que la presión del aire en el oído medio sea neutral. Esto significa que en caso de que haya diferencias en la presión, éstas serán compensadas, de modo que la presió:n en el oído medio sea igual que la del aire. El procesado y la orientación del sonido: En la cavidad del oído medio hay tres huesecillos: El martillo, el yunque y el estribo. Mediante una especie de mecanismo de palanca, estos huesecillos transmiten la vibraciones del canal auditivo y el tímpano al líquido del oído interno. La protección del oído interno: Dos pequeños músculos, limitan los movimientos de los huesecillos en el caso de una presión sonora fuerte. Si un sonido fuerte llega al oído, un reflejo activará estos músculos para que limiten la transmisión del sonido a través del oído medio, protegiendo así el oído interno. El funcionamiento de los músculos del oído medio está controlado por el reflejo acústico y se puede medir mediante la audiometría de independencia El oído interno: El oído interno es la cavidad llena de líquido en la que se encuentran los órganos de balance y de audición. En lo que se refiere a la audición, la parte más importante del oído es el ínterno, cuyo funcionamiento es altamente complejo. El laberinto: El oído interno está formado por un sistema de canales llenos de líquido en la misma parte cartilaginosa del hueso temporal. Este sistema se denomina el laberinto. Esta denominación se utiliza precisamente para ilustrar este sistema tan ingenioso de cavidades y túneles. En el laberinto se encuentran los órganos de equilibrio y de audición. El órgano de equilibrio: Este órgano está formado por los canales semicirculares, en los que se registra el movimiento. La cóclea: El caracol (la cóclea) está situado en el oído interno y en éste se encuentran las partes principales del sentido de la audición: el órgano de Corti y las células ciliadas. La parte exterior del caracol tiene la apariencia de una concha de caracol, con dos vueltas y media. En la vuelta inferior del caracol hay dos ventanas: la ventana oval y la redonda. En la ventana oval se encuentra la platina del estribo. Esta imita los movimientos de un pistón y pone en movimiento el líquido del oído interno, el cual activa las células ciliadas en el oído interno. Desde un extremo al otro del caracol se encuentra la membrana basilar que tiene una longitud de aprox. 30 mm. En esta membrana se encuentran las células ciliadas. Dichas células ciliadas están en hileras, en toda la longitud de la membrana basilar. Una de las hileras está compuesta por las células ciliadas internas, mientras que las células ciliadas externas se encuentran agrupadas en tres hileras. Las células ciliadas representan la parte central del propio órgano de audición - el órgano de Corti. El órgano de Corti: El órgano de Corti es una de las partes del oído interno. Este órgano está situado en la cóclea (el caracol) y se apoya en una membrana denominada membrana basilar. La función de las células ciliadas: En el órgano de Corti se encuentran las células ciliadas internas y externas, teniendo cada una de dichas células una función propia. La función conjunta de las células ciliadas es decisiva para nuestra capacidad de oír. Las células ciliadas: Las células ciliadas son células sensoriales situadas en la membrana basilar, en el oído interno (el órgano de Corti). Las células ciliadas se dividen en dos grupos: las células ciliadas internas y las externas. En la membrana basilar, cuya longitud es de aprox. 