Las Estragias de Viktor Frankl para el descubrimiento del sentido de vida 26-5-2005 Lic.Gerardo Moreno Arana LAS ESTRATEGIAS DE VIKTOR FRANKL PARA EL DESCUBRIMIENTO DEL SENTIDO DE VIDA 1.1. El Dr. Viktor E. Frankl Viktor E. Frankl nació el 26 de marzo de 1905 en el noreste de la ciudad de Viena. Fue discípulo de Sigmund Freud, y colaborador de Alfred Adler. Por diferencias teóricas sobre la conceptualización de lo que es el hombre, se separó de esos dos grandes maestros y fundó la logoterapia, también llamada la tercera escuela vienesa de psicoterapia. La primera es la del psicoanálisis (Freud) y la segunda la psicología individual (Adler). Durante la segunda guerra mundial y siendo director de la sección de neurología del Rothschildspital, se le presentó la oportunidad de abandonar su país y viajar a Estados Unidos en donde podría seguir ejerciendo su profesión. Esta oferta resultaba atractiva ya que Frankl acababa de contraer matrimonio (con Tilly Grosser) y Viena se encontraba bajo la ocupación nazi. De un momento a otro podrían caer él y su familia prisioneros y ser conducidos a algún campo de concentración alemán, sin embargo decidió permanecer en su país y afrontar las consecuencias, él mismo nos dice*: ...era libre para marcharme, desarrollar y defender mi teoría. Mis padres estaban contentísimos y compartían conmigo la alegría de verme a salvo en el extranjero. Sin embargo no me decidí a usar el deseado pasaporte, pues sabía que al poco tiempo de marcharme mis ancianos padres serían deportados a cualquier campo de concentración. La duda me comía. Un sueño que tiene le ayuda poderosamente a tomar la decisión: Soñé que la gente estaba formada, pacientes psicóticos, para ser llevados a la cámara de gas. Yo sentí una compasión tan profunda que decidí unirme a ellos. Sentí que debía hacer algo, trabajando como psicoterapeuta en un campo de concentración, ofreciéndoles apoyo mental, lo cual sería incomparablemente más lleno de sentido que solamente ser psiquiatra en Manhattan. * Conviene consultar de Viktor Frankl los siguientes libros: 1. El hombre en busca de sentido. 1984. 2. La presencia ignorada de Dios. 1984. 3. La psicoterapia al alcance de todos. 1984. Todos ellos editados por Herder. España. 1.2. Un psicólogo en un campo de concentración. En septiembre de 1942 la Gestapo lo traslada, junto con otros judíos vieneses, al campo de Theresienstadt en Checoslovaquia, estuvo ahí durante 25 meses. El cautiverio está cargado de penalidades y sufrimientos: la amenaza de la muerte, el hambre y la enfermedad; el exterminio en las cámaras de gas. Pero en medio del sufrimiento Viktor Frankl pudo encontrar un sentido a su vida y pudo legarnos un camino psicoterapéutico; lo que vivió y aprendió en el sufrimiento lo transformó en una teoría vital al servicio del hombre. Su teoría la exploró en condiciones extremas, en aquellas en donde el sufrimiento y el desamparo ponen al ser humano frente a la nada. Una frase de Nietzche resume muy bien la concepción de Frankl: Quien tiene un para qué vivir, encontrará casi siempre el cómo. 1.3. El hombre en busca de sentido. Mientras que para Freud la motivación fundamental del hombre es la recuperación del equilibrio mediante la consecución de placer, y para Adler es la búsqueda de poder, para Frankl el motivo fundamental es la búsqueda de un sentido para la propia vida. Considera al hombre como un ser que en último término está buscando un sentido, más allá de la búsqueda de poder y placer. Nos dice Frankl: Yo diría que lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz En cuanto lo encuentra, la felicidad y el placer surgen por sí mismos. La búsqueda del sentido de la vida es la esencia de la existencia, lo que profundamente cuestiona al ser humano es el para qué de su existencia. En la realización de este sentido el hombre aspira a encontrarse con otro ser humano en la forma de un TU y amarlo. Cuando el sentido de la existencia se ve frustrado, cuando se vive una frustración existencial, el deseo de poder o de placer ocupa el lugar más importante en la motivación de la conducta, de esta forma la búsqueda de la felicidad se convierte en un fin en sí mismo y por tanto en frustración. Para Frankl la felicidad se obtiene como consecuencia de un motivo y no por la búsqueda de ella misma: La puerta de la felicidad se abre hacia fuera, y quien intenta derribarla se le cierra con llave. 