LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO DURANTE LA ETAPA DE LA ESCUELA INFANTIL. MARÍA ZUBIAUR PRECIOSO 3ºED. MUSICAL. SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. C.E.S DON BOSCO. 1 ÍNDICE INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………….p.3 DESARROLLO DEL NIÑO A LOS TRES AÑOS…………………………………………p.5 HABITOS ADQUIRIDOS A LOS TRES AÑOS……………………………………………p.8 EL PAPEL EDUCADOR DE LA ESCUELA INFANTIL Y SU FUNCIÓN EN EL DESARROLLO PSICOSOCIAL DEL NIÑO……………………………………………….p.9 PERIODOS CRÍTICOS DEL NIÑO EN LA ESCUELA INFANTIL…………………………………………………………………………………….p.11 EN LA ESCUELA……………………………………………………………………………p.13 LA ESCUELA COMO INSTITUCIÓN SOCIALIZADORA……………………………….p.16 LOS PRINCIPALES CONFLICTOS DE LA VIDA EN GRUPO………………………...p.19 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………p.20 2 INTRODUCCIÓN. Hablar del proceso general de socialización de un niño en su etapa infantil, y sobre todo planteándolo desde el marco de sus inicios en la escuela es algo bastante complejo, debido a la cantidad de aspectos que rodean esta situación, común a toda primera infancia. La cantidad de procesos de aprendizaje, expresión y socialización que se dan en el niño hasta los seis años es tal que hay que desmenuzar poco a poco todos y cada uno de los aspectos que los comportan. El niño tiene necesidad de explorar, conocer y actuar sobre el mundo que lo rodea y es a partir de allí que construye y avanza en sus conocimientos. El niño necesita tomar decisiones, planear y llevar a cabo acciones para así ubicar, dominar y controlar el ambiente que lo rodea. Los diferentes procesos y manifestaciones psicológicas del niño no están todos presentes desde el nacimiento (como la presencia del lenguaje articulado); ni tienen las mismas características cualitativas en todas las edades (por ejemplo: los movimientos de un niño de 4 años son más complejos que los de uno de año y medio). También se da el caso de conductas que desaparecen con el paso del tiempo (como el gateo). Con esto se puede afirmar que el conjunto de cambios psicológicos que experimenta el niño con el aumento de su edad, se le llama desarrollo psicológico. Cuando se habla de desarrollo psicológico se toman en cuenta una serie de cambios que ocurren en el tiempo en los ámbitos físico, motor, cognitivo, emocional y de lenguaje del niño y que se caracteriza por una diferenciación donde las distintas manifestaciones psicológicas aparecen como fenómenos con carácter propio de una manera uniforme. Por ejemplo: las emociones del niño muy pequeño son pocas y simples y quizás se podrían resumir en agrado o desagrado, pero a los dos años se han diferenciado muchas de otras respuestas emocionales tales como rabia, sorpresa, alegría, etc. Otra característica de este desarrollo es la denominada integración jerárquica en la que los diferentes procesos psicológicos del niño son controlados a niveles cada vez más altos de su psiquis, por ejemplo, los movimientos de un niño pequeño para tomar objetos son al comienzo solamente reflejos; cuando el niño crece, ese mismo tipo de movimiento pasa a ser controlado voluntariamente por éste, quien puede usarlo cuando lo desea para tomar algo que le interesa. Se puede decir que ese movimiento tenía una integración o control al comienzo y que luego ha pasado a controlarse a un nivel jerárquico más elevado. Ahora bien, la atención educativa que deben recibir los niños preescolares debe interpretarse como un sistema de interrelaciones profundas entre el niño y sus compañeros, entre el niño y su maestro, la familia, el ambiente y la comunidad. En tal sentido es importante tener presente en qué momento un niño se encuentra en edad preescolar. 