1- DESDE PTOLOMEO I-PTOLOMEO III 1.1 BITINIA 1.2 REINO DEL BOSFORO 1.3 PONTO 2- PTOLOMEO IV-HASTA MITRIDATES 3- MITRIDATES 4- COMERCIO LAGIDA EN MAR NEGRO Resumen: Los lágidas penetran en el Mar Negro en su lucha con el reino seleucida. La expansión militar se limita a los 3 primeros reyes lágidas. Los lágidas contarán con la alianza del reino de Bitinia, Pérgamo, galos y diversas poleis griegas como Sínope o las de la Liga Norte. En contra tendrán a los seleucidas, y el reino del Ponto, aliado de los seleucidas. Las razones estratégicas son variadas: militares: debilitar a los seleucidas y los diversos estados competidores, económicas para acceder a materias primas, control del comercio del trigo (competencia con el reino del Bósforo), y búsqueda de mercados para exportar sus productos. En el terreno comercial, las exportaciones lágidas se extenderán por el Mar Negro tanto por la acción de sus comerciantes como a través de la mediación rodia. En el siglo I a.C. Mitrídates intentará implicar a los antiguos reinos helenísticos, seleucidas y lágidas en su lucha contra Roma, pero será en vano. /La obra “Argonautica” de Apolonio de Rodas reflejaría el interés y conocimiento de Egipto sobre el mar Negro. En los libros I y II hay referencia a Cízico y Heraclea Póntica que eran dos de las ciudades más florecientes del norte de Asia Menor. Las fuentes utlizadas, como reflejan los scholia, son locales. Herodoro de Heraclea, quien escribió una “Argonautica” en el siglo IV a.C. muy citada por los scholia. Otros historiadores locales son : Deiloco de Cízico o Proconeso para Cízico y Promatidas de Ninfeo así como Herodoro de Heraclea (FGrH 31) para Heraclea./ (Fraser 1984: 627). /El himno (IV) a Delos de Calímaco nos muestra el centro del imperio ultramarino lágida en el período anterior a la Guerra cremonidea, y nos informa sobre un festival en honor de Ptolomeo II o de Apolo. Ya que el poema se refiere a la victoria de Ptolomeo II Filadelfo sobre los mercenarios galos rebeldes que había tomado a su servicio en su campaña contra Magas, que probablemente duró desde 274 a. 272 a.C., el festival al que conmemora el poema tendría lugar en 271/270 a.C., el año siguiente en el que Ptolomeo II fue a la guerra contra Antíoco I (la 1ª Guerra Siria) con un resultado favorable. Esta fecha coincide con la referencia a Ptolomeo II como Dios, si esto es lo que debe interpretarse por el establecimiento del culto de los Theoi Adelphoi en 272/271 a.C./ (Fraser 1984: 657-658). /Los galos rebeldes que Ptolomeo II había reclutado en su campaña contra Magas de Cirene en 274-272 a.C. Los recluyó en una isla del Nilo, donde murieron de hambre y de suicidio. Esta acción contra los galos impresionó a Calímaco. Se conectaba el episodio de los galos en Egipto con la intervención de Apolo que salvó al templo de Apolo en Delfos. En consecuencia, Ptolomeo II habría salvado a Egipto de los galos./ (Fraser 1984: 660). //Teocrito describe las posesiones lágidas anteriores a la 1ª Guerra siria, ver algo sobre ello, para ver las referencias al Mar Negro, Propóntide o Esmirna// /Creación de la Liga del Norte formada por ciudades griegas de la costa póntica como Bizancio, Calcedonia, Heraclea Póntica. Esta última derrotó a las tropas seleúcidas de Antíoco I con ayuda de Mitrídates I de el Ponto./ (Lozano Velilla 1989: 15). ¿Incluiría a Lámpsaco? /La presión del reino de Pérgamo con Eumenes I sacó de la órbita seleúcida a toda la zona de Eolia, ya que estaba Antíoco II estaba complicado en la guerra con los lágidas. Las monedas nos confirman el paso de una dependencia a otra. Pese a todo las posesiones seleúcidas en el litoral anatólico septentrional pudieron mantenerse, sobre todo en la región de los estrechos y Tracia, pese a la inquietud que ello despertaba en Bitinia.. Incluso entró en conflicto con Bizancio. Ello podría deberse a impedir la ampliación de la influencia ptolemaica en tales zonas, dado que se constata las bueneas relaciones entre Bitinia y Alejandría. Quizá pretendiera Antíoco II dar testimonio de que recogía los teóricos derechos heredados de Seleuco I. O quizá que fue requerida su ayuda contra los celtas, que desarrollaban sus correrías en la zona. El balance obtenido no fue sino someter a su control una pequeña parte de Tracia oriental, cercana al Quersoneso./ (Lozano Velilla 1989: 18). /Rebelión de los mercenarios celtas en época de Ptolomeo II, en la época de la rebelión de Magas, que se proclamó rey en Cirene, evitó la expedición de Ptolomeo II para recuperar Cirenaica./ (Heinen 1984: 416). /El rey escita Scydrothemis gobernó Sínope en época de Ptolomeo I Soter: Fraser 1984: 247). / (Hornblower 1994: 221). /Zipoetes fue el primero, tras el fracaso de Lisímaco en eliminarle, en denominarse rey de Bitinia en 297 a.C. (Memnón 10) (Reinach 1887: 131ss.). Gracias a sus éxitos diplomáticos creó la liga norte y en su testamento nombró como guardianes de su hijo Zialeas a Ptolomeo de Egipto y Antígono de Macedonia (Memnón 22). Zialeas continuó la política filohelena de su padre. En una inscripción (G.I.S.3, 456) que refleja una carta del rey dada a varios enviados de la isla de Cos, que han venido a obtener de él protección para el Asclepión, pero que en verdad buscaban protección y buena voluntad para ellos y su rey (Ptolomeo) Evergetes y así poder desarrollar el comercio con las ciudades bitinias./ (Harris 1980: 861). /Los galos aparecen mezclados con los reinos de Capadocia y Ponto. Un fragmento aislado de la Karika de Apolonio