1.4. Frustración o existencia con sentido. Para Frankl nuestro tiempo se caracteriza por una gran frustración existencial, por el vacío de sentido. La gente hace lo que todos hacen o hace lo que le ordenan que haga, pero ser del rebaño o vivir bajo la dictadura no gratifican la existencia de nadie y el vacío se hace profundo. No obstante esta falta de sentido puede ser el lugar donde brote, por necesidad, la búsqueda de un sentido pleno. El sentido de la vida, según Frankl, no se puede dar, cada quien lo ha de encontrar desde su individualidad irrepetible. El ser humano está llamado a la libertad y la responsabilidad, a su realización: ...sólo hay una cosa que hace al hombre capaz de soportar lo peor y realizar lo imposible. Y esto es precisamente el tener un deseo de sentido y el convencimiento de que el hombre es responsable de encontrar ese sentido a su vida. 1.5. Vivir es ocasión para algo. La vida para Frankl no es algo sino la ocasión para algo, lo importante no es lo que el individuo pueda esperar de la vida sino lo que pueda dar. La clave no está en las preguntas que el individuo le haga a la vida sino en cómo el individuo responde a las preguntas que la vida le plantea. ESTRATEGIAS PARA EL SENTIDO DE VIDA. La Programación Neurolingüística, desarrollada por John Grinder y Richard Bandler a mediados de los setenta, representa un saber que nos permite descubrir las estrategias y pautas de excelencia de los individuos, al tiempo que abre la posibilidad de una profunda comprensión de los mundos interiores y su estructura; la PNL es una epistemología aplicada, desde donde lo que es posible para uno lo puede ser para otro. Entre la representación del mundo (mapa de la realidad), y la acción derivada de ella pueden encontrarse las formas específicas que hagan accesibles a todos algo significativo y útil. Con este propósito estudié las formas como Viktor Frankl enfrentó la adversidad en el campo de concentración y descubrió el sentido, a partir de ello generé una serie de ejercicios con PNL, seguramente mi investigación no ha sido exhaustiva pero sí aporta elementos para abrir el camino de la exploración de las formas o de los cómo que Frankl utilizó para mantenerse unido a lo fundamental de sí mismo en condiciones tan adversas. 1.6. Valores y creencias. Para Viktor Frankl, al tiempo que se cuida la vida, es importante expresar las convicciones con franqueza. Las convicciones son los valores y creencias de la persona, en función de ellas es que la persona se transforma en lo que ella desea ser. Es la libertad, en el ambiente de una decisión íntima, la que permite que la persona se vaya haciendo a sí misma con un sentido de trascendencia. Asumir las circunstancias, en lo que tienen de modificables e inmodificables, es la posibilidad de trascender a través del sentido, es en esta dirección donde sólo la libertad íntima es capaz de elegir, descubriendo, el camino. Ejercicio 1. Define las circunstancias (Medio Ambiente), por las que atraviesas en este momento de tu vida. Evalúa lo modificable y lo inmodificable. (Especifica una circunstancia particular: familia, escuela, trabajo, etc.) 2. Define tus valores y creencias que van relacionadas con esas circunstancias. 3. ¿Cuál es tu decisión íntima en esas circunstancias y con esas creencias y valores? 4. Revisa tus valores y creencias en función de tu decisión íntima. ¿Es necesario cambiar, modificar o incluir algunos? 5. Lleva tu decisión íntima a tus valores y creencias y todo esto, a tus circunstancias, evalúa: ¿Cómo te sientes con las cosas de esta manera?. 6. Ajusta a futuro, desde la posición de circunstancias. viviendo de este modo. Es decir, imagínate a futuro a) CIRCUNSTANCIAS b) VALORES Y CREENCIAS c) DECISIÓN ÍNTIMA Opción para completar el ejercicio: 1. Desde la posición de Decisión Íntima, obsérvate actuando en las circunstancias con tus creencias y valores. 