3 El preescolar comienza cuando aparece el adualismo, conducta especial sumamente rara del niño en la cual el pensamiento mágico se mantiene todavía pero empiezan a venir realizaciones y procesos lógicos. Cabe la posibilidad de que aún con un pensamiento mágico existan ciertos esquemas que vayan apuntando a algo lógico. En ese momento es en el que realmente el niño deja de ser un infante para convertirse en un preescolar en el sentido del desarrollo y la variación; aun y cuando es difícil que se dé a una edad específica, por lo que debe ser objeto de un estudio individualizado. Por lo anterior, se debe destacar que la individualidad es una condición que debe considerarse de forma primordial y por esto debe existir un esfuerzo permanente por hacer conscientes la naturaleza de las interrelaciones, aprovecharlas y canalizarlas a beneficio de las condiciones que rodean al niño, ya que las necesidades de cada uno difiere, y de acuerdo a dichas diferencias deben ser atendidos, logrando con esto que el pequeño llegue a ser un adulto equilibrado con un estado de conciencia que le permita participar activamente en su vida social futura. Los cambios propios del desarrollo psicológico están determinados, además, por otros factores que influyen enormemente en su avance, como la interacción entre la herencia (características con las que el niño nace) y el ambiente ( aprendizaje en el medio que se desenvuelve) las cuales interactúan permanentemente. El niño también forma parte de un sistema de relaciones que influyen en su desarrollo que se inician en el hogar con sus padres y miembros de su familia, luego otros niños y adultos distintos, las relaciones en el colegio, y más tarde la comunidad en la que se desenvuelve. Como se mencionó anteriormente, los niños de edad similar presentan un desarrollo similar, pero existen grandes diferencias individuales que incurren en su ritmo de desarrollo, por ello, los cambios o etapas ocurren en una secuencia más o menos fija, pero el momento cronológico en que se dan varía de un niño a otro. El desarrollo presenta períodos críticos en que el niño está particularmente dispuesto a experimentar cambios psicológicos significativos, donde las condiciones en que transcurren los primeros años de vida son sumamente importantes. Para comenzar a analizar el proceso de socialización del niño durante la etapa de la Escuela Infantil, es importante hacer previamente una aproximación a la situación psicosocial en la que se encuentra y a los recursos con los que cuenta para hacer frente a una nueva situación, que sin duda se sale de todos los patrones de rutina conocidos hasta el momento. 4 DESARROLLO DEL NIÑO A LOS TRES AÑOS. A la edad de tres años, momento en el cual se produce la primera escolarización, el niño ha alcanzado un desarrollo psicomotor y psicosocial que comporta las siguientes características: Desarrollo neurológico. Comienza a hacer poco a poco pequeñas carreras, que luego más tarde, de 4 a 5 años progresará, podrá hacer cambios de dirección y carrera. Desarrollo cognoscitivo. Realiza combinaciones mentales que posibilitan la representación del objeto mediante símbolos (puede anticipar las consecuencias de sus acciones). El objeto como algo permanente e independiente de su acción sobre él/ella- Busca objetos escondidos aunque no conozca la trayectoria seguida. Imitación diferida (sin presencia real del objeto). Desarrollo del lenguaje. Percepción exacta de los sonidos del lenguaje. Posee los elementos y mecanismos más básicos del lenguaje. Frases completas, aunque no son gramaticalmente correctas. Etapa telegráfica. Puede elaborar más unos componentes que otros, u omitir partes de la frase (por ejemplo: el predicado más elaborado que el sujeto). Ausentes: artículos, preposiciones, conjunciones. Estilo telegráfico. Yuxtaposición de frases. El lenguaje es la actividad simbólica más importante. Desarrollo socioafectivo. Sentimientos yoicos: Egocentrismo, deseo de posesión y dominio "mío". 