de Afrodisias informa que poco después de su llegada a Asia, lucharon junto con Mitridates del Ponto y Ariobarzanes de Capadocia para repeler una fuerza ptolemaica en el Mar Negro. Capturaron las anclas de los barcos enemigos, y recibieron el país en torno a Ancira como recompensa por su éxito y llamaron a su capital así por sus trofeos (Esteban de Bizancio. s.V. Ankyra ;FGrH 704 F 14). La segunda parte de la historia es un mito etiológico, ya que Ancira no fue la capital de la Galacia hasta la creación de la provincia romana, aunque Mitchell acepta la posibilidad de la batalla contra las fuerzas ptolemaicas en el Euxino. Hay una tradición confusa que sugiere que Ptolomeo II ayudó a Bizancio, Heraclea, Sínope y otras ciudades pónticas (Amiso¿?) con trigo, dinero y apoyo militar, por las que recibió culto al menos en Bizancio (Habbitch, Gottmenschentum2, 1164-121). La batalla en el Ponto, podría ser un intento de restablecer la influencia ptolemaica, pero antes de la muerte de Mitridates I en 266 a.C. Si se acepta que Mitrídates I ayudó a los galos a establecerse en Galacia (Meyer 1879: 43ss.), el episodio pudo tener lugar a principios de la década de 260’s. tras la batalla de los elefantes/ (Mitchell 1995: 20). /Seleuco venció a Lisímaco en 281 a.C. y los seleucidas gobernaron en todo el área, Pleistarco había sido eliminado anteriormente. Los ptolomeos sin embargo se habían establecido ya en partes de la costa caria y posteriormente adquirieron varias ciudades de la costa jonia e incluso más al norte. Tanto los seleucidas como los lágidas usaron la doctrina de la libertad de las ciudades como excusa para capturar las ciudades del otro./ (Jones 1983: 41). /Lágidas: en 222 a.C. al advenimiento de Ptolomeo IV a.C. los lágidas controlan plazas fuertes a lo largo de toda la costa de Asia Menor, desde Pamfilia al Helesponto, incluyendo Enos y Maronea en Tracia (Polibio V, 34, 7-8). Sin embargo, una alianza entre Seleucidas y Antigónidas (c. 203/202 a.C.) en empresas separadas expulsaron rápidamente a los lágidas de la zona. La campaña de Filipo V acabó en fracaso pero las de Antíoco III reconquistó todas las plazas en 197 a.C. No obstante, tras la paz de Apamea, estas posesiones no volvieron a los lágidas sino a Pérgamo y Rodas (Will 1979/1982 II: 114-118)./ (Sartre 1995: 32) /Control ptolemaico en el norte del Egeo: Metimna: posiblemente entre 260-259 a.C. hasta la pérdida general de posesiones en c. 259 a.C. En la inscripción de Adulis (OGIS, 54) Ptolomeo III Evergetes pretende haber conquistado Tracia y el área del Helesponto durante la III Guerra Siria (246-241 a.C.). Para Bagnall no hay pruebas de ello./ (Bagnall 1976: 159). /Otras inscripciones que informan sobre el involucramiento de los lágidas en el Norte del Egeo y Helesponto: Hipomedonte, hijo de Agesilao, un espartano, strategos de Tracia y las áreas del Helesponto y la otra de Epinikos, gobernador de la ciudad de Maronea. Ambos hombres están encargados o involucrados en la salvaguardai del territorio de Samotracia. Para Bagnall, que data estas inscripciones en 241-221 a.C., se situarían en el reinado de Ptolomeo Evergetes./ (Bagnal 1976: 160). /Según Polibio (V, 34, 7-8) en el momento de subier al trono Ptolomeo Filopator los lágidas poseían varios puntos en el Helesponto y lugares en torno a Lisimaquia como Enos, Maronea, Sestos, Cípsela...)/ (Bagnal 1976: 160). /Aparte de una breve presencia ptolemaica en Lesbos antes de 259 a.C. es probable que partes de Tracia y el Helesponto estuvieran bajo su control en la década de 240 a.C., junto con Lesbos y Samotracia y que este control durase en algunos puntos hasta 200 a.C., cuando se acabó y no fue retomado./ (Bagnall 1976: 162). /Las ciudades griegas del norte del Egeo: Enos, Maronea, Samotracia y las ciudades de Lesbos, continuaban con sus instituciones cívicas y sus relaciones exteriores como lo habían hecho con anterioridad. No obstante, sus acciones eran guiadas para adecuarse a la voluntad real. En las ciudades tracias, quizá también en Lesbos, donde las guarniciones con comandantes, quienes en momento de necesidad extendían sus recursos paa defender las áreas bajo control ptolemaico pero fuera de su jurisdicción inmediata, su autoridad, no se extendía hasta ese punto. El strategos, sin embargo, ejercía amplios poderes en ciudades con o sin guarnición. Su autoridad era suprema en asuntos militares, gobierno civil y quizá en temas financieros, aunque no está totalmente claro para Bagnall./(Bagnall 1976: 165). /La presión del reino de Pérgamo con Eumenes I sacó de la órbita seleúcida a toda la zona de Eolia, ya que estaba Antíoco II estaba complicado en la guerra con los lágidas. Las monedas nos confirman el paso de una dependencia a otra. Pese a todo las posesiones seleúcidas en el litoral anatólico septentrional pudieron mantenerse, sobre todo en la región de los estrechos y Tracia, pese a la inquietud que ello despertaba en Bitinia.. Incluso entró en conflicto con Bizancio. Ello podría deberse a impedir la ampliación de la influencia ptolemaica en tales zonas, dado que se constata las bueneas relaciones entre Bitinia y Alejandría. Quizá pretendiera Antíoco II dar testimonio de que recogía los teóricos derechos heredados de Seleuco I. O quizá que fue requerida su ayuda contra los celtas, que desarrollaban sus correrías en la zona. El balance obtenido no fue sino someter a su control una pequeña parte de Tracia oriental, cercana al Quersoneso./ (Lozano Velilla 1989: 18). /Por la paz que