Sistema linfático El sistema linfático es un componente del aparato circulatorio. Está formado por la linfa, los vasos linfáticos y estructuras formadas por tejido linfático: Un tejido conectivo reticular que contiene linfocitos y otras células defensoras. Estas estructuras son los ganglios linfáticos, las amígdalas, el bazo, el timo, la medula ósea. Este sistema cumple tres funciones principales: Drenaje del exceso del líquido intersticial: El plasma se filtra hacia los espacios intersticiales desde la sangre que fluye a través de los capilares. La mayor parte de este líquido intersticial es absorbido por las células tisulares o reabsorbido hacia la sangre antes de que salga del tejido. Sin embargo, un pequeño porcentaje se acumula en los espacios intersticiales. Un aumento excesivo de este líquido podría generar una presión alta que destruya los tejidos, por lo tanto, los vasos linfáticos recogen el exceso del líquido tisular y lo devuelven hacia la sangre venosa. Desarrollo de la respuesta inmunitaria Transporte de los lípidos y vitaminas liposolubles (vitaminas A, D, E y K) Linfa y líquido intersticial Linfa Es un líquido en movimiento que deriva de la sangre y del tejido tisular. Es transparente, de aspecto acuoso y se encuentra en los vasos linfáticos. Su concentración de proteínas es de 4g/100ml, la cual es dos veces mayor que la del líquido intersticial. Líquido intersticial (LI) Llena los espacios entre las células. Se trata de un componente de la matriz extracelular (MEC). Vasos linfáticos Distribución Los vasos linfáticos nacen como capilares linfáticos (llamados quilíferos, si se originan en las vellosidades del intestino delgado). Los capilares linfáticos se unen para formar los vasos linfáticos, que a su vez se unen para formar los troncos linfáticos principales: el conducto linfático derecho y el conducto torácico. La linfa de todo el cuerpo, excepto la del cuadrante superior derecho, drena finalmente en el conducto torácico, que a su vez drena en la vena subclavia izquierda. La linfa del cuadrante superior derecho del cuerpo vacía en el conducto linfático derecho y después, en la vena subclavia derecha. Como la mayoría de la linfa del cuerpo vuelve hacia el torrente sanguíneo a través del conducto torácico, este vaso es considerablemente mayor que el conducto linfático derecho. El diámetro del conducto torácico es de aproximadamente 5 mm, y su longitud es de unos 40 cm. Se origina como una dilatación denominada cisterna quilífera en la región lumbar de la cavidad abdominal, a la altura de LII. Allí recoge la linfa grasa llamada quilo desde el tracto intestinal. Después, asciende formando una curva hacia la raíz del cuello, donde se une a la vena subclavia. Estructura Los linfáticos se parecen a las venas, excepto que sus paredes son más finas, contienen más válvulas y contienen ganglios linfáticos situados a intervalos de su recorrido. Las redes linfáticas y los capilares sanguíneos discurren paralelamente, pero independientemente entre sí. A medida que la linfa fluye desde los capilares de paredes finas hacia los vasos con un diámetro mayor (0,2 a 0,3 mm), las paredes adquieren un mayor espesor y muestran las tres capas típicas de los vasos sanguíneos (externa, media e íntima). Se pueden encontrar numerosas válvulas unidireccionales en los linfáticos de todos los tamaños, formadas a partir de pliegues de la túnica intima. Cada válvula se proyecta hacia la luz del vaso en un área ligeramente expandida, rodeada por haces de fibras de musculo liso. Capilares linfáticos Los capilares linfáticos son vasos microscópicos con un extremo cerrado que se ubican en los espacios intercelulares. La pared de cada capilar linfático consiste en una sola capa de células endoteliales aplanadas. Cada capilar ciego está fijado a las células circundantes mediante filamentos de tejido conjuntivo. Los extremos de las células endoteliales que forman las paredes de los capilares linfáticos se superponen, y cuando la presión del líquido intersticial supera la de la linfa, las células se separan un poco para que el líquido intersticial ingrese en los capilares. Cuando