2. Identifica cuál es, específicamente, el recurso o los recursos, que son importantes incorporar para la obtención del resultado esperado. 3. Evoca los recursos necesarios y evalúalos. 4. Asóciate a ellos (integra en tu cuerpo las experiencias en las que hayas tenido los recursos que ahora ne necesitas) y haz ajuste a futuro. Desde la posición* de Decisión Íntima puedes caminar a la de cir circunstancias y ahí hacer el ajuste a futuro. * Las posiciones son espacios que ubicas en el piso a una distancia de un paso para que puedas c caminar de una a otra como lo sugiere el ejercicio. 1.7. El optimismo. Para V. Frankl la verdad es que el amor es la meta más alta a la que puede aspirar el ser humano. Esta fe fundamental permite recuperar todos los esfuerzos, decisiones o acciones que alguien haya realizado en su vida; en este sentido no hay cosas inútiles, pues todo queda en la eternidad, y ¿qué es la eternidad sino el amor?. El optimismo es, entonces, una pieza clave de la concepción de Frankl; la vida aparece como una oportunidad a la que hay que responderle, es necesario buscar la mejor opción para conservarla y por lo tanto mantener la promesa de sobrevivir. En este sentido, una vez definido el Para qué el acento pasa a la ubicación de los Cómo. EJERCICIO Primera parte 1. Marca dos posiciones en el piso, una para la parte tuya que tiene por pasión la búsqueda y realización de un sentido de vida (A), y otro para la parte más elevada, trascendente y espiritual de ti mismo (B). 2. Asóciate con cada una de las dos evocando las experiencias que necesites para crear un estado kinésico adecuado. Esto es, unas sensaciones que sean agradables y aceptadas por todo tu cuerpo. 3. Pasa a la posición (A) y mira a la (B). Desde (A) hazle una promesa de vivir a (B), independientemente de la frustración que llegue a surgir en tu vida. 4. Asóciate con (B) y recibe la promesa de (A). Haz un diálogo entre las dos partes cambiando de posición dos o más veces si fuera necesario. 5. Finalmente haz que (B) integre a (A) y su promesa en una parte de sí mismo. Segunda parte 1. Define la(s) obra(s), persona(s) que están involucradas en tu sentido presente. 2. Pon tres posiciones en el piso: a) Primera posición, b) Los otros, la obra, c) Observador. 3. En la primera posición pronuncia tu promesa de ser fiel a tu sentido dirigiéndote a la segunda posición. 4. Pasa a la segunda posición, recibe la promesa, y ofrécele a la primera posición un regalo a cambio de su promesa. 5. En la posición de observador evalúa el diálogo, puedes hacerte la pregunta: ¿Cuál es el mejor camino para conservar la vida con esa promesa, con esa relación?. Ahora puedes hacer más específica y adecuada tu promesa. Repite las posiciones e integra. Haz un ajuste a futuro. Es decir, imagínate a tí mismo en diferentes situaciones a futuro viviendo con el recurso que acabas de integrar. 1.8. La fortaleza y la actitud interior. 1.8.1. La fortaleza Lo fundamental para V. Frankl es lo que el hombre responde a las preguntas que le hace la vida, y no lo que el hombre le pregunte a la vida. La felicidad es el Resultado del sentido, no puede ser un fin en sí mismo, es una consecuencia de él. O bien, podemos decir que la felicidad se obtiene como resultado de la acción al responderle a la vida. En este compromiso los valores juegan un papel fundamental, se trata de los valores de actitud, de creación y de experiencia, privilegiadamente en este último caso, la experiencia amorosa. Los valores hacen posible un viaje interior de donde surge, por un lado, la fe en el futuro, y por el otro, la búsqueda de recursos de amor y sentido en la historia personal de vida. La relación entre fortaleza interior (valores, fe, amor, sentido) y meta futura, es el eslabón que integra al individuo y le permite reconocerse como un ser único e irrepetible. EJERCICIO 1. Haz una línea del tiempo donde queden indicados el momento de tu nacimiento, el presente y el futuro. 