finalizó la III Guerra Siria (246-241 a.C.) Ptolomeo III obtuvo considerables ventajas en el litoral anatolio, especialmente en Cilicia, Panfilia y Jonia. A partir, de ese momento, los ptolomeos comenzaron su penetración en Tracia y el Helesponto./ (Lozano Velilla 1989: 20). /Con el declive de Atenas como principal mercado, los reyes del Bósforo expandieron sus contactos con el Egeo. El poder naval pasó de Atenas a Macedonia (Filipo, Alejandro y luego a Antígono y Demetrio) y luego a los Ptolomeos de Egipto y en una política comercial y policial más limitada a Rodas. Estos estados externos al Mar Negro que mostraron interés por él fueron Tracia bajo Lisímaco c. 282 a.C. y el Egipto ptolemaico y Rodas (Dion Crisóstomo XXXI, 103). Egipto era un productor autosuficiente de grano y exportaba masivamente sus sobrantes y por ello era un rival del Bósforo. Alejandría envió una gran cantidad de productos, incluyendo cerámica al área norte del Mar Negro (Shurgaya VDI, (1965), 4; Klio 1979, p. 453-458; Yailenko 1990: 283-309.), pero en una ocasión una flota de Ptolomeo Filadelfo se aventuró en el Mar Negro para intervenir en nombre de Sínope contre el rey de Capadocia Ponto (c. 275-270 a.C. Esteban de Bizancio Ancyra= Apolonio de Afrodisias). Esto era un intervención aún más rara que la de Pericles en el siglo V a.C. Pero los gobernantes del Bósforo a su vez tomaron interés en estos grandes poderes. Perisades II envió una embajada a Ptolomeo Filadelfo en 254 a.C. o 253 a.C. (Bell, H.I. Symbola Osloenses (1927), 5, p. 36-37; Maximova 1956: 175-176; 233-234; Shurgaya, KSIAK, 138, (1975), p. 51). Este también dedicó un cuenco de plata en Delos c. 250 a.C. y Camasarye (CIRB, 75) fue responsable de hacer dedicatorias en el altar de Apolo de Bránquida cerca de Mileto (178, 177 a.C.). Un decreto honorífico para Camasarye y Perisades fue hecho en Delfos en c. 160 a.C./ (Hind 1994: 504). /La masiva importación de grano desde Egipto y la reducción de la producción debido a la inestabilidad entre las tribus del norte del Mar Negro produjeron cambios en la economía del Reino del Bósforo (Polibio IV, 38, 5 cita las exportaciones e importaciones)./ (Hind 1994: 504). /Con el debilitamiento del poder ptolemaico en el Egeo c. 250 a.C. y la subsiguiente decadencia de la flota macedonia (Walbank 1940; 13, n. 10) la piratería creció, siendo los principales actores los etolios, cretenses, ilirios desde 270 a.C. La responsabilidad de vigilar el mar pasó de los lágidas a los rodios, activos en esta labor desde c. 299 a.C. y durante todo el siglo III a.C./ (Davies 1984: 286). /Es posible que el declive del poder naval lágida en el Egeo comenzase en la década de 260’s. Para ello, Heinen se basa en la derrota lágida ante los macedonios en Cos. Podría ser que esta batalla formase parte de la Guerra cremonidea, pero no hay mucha certeza para datarla. No está nada claro el papel jugado por los seleucidas en las disputas entre el rey macedonio, Antígono Gónatas y los ptolemaicos. La participación directa de Antíoco I en la Guerra cremonidea no puede probarse, pero es bastante probable que aprovechase esta situación para debilitar la posición lágida en Asia Menor./ (Heinen 1984: 418). /Lo que queda claro, es que algo ocurría con la posesiones ptolemaicas de Asia Menor en los años 60, si se observa el caso de Efeso, que cayó bajo dominio ptolemaico en 262/261 a.C. Esto podría ser únicamente el resultado de un conflicto con los seleucidas, que fueron capaces de retomar Efeso, c. 258 a.C. (Orth 1977: 130-132)./ (Heinen 1984: 418). /La muerte de Antíoco I y el advenimiento de su sucesor, Antíoco II provocó una serie de disturbios de los que se aprovechó Ptolomeo II. Hubo una rebelión en Efeso (por medio de un hijo de Ptolomeo II) y otra en Mileto (Timarco), incluso Rodas, se unió a los oponentes de Egipto y venció a los lágidas en una batalla naval en Efeso./ (Heinen 1984: 419). /Antíoco II surgió victorioso en la lucha contra los lágidas (II Guerra Siria). En ciertas áreas, específicamente, en Jonia, Cilicia y Pamfilia, logró nuevos territorios. Ptolomeo II perdió parte de su talasocracia en el Egeo a favor de Antígono Gónatas y Rodas, cuyo ascenso comenzaba junto con el de Pérgamo/ (Heinen 1984: 419). /III Guerra Siria (246-241 a.C.): entre 245-241 a.C. las fuerzas ptolemaicas deben haber estado operando con éxito a lo largo del sur y oeste de Asia Menor: no hay otra explicación para la ganancias territoriales en Cilicia, Pamfilia, Jonia y el Helesponto hasta Tracia que permaneció en manos de los lágidas después de la guerra en 241 a.C. (Huss 1976: 188ss.; Will 1979/1982, v. I: 259ss.). Además el puerto de Seleucia en Pieria quedó en manos lágidas. Todo esto sólo es expicable si consideramos que la flota egipcia todavía ejercía una gran influencia en el Mediterráneo y el Egeo./ (Heinen 1984: 421). /El siglo III a.C. fue la época dorada de los mercenarios celtas (Launey 1949/1950). Luchaban formando un grupo propio con su propio armamento y estilo de lucha./ (Heinen 1984: 425). /Según la inscripción de Adulis (OGIS 54) Ptolomeo III ganó territorio en la costa oeste de Asia Menor, Helesponto y Tracia al menos desde la época de la III Guerra Siria. Los lágidas tenían interés en controlar las ciudades marítimas y regiones costeras de Asia Menor. Por ello, intervienen en todos los conflictos. Lo mismo hizo el rey macedonio, Antígono Dosón, en su expedición a Caria, se aprovechó del declive del reinado seleucida en Asia Menor./ (Heinen 1984: 