LECHE ENRIQUECIDA CON CALCIO Y VITAMINA D. Alimento funcional INTRODUCCIÓN E HISTORIA La Leche es fuente esencial de proteínas, grasa, minerales y vitaminas, así como nucleótidos y poliamidas entre otros micronutrientes. Dentro de estos destacan el calcio y la vitamina D. El calcio es el principal componente de los huesos, los cuales actúan como reservorio de dicho mineral, lo que permite que se mantengan sus niveles en la sangre y en las células, donde actúa como segundo mensajero en la transducción de señales, e interviene en procesos como la coagulación sanguínea, la contracción muscular y la transmisión del impulso nervioso, además de ser cofactor de algunas enzimas y de ayudar al mantenimiento de la integridad y de la funcionalidad de membranas. La vitamina D regula la homeostasis del calcio y la mineralización ósea, además de activar un factor de transcripción nuclear conocido como receptor de vitamina D (RVD), implicado en los procesos de diferenciación celular, inmunitarios y en la regulación de la presión arterial y neuroprotectores. Dichas funciones los convierten en nutrientes esenciales y justifican la necesidad de su ingesta a través de los alimentos, entre los que destacan la leche y los productos lácteos porque mejoran su biodisponibilidad. Por ello, el consumo de leche y sus derivados resulta fundamental en todas las etapas de la vida y se reconocen como las mejores fuentes dietéticas de calcio. - la leche (120 mg/100g) y los derivados lácteos (que pueden contener hasta 1,1 g/100g), con una absorbabilidad del 32%. Destacar que son la principal fuente de calcio de la dieta de los europeos y de los españoles. Si analizamos la historia, y viajamos a la Prehistoria concretamente al período del Mesolítico con el “Homo Sapiens” gracias a la invención de la agricultura y la ganadería, el desarrollo evolutivo trascendió y permitió: - disponer de carne y leche en cantidades suficientes cubrir las necesidades energéticas establecer mecanismos de defensa contra enfermedades Y en consecuencia: aumentar las expectativas de vida. El ser humano se adaptó genéticamente y pudo ingerir y tolerar de adulto la leche gracias a la persistencia de la expresión de la lactasa, que la enzima que metaboliza la lactosa (el principal carbohidrato de la leche). La persistencia de la lactasa, que apareció hace unos 7500 años, es un ejemplo de evolución genética. Ya avanzando en el tiempo, en los años 50, el consumo de leche y derivados aumentó progresivamente, asociado al incremento del nivel de formación y la capacidad adquisitiva de la población. Pero fue en el año 1958 cuando se establecieron las normas relativas a la producción y comercialización de la leche higienizada. Los avances en los procesos de higienización permitieron una mayor disponibilidad y un incremento en su consumo, que contribuyó a una menor prevalencia de enfermedades infecciosas y a la mejora nutricional de la población. Sin embargo, en las últimas décadas, su consumo ha disminuido notablemente debido a varios factores como: ser considerado un alimento rico en grasa, el incremento de las intolerancias y alergias alimentarias, la inclusión en la dieta de los consumidores de otros productos sustitutivos de la leche y la influencia de los medios de comunicación y redes sociales. Como consecuencia, tanto en España como en otros países, - El consumo de calcio ha disminuido a una media de 803 mg/persona/día Y la ingesta de la vitamina D se encuentra en 4,4 ug/persona/día Ambos micronutrientes están por debajo de las IDR, lo que está provocando carencias nutricionales y por ende, problemas de salud. Para intentar solucionarlo, la industria a partir del año 1997 y siguiendo la normativa fijada en el Reglamento CE nº 2597/97 del Consejo de 18 de diciembre de 1997 (Diario Oficial de las Comunidades Europeas), pudo incorporar al mercado alimentos enriquecidos en estos nutrientes dentro de los productos lácteos, permitiendo la ingesta de las cantidades adecuadas de Calcio y Vitamina D, sin modificar la ingesta de alimentos. ESTUDIOS QUE DEMUESTRAN EFICACIA/ EFICIENCIA Hasta la fecha se han realizado diversos estudios para evaluar el efecto del enriquecimiento de calcio y vitamina D en diferentes grupos poblacionales: 1.