2. Párate en la posición del presente y asóciate con tu sentido de vida. 3. Sal de la línea y ve al lugar de tu nacimiento. Pídele respetuosamente a tu inconsciente que mientras caminas hacia el presente por tu línea del tiempo ponga a tu disposición los recursos y experiencias de vida asociados con tu sentido y con la fuerza del amor en tu vida. 4. Pon entre tus manos los recursos que vas obteniendo. Al llegar al presente regálaselos a tu otro yo del presente y luego asóciate con él. 5. Sal de la línea del tiempo e imagínate caminando el futuro con esos recursos. Evalúa y haz los ajustes necesarios. 6. Entra en la línea del tiempo y asóciate con tu yo futuro. Proyecta hacia más adelante el futuro a través de un color, luz o imagen de tí mismo. 7. Mira nuevamente el proceso desde la posición del presente. Nacimiento >>>>> Presente >>>>> Futuro 1.8.2. La Actitud Interior. La actitud interior ante las circunstancias es resultado de una elección personal. Es la libertad para, la que le da al hombre la posibilidad de convertirse en un ser indeterminado. Estar más allá de las limitaciones materiales o físicas es una posibilidad humana donde el hombre conoce la experiencia del heroísmo. También la actitud interior está en profunda comunicación con el inconsciente espiritual. Es una manifestación de la presencia de Dios en la vida del hombre. La presencia de Dios es la presencia de la eternidad. Es la libertad espiritual la que le da al hombre la consciencia de este vínculo, el ser humano es el ser que siempre decide lo que es, su trascendencia es resultado de su voluntad, él elige que Dios esté presente en su vida. Dice Frankl: Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: La última de las libertades humanas –La elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstanciasEJERCICIO 1. Establece un lugar para tu espacio sagrado y en él ancla una Experiencia Cumbre (amor, unidad, bienestar, sentido de ser, paz). 2. En tu línea del tiempo ubica el momento de tu nacimiento. 3. En el lugar del presente de tu línea del tiempo pon tu sentido. Define también la dirección del futuro. Espacio Sagrado Nacimiento >>>>> Presente - Sentido >>>>> Futuro Lejano 4. Entra en tu Espacio Sagrado y evoca la Experiencia Cumbre, desde ella establece una comunicación interior con lo trascendente, compartiéndole lo que para ti significa la experiencia y de qué manera está presente en ella. 5. Mientras te diriges a lo trascendente alza paulatinamente tus brazos y tu cara al cielo y recibe sobre tus palmas el símbolo de la experiencia y la comunicación que estás realizando. 6. Toma la sensación y el símbolo y colócate unos pasos antes del momento de tu concepción (en algún punto de la eternidad). Algún momento de la eternidad X >>>>> Concepción Desde algún momento de la eternidad dirígete con la sensación y el símbolo hacia tu concepción. 7. Entra al momento de la concepción e integra toda la experiencia y ve creciendo así por toda la línea del tiempo hasta tu posición de sentido. Allí sal de la línea y mírate caminando hacia el futuro. 8. Regresa a la línea del tiempo y camina asociado al futuro. 9. Regresa al presente y mira nuevamente la caminata hacia el futuro. 1.9. El sentido. Si cada quien es único e irrepetible, entonces cada quien es para su sentido insustituible. Sólo tú puedes cumplir aquello que la vida te invita a realizar, hay específicas preguntas en inéditos caminos para ti que sólo son si tú lo haces. EJERCICIO* 1. Evoca una parte más elevada de tí mismo para que te asesore en el camino de tu vida y realices tu sentido. 2. Mírala frente a tí y coméntale tu propósito y sentido. Háblale de tu propósito y tus inquietudes fundamentales. 3. Cambia de posición y responde desde los “zapatos” de la parte más elevada. 4. Regresa a la primera posición y haz el cambio de posiciones cuando lo necesites. 5. Integra a tu parte más elevada contigo en tu corazón o alguna parte de tu cuerpo y haz un ajuste a futuro mirándote en la vida con este recurso. * La idea del asesor para convocar recursos inconscientes pertenece a Robert Dilts, importante investigador de la Programación Neurolingüística. 1.