430). /Rodas: resistió los asaltos de Antigono Monoftalmos. Mantuvo una política de neutralidad en función de sus interes comerciales. Los rodios tuvieron buens relaciones con Egipto desde fines del siglo IV a.C. Tras el sur de Rusia, Egipto era el principal proveeder de grano/ (Heinen 1984: 412). /Egipto era importante para Rodas, no sólo como suministrador de grano. En el siglo III a.C. los ptolomeos controlaron grandes zonas costeras de Asia Menor (oeste y sur). El libre acceso a los puertos ptolemaicos era vital para los rodios. Pese a todo hubo enfrentamientos como el ocurrido en c. 250 a.C. en la época de la II Guerra Siria donde les derrotaron en la batalla de Efeso. Sin embargo, esto no tuvo un efecto duradero y las buenas relaciones ser reanudaron pronto. El declive del poder marítimo ptolemaico fue compensado por el auge del rodio. Esto se demuestra no sólo por el papel jugado por Rodas en la guerra (aduanera) contra Bizancio en 220 a.C. , sino también por que a finales del siglo III a.C. podemos hablar de una talasocracia rodia. Obtuvo una posición preeminente en el Egeo y se encargó de reprimir la piratería./ (Heinen 1984: 433). /La guerra aduanera de 220 a.C. entre Rodas y Bizancio incluyó también a Bitinia, Pérgamo y Aqueo. Ninguno de los grandes poderes helenísticos participó en el conflicto en un lugar tan importante como los Estrechos/ (Heinen 1984: 440). /La presencia lágida en Asia Menor y el Egeo le permitió observar mejor los movimientos de los antigónidas y los seleucidas. Pero ésta era una política muy arriesgada, difícil de justificar desde el punto de vista estratégico. (Para los diferentes puntos de vista, Will 1979-1982). U. Wilcken enfatiza la naturaleza imperialista del la política exterior ptolemaica y su estrecha asociación con los intereses comerciales. M.I. Rostovzeff señala que lo que interesa a los ptolomeos era Egipto. Para defender su independencia necesitaban una flota y dinero, lo que llevó a la necesidad de adquirir territorios adecuados con materias primas y rentas. Heinen apoya la visión de Will de que primaron los intereses geoestratégicos en la política exterior lágida y que la política mercantil tuvo sólo un papel de apoyo. Las fuentes no permiten demostrar el punto de vista contrario./ (Heinen 1984: 444). /Bitinia: fuer una de las áreas de la costa norte de Asia Menor que los aqueménidas no tuvieron bajo un control total y que Alejandro no llegó a dominar. Tras 301 a.C. incluso Lisímaco no pudo progresar contra las tribus tracias de Bitinia. La exitosa resistencia ante Lisímaco le empujó a Zipoetes a tomar el título real. La era real bitinia empieza en 297/296 a.C. Nicomedes I (279-250 a.C.) su sucesor fundó Nicomedia en la Propóntide como capital de su reino, y orientó a éste hacia el mar y abrió el reino a una acelerada helenización. c. 255/254 a.C. Zialeas tomó el control de Bitinia pese a lo dispuesto en el testamento por Nicomedes I., extendió su reino hacia el este. En una inscripción de Cos (SIG 456) del período 246-242 a.C., se jacta de su amistad con los ptolomeos. Veía esto como un contrapeso contra el poderoso reino seleucida y su aliado del Ponto/(Heinen 1984: 425). /La composición de la guarnición de la ciudad, así como las tropas, que parecen haber estado bajo control de la corona, no se conoce en detalle en ningún período. Sabemos que al principio del reinado de Ptolomeo II Filadelfo invitó a mercenarios galos, recién llegados al escenario griego a su servicio, pero el experimento fue un fracaso. Los galos se rebelaron y tuvieron que ser destruídos, y sus escudos, símblo de su profesión, permanecieron expuestos para mayor gloria del rey (ver p. 660)./(Fraser 1984: p. 69-70). /Probablemente la impresión más clara de la figura de los mercenarios en Alejandría se observa en sus lápidas, muchas con representaciones del guerrero muerto, halladas en las necropoleis orientales de Alejandría. Retratan oficiales de diversos tipos, a menudo acompañados de un escudero, lo que deja claro que eran personajes de rango e importancia. Su origen racial varía considerablemente: galos (Launey 1949/1950: p. 511-513; Reinach; Mon. Piot, 18, 1910, p. 37-115; para los retratos Brown, Ptolemaic Paintings, nº 3, 5-0) y cretenses parecen predominar, también acarnienses, tesalios e incluso jonios. La mayoría de estas lápidas pertenecen a mediados y segunda mitad del siglo III a.C., cuando el mercenariado tuvo su auge en Alejandría./ (Fraser 1984: 70, n. 232). /Sobre los enviados lágidas a los diferentes puestos del imperio hay nativos de Macedonia, Bizancio (OGIS 81/ IG VII, 297-298 Oropus), Solos, Perge, mientras como gobernador de las posesiones helespontinas y tracias encontramos un personaje de la casa real espartana. Los alejandrinos eran el grupo más numeroso pero no la mayoría absoluta. Los ptolomeos buscaban el mejor talento disponible./ (Fraser 1984: 101). /La flota egipcia no tuvo preponderancia en el Mediterráneo oriental y el Egeo hasta la caída de Demetrio Poliorcetes en 286 a.C. A partir de ahí la influencia comercial y política es total. Rodas al igual que Delos se aprovecharon de ella. Las relaciones entre Rodas y Alejandría estuvieron muy unidas al menos hasta la Guerra cremonidea (c. 265-260 a.C.). Los rodios eran muy importantes en Delos, el punto central del poder ptolemaico en el Egeo. Posteriormente en c. 258 a.C. los dos poderes se enemistaron, y se menciona la derrota de los egipcios antes los rodios en el puerto de Efeso, la base ptolemaica