30 mm, hay aproximadamente 23.000 células ciliadas. La membrana basilar y las células ciliadas se encuentran en el órgano de Corti. Las células ciliadas internas y las externas tienen funciones diferentes. La función conjunta de las células ciliadas es decisiva para nuestra capacidad de oír. Por desgracia, cuando las células ciliadas sufren daños, el cuerpo humano no puede regenerarlas. Las células ciliadas internas: Las células ciliadas internas son las células sensoriales más importantes para el sentido de la audición, porque representan el enlace entre el órgano de audición y el nervio de audición en el cerebro. Las células ciliadas internas transforman la energía proveniente de las vibraciones del líquido del oído interno en energía eléctrica. Esta energía es transportada al cerebro por el octavo nervio cerebral, también denominado el nervio de audición. Los sonidos que llegan al oído hacen que vibre la membrana basilar, en la cual están situadas las células ciliadas. Las distintas frecuencias de la señal sonora hacen que vibren distintas zonas de la membrana basilar. Por ejemplo, las frecuencias alrededor de 1.000 Hz activan las células ciliadas internas situadas en la vuelta central del caracol. Una vez que se activan las células sensoriales, éstas envían sus observaciones al cerebro mediante impulsos nerviosos. Gracias a estos impulsos, el cerebro identifica el impulso como un sonido a una frecuencia dada y con un volumen dado. Esto significa que las células ciliadas internas transforman un "sonido físico" a un "sonido eléctrico", lo cual hace que sea posible para el cerebro percibirlo. Las células ciliadas externas: Las células ciliadas internas están compuestas por fibras musculares y se encargan de que la membrana basilar pueda vibrar según sea necesario, incluso en el caso de sonidos muy débiles. Las células ciliadas externas funcionan del mismo modo que la dirección asistida de un automóvil, es decir que las vibraciones causadas por sonidos débiles son amplificadas mecánicamente, lo cual estimula las células ciliadas internas. Los ruidos fuertes, como por ejemplo al dispararse un rifle o el ruido en una fábrica podrían dañar fácilmente las células ciliadas externas. Las conexiones nerviosas: Un gran número de células nerviosas están en conexión con las células ciliadas. Algunas de estas células nerviosas envían las señales de las células ciliadas al cerebro. Estas células se denominan nervios aferentes y suelen estar conectados con las células ciliadas internas. Los nervios aferentes envían señales de control procedentes del cerebro a conjuntos de células nerviosas más próximos al oído. Cada oído está conectado al tronco cerebral por fibras nerviosas. Desde el tronco cerebral, éstas continúan, pasando por la mitad opuesta del cerebro, hasta llegar a la superficie del cerebro, justo encima del oído opuesto y detrás del hueso temporal. El centro auditivo principal del cerebro está situado en esta zona del cerebro – la corteza cerebral. El sonido: Del mismo modo que una piedra crea anillos en el agua, el sonido crea ondas o vibraciones - en el aire. Estas ondas son las que percibe el órgano de audición, transformándolas a impulsos eléctricos que son interpretados por el cerebro. Se puede caracterizar el sonido de varios modos, pero lo más natural sería utilizar el volumen y la frecuencia. El volumen: Para indicar el volumen, se utiliza una unidad llamada decibelios (dB). Los sonidos débiles tienen un valor de dB bajo, mientras que los sonidos fuertes tienen un valor de dB alto. El susurro de las hojas en el bosque equivale a un nivel sonoro de aprox. 20-25 dB. El habla normal tiene un nivel de aprox. 55-65 dB, mientras que un avión alcanza un nivel de aprox. 140 dB. Para las personas con una audición normal, el umbral del dolor se encuentra a aprox. 120 dB. La frecuencia: El tono del sonido se define por el número de oscilaciones por segundo. Cuantas más oscilaciones por segundo, más claro será el tono. Cuantas menos oscilaciones por segundo, más oscuro será el tono. El nivel del tono se denomina la frecuencia de éste. Para indicar la frecuencia, se utiliza una unidad llamada Hercio (Hz).Los tonos agudos son tonos de alta frecuencia (es decir, con muchas vibraciones por segundo). Estos tonos son muy importantes a la hora de poder entender el habla. Las consonantes y los armónicos superiores de las vocales se componen principalmente por elementos agudos de la imagen sonora.Los tonos graves son tonos de baja frecuencia (es decir, con pocas vibraciones por segundo). Los tonos graves contribuyen especialmente a la percepción del tono y el cuerpo de la imagen sonora. Las vocales se componen