5 Disidente. La posición más que agresiva es autoconservadora. Negatividad. Rabietas. Control de esfínteres. Grandes conflictos entre su deseo de dependencia (yo solo) y su necesidad de adulto. Comienza a jugar con otros niños y a simular situaciones con juguetes, aunque predomine el juego de forma paralela. Puede esperar y anticipar. Psicomotricidad. Emancipación motora: corre, para y gira. Coordina ojo-pie, sube y baja escaleras con los dos pies. Buena rotación de la muñeca. Capacidad de guardar el equilibrio sobre diferentes superficies. Lenguaje y comunicación. A los 30 meses: aparición del artículo indefinido "un" en el lenguaje infantil. El artículo "una" aparece a continuación y la concordancia de género entre el artículo y el nombre se hace correctamente. Aparece a los 30 meses: el pronombre "yo" y se combina con "mío" y "yo", "tú" y "tuyo". A partir de los 24 meses las primeras preposiciones que aparecen son las que marcan la posesión y el beneficiario "a (mi)", "para (mi)", "coche (mío)". Ciertos adverbios de lugar aparecen entre los 30 y 36 meses, por ejemplo: en, sobre, debajo, delante, detrás. 6 Inteligencia y aprendizaje. Entre los 18 y 30 meses el niño debería: - Pedir las cosas utilizando palabras y gestos. Comprender pronombres personales y posesivos, utilizados comúnmente a su alrededor. Demostrar progresos notables en la comprensión de enunciados. Comprender y producir palabras nuevas. Producir enunciados de dos o tres palabras. Juegos. Hacia los tres años hay una identificación , a través de imitaciones tipificadas, por ejemplo: fumar, llevar la cartera, comprar, etc. Se apodera de un objeto como mediador, el cual es su tesoro. Comienza a montarse en triciclo, primero con ayuda y apoyos, y luego solo. Mueve su cuerpo al ritmo de la música. HABITOS ADQUIRIDOS A LOS TRES AÑOS. Come utilizando la cuchara. Intenta vestirse solo aunque se pone las prendas al revés. Intenta abotonarse el abrigo. 7 Colabora en su aseo diario. Expresa su necesidad de ir al baño. Intenta servirse agua y derrama. Aprende a colgar ropa en la percha. Se pone las medias y ropa interior, casi sin ayuda. Puede abotonarse y desabotonarse el abrigo. Colabora en poner la mesa. Ordena sus juguetes. Puede servirse agua en un vaso a los 2 años 8 meses. Utiliza el tenedor para cortar alimentos sólidos. Bebe de una taza tomándola con precisión. Controla sus esfínteres. EL PAPEL EDUCADOR DE LA ESCUELA INFANTIL Y SU FUNCIÓN EN EL DESARROLLO PSICOSOCIAL DEL NIÑO. Cada vez es más necesario que las Escuelas Infantiles sean realmente competentes; centros que faciliten el intercambio de una serie de posibilidades enriquecedoras para el niño y para la propia relación familiar. La Escuela Infantil debe ser un medio educativo satisfactorio, consciente de la importancia de su trabajo, y que contribuya a asegurar al niño, desde los primeros días de asistencia a la institución, los fundamentos de una personalidad sana y feliz. Todos los niños tienen unas necesidades, un ritmo y unas posibilidades diferentes, por lo que la adaptación del educador a cada niño es fundamental para un buen desarrollo psicofisico. En la Escuela Infantil, el niño puede adquirir, desde los primeros meses de vida, las bases adecuadas para lograr una personalidad sana y feliz, sustentada, por un entorno familiar que favorezca su desarrollo. La temprana socialización del niño puede ser un elemento positivo para su buen desarrollo psicofísico, siempre que se garanticen desde la Escuela las condiciones necesarias (número de niños adecuado, estabilidad del educador, etc.) que posibiliten una atención lo más individualizada posible. 8 Objetivos psicopedagógicos y sociales de la Escuela Infantil. Conocer las necesidades del niño, para proporcionarle el bienestar físico y psíquico. Lograr una buena adaptación e integración del niño en el centro. Desarrollar una cierta autonomía, siempre dentro de las posibilidades de esta edad (con su cuerpo, manejo de objetos, etc.). Ser punto de referencia para el niño. Marcarle los límites, darle cariño y seguridad. Contribuir al desarrollo de la personalidad. Conseguir la madurez psicofísica y motriz adecuada en todas las facetas del desarrollo del niño de esta edad Desarrollar las diferentes áreas educativas: o Educación sensorial: Fomentar las posibles percepciones visuales, auditivas, táctiles y todo lo referente a «recepción de estímulos» por parte del niño, ayudándole a canalizar las sensaciones percibidas. o Educación del lenguaje: Primero, por medio de gestos y actitudes; después, con la introducción, por parte del adulto, del lenguaje verbal (vocalizaciones, cantar…) Posteriormente, hay que pasar de las primeras vocalizaciones a la palabra correcta y con sentido, para culminar este período en la palabra- frase. o Educación motriz. La psicomotricidad es fundamental en esta edad temprana. Se debe estimular al niño para alcanzar los siguientes aspectos: 1.