Las sociedades de capital son formas jurídicas de empresas cuya principal característica es que, en contraposición a las personalistas, en estas predomina la importancia del capital aportado por los socios, y en menor medida sus facultades personales. Entre estas encontramos en líneas generales, las sociedades anónimas, las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades comanditarias por acciones. En este ordenamiento encontramos, por un lado, normas comunes a todas las sociedades de capital y particularidades, dependiendo de sus distintas escisiones en subgrupos. Por lo que procederemos a dividirnos en dos apartados. CARACTERÍSTICAS COMUNES LOS SOCIOS Los socios poseen una responsabilidad solidaria entre ellos (en algunos supuestos) y limitada, esto es, no responderán personalmente ante las deudas sociales a excepción del caso de los socios colectivos de las sociedades comanditarias por acciones. Esto también se extenderá a los socios de acciones no completamente desembolsadas. Derechos de los socios; los socios que cumplan con sus obligaciones dispondrán de una serie de derechos comunes, pudiendo existir preferencias entre ellos (dependiendo de su aportación a la empresa): • Recibir sus dividendos y lo resultante de la liquidación de la empresa (en caso de existir beneficios distribuibles). • Derecho de preferencia de suscripción de nuevas acciones, o creación de participaciones (según lo establecido en los estatutos). • Asistir y votar en las juntas generales en proporción a su capital aportado. • Tener acceso a la información (se proporcionará de manera obligatoria si quienes lo soliciten representan más del 25% del capital social, sino se valorará). No obstante, existen las llamadas participaciones/ acciones sin derecho a voto, las cuales podrán llegar a constituir como máximo la mitad del capital social en las S.L. y el desembolsado en las S.A., disponiendo de 2 años de margen para remendar la situación en caso de sobrepasarlo por imprevistos. En contrapartida, el socio tendrá el privilegio de obtener un dividendo anual mínimo (fijo o variable), con independencia de los beneficios de la sociedad. Se ha de tener en cuenta que, en caso de impago de este, aun siendo parcial, tiene derecho a recuperar el voto hasta quedar saldado. Esta preferencia se extiende al momento de recibir las cuotas en caso de liquidación. Además, el derecho de voto puede quedar anulado para los afectados de las decisiones a cerca de su exclusión y concesión de una obligación o derecho (como asistencia financiera, derecho a ventas de sus participaciones/ acciones…) a estos sujetos; y en el resto de los casos, si su voto es decisivo deberá de comprobar que actúa conforme al interés social. Esto ocurre tanto para las S.L. y cuando los estatutos de las S.A. lo determinen. CAPITAL SOCIAL En todas ellas su capital social se encuentra dividido y repartido entre sus socios, pudiendo ser en forma de acciones, en el caso de capital de Sociedades Anónimas o Sociedades Comanditarias por Acciones; o bien, en participaciones, como es el caso ver las Sociedades de Responsabilidad Limitada. DENOMINACIÓN Y DOMICILIO La denominación, o el nombre de la personalidad jurídica, deberá estar compuesto por la naturaleza de la empresa, generalmente indicada con sus acotaciones. Además, deberán de ser diferente a cualquier nombre ya existente. En cuanto a su domicilio, este se considerará español, en todas aquellas que fijen su centro de administración, o bien, su principal centro de explotación en territorio español, sin importar el lugar en el que hubieran sido constituidas. Independientemente de haber discrepancias o no entre su domicilio real y el registral, o de la creación de sucursales en el extranjero. Aquí además tendrán lugar las juntas generales. PÁGINA WEB Se encuentra referida información acerca de la página web de la sociedad. La cual, será obligatoria para sociedades que coticen en bolsa. Esta debe cumplir una serie de requisitos, ser de acceso gratuito, tener la posibilidad de descarga de lo allí expuesto… De hecho, en caso de perjuicio por cese temporal del acceso a la página deberá de ser retribuido económicamente por los socios. Además, cualquier modificación en ella, hasta que no se publiquen en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, no tendrá efectos jurídicos alguno. APORTACIONES SOCIALES Por otro lado, existen las aportaciones sociales, que sirven a modo de pago para la adquisición de acciones y particiones. Además de estas, están las llamadas “prestaciones accesorias”, establecidas por los estatutos a mayores de la aportación. Principales diferencias con esta última: • Pueden ser exigidas a unos miembros concretos. • Podrán ser o no retribuidas. • Jamás sumarán al capital social. Estas transmisiones expuestas, se recogerán en el “Libro registro de socios”. LA CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD Las sociedades de capital se constituyen, bien por contrato (dos o más personas), o bien por acto unilateral (caso de sociedades unipersonales). No obstante, en el