en la costa jonia (Polieno, v. 18)(Fraser, Bean, Rhodian Peraea, p. 155; Momigliano, Fraser, CQ, 1950, 44, p. 108-118). Se desconocen las causas y las consecuencias de esta ruptura, pero puede conjeturarse la serie de conflictos sucesivos entre lágidas, antigónidas y seleucidas. Sería un episodio temprano del declive de poder marítimo lágida, que empezó con la Guerra cremonidea y que continuó a lo largo de varias generaciones./(Fraser 1984: 163) 2- PTOLOMEO IV-HASTA MITRIDATES /A partir de la victoria de Rafia en 217 a.C. de Ptolomeo IV Filopator sobre Antíoco III el elemento indígena egipcio empieza a tomar consciencia de su peso. Hubo en junio de ese mismo año una revuelta indígena que continuó intermiténtemente durante varios años. El efecto de estas rebeliones fue el aumento del predominio del elemento egipcio en todos los aspectos. Este período coincidió con la pérdida de las posesiones exteriores lágidas debido en gran parte a la laxitud de Ptolomeo IV (Polibio V, 107; XIV, 12, 3-5). La pérdida de la mayor parte del imperio ultramarino que quedó restringido a Cirene y Chipre, asociados a la corona casi hasta el final de la dinastía (Fraser, Bean, “Two Studies on the Cult of Sparapis in the Hellenistic World”, Op. Ath, I, p. 25ss; Will (1979/1982, vol II: 90ss)./ (Fraser 1984: 60-61, n. 181). /Cuando Antíoco IV vence a las tropas egipcias y entra en Egipto, Ptolomeo VI intentó huir hacia Samotracia pero fue capturado y fue llevado a Menfis con Antíoco IV./ (Fraser 1984: 119). //Esto quiere decir que Samotracia todavía era posesión lágida o que tenían algún tipo de relación//. /A mediados del siglo II a.C. los mercenarios galos parecen ser un grupo minoritario, pequeñas unidades que poseían su propia organización civil y religiosa. Menciona una inscripción de esta época, pero que no cree de origen alejandrino, es una dedicatoria de los comandantes de “La segunda sección de bitinios”(para los bitinios merceranios, Launey 1949/1950, v. I), p. 435; inscripción SEG VIII, 357. Fraser no cree que venga del Bajo Egipto como supone Launey, o.c.; fue un envío al museo greco-romano, Breccia 1929, BSAAlex, 24, p. 69). Los días del reclutamiento ultramarino de los lágidas habían pasado, y las tropas debían ser aceptadas individualmente./ (Fraser 1984: 89, n. 343). /A finales de este período con Ptolomeo IV en el trono, las posiciones ultramarinas empezaron a deteriorarse rápidamente, y en este tiempo vemos de nuevo a Rodas y Egipto asociados (Polibio IV, 51, 5), pero no debemos dudar de que las relaciones entre ambos se habían invertido. Rodas se había convertido en el poder mercantil y político más activo del Egeo. Su política de libertad en el mar, y apoyo a las empresas mercantiles, aunque fuese en su beneficio, le atrajo la buena voluntad de los griegos en un momento entre el declive del poder naval egipcio y la irrupción romana. Así apareció claramente cuando en 220 a.C. las comunidades mercantiles griegas le solicitaron ayuda en su disputa con Bizancio sobre las tasas de tránsito para pasar el Bósforo (Polibio IV, 47, 1; Rostovzeff 1950/1967: 673ss). Al mismo tiempo Rodas aumentó su control/ presencia en las Cícladas, el punto natural de encuentro del comercio egeo. La liga nesiota controlaba el tráfico y a través de ella primero Egipto y luego Rodas controlaron ese comercio. En estos años Rodas y Egipto aparentemente persiguieron la misma política exterior basada en consideraciones mercantilistas: en los años de la Guerra Social y la 1ª Guerra macedonia aparecen juntos en los intentos de intervenir entre los combatientes y evitar la extensión de las hostilidades (Holleaux, Rome, la Grèce..., p. 35ss; Schmitt, Rom und Rhodos, 1957, Munch. Beiträge, 40, p. 193-211; Schmitt, 1953, JEA, 39, p. 93-94; Schmitt, 1960, Berytus, 13, p. 160-161)./ (p. 163). 3- MITRIDATES EUPATOR /Alianza matrimonial entre Mitrídates y Ptolomeo Auletes, no hay apoyo lágida en su guerra contra Roma. Es dífícil creer que la alianza tuviera una carácter militar, aunque de hecho más tarde Mitrídates se lamentará de la pasividad de Ptolomeo Auletes (Salustio, Historia, frg. IV, 69, 12 M)./ (Ballesteros Pastor 1996: 222). /En 102/101 a.C. fue dedicada en Delos una capilla por el ateniense Heliánax. Los dioses a los que estaba consagrado el edificio eran los protectores del comercio marítimo. Est emismo personaje debió haber jugado un importante papel en las relaciones comerciales entre Atenas y el Ponto, y en particular con Amiso, antigua colonia ateniense que contaría con un significativo grupo de hombres de negocios en su antigua metrópoli (Rostovzeff 1967: 908-909; 1024, n. 113). /Mitrídates acudió en busca de ayuda ante las dos debilitadas monarquías griegas que todavía subsistían en el Mediterráneo oriental: los seleucidas y los lágidas./ (p. 434). /Respecto de los lágidas, Apiano (Mith. 13) nos habla asimismo del envío de embajadores antes de comenzar la guerra con Roma, noticia corroborada por Salustio (Historia fr. 4, 69 10M) que no refiere en conversaciones entre los monarcas de ambos reinos. Mitrídates, se apoderó del tesoro depositado en la isla de Cos y retuvo a los príncipes lágidas que había en la isla, lo que nos indica que realmente no se llegó a una alianza con Egipto. No es que pretendiera convertir a los lágidas en una dinastía cliente (Will 1979-1982, v. II: 402), sino que sólo se aseguraba su no beligerancia en el conflicto contra Roma. Esta es probablemente la causa de que Ptolomeo IX rehusara a ceder a Lúculo