principalmente por tonos graves. Sistema Somatosensorial Realiza un cuadro sinóptico sobre los aspectos relevantes del sistema somatosensorial Sentidos somáticos Mecanorreceptor es TACTO Termorreceptore s POSICION TACTO PRESIÓN VIBRACIÓN COSQUILLEO FRIO ESTATICA CINETICA CALOR Sensibilidad al dolor Sensaciones somáticas Exterorreceptor a Propiorreceptora Estado físico del cuerpo Viscerales Profundas Órganos internos Presión Dolor Vibración POSICIÓN: Presión equilibrio El sistema somatosensitivo o somatosensorial se divide en dos según la detección de estímulos que recibe: • Tacto epicrítico: el cual recibe estímulos mecánicos, como el tacto leve, la vibración, la presión y la tensión cutánea. A este tipo de tacto se le llama también tacto discriminativo o fino, ya que uno puede localizar el punto específico donde ocurrió el estímulo. • Tacto protopático: recibe estímulos de dolor, temperatura, cosquilleo y picazón. Se dice que es un tacto grueso y no discriminativo, ya que es difícil especificarlo y puntualizarlo. El sistema somatosensitivo nos permite experimentar sensaciones del medio ambiente, por medio de receptores ubicados bajo la piel de todo cuerpo. Estos receptores se pueden dividir según su morfología en receptores encapsulados y receptores de terminaciones libres. Los receptores encapsulados poseen una cápsula de tejido conectivo que los envuelve y éstos son los mecanorreceptores. En cambio los de terminaciones libres son axones que llegan libremente a la epidermis y que reciben información nociceptiva y termoceptiva. Receptores Somáticos Los mecanorreceptores son receptores cutáneos y subcutáneos que reciben estímulos de tipo táctil, tensión, vibración y estiramientos de la piel. Estos receptores se clasifican según su adaptación al estímulo en rápidos o lentos. Los rápidos son aquellos estímulos que disparan con la llegada del estímulo, pero después de un tiempo se adaptan a este, por lo tanto transmiten información sobre el cambio de información que comunica el receptor. En cambio los mecanorreceptores de adaptación lenta disparan mientras dura el estímulo y no se adaptan, en definitiva transmiten información acerca de la presencia de un estímulo. Un ejemplo de éste último es cuando nos pica la etiqueta de la polera y nos sigue picando hasta que no la sacamos, en el ejemplo el estímulo seguirá disparando y no se adaptara a éste mientras dure. Los mecanorreceptores de adaptación rápida son dos, los corpúsculos de Meissner y los corpúsculos de Pacini. Estos comparten la característica de ser de adaptación rápida, tener un umbral bajo de activación, o sea que se activan con estímulos de muy baja intensidad (los corpúsculo de Pacini comparativamente tienen un umbral de activación más bajo que los corpúsculos de Meissner). Características individuales: Corpúsculos de Meissner: se encuentran entre las papilas dérmicas, se localizan en la piel glabra y reciben estimulación de tacto y presión dinámica. Corpúsculos de Pacini: tienen un revestimiento muy similar a las catáfilas de cebolla, se localiza en el tejido subcutáneo, las membranas interóseas y las vísceras y reciben estimulación de presión profunda y vibración dinámica. Los mecanorreceptores de adaptación lenta también son dos: corpúsculos de Ruffini y los Discos de Merkel y además comparten la característica de tener un umbral bajo de activación. Características individuales: Corpúsculos de Ruffini: están orientados a lo largo de las líneas de tensión de la piel, se ubican en toda la piel y reciben estimulación del estiramiento de la piel. Discos de Merkel: están asociados a células liberadoras de péptidos, están ubicados en toda la piel, pelos y folículos y reciben información del tacto y la presión estática. Los propioceptores brindan información de la posición de las extremidades y otras partes del cuerpo. Están los husos musculares (estiramiento muscular), órgano tendinoso de Golgi (contracción muscular) y receptores articulares (información dinámica y sobre extremidades y movimiento articular). Los nociceptores entregan información al SNC