- El Hombre Doliente. Durante la II Guerra Mundial, Victor Frankl estuvo recluido por su condición de judío en los campos de concentración nazis de Auschwitz y Türkheim, y tuvo que soportar con toda la crudeza su infrahumana brutalidad. Pero paradójicamente, fue en estas horribles situaciones límites donde adquirió plena conciencia del sentido y dignidad de la vida humana y del valor del sufrimiento, aportándonos, con ello, una gran dosis de optimismo y esperanza respecto a que la vida humana vale la pena ser vivida. Es por ello, que el psiquiatra vienés posee la suficiente autoridad moral para hablarnos en diversas partes de sus obras de la difícil cuestión del sufrimiento, tanto físico, psíquico o moral, como ineludible realidad humana. No obstante, en la mentalidad de amplios sectores de la sociedad occidental se concibe como un hecho absolutamente incomprensible, motivo por el cual se pretende rechazarlo por todos los medios al desconocer e ignorar su enriquecedor significado y la fecundidad de su sentido. Frankl considera que cualquier tipo de sufrimiento y de sacrificio que la vida nos depara, será aceptado con fortaleza por el ser humano, si sabe que detrás de él hay un sentido que puede iluminar su significado: El interés principal del hombre, es el de encontrar un sentido a la vida, razón por la cual el hombre está dispuesto incluso a sufrir a condición de que este sufrimiento tenga un sentido (1) Frente al clásico homo sapiens, Frankl tiene la audaz osadía de oponerle al homo patiens, al “hombre doliente”. El “atreverse a saber”, que es tan propio de la naturaleza humana, se debe completar con el “atreverse a sufrir”, que tiene como virtualidad justificativa el convertir el sufrimiento en acción trascendente, puesto que el sufrimiento aceptado con sentido positivo, nos lleva más allá de nosotros mismos, haciéndonos más aptos para vivir valores humanos de un rango superior a las acciones del homo faber, que se siente esclavizado por el afán y la fiebre de la producción puramente material, la única que valora y estima: Al imperativo sapere aude oponemos otro: pati aude ¡atrévete a sufrir!(2) El “homo patiens” transforma el sufrimiento en acción; sabe que al tender hacia el sufrimiento ya lo trasciende, y es que no sólo cumplimos y realizamos valores produciendo, sino también viviendo y sufriendo.(3) Adjetivación del hombre como patiens, derivado del infinitivo latino patior, equivalente a padecer, resistir, soportar físicamente o moralmente un daño. Frankl sostiene que el sufrimiento alberga muchas posibilidades de sentido, y una de ellas, es que comprendemos mejor el sentido de nuestra dignidad antropológica y en consecuencia de nuestra trayectoria humana para conducirnos a una sólida y verdadera felicidad. Esta era la profunda intuición de Dostoyevski, al narrar el pasaje en el que el monje ortodoxo Zossima, en su silenciosa y humilde celda del monasterio, ofrece una serie de consejos a Aliosha, el menor de los hermanos Karamazov, para confiarle con ternura al final de los mismos: “He aquí mi testamento: Busca tu felicidad en las lágrimas”(4). Una vez muerto el iluminado y profético monje, se le aparece en sueños a Aliosha, diciéndole con solemnidad: “Sufrirás mucho, pero encontrarás tu felicidad en los mismos sufrimientos”(5) A ello se refiere Frankl, en uno de sus recientes escritos: En realidad, ni el sufrimiento ni la culpa ni la muerte -toda esta triada trágica- puede privar a la vida de su auténtico sentido(6). 2.- Aceptación del Sufrimiento El valor y el mérito del sufrimiento está en relación proporcional con la capacidad de saber aceptarlo, no con disposiciones tristes y exasperadas, sino con actitud positiva y de sentido, hecho que sucede cuando somos conscientes de que es un factor que incrementa y desarrolla la personalidad, la hace más fuerte y equilibrada, y también más comprensiva del dolor ajeno. Pero esta libre y positiva aceptación del sufrimiento, no significa para Frankl, que el sujeto doliente se sumerja en sus sufrimientos por una especie de torcida atracción, rechazando sin más, cualquier posibilidad de ser amortiguado o evitado, como respondiendo a las exigencias de una personalidad masoquista y desquiciada: El mérito de aceptar libremente el sufrimiento no se debe interpretar el asumir voluntariamente un dolor o sufrimiento que se podría evitar(7) Para