- Desarrollo de la extensibilidad. 2.- Desarrollo postural. 3.- Desarrollo de la prensión. . o Educación social y de los hábitos: Hay que vigilar las relaciones personales del niño con el adulto y con los otros niños (que lo traten de igual y no siempre de rival, en la medida de lo posible), enseñándole el respeto y la solidaridad hacia los demás. Controlar sus hábitos de autonomía personal (comer) y de convivencia social. 9 La persona humana es un ser complejo, que determina su futura personalidad y comportamiento a través de las vivencias que percibe cuando es niño. Sabemos que el desarrollo es conjunto, que aunque observemos o estudiemos por separado lenguaje, motricidad, etc., el proceso evolutivo es global (un progreso en cualquiera de las áreas lenguaje-motricidad- repercute en toda la evolución). PERIODOS CRÍTICOS DEL NIÑO EN LA ESCUELA INFANTIL Hay momentos claves en el desarrollo del niño pequeño, durante los cuales acusa cambios de conducta, que siempre responden a alguna problemática interna. Estos cambios se dejan traslucir en su comportamiento en la Escuela Infantil, en su relación tanto con el educador como con los otros niños, e incluso consigo mismo. 10 En el período que estamos tratando, estos momentos críticos serían los siguientes: Crisis del negativismo: Puede aparecer en el niño durante el primer curso en la Escuela Infantil la llamada crisis de oposición o crisis del negativismo, que suele manifestarse en una continua negativa a las propuestas del adulto, en muy poca tolerancia a la frustración y en una gran resistencia a cualquier cambio. Se hace muy patente en la no aceptación, por parte del niño, de las normativas que intenta implantar el adulto. Dentición: La aparición de los dientes es muy variable en los niños. La edad de la primera pieza siempre es importante, pero no es algo definitorio (influyen, entre otros, factores de herencia), así como tampoco lo es el orden de aparición de las piezas. Lo que realmente tenemos que considerar es que cabe la posibilidad de que el niño siga en pleno proceso de dentición durante el transcurso del primer o incluso el segundo año de la Escuela Infantil. Según este proceso, el niño podría estar mucho más agresivo con sus maestros, con los niños y con él mismo, lo que le puede llevar a llorar a gritos. Puede tener, por esta misma causa, tendencia a morder (surge la necesidad de), incluso, modificarse momentáneamente sus actividades, sueño o apetito normales. Deberemos comprender y adaptarnos a esa nueva circunstancia. 11 Periodo de adaptación: Es importante tratar, no como una crisis de desarrollo pero sí como un momento difícil de la permanencia del niño en la Escuela Infantil, el período de adaptación. La adaptación del niño a la Escuela Infantil es costosa, dado que le supone un gran esfuerzo de aceptación de la nueva realidad en la que se ve inmerso, que le es totalmente desconocida. Percibir que ya no es el centro exclusivo de atención, que tiene que relacionarse con otros, que debe compartir al adulto educador, es un proceso que le enriquece, pero que al mismo tiempo le resulta doloroso. Es muy importante, por tanto, adoptar una actitud que favorezca y facilite esta adaptación. 