caso de las sociedades anónimas podrán ser constituidas por sus sucesivas suscripciones mediante emisiones de acciones. Sea como fuere, todas exigirán la inscripción en el Registro Mercantil, para que adquiera la personalidad jurídica elegida y así poder transmitirse las participaciones o las acciones entre los socios. En el momento de su constitución, todas las participaciones o acciones serán otorgadas a los socios fundadores, fecha que dará comienzo a las operaciones (salvo en el caso de transformación). Además, el contenido de esta escritura incluirá: la identidad de los socios, incluyendo su aportación y la parte alícuota del capital de la empresa que recibirán a cambio; así como, la identidad de quienes se encarguen en un inicio de la administración y representación de la sociedad. Asimismo, recogerá los estatutos de la sociedad (denominación, domicilio, actividades a realizar, el capital social, modos de llegar a acuerdos…). Además, en el caso de tratarse de una sociedad anónima, se deberá expresare la cuantía aproximada de los gastos de constitución totales. Los fundadores de los que hablamos tienen una serie de ventajas, en el caso de las sociedades anónimas estos podrán reservarse conjuntamente el 10% de los beneficios netos, una vez descontada la cuota destinada a la reserva legal y por un periodo máximo de 10 años. No obstante, también tendrán el deber de realizar adecuadas inversiones de los fondos de la organización y responder solidariamente frente a la sociedad en menciones exigidas por la ley; una de estas menciones serían los perjuicios causados por demora de un periodo superior a 2 meses, en la inscripción en el Registro Mercantil. Por otro lado, en el caso de la no inscripción de la sociedad, por decisión propia, o tras transcurrir un año desde el otorgamiento sin realizar la inscripción; se aplicarán las normas de la sociedad colectiva o la sociedad civil (en el caso de que se haya iniciado y continuado sus operaciones). Tras una posterior inscripción, los socios volverán a disponer de responsabilidad limitada. En este caso, cualquier socio podrá pedir la disolución de la sociedad y exigir la cuota correspondiente ante un juez. LA JUNTA GENERAL Generalmente las competencias de una junta general, sea ordinaria o extraordinaria, son básicamente de gestión de la sociedad, entre ellas: • Aprobación de las cuentas anuales y decisiones sobre el activo y pasivo global. • Nombramiento de los administradores y liquidadores. • Modificación de los estatutos sociales. • Aumento o reducción del capital social. • Supresión o limitación del derecho de suscripción preferente y de asunción preferente. • El intercambio con otras sociedades de activos esenciales (de valor mayor al 25% de los activos de ese año). • Disolución de la sociedad. Esta se convocará siempre que lo estimen oportuno los administradores, o en su caso, los liquidadores. Además, los socios también pueden solicitarla expresando, obligatoriamente, los asuntos a tratar, esta se concederá en caso de representar estos el 5% del capital social o más. En el caso de no realizar las juntas ordinarias en el plazo legal o fallecimiento del administrador, podrá cualquier socio, o en el segundo caso, a mayores cualquier administrador. El plazo previo para la convocatoria será, mínimo, un mes en las S.A. y 15 días en las S.L.. Así mismo, también existen diferencias entre la posibilidad de asistencia de los socios, ya que, en las primeras, los estatutos pueden poner un número mínimo de acciones como requisito, sin embargo, en las S.L. no; quedando obligados en ambos casos la asistencia de los administradores. Las mayorías para llegar a acuerdo, dependerá de cada caso: • S.L. mayoría sin computar votos en blanco, si representa al menos el 33,33% del capital social. • S.A. mayoría simple de los accionistas presentes. • Para casos de modificación del capital y cualquier otra modificación de los estatutos sociales, mayoría absoluta de los presentes (al menos la mitad del capital social suscrito), o en la segunda convocatoria, dos terceras partes de los presentes, siendo al menos el un cuarto del capital social suscrito. Una vez llegado a un acuerdo, este constará en acta, aprobado por la junta, o en caso de que los socios lo pidan (mayor al 1% en S.A. o mayor al 5% en S.L.) por un notario, en la llamada “acta notarial”, sufragado por la sociedad. No obstante, también se podrá impugnar un acuerdo, declarándolo en contra a la ley (no prescribe), estatutos o al interés global de los socios (prescribe en 1 año). Siempre y cuando, hayan sido determinantes para alcanzar el resultado obtenido y se esté llevando a cabo en ese momento, aunque si se podrá exigir la recompensación por los daños causados. Esta acción se podrá exigir por los administradores o por cualquiera que acredite un interés legítimo, siempre que representen el 1% del capital social o menos según los estatutos, pudiendo exigir resarcimiento de daños aun no llegando a este. En caso de impugnación efectiva, se procederá entre otras cosas a la cancelación de los asientos