Frankl, lo esencial en la forma de su disposición es “el como” se sobrelleva el sufrimiento para poder vislumbrarle un sentido con significado, ya que de lo contrario, se interpretará como un acontecimiento absurdo y sinsentido, destructivo de la persona, como una odiosa causa de tristeza y desesperación. Por eso no es de extrañar que, los que acechan monotemáticamente la complacencia y el agrado en sus acciones, apartando con infundado horror al sufrimiento, se desarman de la fortaleza para soportar el dolor o la enfermedad cuando les atrapa, hundiéndose en la desesperanza, y ahí está su fracaso. Al rebelarse frente al sufrimiento, no sacan de ello ningún provecho existencial, y se produce la paradoja de que su obsesión para escapar del mismo a toda costa, aún agudiza más la mordedura estéril de sus propios sufrimientos: El como se sobrelleva un sufrimiento ineludible, encierra ya un sentido del sufrimiento(8) .El sufrimiento que parece no tener sentido, lleva a la desesperación(9) Cuando el sufrimiento que se aposenta en nuestra existencia se concibe como algo inexplicable y pavoroso, como un mal absoluto sin posible justificación, causante de traumas y trastornos psíquicos, se intenta enmascarlo por todos los medios. Pero estas ocultadoras pretensiones que silencian la realidad del sufrimiento en sus propias vidas y en la de los demás, para establecer falsas y quiméricas ilusiones de una supuesta vida sin padecimiento, al no verse cumplidas, hacen insoportable su asunción, desaprovechando con ello, la oportunidad para hacernos más humanos y más sensibles con el dolor ajeno: El sufrimiento necesario es un sufrimiento que tiene sentido, eximirle al ser humano de él, sería inhumano(10) Efectivamente, rechazar sistemáticamente el sufrimiento y el sacrificio que inevitablemente la realidad nos demanda, se puede conseguir al precio de aceptar una vida falseada en sus cimientos, que al precio de deshumanizarse paulatinamente, engendra personalidades afectivamente débiles e inestables. Estas endebles personalidades, solamente encuentran la seguridad afectiva de su vaciedad interior, en modos de existencia sumergidas en la perenne frivolidad, solícitas en buscar modos de conducta que apenas ofrezcan resistencia y esfuerzo para lograr sus tibios propósitos. Pero estos planteamientos vivenciales propios de una feliz inconsciencia, narcotizan la sensibilidad para apreciar la realidad de un mundo generador de tantos sufrimientos en todos los órdenes. El conde de Gloucester ante el sufrimiento que le produce la inminente locura del Rey Lear, afirma que también él, desearía sumergirse en la feliz irracionalidad inconsciente de la locura para ahuyentar el sufrimiento: “Más me valiera estar loco; entonces olvidaría mis sufrimientos. Una imaginación extraviada nos quita la conciencia de nuestros males”(11). 3.- El Médico ante el “ser sufriente” En este plano de consideraciones, se entiende que Frankl valore la importancia de que los médicos, que son los que más tratan con las personas que sufren, sepan transmitirles la dimensión positiva del sufrimiento, de ayudarles a descubrir su metasentido, en el que el sentido se hace razonable, para saber incorporar en sus vidas los más preciados y genuinos valores. Pero la condición previa para lograr estas nobles propósitos, depende de que los médicos tengan la suficiente sensibilidad y el adecuado conocimiento de la naturaleza humana para concebir el sufrimiento no como un factor disolvente de la persona, sino como una realidad plena de sentido, y como una inestimable oportunidad para que tantos enfermos azotados por el dolor puedan recobrar la autoidentidad y estima personal: En una época que tanto se sufre de la falta de fe en el sentido, se precisa que el médico se haga cargo más que nunca, y haga de ello consciente al enfermo, de que la vida del ser humano que sufre no deja por ello de tener su sentido, sino al contrario, ella es la que ofrece las mejores posibilidades de colmar el más profundo de los sentidos y de realizar el valor de más elevado rango(12) En su larga y fecunda experiencia de psiquiatra, Frankl, no ha podido evitar ante la presencia