la presión en el interior de los capilares linfáticos es mayor que en el líquido intersticial, las células endoteliales se adhieren entre sí con mayor firmeza y evitan la salida de la linfa hacia el espacio intersticial. A medida que la linfa fluye a través de los capilares linfáticos, la presión disminuye. Cuando se acumula líquido intersticial en exceso y se produce edema tisular, los filamentos de fijación experimentan una tracción que aumenta las brechas entre las células endoteliales de estos capilares, de manera que pueda ingresar mayor cantidad de líquido en ellos. Funciones Los vasos linfáticos drenan el líquido filtrado en exceso (cerca de tres litros por día) para transformarlo en linfa.El elevado grado de permeabilidad de la pared del capilar linfático permite extraer de los espacios intersticiales moléculas muy grandes, incluso macropartículas. Las proteínas que se acumulan en los espacios tisulares solo pueden volver a la sangre utilizando los linfáticos. Los vasos quilíferos (los linfáticos de las vellosidades del intestino delgado) se encargan de absorber grasas y otros nutrientes. La linfa de aspecto blanco cremoso que se encuentra en estos vasos después de la digestión contiene entre 1-2% de grasa, y se conoce como quilo. Circulación de la linfa La linfa se mueve en sus vasos, fluye por el conducto torácico y vuelve a entrar en la circulación general a una velocidad de unos 31 al día. Se desplaza recorriendo el sistema en la dirección correcta gracias a las válvulas que permiten que el líquido fluya en una sola dirección. Las actividades que provocan un movimiento o flujo central de la linfa se llaman acciones linfocinéticas. Los movimientos de la respiración y las contracciones del musculo esqueleto establecen el gradiente de presión que requiere la ley básica del flujo de líquido. La linfa se vierte en las venas centrales con mayor rapidez durante la inspiración máxima. La linfa fluye desde la región abdominal, donde la presión es mayor, hacia la región torácica, donde la presión es menor. El proceso de la inspiración establece un gradiente de presión en el conducto torácico que hace que la linfa fluya hacia arriba: La inspiración hace que la presión intraabdominal aumente a medida que la presión intratoracica disminuye. Esto hace que la presión aumente en la porción abdominal del conducto torácico y que disminuya en la porción torácica. A medida que los músculos se contraen, “ordeñan” los vasos linfáticos y empujan la linfa hacia adelante. La presión generada en el sistema se mantiene baja, y el movimiento de la linfa avanza muy lentamente cuando se compara con la circulación de la sangre. Durante el ejercicio, el flujo linfático puede aumentar hasta 10 o 15 veces. La contracción del musculo liso en las paredes de los vasos torácicos les permite mantener un pulso rítmico y así, colaborar en el movimiento de la linfa desde un segmento con válvulas hacia el siguiente. Otros factores linfocinéticos son la presión del líquido intersticial, las pulsaciones arteriales, los cambios de postura y los masajes en los tejidos blandos. Ganglios linfáticos Estructura Los ganglios tienen forma ovoide, similar a la de un riñón. Cada ganglio linfático (desde 1 a 20 mm de diámetro) está encerrado por una capsula fibrosa. La linfa se desplaza dentro del ganglio siguiendo los vasos linfáticos aferentes, y lo abandona en uno o más vasos eferentes. Un ganglio linfático es un filtro biológico presente en el recorrido de varios vasos linfáticos aferentes. Cuando la linfa entra en el ganglio, es filtrada a través de los senos (espacios) antes de drenar hacia un único vaso eferente de salida. Están cubiertos por una cápsula de tejido conectivo denso que se extiende hacia el interior del ganglio. Las prolongaciones de la capsula se denominantrabéculas, y dividen el ganglio en compartimentos, proporcionan soporte y guían a los vasos sanguíneos que se dirigen hacia el interior del ganglio. Por dentro de la cápsula existe una red de fibras reticulares y fibroblastos que actúan como sostén.La cápsula, las trabéculas, las fibras reticulares y los fibroblastos constituyen