TAREA 1 RESUMEN (Historia y Ciudadanía de Enrique Florescano) Carrera : Derecho – grupo AN2 Fecha : SC-21-03-2020 Si bien en el siglo XIX se reconoció la historia como disciplina autónoma, en el siglo XX, entre 1940 y el año 2000, la historia como producto de occidente se hizo conocer en instituciones del mundo entero. La enseñanza e investigación histórica en las Universidades motivó su relación con las ciencias sociales y de ello especialidades como: historia económica, agraria, social, demográfica, urbana, cultural, de género, microhistoria, historia de los pueblos sin historia o de los grupos subalternos, de las mentalidades, etcétera. También surgieron estudios que rechazaron el etnocentrismo propagado por instituciones europeas y norteamericanas. El siglo XX, fue terreno fértil para debatir sobre la naturaleza de la historia inherente a su extenso continente. En la segunda mitad del siglo XX, surgen debates con la aparición del postmodernismo y se incrementan de sobremanera las publicaciones conforme a sus área de especialidad. Lindsay Waters, uso la frase “Publicar o Perecer” y la investigación académica fue requisito indispensable para acceder a un puesto como profesor universitario. Estas publicaciones son tantas que no se puede llegar a conocer todas, por tanto uno no se puede actualizar como debiera conforme a su contenido. Waters, hizo mención del peligro en que esta reacción puso al área de las humanidades juzgando que muchas de ellas (publicaciones) no aportan nada valorable al área y solo se admira la cantidad y no así la calidad o su contenido. Esto ha demostrado que se ha dejado de lado la valoración de lo intelectual y con ellos a quienes han obtenido lo mejores frutos de la humanidad y dado paso a decisiones productos de la inteligencia que no necesariamente son adecuadas, por ello se ha visto la reducción de la contratación de profesores, contratos inestables acorde con una reducción en el presupuesto. Los avances a paso acelerado de la humanidad, ha dado lugar a gobiernos tecnócratas, que prefieren dar apoyo a ciencias tales como la física, química, medicina, astronomía, dejando de lado a las mal llamadas ciencias blandas, como ser la antropología, psicología, historia o sociología, esto conlleva a la disminución de alumnos o de quienes al ver la falta de apoyo, prefieren carreras mas lucrativas. Hoy en día, el aprendizaje de los hechos pasados de la humanidad, que otrora, eran dignos de estudio y análisis para aprender el por qué se cometieron tantos errores que no solo acarrearon guerras y genocidios, sino también como evitarlos en el futuro, están ocultos bajo el manto de la propaganda que ofrece espacios científicos o técnicos, se vive el presente, olvidando que cada segundo de la historia, en su momento, también fue presente y la importancia de entender la complejidad del ser humano. Cuando la historia adquirió rango académico, tomo vigencia en el currículo universitario y derivó en que se abrió un mercado compuesto por profesores y estudiantes de historia y la consecuente escritura de tratados con lenguaje tipificado como científico que confundió la profundidad con la oscuridad y que se alejo del lenguaje accesible para el común de la gente, logrando un efecto contrario al esperado, la historia se torna inalcanzable, incomprensible y si es olvidada o desestimada por la sociedad corre el riesgo de caer en el olvido. Chris Hedger, cataloga la orientación como el uso de un vocabulario elitista, que bloquea la comprensión universal, como sinónimo de popular o inicial; el que no comprende no pregunta, sin interrogantes no existe análisis y progreso y se deja de lado cuestiones morales, políticas y culturales. Lo que no se conoce o comprende, más que empatía, provoca temor, recelo. Otra circunstancia que modificó la labor del historiador, son los avances tecnológicos, que permiten tener a un click una mayoría de la información existente, su edición y difusión entre especialistas y la transmisión o divulgación al público, claro está que la divulgación es solo para mostrar lo que pueden hacer los entendidos y no una forma de transmitir el poder del conocimiento. Los medios masivos de comunicación, más rápidos, baratos y relevantes, han dejado de lado la comunicación mediante la palabra