la ayuda que le solicitaba. El posterior desposorio de princesas pónticas con los príncipes lágidas, indicará de una parte el deseo de normalizar las relaciones con Roma, y de otra el de establecer contactos con los lágidas, situando una vez más al Ponto como una monarquía capaz de tratarse en pie de igualdad con la última de las casas macedonias que aún reinaban./ (Ballesteros Pastor 1996: 435). /En el año 80 a.C. Alejandro único heredero varón de Ptolomeo Alejandro I fue capturado por Mitrídates VI en Cos, pero pudo escapar de éste y pasó al campo de Sila y fue con él a Roma. Posteriormente fue puesto en el trono de Egipto por Sila como Ptolomeo Alejandro II/ (Fraser 1984: 124). /En la época de la expulsión de Ptolomeo XII Auletes y la regencia de Berenice, ésta se casó con Arquelao un noble póntico, al que Pompeyo había nombrado Gran Sacerdote del templo de Ma en Comana. En 56/55 a.C. se casaron y fue nombrado rey de Egipto (Samuel, Chr. d’Égypte, 40, 1965, p. 398; Skeat, Reigns..., p. 38-39; Samuel, Chronology..., p. 156, . Pero en la primavera de 55 a.C. Gabinio (cuyo comandante de caballería era Marco Antonio) marchó a Egipto con autoridad senatorial y restauró a Auletes, amientras que las tropas alejandrinas de Arquelao no hicieron nada. / (Fraser 1984: 126). /Recluta de oficiales y pilotos en Fenicia y Egipto (Apiano, Mith. 13) para la poderosa flota póntica (Apiano, Mith 17)./ (Ballesteros Pastor 1996: 438). /En Alejandría había un sentimiento anti-romano. Sin embargo, tenemos la excepción de los filosofos atenienses de la Academia que se asentaron en Alejandría tras el episodio de Mitrídates VI, que desbarató la vida intelectual de la ciudad, se acomodaron a los nuevos gobernantes romanos. Cuando Augusto, tras Actium, entró en la ciudad, ser miembro de la Academia era un elemento a su favor./ (Fraser 1984: 90). 4- COMERCIO LAGIDA EN MAR NEGRO /Existencia por todo el Mediterráneo, Próximo Oriente y Mar Negro de manufacturas egipcias de gran calidad y una gran demanda. La escasez de salidas para las mercancías en Egipto facilitaban su control./ (Turner 1984: 152). /Los reyes lágidas heredaron de los faraones la consideración de que el campo egipcio era propiedad del rey, y que todos sus productos estaban a su disposición. La mayor parte de la vida económica de Egipto estaba dominada por el sistema monopolístico. En otros aspectos en los que no había monopolio, había un gravoso sistema de tasación, que servía para enriquecer el tesoro real. Pese a todo a escala egea, no se puede considerar que hubiese un política comercial estratégica global de los ptolomeos (ver Will 1979/1982, vol I: 133-186). No cree Fraser que se pueda dar una respuesta unívoca a la cuestión de si la política exterior estaba dictada por los intereses económicos. Para Fraser los reyes helenísticos estaban interesados en todos los aspectos de su estado (económicos, estratégicos...) para la supervivencia de su estado. Pero la importancia de un fáctor u otro dependería del momento y la situación./ (Fraser 1984: 135, n. 20). /Probablemente hubo ciertas áreas, en las que el comercio reflejó necesidades estratégicas de algún tipo: la necesidad de metal para acuñar moneda: comercio con el oeste, la necesidad de elefantes para la guerra: sur. En estos casos probablemente sería más el estado que comerciantes privados el que promovería este comercio./ (Fraser 1984: 135). /El comercio helenístico fue muy exclusivista: la moneda ptolemaica que aparece a lo largo de todo el Mediterráneo y especialmente en Grecia, no aparece en terreno seleucida en el siglo III a.C. (Rostovzeff 1953/1967: 284) cita tetradracma lágida en Pérgamo. Hay un tesorillo de Nablus que contiene una moneda lágida de Tiro de Ptolomeo II y dos tetradracmas; ver también Will 1979/1982, vol IÑ: 158, n. 3) y monedas seleucidas y de otros reinos no aparecen en los numerosos tesorillos hallados en Egipto. Así , la competencia en los mercados griegos y egeos, fue complementad con una exclusividad mutua entre los reinos, lo que acentuó el uso un standard ptolemaico de moneda, que no existía apenas fuera de los dominios lágidas/ (Fraser 1984: 136). /En un papiro que contiene la declaración de un tal Apolonio y otros dos individuos en Pelusio contiene una serie de mercancías de Asia Menor y el Egeo y las tasas pagadas por cada uno (PCZ 59. 012; Andréades, Mélanges Glotz I, (1932), p. 7-48). Estas mercancías: vino y queso quíotas, miel caria, ática y rodia, nueces póntica y otras mercancías. Pero lo más importante, es que éstas eran adquiridas en Siria y re-exportadas luego a Egipto./ (Fraser 1984: 150). /Comercio egeo: en el siglo III las comunidades de Grecia, Asia Menor, islas egeas y el Mar Negro pese a la inestabilidad política permanecieron prósperas y llevaron a cabo un activo comercio tanto de consumo como de lujo. Alejandría, la ciudad más rica del Mediterráneo, fue uno de los tres ejes, junto a Delos y Rodas, en el comercio interno egeo. Por tanto, para mostrar una imagen del comercio egeo de Alejandría hay que tener en cuenta el comercio entre los diferentes centros, por lo interdependientes que eran. (No obstante, los datos de Fraser se refieren a Alejandría sólamente)/ (Fraser 1984: 160). /Siguiendo a Teopompo (FGrH 115 F 129, apud Estrabón, que numerosas ánforas tasias, quiotas y lesbias llegarían hasta un remoto mercado en las montañas de Dalmacia llevados por mercaderes de Mar Negro. Las importaciones que llegaban a Alejandría eran para la población griega. Los griegos no cambiaron sus hábitos alimentarios, no importa donde estuviesen. Es cierto que Alejandría tuvo que importar más que otras comunidades ya que pese a los esfuerzos de los ptolomeos que desarrollar cultivos típicos del Egeo como olivos, el territorio carecía de muchos de los productos esenciales para la vida griega. Sin embargo, este tipo de importaciones contrastan con la importación de productos de lujo traidos de Arabia y el sur y la importaacón de metal desde las regiones metalíferas del oeste./ (Fraser 1984: 160). //Pudo haber un comercio de metal con Sínope, lo que explicaría en parte sus relaciones. Al menos hasta la expansión póntica.