posteriores que sean contradictorios y a dar un margen prudencial para subsanar el error. ADMINISTRACIÓN DE LA SOCIEDAD Los administradores podrán ser, personas físicas que sean socios y estén considerados capacitados por la ley para el cargo. Estos y sus suplentes estarán recogidos en el Registro Mercantil como tal. Además, otro punto a destacar es que no es remunerado. Asimismo, puede ser de duración indefinida, ya que aún en el caso de las sociedades, que hay que elegir forzosamente como máximo cada 6 años, los administradores podrán ser reelegidos. Si bien, estos pueden ser cesados en cualquier momento por la junta general, o incluso por cualquier socio en caso de obrar contra lo legal o la sociedad, actuando de mala fe. En caso de falta de lealtad, deberá devolver su enriquecimiento injusto e indemnizar a la sociedad por daños causados a su patrimonio. De igual modo, esta culpa se extiende a personas vinculadas a este administrador, socios que actúen como tal pese a no serlo (los administradores de hecho) o quien dirija a estos administradores; así como en caso de que no haya un administrador fijo, estas responsabilidades recaerán sobre la más alta dirección de la sociedad. No obstante, esta pena se puede eludir en caso de no haber participado en ella, demostrando el desconocimiento de estos actos o, en su defecto, demostrar la oposición expresa a estos. Además, esta culpa no se omitirá aun habiendo sido autorizado este hecho por la junta general. Tras todo esto, describiremos los distintos modos de organizar la administración, podrán ser: • Un administrador único. • Varios administradores que actúen de forma solidaria. Esto significa que los administradores pueden realizar de manera individual los actos, sin firma ni autorización de los restantes administradores solidarios. • Varios administradores que actúen de forma mancomunada. Esta forma de organización implica que necesariamente para suscribir actos, los administradores necesitarán de la autorización del resto de administradores mancomunados. • Un consejo de administración. CARACTERÍSTICAS PARTICULARES Existen tres tipos en nuestro ordenamiento jurídico, cuyas características exponemos a continuación, además del caso especial de las sociedades unipersonales de responsabilidad limitada o anónimas, que veremos posteriormente. SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA (“S.L.” O “S.R.L.”) Para su constitución será necesario un capital social mínimo de 3.000 €, desembolsado íntegramente en el momento de su constitución. No obstante, se puede recurrir al régimen de formación sucesiva; la cual mantiene que, hasta no llegar al capital social mínimo, se deberá entregar en su defecto una cuantía igual o mayor al veinte por ciento beneficio del ejercicio, para acrecentar este capital social y llegar al mínimo. Además, establece una serie de medidas a mayores para llegar a la cantidad mínima en el menor tiempo posible, estas incluyen: • Los socios no podrán repartirse beneficios si este patrimonio neto no llega a menos a la cuantía del 60 por ciento de capital legal mínimo permitido. • La suma de los beneficios repartidos a los socios y administradores no excederá el veinte por ciento del patrimonio neto correspondiente al beneficio de la sociedad en el transcurso de un ejercicio. • En caso de poner fin a su actividad de manera voluntaria o forzosa, si el patrimonio de la sociedad fue insuficiente para atender el pago de, al menos, su inscripción, los socios y administradores desembolsarán esa cuantía mínima. Su capital, como ya se mencionó se divide en partes alícuotas, llamadas participaciones son transmisibles entre socios, así como en favor del cónyuge u otra familia del socio, con el matiz de que se ha que disponer del consentimiento previo de la sociedad. En caso de que varios socios quieran adquirirlas, se dividirá entre ellos por de manera proporcional a su relevancia en el capital social de la empresa. Además, otra peculiaridad es que, en caso del aplazamiento de su pago parcial o total, es obligatorio la garantía proporcionada por una entidad de crédito. En caso de fallecimiento del socio, se conferirá a su heredero la participación. A menos que establezca lo contrario los estatutos. En cuanto a la organización de la administración de estas, estará determinado por los estatutos con relativa libertad, determinado en la junta general, y sin necesidad de reflejar dicha modificación en los estatutos. SOCIEDAD ANÓNIMA (“S.A.”) En el caso de las sociedades anónimas, deberá de disponer de un capital social mínimo de 60.000 € desembolsado al menos en una cuarta parte (del valor nominal de cada acción) en el momento de su constitución. Tras este aplazamiento del desembolso de las acciones, se deberá informar del futuro modo de pago de estas, que, en caso de ser no dinerarias, no deberá demorarse más de cinco años, o lo establecido en los estatutos de la sociedad. Una vez sobrepasado, se considerará que se encuentra en mora, y perderá los derechos a voto, recibir dividendos y de suscripción preferente. Tras realizar