SIGLO XX→AÑOS 1914-1918 TEMA 4. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. 1. Características de las economías del final del Siglo XIX. La economía europea de finales del Siglo XIX tenía las siguientes características: Predominio económico y político sobre todo el mundo. Buen funcionamiento del sistema de pagos internacional, basado en el oro y centrado en Londres. Libertad de movimiento de los factores trabajo y capital. Limitada intervención estatal en la vida económica. 2. Causas que originan la Primera Guerra Mundial. Causas políticas: - Imperialismo: enfrentamientos coloniales por la ocupación de los últimos espacios y por la formación de espacios económicos. - Crisis balcánicas: enfrentamientos entre el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Ruso, principalmente se sucedieron tres crisis que desembocaron en la alianza entre estados. - Rivalidad entre las grandes potencias: provocada por las tensiones existentes por el control de los territorios coloniales. Esta rivalidad estaba más latente en: Rivalidad francoalemana por el territorio marroquí. Competencia naval entre Alemania y Gran Bretaña. Causas económicas: - Segunda Revolución Tecnológica: propició el aumento de la productividad y la producción, provocando la lucha por los mercados mundiales. - Asalto de los productos alemanes a la anterior supremacía británica. Todos estos problemas dieron lugar a alianzas entre países, creándose así dos bloques: Imperios Centrales: Imperio Alemán, Imperio Austrohúngaro, Turquía y Bulgaria. Triple Entente: Gran Bretaña, Francia y Rusia, reforzado por Italia y con la posterior ayuda militar y económica de EE.UU., Rumanía, Portugal, Grecia y Japón. 3. Características de la guerra. Es la primera guerra industrial: El armamento usado era, en parte, nuevo y mucho más potente y destructivo, que afectaban mucho más a la población civil. Todo ello como consecuencia de la Segunda Revolución Tecnológica. La guerra se decidió por razones económicas: Los principales problemas económicos fueron: - Financiación: el armamento y la guerra en sí eran costosos. - Abastecimiento: basado principalmente en el propio armamento y los alimentos, y también en la obstaculización del abastecimiento enemigo. El nuevo papel de la mujer: La demanda militar posibilitó importantes mejoras en productos y en productividad. La retención en la guerra de parte de la población masculina dio lugar al inicio del trabajo femenino masivo en oficios reservados tradicionalmente a los hombres. 4. Consecuencias de la guerra. Las consecuencias fueron tan desastrosas que afectaron a nivel demográfico, político, social y económico. Consecuencias demográficas: La mortalidad aumentó por los millones de fallecidos, además de los millones de incapacitados. A su vez la natalidad descendió como consecuencia de los no nacidos, llamándosele “generaciones vacías”. Consecuencias políticas: Se crearon nuevos estados y se dieron lugar sucesivas transformaciones políticas causadas por las movilizaciones y la participación política de las clases bajas, estimuladas por la Revolución Rusa. Esto dio lugar al destronamiento de las dinastías en los grandes imperios y la demanda de gobiernos democráticos. Consecuencias sociales: La sociedad experimentaba gran tensión que desembocaba en enfrentamientos. Tuvieron lugar varias manifestaciones nacionalistas reivindicando la emancipación de las colonias. La mujer tuvo un nuevo papel al incorporarse en la actividad laboral. Consecuencias económicas: - Pérdida de la hegemonía europea: la guerra comportó un descenso de la importancia de la economía europea dentro de la economía mundial, debido a las pérdidas que Europa experimentó como consecuencia de la guerra. Además otros continentes crecieron beneficiándose, principalmente EE.UU., Canadá, los países avanzados de Sudamérica, los dominios británicos y Japón. - Mala asignación industrial: la industria se centró en producir recursos bélicos originando una capacidad de producción con fuertes excedentes y una falta de productos para la reconstrucción y el consumo, agravada por la destrucción o el mal estado de gran parte del material y de las redes de transporte. - Disminución del comercio: la oferta disminuyó debido a que en muchos países la guerra estimuló las industrias sustitutivas de importaciones, lo países avanzados como EE.UU. y Japón ocuparon una parte importante del los mercados europeos. - Falta de capital: desapareció el sistema del patrón oro, provocando un gran desorden monetario. Los capitales invertidos en la guerra habían originado que los países asumiesen un gran número de deudas, incluyendo las reparaciones. 5. Fuentes de financiación de la guerra. La guerra se financió en todos los países mediante: El aumento de los impuestos. El endeudamiento del gobierno: mediante la emisión de deuda pública, los bonos de guerra, los préstamos exteriores y los avances del Banco Central a través de la emisión de billetes. La expropiación de los territorios ocupados. 6. El Tratado de Versailles. Es el acuerdo que puso fin a la guerra y que dictó las condiciones de paz, aunque sólo con Alemania. Se impusieron sanciones económicas a los vencidos, considerándoles iniciadores y culpables de la guerra. Se establecieron cambios fronterizos que afectaron sobre todo a la Europa Oriental. Alemania fue obligada a realizar importantes pagos en especie, sus reservas de oro fueron intervenidas, al igual que su material bélico, una parte importante de material ferroviario y parte de la marina de guerra y mercante. 