12 EN LA ESCUELA: El niño descubre a los otros: relaciones con sus maestros y compañeros: El niño cuando nace depende de las ayudas que le prestan los demás. En un primer momento no diferencia su yo del entorno que le rodea, pero la satisfacción de sus necesidades básicas (alimentación, protección, actividad lúdica,...) le motivan para su integración en el grupo social donde nace, y le llevan al descubrimiento de “los otros” antes que al descubrimiento de sí mismo. Este procedimiento se inicia en la familia, donde establece sus necesidades y aprende una serie de conductas sociales; el vínculo afectivo básico es el “APEGO” (lo desarrollaré en el siguiente punto). Más tarde, la propia familia seleccionará y decidirá la apertura a otros contextos (personas, escuela infantil, escuela,...), iniciándose las relaciones con los iguales. Al principio las interacciones apenas se producen, y luego son DIÁDICAS (pareja formada por 2 individuos en estrecha relación), en unos primeros momentos basadas en los objetos. Posteriormente se van abriendo paso las actividades asociativas de colaboración y juego social y las relaciones dejan de ser diádicas para pasar a ser grupales. El vínculo afectivo básico que caracteriza las relaciones que el niño establece con sus compañeros es la “AMISTAD”. Proceso de vinculación, aceptación y descubrimiento: El niño al nacer ya es miembro de un grupo social, está preparado para el aprendizaje y preorientado socialmente. Las necesidades básicas que debe satisfacer le motivan para su incorporación al grupo social. Desde los primeros momentos reconoce algunas personas de su entorno pero no las identifica como tales de forma global, ese reconocimiento se dará a partir del 3º ó 4º mes mostrando preferencias claras hacia algunas personas, busca su contacto y reacciona ante su ausencia , aunque no manifiesta rechazo a los extraños. Hacia el 8º mes muestra una actitud de cautela, recelo o miedo ante las personas desconocidas, actitud que depende de la forma en que se produzca el encuentro con el desconocido. Esto demuestra que hace una valoración de la persona con la que interactúa y de la situación en la que se produce el contacto. Respecto al entorno familiar, EL APEGO es el vehículo afectivo básico que establece el niño con las personas más próximas. 13 Las conductas que pone de manifiesto el niño son muy variadas (llamadas, contacto íntimo, seguimiento perceptivo y motor...) y dependen de numerosos factores (la persona con quien establece la relación, la situación, el estado del niño, su nivel de desarrollo). Los contenidos de las representaciones mentales se refieren sobretodo al grado de accesibilidad e incondicionalidad respecto a la figura de apego. La construcción de este modelo está en base a las experiencias de relación, interpretadas por el propio niño, quien también está influido por lo que los demás le transmiten. Los sentimientos asociados a la figura de apego son de diverso tipo (seguridad, bienestar, placer, ansiedad) según se den situaciones de proximidad y contacto o separación. A lo largo de los dos primeros años de vida, el vínculo de apego se consolida y enriquece, las interacciones se van haciendo menos asimétricas y más cargadas de relaciones sociales. Se desarrollan las capacidades lingüísticas y mentales, y la autonomía motora, ampliando su entorno físico y social. El niño, va tomando conciencia de las relaciones entre los diferentes miembros de la familia. Las relaciones con los hermanos influyen en el proceso de socialización del niño. PEPLER CARTER y otros realizaron en los años ’80 un estudio sobre las mismas teniendo en cuenta distintos aspectos y conductas: Entre hermanos del mismo sexo se imitan comportamientos y tienen una relación más cálida que entre hermanos de distinto sexo. Las hermanas mayores suelen adoptar posturas más demostrativas de atención con sus hermanos más pequeños. En familias con muchos hijos, los pequeños reciben más ayuda y tolerancia de los hermanos mayores que en familias con pocos hijos. El orden de nacimiento influye en la personalidad del niño, los primogénitos están más orientados hacia los adultos y son más responsables, en parte porque se les anima a cuidar a los hermanos más pequeños. Por último, en un ámbito familiar amplio (padres, abuelos, tíos, primos,...) las posibilidades de desarrollo de la socialización son más ricas y complejas que en un contexto reducido. 