el pago (más intereses de demora), podrá exigir el cobro de los dividendos, pero no la suscripción preferente en caso de que ya se hayan emitido las nuevas acciones. En caso de persistir en la demora, se le podrán enajenar las acciones. Otra situación es la llamada “constitución sucesiva de la sociedad anónima”, aplicable en el caso de que la sociedad anónima emita acciones. Esta emisión deberá comunicarse a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, redactando un programa con información referente a la identificación de los promotores y de la sociedad, así como sus estatutos. Este programa, sumado a un informe técnico sobre la viabilidad del proyecto, e información sobre de las acciones y los derechos adquiridos por su adquisición, conformará el “boletín de suscripción”, el cual servirá a modo de resguardo, entregándoles a cada suscriptor una copia del mismo, con la firma de los promotores. Tras todos estos trámites se deberá convocar una junta constituyente en un plazo máximo de 6 meses, por carta certificada y con un mínimo de 15 días de antelación. Por otro lado, no se podrá disponer de las aportaciones realizadas, a menos que la sociedad se inscriba en el Registro Mercantil, salvo que los gastos de notaría y de registro sean imprescindibles para la inscripción, entonces sí se podrá disponer de ellas. Las acciones se pueden dividir: • Según sus aportaciones: solamente se podrán emplear los bienes o derechos que puedan tener una valoración económica, o bien, aportaciones monetarias siempre expresado en euros; todo esto excluye el trabajo u otros servicios. En el caso de ser monetarias, se realizará mediante una certificación, por lo que en caso de quererlo cancelar se deberá exigir de manera previa la devolución de este. La tasación de estos bienes, por lo general corren a cargo de un experto externo nombrado por el Régimen Mercantil competente. En caso de error, antes del plazo de 5 años, los expertos, o en su defecto, los administradores (por ejemplo, en caso de que el bien cotice en un mercado secundario), responderán ante los gastos de la diferencia entre el valor estimado por ellos y el valor real, así como quienes apoyaron esa aportación. • Según su condición: este puede ser a título nominativo, el más comúnmente conocido, o al portador, en este caso no hará falta su registro en ningún Libro de socios, sino que simplemente se considerará socio al portador de un documento expedido por la empresa que así lo acredite. La transmisión de las acciones será libre, y en el caso de las normativas, se recogerá la información del nuevo socio, una vez se acredite la transmisión. No obstante, puede haber ciertas restricciones a esta, según lo dispuesto en los estatutos. Los cuales, en caso de ser cambiados, los afectados que votaron en contra dispondrán de 3 meses para su cambio, desde la publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, y en cualquier caso, tras 2 meses sin respuesta tras presentar la solicitud de autorización, esta quedará concedida. En cuanto a la organización de la administración de estas, si la administración se confiere a dos administradores, estos actuarán de forma mancomunada; mientras que, si son más de dos, deberán formar obligatoriamente un consejo de administración. Además, cualquier cambio ha de constar en los estatutos. Por lo que apreciamos que, en este caso, las S.A. su poder se encuentra forzosamente más distribuido que en el anterior caso. SOCIEDAD COMANDITARIA POR ACCIONES (“S. COM. POR A.”). En cuanto a su régimen legal se regirán por las normas aplicables al tipo social de asociación, o en su defecto, lo establecido en la ley para Sociedades Anónimas. Los socios de este tipo de sociedades se dividen en dos, con distinto tipo de responsabilidad, por un lado, encontramos los accionistas, cuya responsabilidad será similar al resto de sociedades de capital, mientras que los socios colectivos, son los que se regirán más por las leyes de tipo social, más cercanas a las sociedades colectivas. LA SOCIEDAD UNIPERSONAL Será aquella sociedad, de tipo de responsabilidad limitada o anónima, constituida por un único socio (persona física o jurídica); o bien, al pasar todas las participaciones o acciones a manos de un único socio. Este estado ha de constar en el Registro Mercantil. De otro modo, pasados 6 meses, este socio respondería de manera personal, ilimitada y solidariamente de las deudas sociales contraídas durante el período de unipersonalidad. No obstante, una vez inscrita el socio volverá a gozar de la responsabilidad limitada. Dada esta condición de único socio, este podrá ejercer las competencias de la junta general, tomando sus decisiones en acta, bajo su firma o la de su representante y pudiéndose formalizarse y llevarse a cabo por él mismo, o por los administradores de la sociedad . De todos modos , cualquier contrato celebrado entre este y la sociedad deberá constar por escrito en la memoria anual, así en caso de quiebra o concurso de acreedores estos contratos no se harán cargo el resto de los miembros de la organización.