// /Las relaciones entre Alejandría y Rodas en el siglo III a.C. constituyen un elemento esencial del armazón político económico del momento./ (Fraser 1984: 162). /Alejandría era esencialmente un puerto de exportación, y no hay duda de que una gran parte de estos productos era reembarcada o al menos pasaba por Rodas. Alejandría era uno de los grandes clientes de Rodas./ (Fraser 1984: 164). /Aunque Rodas tuvo una política de neutralidad hacia los Diadocos (Diodoro XX, 81, 4), la población era favorable a Ptolomeo, la mayoría de las rentas de la ciudad procedía del comercio con Egipto (probablmente el comercio de tránsito) y que además Alejandría proporcionaba todo lo necesario a Rodas. Poco se conoce sobre este comercio, pero probablemente sería en gran parte de grano./ (Fraser 1984: 165). /Por el contrario las fuentes egipcias muestran una gran variedad de origen de los productos que llegan a Egipto (Apolonio, PCZ59. 012; un papiro de Zenón). La impresión general es que Rodas no exportaba a Egipto tanta cantidad como otras islas como el Mar Negro pro ejemplo. En cambio los asas de ánforas hallados en Alejandría muestran un fuerte predominio rodio/(Fraser 1984: 165). /Pero la mercancías citadas en el texto de Apolonio lo que nos muestran es el papel intermediario de Rodas, donde las mercanías serían reembarcadas hacia Egipto. /(Fraser 1984: 169). Las relaciones comerciales entre Alejandría y Delos son diferentes de las de con Rodas ya que Delos no era un poder político importante. Debía su prestigio al gran altar de Apolo y su importancia comercial a su posición central en el Egeo. Era un lugar especial para los jonios, y cuando a principios de la época helenística, las Cícladas se unieron en torno a la Liga de los isleños, Delos fue su centro. Estuvo bajo un débil control ptolemaico el reinado de Ptolomeo II Filadelfo y subsiguientemente en el siglo II a.C. bajo Rodas, aunque Rodas parece haber favorecido a Tenos frente a Delos (Fraser, Bean, Rhod. Peraia, p. 165ss)./ (Fraser 1984: 169). /En el siglo III a.C. la importancia de Delos como punto de encuentro de mercaderes es atestiguado por el gran número de inscripciones que reflejan los orígenes de los mercaderes griegos./ (Fraser 1984: 169). /El mar Negro tenía fuertes conexiones con el Egeo. Jugó un papel vita en la vida económica del Egeo como exportador de cereales a gran escala. Por medio de estas grandes reservas de grano, los reyes del Bósforo, los espartocidas, se convirtieron en personas ricas e influyentes (Minss 1913: 574 ss.; Rostovzeff 1925: 566ss; 1953/1967: 105ss). En época helenística hubo estrechas relaciones económicas entre esta zona y el Egeo a través de Alejandría y Rodas (Rostovzeff 1953/1967: 593ss.)./ (Fraser 1984: 171). /Un elemento esencial para el comercio en el área cerrada del Mar Negro era la amistad con la poderosa ciudad de Bizancio que controlaba el Bósforo. Los éxitos de Ptolomeo II hcieron que los bizantinos erigiesen un templo en su honor al igual que los rodios lo habían hecho con Ptolomo I Soter (Dion. Byz, Anapl. 41; Op. Ath, 1, p. 38, n 1). Ptolomeo II ganó este tributo en Bizancio por los grandes terrenos regalados y por otras donaciones, todas encaminadas a servir a sus intereses políticos. Es por tanto significativo sobre el declive de la autoridad egipcia que cuando Bizancio cierra el Bósforo, los comerciantes se dirigen a Rodas y no a Egipto para buscar una solución/ (Fraser 1984: 172). /El comercio entre Alejandría y el Mar Negro fue bidireccional con Rodas como punto de unión. Agatárquides (De Mar. Eryth. 66) para señalas una ruta desde un clima frío, lago Maeotis ( mar de Azov) y un clima caliente Alejandría marca una ruta que tiene a Rodas como su punto central. Ello explica como en el cargamento de Apolonio aparecen mercancías sirias y pónticas en el mismo barco donde han sido reembarcadas en Rodas. Para los contactos de Rodas con el mar Negro (Belin de Ballu 1965; sobre ánforas de Sinope halladas en Rodas (Grace, Year Book of the Amer. Phil. Soc, 1959, p. 476), con 16 asas de ánforas póntica./ (Fraser 1984: 172). /Las importanciones de Alejandría del Bósforo eran muy grandes incluso aunque no incluían grano, la principal exportación del área. Los papiros recogen nueces pónticas y guisantes bizantinos y pescado seco (PCZ 59. 177; PCZ 59. 012; PSI 514, línea 24). Más significativa fue la visita a Alejandría a mediados del reinado de Ptolomeo II Filadelfo de enviados del rey de Bósforo, Perisades II (Rostovzeff 1928, JEA, 14, p. 13-15; Will 1979/1982: p. 167). El rey del Bósforo no tenían intereses políticos directos con Egipto y los enviados mandados en viaje turístico, serían una misión comercial. Sobre exportaciones egipcias en el Mar Negro apenas hay noticias. Pero es interesante ver que aparecen varios vasos del tipo Hadra en Olbia y Panticapeo (Rostovzeff, Monuments of the Mus. of Fine Arts in Moscow I-II, 1912, p. 61ss., Stern, E. von 1910, Ein Beitrag. zur hellen. Keramik; Ebert, Sudrussland im Altertum, 1921, p. 212ss.)