- En 2006, López- Huertas y cols. Realizaron un estudio donde se evaluó la absorción del calcio de una leche control (semidesnatada) comparándola con distintas leches enriquecidas en calcio en adultos Este estudio comparó: - Una leche enriquecida con calcio procedente de sólidos lácteos y fosfato tricálcico Una leche enriquecida con calcio procedente de leche concentrada Una leche semidesnatada a la que se le añadieron fructooligosacáridos Una leche semidesnatada a la que se le añadieron fosfopéptidos de caseína. Los resultados mostraron: Una mayor absorción de calcio en la leche enriquecida con fosfato tricálcico en comparación con el grupo control. Mientras que la adición de fructooligosacarídos y caseín-fosfopéptidos no influyó significativamente. En algunos estudios también se ha visto que, si bien el carbonato cálcico parece proporcionar un calcio de absorción similar a la procedente de la leche de vaca, en el fostato tricálcico es menor. Podemos destacar que, en la actualidad, en la mayoría de los casos, el calcio adicionado a las leches enriquecidas es de origen lácteo, denominado “calcio natural” ya que facilita una absorción más adecuada de este mineral, y un mayor efecto sobre la salud. En conclusión, no todas las formas de enriquecer la leche permiten la misma biodisponibilidad del calcio. 2.- En un estudio realizado en 2015 por Ortega Anta y cols. Tras revisar varios estudios realizados para evaluar el aporte de calcio y la salud, se concluyó que el aporte de calcio, leche y productos lácteos no se limita a evitar el riesgo de padecer osteoporosis, sino que ha sido relacionado con una protección frente diversas enfermedades de alta prevalencia: hipertensión, cáncer, cálculos renales, síndrome metabólico, diabetes..) y diversas investigaciones señalan su importancia en la prevención y control de la obesidad. Así mismo ponen de relieve que la ingesta de calcio en la población es mejorable y plantean conveniente aumentar el consumo de lácteos hasta el nivel aconsejado o introducir el consumo de algunos lácteos enriquecidos con calcio. 3.- En 2016, Whiting y cols. Revisaron los resultados de los 15 estudios realizados hasta el momento para evaluar el impacto del consumo de leche fortificada o derivados lácteos y la eficacia sobre la salud ósea. Estos autores encontraron evidencias que demuestran que la fortificación de la leche con calcio y vitamina D mejora sustancialmente el recambio óseo, aumentando la densidad y la fuerza de los huesos en adultos mayores y en mujeres posmenopaúsicas. Pudiendo interpretar dichos efectos como beneficiosos para la prevención de osteoporosis y fracturas ocasionadas por el aumento de la fragilidad durante el envejecimiento. 4.- Posteriormente, en 2018, Reyes García y cols. Realizaron el estudio “EFICALCIO” que evaluó los efectos de la ingesta diaria de leche enriquecida con calcio y vitamina D en mujeres posmenopáusicas sanas. Concretamente evaluó el consumo diario de 500 ml de leche enriquecida con calcio y vitamina D con o sin fructooligosacáridos durante un año, y su efecto sobre: - las concentraciones plasmáticas de vitamina D, - parámetros óseos - Riesgo metabólico - Riesgo cardiovascular En mujeres posmenopaúsicas sanas. Concluyó que la intervención nutricional con dos vasos de leche enriquecida con 1800 mg/l de calcio y 1200 UI/I de vitamina D3 mejora las concentraciones plasmáticas de vitamina D e induce cambios favorables en la masa ósea, en el perfil lipídico y en la homeostasis de la glucosa. Por lo tanto, las investigaciones realizadas hasta la fecha demuestran la eficacia que tiene la suplementación con leche enriquecida en grupos de población vulnerables como son personas mayores y mujeres posmenopaúsicas. E igualmente se ha demostrado que las leches enriquecidas en calcio proporcionan mayores valores de solubilidad, diálisis, transporte y captación de calcio que las no enriquecidas, en consecuencia, la adición de calcio no sólo aumenta el contenido sino también la biodisponibilidad. No obstante, es necesario realizar más estudios que incluyan a otros grupos poblacionales y otras patologías asociadas a la deficiencia de calcio para demostrar la importancia de incorporar productos lácteos enriquecidos en calcio y vitamina D en personas con bajas ingestas. BIBLIOGRAFÍA 1. Rodríguez Huertas J, Rodríguez Lara A, González Acevedo O, Mesa MD. Leche y productos lácteos como vehículos de calcio y vitamina D: papel de las leches enriquecidas. Nutr Hosp 2019;36(4):962-973 2. López-Huertas E, Teucher B, Boza JJ, Martínez-Férez A, Majsak-Newman G, Baro L, et al. Absorption of calcium from milks enriched with fructo-oligosaccharides, caseinophosphopeptides, tricalciumphosphate, and milk solids. Am J Clin Nutr 2006;83(2):310-6. 3. Whiting S, Kohrt W, Warren M, Kraenzlin M, Bonjour J. Food fortification for bone health in adulthood: a scoping review. Eur J Clin Nutr 2016;70(10):1099-105. 4. Reyes García R, Mendoza N, Palacios S, Salas N, Quesada-Charneco M, García-Martín A, et al. Effects of a daily intake of calcium and vitamin D-enriched milk in healthy postmenopausal women: a randomized, controlled and doubled blind nutritional trial (The EFICALCIO Study). J Womens Health (Larchmt) 2018;27(5):561-8. DOI: 10.1089/jwh.2017.6655