la estroma (tejido conectivo de sostén) del ganglio linfático. Las trabéculas separan los folículos corticales situados dentro de los senos de la corteza del ganglio. Cada folículo cortical está repleto de linfocitos que rodean una zona menos densa llamada centro germinal. Cuando hay una infección, se forman los centros germinales y el ganglio comienza a liberar linfocitos. Los linfocitos B comienzan sus etapas finales de maduración dentro del centro germinal menos denso del ganglio, y a medida que maduran son empujados hacia las capas exteriores más densas, hasta convertirse en las células plasmáticas productoras de anticuerpos. El centro o medula de un ganglio linfático está formado por senos y cordones medulares. Los senos corticales y medulares están recubiertos de células reticuloendoteliales (macrófagos) capaces de fagocitar. Ubicación de los grupos más importantes Ganglios linfáticos preauriculares: Localizados delante de la oreja. Drenan la cara y la piel de las zonas laterales de la cabeza. Grupo submentoniano y grupo submandibular (submaxilar): Localizados en el suelo de la boca. Drenan la linfa de la nariz, los labios, y los dientes. Ganglios linfáticos cervicales superficiales: Localizados en el cuello, siguiendo el esternocleidomastoideo. Drenan la linfa que viene desde la cabeza y el cuello. Ganglios linfáticos cubitales superficiales (ganglios linfáticos supratrocleares): Localizados por encima de la articulación del codo, recogen la linfa del antebrazo. Ganglios linfáticos axilares: Son de 20 a 30 ganglios grandes agrupados en la zona profunda de la axila y las regiones superiores del torax. Drenan la linfa del bazo y la parte superior de la pared torácica, incluida la mama. Ganglios linfáticos ilíacos y ganglios linfáticos inguinales: Localizados en la pelvis y la ingle, recogen la linfa de los órganos pélvicos, las piernas y los genitales. Función Defensa (Filtración y fagocitosis): La estructura de los ganglios linfáticos les permite frenar el flujo linfático que los atraviesa (filtración física), dando tiempo a las células reticuloendoteliales para que eliminen los microorganismos y otras partículas nocivas presentes en la linfa, fagocitándolas (filtración biológica). Hematopoyesis: El tejido linfoide sirve como ubicación de las etapas finales de la maduración de algunos tipos de linfocitos y monocitos que han migrado desde la medula ósea. Amígdalas Suelen identificarse cinco amígdalas, que forman un anillo bajo las mucosas de la boca y la parte posterior de la garganta. Este anillo se conoce como anillo linfoide faríngeo. El anillo amigdalino protege frente a las bacterias que pueden invadir las cavidades nasal y oral. Las amígdalas palatinas se localizan a ambos lados de la garganta. Las amígdalas faríngeas (o adenoides) cuando se inflaman, están cerca de la abertura posterior de la cavidad nasal. Las amígdalas linguales se sitúan cerca de la base de la lengua y las amígdalas tubáricas se localizan cerca de la abertura del conducto auditivo (de Eustaquio). Cada amígdala presenta criptas amigdalinas, que son unos huecos profundos donde quedan atrapadas las bacterias y se ponen en estrecho contacto con las células del sistema inmune. Como son la primera línea de defensa desde el exterior, sufren infecciones y en ocasiones se deben extraer quirúrgicamente (proceso llamado amigdalectomía). Timo El timo es el órgano principal del sistema linfático. Es un órgano independiente formado por dos lóbulos piramidales cuya superficie está llena de finos lobulillos. El timo se sitúa en el mediastino y se extiende hacia arriba hasta el cuello, llegando hasta el borde inferior de la glándula tiroidea e inferiormente hasta el cuarto cartílago costal. Alcanza su máximo tamaño en la pubertad, cuando su peso va desde los 35-40g. A partir de entonces, va involucionando hasta que termina siendo reemplazado en la edad avanzada por grasa y pesando menos de 10 g, siendo apenas reconocible. El timo es rosado o gris en la primera infancia, pero con la edad se torna amarillento ya que el tejido linfoide es reemplazado por grasa. Los lóbulos del timo se dividen