./(Fraser 1984: 172). /El establecimiento de mercaderes egipcios en el siglo IV a.C., no sólo en un centro comercial importante como el Pireo (IG II2, 337; Op Ath. I, p. 23, sino también en una pequeña ciudad como Eretria (IG XII. 9. 815; Op. Ath. I, p. 31-32), es atestiguado por la presencia del culto de Isis y de los “dioses egipcios”. Este comercio fue aprovechado por Alejandría desde el punto de vista propagandístico, que económicamente estranguló a Naucratis, incluso aunque ésta permaneció como una ciudad con animación durante siglos./ (Fraser 1984: 173). /Alejandría necesitaba minerales: oro y hierro entre otros. El hierro era necesitado tanto por motivos bélicos como civiles. La mayoría de estos minerales procedían de Nubia y el Norte de Sudán que en tanto en época faraónica como en la ptolemaica caían dentro de las fronteras de Egipto, por lo que su aprovisionamiento no tenía problemas./(Fraser 1984: 175). /En el mundo griego desde el período clásico en adelante, los mercaderes residentes en puertos extranjeros, especialmente el Pireo, se organizaban en grupos o Koina reconocidos por el estado. En los tiempos más antiguos parecen haber estado agrupados bajo el título colectivo de mercaderes (emporoi) , pero subsiguientemente emergieron los grupos nacionales que fueron reconocidos. Así en el siglo IV a.C. leemos en una inscripción ateniense que el estado da permiso a los mercaderes de Citio para establecer un altar a Afrodita igual que el de Isis establecido por los egipcios (IG II2, 337). Estos grupos extranjeros poseían una fuerte organización interna con un centro cultual. Estos grupos proporcionaban una unión social y religiosa para sus miembros y además daban pie a la formación informal de pequeños grupos que se apoyaban e unían en sus diferentes empresas. Además, proporcionaban a la ciudad que los acogía un medio para controlar y supervisar a los residentes extranjeros y además permitía asimilar a los comerciantes a una forma de vida corporativa dentro de la comunidad./ (Fraser 1984: 185). /Tácito recoge la historia más popular sobre el origen del culto de Serapis en Egipto: un hombre joven de talla mayor que la humana se apareció en sueños a Ptolomeo I Soter, cuando estaba ocupado en la construcción de los muros de la ciudad, y le dijo que debía enviar una expedición al Ponto y traer la estatua; el joven fue elevado a los cielos en medio de fuego. Soter tomó consejo de los sacerdotes egipcios y especialmente con Timoteo, el Eumolpida ateniense, a quien pidió que viniese a Alejandría para aconsejarle sobre el futuro culto. De él supo de la existencia en Sínope de un templo y estatua de Júpiter Dis y Proserpina; tras varios retrasos que duraron 3 años, ocasionados por la reluctancia de Scydrothemis, el rey escita, a la sazón soberano de Sínope, a dejar partir la imagen, la estatua fue traída a Alejandría. Fue instalada en un templo que copiaba a escala el tamaño de la ciudad y el barrio de Racotis, donde según Tácito había un altar sagrado desde antiguo a Serapis e Isis (Historias IV, 83-84). Posteriormente recoge otras tradiciones sobre el origen del culto, pero que no las acepta (Historias IV, 84). Plutarco recoge una historia similar quien añade que cuando la estatua llegó a Alejandría, Timoteo y Manetón la identificaron con Plutón, por la presencia de Cerbero y de una serpiente detrás de la estatua (Plutarco, De Isis et de Osiris 28) Otra tradición diferente explica la presencia de la estatua como un regalo del pueblo de Sínope como devolución hacia un regalo de trigo de Ptolomeo II Filadelfo a causa de una situación de hambre en Sínope (Clemente de Alejandría, Protr. IV, 48)./ (Fraser 1984: 247). /Serapis era el nombre egipcio (o la asociación) del dios griego Plutón./ (Fraser 1984: 249). /La identificación de Serapis con Plutón o lo que es lo mismo con Júpiter Dis. Esta leyenda es compatible con el origen menfita del culto de Serapis. También puede ser un intento de establecer un vínculo con la región menfita llamada “Sinopion” que estaba cercana al Serapeum./ (Fraser 1984: 256). /La adoración, pública o privada, del disperso culto de los dioses egipcios fue llevada a cabo por grupos especiales de devotos (Thiasîtai) conocidos como Sarapiastaí (en Atenas, Delos, Iulis, Rodas, Tasos y en otros lugares y ‘Isiastaí en Rodas y Cos./ (Fraser 1984: 265). /La “llegada” de la estatua desde Sínope se situaría en los años 286-278 a.C. a finales del reinado de Ptolomeo I Soter e inicios del de Ptolomeo II Filadelfo/ (Fraser 1984: 267). /No podemos trazar la cronología de la extensión de los cultos egipcios, ya que los documentos más antiguos atestigüados pueden no pertenecer a las fases iniciales del culto en ningún lugar en particular. Se puede señalar que a finales del siglo III a.C. la mayoría de las grandes ciudades del mundo griego (continente, islas, Asia Menor) tenían cultos privados y algunas públicos. Los cultos públicos más antiguos vienen de partes muy diferentes del mundo helénico: Rodas donde el sacerdocio de Serapis fue reconocido entre los sacerdocios cívicos de la islas c. 250 a.C. (Op. Ath. I, p. 27-28) e Irán, donde una manumisión de un esclavo c. 260 a.C. podría señalar la existencia de militares asentados de Egipto que llevaron el culto consigo (Op. Ath. II, p. 30-32)./ (Fraser 1984: 276).