14 Las relaciones con los iguales comienzan al primer año de vida. Son diádicas y tienen a los objetos como vehículos de interacción social. OSTERRIETH establece 4 etapas: 1) Actividad esencialmente solitaria: el niño presta muy poca atención a sus compañeros y los trata como objetos. 2) Juego paralelo: aparece sobre los 3 años. Los niños se buscan y quieren estar juntos aunque cada uno desarrolla su actividad particular. 3) Juego asociativo: hacia los 5 años el grupo se extiende a varios participantes, con frecuentes interacciones entre ellos y apareciendo esbozos de asociaciones. 4) Actividad colectiva: se corresponde con los juegos reglados. Durante el 2º ciclo de Ed. Infantil comienzan a estructurarse los grupos en torno a preferencias, por temperamentos y por las semejanzas personales compartidas. La concepción de AMISTAD es muy peculiar, un amigo es un compañero de juegos con el que se comparte el placer y la realización de ciertas actividades. Diferencian entre compañeros preferidos y rechazados, en función de comportamientos de amistad, cooperación, ayuda, participación en las actividades del grupo y el cumplimiento de las reglas. Hay disputas entre grupos por mantener o defender un objeto o actividad deseable. Frecuentemente se dan más entre grupos del mismo sexo, más entre niños que entre niñas y más entre los 2-3 años que entre los 5-6 años. Las relaciones entre iguales influyen en la socialización del niño, destacando: Son un campo de entrenamiento para el aprendizaje de las relaciones sociales. Influyen en las características de la personalidad. Contribuyen a crear el sentimiento de pertenencia al grupo. 15 LA ESCUELA COMO INSTITUCIÓN SOCIALIZADORA La complejidad, extensión y dinamismo de la cultura en las sociedades modernas implican la organización de actividades específicas que se desarrollan en el medio escolar. La escuela es una institución intermedia entre la familia, a la que complementa, y la sociedad. Su acción socializadora se da a través de 3 notas condicionantes (HINDER): 1. Igualdad entre pares: facilita la interacción y el intercambio social al tener que adaptarse a las situaciones. 2. Justicia distributiva: que dé a cada cual lo que le corresponde. 3. Neutralidad afectiva: necesaria para la convivencia en igualdad de derechos. La escuela cumple un papel fundamental en el desarrollo social del niño como se refleja en la LOGSE, en los reales decretos del MEC que desarrollan el currículo y en los de las comunidades autónomas con competencias de educación, como es el caso de Andalucía. La LOGSE, en el artículo 8, apartado b) relativo a las capacidades que la Educación Infantil contribuirá a desarrollar señala la necesidad de: “relacionarse con los demás a través de las distintas formas de expresión y comunicación”. El DECRETO 107/1992, de 9 de Junio en su artículo 4 contempla los siguientes objetivos generales en relación a la socialización del niño: 16 c) Establecer relaciones afectivas satisfactorias, expresando libremente los propios sentimientos, así como desarrollar actitudes de ayuda y colaboración mutua y de respeto hacia las diferencias individuales. d) Establecer relaciones sociales, en ámbitos cada vez más amplios, aprendiendo a articular progresivamente los intereses, aportaciones y puntos de vista propios con los de los demás. El centro de Educación Infantil debe contribuir al desarrollo social del niño organizando los intercambios entre iguales y las aportaciones de los adultos, propiciando experiencias y proporcionando espacios, materiales y ambientes que constituyan un medio óptimo. Siguiendo a DE LA TORRE se pueden establecer unos objetivos de socialización distinguiendo dos etapas: De 0 a 3-4 años: Ampliar las áreas de estimulación del niño en la familia y en la escuela. Adecuar la interacción adulto-niño a la problemática individual. Optimizar las relaciones afectivas del niño con su familia. Facilitar la participación del niño en la familia y en la escuela. Establecer una colaboración continua entre los padres y el centro educativo. De 3-4 años a 6 años: Mejorar la comunicación verbal niño-niño y niño-adulto a través de la expresión de los propios