sobre el dolor percibido. Hay nociceptores mecanosensibles, mecanotérmicos y polimodales. El potencial receptor es cuando llega un estímulo al receptor y se generan, por medio de una serie de etapas, un potencial de acción. La manera de cómo se genera el potencial receptor es la siguiente: 1) llega el estímulo y deforma las terminaciones nerviosas; 2) esto afecta la permeabilidad de la membrana de la célula receptora; 3) se genera una corriente que despolariza la terminación nerviosa; 4) se genera el potencial receptor; 4) lo que genera un potencial de acción. Este proceso en el cual la energía mecánica del estímulo se convierte en una señal eléctrica en la neurona sensitiva, se llama transducción sensitiva y es un paso fundamental para la integración de las sensaciones. Al hablar de discriminación mecanosensitiva nos referimos a la manera de evaluar el sistema somatosensitivo, el cual puede ser de varias maneras. A través de la evaluación del tacto leve, el cual se hace con un hisopo de algodón, debemos tener al paciente con los ojos cerrados y procedemos a aplicar el estímulo, si el paciente llega a sentirlo dirá “sí” y procederemos la siguiente evaluación. La localización del estímulo, es cuando el paciente logra localizar con el dedo la zona en la que se aplicó el estímulo con el algodón. Que el paciente no pueda realizar esta localización puede implicar un daño en la corteza cerebral. La discriminación mecanosensitiva más conocida es la discriminación de dos puntos. Es la distancia mínima que debe haber entre dos estímulos, aplicados al mismo tiempo, como para percibirlos como distintos. El estímulo táctil, generalmente aplicado con dos alfileres o un compás, se aplica al mismo tiempo y se va evaluando la distancia necesaria para percibir el estímulo como distinto. Cuando se aplica esta evaluación en los pulpejos de los dedos, los estímulos llegan a sentirse como dos estímulos distintos a 2 milímetros de distancia entre ellos, lo cual es muy poco y nos llevaría a concluir que la piel de los pulpejos de los dedos tienen muchas más terminaciones nerviosas. Muy distinto es lo que ocurre en el antebrazo, donde la distancia mínima aumenta a 40 mm., con lo cual podemos concluir que el antebrazo no necesita mayor inervación nerviosa ya que no es algo muy importante en la recepción de información táctil. Los dermatomas son importantes en la recepción de esta información táctil, ya que es el territorio de piel que esta inervado por cada raíz espinal. Es importante para definir las lesiones medulares que puedan existir. Tienen una característica muy trascendental que es la superposición de sus fibras, lo cual al haber una lesión en alguna raíz evitará la pérdida total de la sensibilidad en la zona. Los campos receptivos es aquel lugar de piel que es inervado por una neurona individual. Es la región asociada a la activación de una neurona sensorial. No solo pueden ser neuronas de primer orden, sino también de segundo y tercer orden. Vías somatosensoriales La transmisión de los estímulos hacia el sistema nervioso central, está a cargo de dos vías sensitivas; la vía cordonal posterior-lemnisco medial y la vía trigeminal, las cuales abordaremos con detalladamente más adelante. Una de las características principales de estas vías es que ambas poseen tres neuronas; neurona de 1º orden, que es aquella que recibe el estímulo y lo envía a la bulbo raquídeo (o la protuberancia, dependiendo de la vía que tome el estímulo), la neurona de 2º orden que es aquella que conecta el bulbo (o puente) con el tálamo y la neurona de 3º orden que conecta el tálamo con la corteza cerebral. La vía cordonal posterior-lemnisco medial es la encargada de transmitir la mayoría de la información desde los mecanorreceptores que median la discriminación táctil y la propiocepción, desde las extremidades inferiores y superiores, tronco, cuello y el tercio posterior de la cabeza. Esta vía de transmisión recibe el estímulo por un mecanorreceptor, este llega a la médula por la neurona de primer orden, sube por el núcleo grácil y cuneiforme, que