7. Problemas monetarios tras la guerra Fin e intento de restauración del “Patrón oro”. El sistema monetario anterior a la guerra tenía dos características: - El compromiso de los gobiernos de convertir sus monedas en cantidades fijas de oro. - La libertad de los individuos de importar o exportar oro, según su conveniencia. La guerra cambió esta situación, todos los países menos EE.UU. y los neutrales vieron disminuir sus reservas de oro mientras aumentaba la oferta monetaria, dando lugar a que la moneda se convirtiera en fiduciaria. El aumento de la cantidad de billetes en circulación provocó un aumento generalizado de los precios y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de la moneda. Tras la guerra la idea predominante de los gobiernos era volver de la forma más rápida posible al patrón oro, considerado motor de la economía internacional y, por tanto, de la recuperación económica. Los países se esforzaron para reorganizar el sistema monetario, aunque eso exigiera implantar políticas deflacionistas. A pesar del deseo de volver al patrón oro, tras la guerra se estableció un sistema de libre cotización de las monedas en los mercados internacionales. No pudo volverse al patrón oro por: - Las diferentes situaciones de cada país. Las diferentes políticas monetarias. Las perspectivas de futuro. Estos acontecimientos crearon grandes fluctuaciones en el valor de las monedas y fuertes movimientos especulativos. Se gastó más en la especulación monetaria que en crear las condiciones para la normalización del comercio, que sufrió mucho a causa de la inestabilidad monetaria de esos años. Causas del desorden monetario. - El desconocimiento de la situación real de cada moneda. - La repentina retirada del crédito por parte de EE.UU. a sus aliados. - Las reparaciones exigidas a los vencidos. - El retorno al patrón oro no partía de un acuerdo internacional, sino de iniciativas independientes de los gobiernos y de los bancos centrales. Conferencia de Génova. El retorno al patrón oro se planteó en la Conferencia de Génova en 1922, convocada por Gran Bretaña y Francia; se trataba de implicar a EE.UU. en el sistema económico internacional. La Conferencia: - Defendió el regreso al patrón oro y pidió que la respuesta de un país ante la escasez de divisas fuera la deflación y no la devaluación, como pasaba antes de la guerra. - Reconoció que el oro disponible era insuficiente para asegurar el funcionamiento del patrón oro en las condiciones anteriores a la guerra, por lo que la circulación del oro sufrió una doble restricción: Los billetes sólo eran convertibles en grandes cantidades, así el oro quedaba reservado a las transacciones entre los grandes bancos. Las reservas de los países secundarios podían estar formadas por oro o por divisas convertidas en oro. La no participación de EE.UU. en la Conferencia y la hiperinflación alemana del año posterior provocaron que la reunión resultara poco eficaz, aunque el retorno al patrón oro se realizó siguiendo sus principios. Las posibles vías eran: - Recuperar la paridad oro anterior a la guerra. - Fijar una nueva paridad ajustada a la realidad monetaria de cada país. 8. Problemas de consolidación. Los tratados de paz significaron una transformación del mapa político de Europa. Se crearon estados nuevos, además las fronteras de muchos otros estados experimentaron cambios importantes; los nuevos países formaban estados más o menos nacionales, aunque no unidades económicas. Los problemas que tuvieron estos países para consolidarse fueron políticos y económicos: Problemas políticos: estos estados nacionales nacieron con una fuerte rivalidad exterior respecto al anterior poder dominante y con una rivalidad entre ellos. Cada uno estaba formado por una mayoría nacional dominante, pero casi todos incluían diferentes minorías nacionales, lo que creaba problemas internos y malas relaciones con los países en los que estas minorías representaban el grupo mayoritario. Estas mezclas eran imposibles de evitar por la dispersión de los diversos pueblos en la zona. Problemas económicos: derivados de: - El fin de las relaciones económicas legalmente establecidas entre los imperios anterior y de la migración de los mercados interiores resultantes en un momento de fuerte proteccionismo. - La necesidad de cohesión social, que impedía un aumento de los impuestos para que equilibrasen las necesidades de los gobiernos, por lo que crecieron a la vez la deuda y la inflación. - - La inestabilidad monetaria dificultaba la obtención de créditos internacionales y encarecía la adquisición de bienes de equipos. Los nuevos estados se tenían que enfrentar al creciente paro en un momento de fuerte aumento de la población y del freno de la emigración. 9. Soluciones a los problemas de consolidación. La solución a estos problemas se buscó principalmente a través de las reformas agrarias y de las políticas industrializadoras. Reformas agrarias. Errores de las mismas. La finalidad de estas reformas era ofrecer tierras a los desposeídos para crear una capa de pequeños y medianos propietarios y exploradores agrarios, y así mejorar la producción. Algunos errores de planteamiento y dificultades de ejecución y financiación hicieron que muchas de estas reformas fueran poco eficaces e incluso contraproducentes. En algunos países los lotes repartidos eran insuficientes, muchos de los nuevos propietarios no disponían del capital de explotación necesario y, en algunos casos, tampoco de los conocimientos imprescindibles. Las reformas fueron viables cuando seguían criterios económicos, pero dejaron de serlo una vez que estos criterios fueron sociales o con intereses políticos. Principales problemas agrarios: - La creciente presión de la población sobre la tierra obligaba a la economía de subsistencia. - La falta de capital que se perdieron a causa de la guerra. - La presión impositiva que soportó la agricultura para impulsar los procesos de industrialización. Políticas industrializadoras. Surgen por: - La necesidad de sustituir los productos que se tenían que importar, en un contexto de dificultades para equilibrar las balanzas de pagos. - El uso de la industrialización como absorbente de mano de obra e instrumento de crecimiento económico. El resultado fue la creación de industrias tradicionales. El proceso de industrialización se enfrentaba a la reducción de los mercados nacionales, esta insuficiencia afectaba a las de los mercados nacionales ya establecidas, pensadas para un mercado mayor. La solución se buscó en la protección arancelaria.