oral y escrita, por ende marca una nueva relación entre la historia y el lector o usuario. Esta nueva incursión en cierto modo a desprestigiado la existencia del intelectual, coadyuva a la situación el abandono que los dirigentes políticos tienen por la educación pública, dejando en segundo plano el lenguaje, literatura, filosofía, dando paso a audiovisuales que como ya hemos enunciado no otorga el poder del conocimiento. La meta de hoy es conseguir máquinas utilitarias inmersas en las ciencias duras, en vez de estimular la capacidad de criterio para entender y transmitir los logros y sufrimientos ajenos o sea la experiencia de años de aciertos y tropiezos. El actual modelo educativo, se centra en ganancias económicas y no en una democracia intelectual, que permita que la educación sea parte de la dignidad humana y por consiguiente respetada por leyes e instituciones. Martha Nussbaum, enumera requisitos para el desarrollo de la democracia, como ser: La aptitud de pensar en el bien común, de interesarse en la vida de los otros, de reconocer a otros ciudadanos con los mismos derechos que uno, etc., pero todo se reduce a la existencia del acceso a la educación, si bien el desarrollo de las humanidades no sirven para cimentar una economía floreciente, ayuda a formar un mundo donde se desarrollen atributos positivos como la empatía. El estudio de la historia y todo lo que ello conlleva, debiera permitir la construcción de un modelo de ciudadanía y que tomen conciencia de que son parte de la gran corriente de la historia, se debe entender que el pasado analizado y bien entendido, es modelo de nuestro presente. La historia nos enseña qué decisiones fueron tomadas en su momento y qué decisiones pueden tomarse ahora, es imperativo aprender del pasado para evitar errores futuros. Debemos analizar si nuestro desempeño merece ingresar en la historia, observar el pasado y determinar que expectativas futuras ofrece. El ser humano es temporal, pero el conocimiento perdura y puede ser nuestro itinerario, nuestra verdad única ofrecida al presente y a la posteridad. Todo lo que uno llega a saber sobre los seres humanos, lengua, etnia, indumentaria, etc., proviene del conocimiento y no de una historia que se diera a conocer por sí misma (Fetichización), toda idea de lo que se pretenda hacer dentro de un colectivo social no podría hacerse sin educación histórica, sin análisis histórico de los problemas, aprender del pasado para delimitar un camino hacia el futuro. Es conveniente que para conocer el presente, los jóvenes lo hagan a través del estudio del pasado y cómo éste, dio paso a la actualidad. Esta posición permitirá que la juventud conozca la sociedad en la cual se desarrollará e interactuará. Al guardar el conocimiento del pasado, la historia se convierte en una memoria colectiva cuyo objetivo será dar paso a una conciencia ciudadana que respete tácitamente los deberes y derechos, práctica que debe fortalecer al conjunto social. Para comprender el verdadero sentido del conversatorio, es necesario traducir in extenso lo siguiente: “La historia, al explicar cómo se ha formado la nación, proporciona a los ciudadanos los medios para elaborar su propia opinión sobre la evolución política social […]. Esta es la contribución específica de la enseñanza de la historia: por eso la historia-- dice Prost— es más adecuada que ninguna otra disciplina para formar ciudadanos”. Citado por Antoine Prost, op. Cit. P. 24 Para investigar y enseñar, hay que adaptarse a los adelantos tecnológicos, si bien se ha relegado la enseñanza de las humanidades, es menester de buscar políticas que estimulen la enseñanza de esta área, que vuelvan a ser accesibles no solo en su alcance sino también en su entendimiento, debe existir una renovación definitiva, caso contrario la desaparición es el futuro. Ideas de interés sobre el texto. 1. El dejar en segundo plano, el estudio de las humanidades, pensar que no son importantes. 2. La utilización de un lenguaje complejo, para tratar de pertenecer a una nueva élite científica. 3. Que se divulgue información como muestra de lo que pueden hacer y no como forma de transmitir el poder del conocimiento. 4. Sobre los cambios que debieran existir en las políticas de educación, difusión y de formación ciudadana.