transmiten información del miembro inferior y superior (además del tronco y el cuello) respectivamente. Ahí hacen contacto las neuronas de primer orden con las de segundo orden. La neurona de segundo orden asciende por el lemnisco medial al núcleo ventropostero lateral (VPL) del tálamo. Ahí es donde hace sinápsis la neurona de segundo orden con la neurona de tercer orden. Desde el tálamo sale esta neurona de tercer orden hacia la corteza somatosensitiva primaria. El núcleo ventropostero lateral y el núcleo ventropostero medial (VPM) del tálamo (este último lo veremos más adelante), provienen del complejo ventral posterior del tálamo. Estos núcleos están definidos para cada una de las vías que participan en la mecanorecepción. El VPL participa en la conducción de la vía cordonal posterior-lemnisco medial y el VPM en la vía trigeminal como veremos acontinuación. La vía trigeminal transmite información táctil y propioceptiva del rostro. Esta vía también tiene neuronas diferentes (primer, segundo y tercer orden). La de primer orden se ubica en el nervio trigeminal (par craneal V). Las raíces nerviosas del nervio trigémino ingresan al tronco encéfalo a nivel de la protuberancia en donde se contacta con la neurona de segundo orden en el complejo trigeminal del tronco encéfalo, que a su vez se divide en dos núcleos; el principal, que procesa los estímulos mecanosensitivos, y el núcleo espinal que procesa estímulos termoalgésicos. Siendo así la relación, podemos decir que, la información que llega a la protuberancia desde el ganglio trigenimal, lo hace casi en su totalidad al núcleo principal. Luego del núcleo principal la información sigue ascendiendo al núcleo VPM del tálamo donde se hace contacto con la neurona de tercer orden, que sube hacia la corteza somatosensitiva primaria. Corteza Somasotensitiva La corteza somatosensitiva primaria está ubicada en la circunvolución poscentral del lóbulo parietal y recibe toda la información proveniente de ambas vías somatosensitivas. Está organizada en cuatro columnas o regiones; 3a, 3b, 1 y 2, cada una de ellas responde a estímulos distintos; la 3a responde a estimulación propioceptiva, la 3b y 1 responde a estimulación cutánea y la 2 responde a ambos tipos de estimulación. Lesiones en la región 3b producirá un déficit en la discriminación de texturas y formas, en la 1 habrá incapacidad para discriminar texturas con precisión y una lesión en la columna 2 causará la pérdida de la coordinación de los dedos de las manos y en la discriminación de formas y tamaños. Está corteza somatosensitiva primaria, al igual y muy parecido que en el área motora primaria, posee una representación topográfica del cuerpo, mejor llamado homúnculo, el cual tiene la representación del cuerpo en esta área. Este hombrecito presenta la cabeza, lengua, labios y las manos mucho más grandes que el resto de las estructuras corporales como las extremidades y el tronco. Esto se debe a que la manipulación de objetos, las expresiones faciales y la palabra son vitales para el ser humano. El mapa somatotópico de la corteza somatosensorial primaria representa a los pies, las piernas, el tronco, brazos, manos y cabeza, y están representados en una disposición de medial a lateral. La corteza somatosensitiva secundaria es mucho más pequeña y menos importante que la primaria. Recibe impulsos que vienen de la corteza somatosensitiva primaria y sus neuronas responden a estímulos cutáneos transitorios como golpes en la piel, cepillados, etc. Y está ubicada en el labio superior del brazo posterior de la fisura lateral. La corteza somatosensitiva de asociación está ubicada en el lobulillo parietal superior que se extiende en la superficie medial del hemisferio. Recibe e integra diferentes modalidades sensitivas como por ejemplo es capaz de reconocer objetos puestos en la mano sin la ayuda visual. No solo recibe información del tamaño y la forma de un objeto, sino que también la relaciona con las experiencias pasadas, gracias a esto la información puede ser interpretada y así puede producirse el reconocimiento del objeto.