en lobulillos pequeños (1 o 2 mm) mediante tabiques de tejido conjuntivo que se extienden hacia el interior desde una capsula exterior fibrosa. Cada lobulillo está compuesto por una corteza celular densa y una medula interior de densidad menor. La corteza y medula están compuestas por linfocitos imbuidos en un soporte epitelial bastante diferente del tejido conjuntivo de soporte que se ve en otros órganos linfoides. Se puede identificar el tejido medular por la presencia de unas estructuras esféricas laminadas y grandes (de 30 a 150mm) llamadas corpúsculos tímicos o corpúsculos de Hassall. Compuestos por células epiteliales queratinizadas, los corpúsculos tímicos tienen un aspecto único en capas de cebolla. El timo actúa como un componente importante del mecanismo inmunitario. Es más activo en niños, ya que al llegar a los 50 años solo se mantiene funcionante un 10% de su tejido. El timo sirve como destino final del desarrollo de los linfocitos, ya que las células T inmaduras (células pre-T) migran desde la médula ósea hasta la corteza del timo, donde proliferan e inician el proceso de maduración. También se encarga de secretar un grupo de hormonas (timosina) y otros reguladores que permiten la evolución de los linfocitos T. Bazo Está ubicado en el hipocondrio izquierdo, entre el estómago y el diafragma. El bazo queda inmediatamente por encima del riñón izquierdo y el colon descendente y detrás del fondo del estómago. El bazo es una estructura ovoide, que mide alrededor de 12 cm de longitud. En la tercera edad, se atrofia. Está rodeado por una cápsula fibrosa con extensiones hacia el interior que lo dividen en compartimentos. Las arterias que llegan a cada uno de los compartimentos están rodeadas por masas densas (nódulos) de linfocitos en desarrollo. Por su aspecto blanquecino, este tejido se denomina pulpa blanca. Las regiones situadas hacia el exterior de cada compartimento se denominan pulpa roja y contienen fibras reticulares finas inmersas en la sangre que llega desde las arteriolas cercanas. La red de pulpa roja soporta los cordones de leucocitos y células relacionadas, rodeados por sinusoides llenos de sangre. Después de atravesar esa especie de malla reticular, la sangre se recoge en los senos venosos para volver después hacia el corazón a través de las venas. Sus funciones son: Defensa: Cuando la sangre atraviesa los sinusoides del bazo, los macrófagos extraen los microorganismos de la sangre y los destruyen mediante fagocitosis. Reparación de los tejidos: Los monocitos de la pulpa roja se movilizan cuando se produce un daño importante en los tejidos (por ejemplo, durante un infarto al miocardio). Un gran número de monocitos migran con rapidez hacia el tejido dañado y colaboran en su reparación y cicatrización. Hematopoyesis:Ningún monocito o linfocito completa su desarrollo y se activa en el bazo. Antes del nacimiento, los eritrocitos también se forman en ese órgano pero, después, el bazo solo forma eritrocitos en casos de anemia hemolítica extrema. Destrucción de eritrocitos y trombocitos: Los macrófagos retiran de la sangre los eritrocitos envejecidos y los trombocitos imperfectos y los destruyen mediante fagocitosis. También degradan las moléculas de hemoglobina y rescatan su hierro y la globina que contienen para devolverlas hacia el torrente sanguíneo para su reciclaje. Reservorio de sangre: En un momento dado, la pulpa del bazo y sus senos venosos han llegado a contener una cantidad considerable de sangre. Cuando se necesita, la sangre puede devolverse con rapidez hacia el aparato circulatorio desde su reservorio funcional. Su volumen normal es aproximadamente de 350ml, y disminuye en menos de 1 min hasta aproximadamente 200ml después de la estimulación simpática que produce una constricción intensa de su cápsula de músculo liso. Esta “autotransfusión” tiene lugar por ejemplo en respuesta a una hemorragia. A pesar de sus funciones, el bazo no es un órgano vital. Una esplenectomía puede salvar vidas, ya que por ejemplo si el bazo se rompe puede causar una hemorragia muy importante que solo se puede detener mediante su reparación o extracción.