de sus pacientes sumidos en la cruel enfermedad, en ocasiones incurable, la silenciosa veneración y el tembloroso respeto al detectar detrás de su decadencia y ruina física, de su inutilidad pragmática, toda la hondura de su “ser”, de su dimensión trascendente y espiritual. Por ello, desearía que sus colegas de profesión, no vieran en el enfermo un simple dato clínico, una inevitable fatalidad empírica de nuestro organismo, que engrosa la interminable cifra del colectivo de los sufrientes, sino que vieran en él, al “hombre concreto de carne y huesos” en expresión de Kierkegaard, con su propia e intransferible biografía, que reclama el bálsamo de la compasión y la piedad, y que el médico debe ofrecerle como expresión de su amor y comprensión: Cuántas veces los médicos ante cuadros de sufrimiento por pacientes cruelmente golpeados por el destino, nos invaden sentimientos de veneración(13). Existe el peligro de que los psicoterapeutas podemos sugerir una concepción del hombre que no representa la concepción del hombre verdadero, sino una caricatura en el fondo; ¡si hacemos del hombre un homúnculo!(14) En última instancia para Frankl, el conocimiento de la realidad trascendental de la persona, la valoración de su íntima realidad espiritual, es la que nos permite introducirnos en la interioridad de sus sufrimientos, delicada morada en la que se hace inteligible la razón última del sufrimiento y se ilumina su sentido: El plano de lo espiritual es el único en que es imaginable: un sentido del sufrimiento(15) Gregorio Marañón, el afamado psiquiatra y escritor, indicaba, algunos años antes que Frankl, de que el olvido de la procedencia divina de nuestras existencias es lo que hace infecundo al sufrimiento: “El hombre actual, en su mayoría, ha prescindido de Dios… y por ello ha perdido una aptitud maravillosa de convertir el sufrimiento en fuente de paz y progreso interior”(16). Es indudable que el sufrimiento, cuando adquiere un sentido superior y se acepta como un hecho normal y positivo de nuestras existencias, se constituye en una fuente inagotable de enriquecimiento y progreso en todos los órdenes. Así ocurre en el campo de la docencia, asumiendo el sacrificio que demanda el incremento de la cultura (no hay cultura sin dolor, afirmaba Unamuno), también en el campo del arte y la literatura en el que el sufrimiento físico o moral han sido frecuentemente una fuente de inspiración creativa, en el campo profesional para afrontar con la debida competencia las duras exigencias que demanda el mercado, en el campo ético, para incrementar y desarrollar las virtudes, etc. Frankl, recordando sus años de prisionero en los campos de concentración nazis, afirmará con rotundidad, que si el sufrimiento, la muerte, la enfermedad, no tuvieran un sentido más allá de nosotros mismos, la vida no merecería ser vivida: ¿Tiene todo este sufrimiento, estas muertes en torno mío, algún sentido? Porque si no, definitivamente, la supervivencia no tiene sentido, pues la vida cuyo significado depende de una causalidad -ya se sobreviva o se escape a ella- en último término no merece ser vivida(17) (1) VICTOR FRANKL, El Hombre en busca de Sentido: Conceptos básicos de Logoterapia, Ed Herder, Barcelona 1979, p 158 (2) Idem, Logoterapia y Análisis Existencial, De Herder, Barcelona 1990, p 158 (3) Idem, p 156 (4) F. DOSTOYEVSKI: Los Hermanos Karamazov, Ed Ferma, Bcn 1969, p 47 (5) Idem, p 548 (6) V. FRANKL, Logoterapia y Análisis Existencial, p 156 (7) Idem, La Voluntad de Sentido, Ed Herder, Barcelona 1983, p 23 (8) Idem, La Idea Psicológica del Hombre, Ed Rialp, Madrid 1965, p 68 (9) Idem, La Voluntad de Sentido, p 15 (10) Idem, El Hombre Doliente, De Herder, Barcelona 1984, p 129 (11) W. SHAKESPEARE, El Rey Lear,Espasa Calpe, Madrid 1969, p 119 (12) V. FRANKL, La Voluntad de Sentido, p 83 (13) Idem, p 19 (14) Idem, Logoterapia y Análisis Existencial, p 64 (15) Idem, La Idea Psicológica del Hombre, p 68 (16) G. MARAÑÓN, Raíz y Decoro de España, Espasa Calpe, Madrid 1964, p 49 (17) V. FRANKL, (nota 1) p 167 Gentileza de http://www.arvo.net/ http://mercaba.org/Filosofia/Frankl/sentido_del_sufrimiento_en_victo.htm