sentimientos. Facilitar el abandono progresivo del egocentrismo. Favorecer la adaptación del niño a la escuela y al medio social. Iniciar al niño en la cooperación y en el trabajo de grupo. La misma autora establece unas estrategias de socialización entre las que destacamos: A. Estrategias de diseño instructivo: Conocer las características sociales, culturales y ambientales de la familia. Diagnosticar la problemática individual y planificar estrategias adecuadas. B. Estrategias de proceso didáctico: Organización del Centro y del Aula que permita el juego y el trabajo en grupo. Ambiente apropiado para que el niño pueda interrelacionarse con los adultos y con otros niños. 17 Información y asesoría a los padres para que completen la labor de la escuela. Material estimulante que a través del juego facilite la autoexpresión y socialización. Actividades que impliquen la progresiva colaboración de los niños a través del juego o el trabajo en el aula. Dentro del papel que debe jugar la escuela en el ámbito de la socialización, queremos destacar algunos aspectos: Cooperación: las actividades deben organizarse de modo que permitan el desarrollo de sentimientos de simpatía, solidaridad y ayuda recíproca, agrupándolos en parejas, pequeños grupos o grupo clase y evitando las exclusiones. Actividades y hábitos para la convivencia: las actitudes y hábitos se estimulan a través de las experiencias. Aceptación de responsabilidades en el grupo: el profesor dirigirá la clase al desarrollo del sentido de la responsabilidad teniendo en cuenta la situación del aula y el desarrollo evolutivo de los niños. 18 LOS PRINCIPALES CONFLICTOS DE LA VIDA EN GRUPO Las situaciones conflictivas son inherentes al desenvolvimiento de cualquier grupo humano. Respecto a los niños de Educación Infantil cabe señalar: Cuando empiezan a descubrir a sus iguales y a relacionarse con ellos, no son capaces de regular su tendencia a la satisfacción inmediata de sus deseos. El egocentrismo dificulta la posibilidad de ponerse en el lugar del otro cuando se dan situaciones de disputas o confrontaciones de intereses. El conflicto no debe entenderse como algo negativo, ya que en numerosas ocasiones es fuente de entrenamiento para adaptarse y regular la vida en grupo. Otros factores que influyen en la frecuencia, intensidad y resolución de los conflictos están relacionados con la personalidad del niño, el ambiente familiar y el estilo de comportamiento de los padres. Los conflictos más frecuentes que se dan en la vida en grupo son los siguientes: Disputas relacionadas con la posesión de objetos, espacios. Disputas ocasionadas por la distribución de roles dentro del grupo, o por situaciones de marginalidad, discriminación,... Disputas producidas por la violación de normas establecidas en el seno del grupo. Choques relacionados con la competición. La agresividad puede estar dirigida contra el propio niño, contra los demás niños o adultos, o contra los objetos, y puede ser física ó verbal. Está muy relacionada con las situaciones conflictivas y puede ser de 3 tipos: Agresión instrumental, es manipulativa y responde a situaciones de frustración por no poder obtener un objeto, por separación de una persona, ... Agresión hostil para dañar o molestar a alguien. Agresiones lúdicas que se suelen dar en el juego activo, desordenado y también en la ficción. 19 BIBLIOGRAFÍA: DE LA TORRE, C., “Principios básicos para un modelo educativo en la Escuela Infantil”. 1991. DECRETO 107/92 por el que se establece el currículo de la Ed. Infantil para Andalucía. DISEÑOS CURRICULARES BÁSICOS. LÓPEZ, F., “Desarrollo social y de la personalidad”. 1990. OSTERRIETH, P., “Psicología infantil”. 1984. PALACIOS, J., e HIDALGO, V., “Desarrollo de la personalidad en los años preescolares”. 1990. PEREZ, M., y CALZADA, P., “Escuela Infantil y familia”. 1991. SARRAMONA, J., “Fundamentos de Educación”. 1991. SHAFFER, H., “Desarrollo de la sociabilidad”. 1979. E.BERCK, LAURA. “Desarrollo del niño y del adolescente”. MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA. “El niño de 0 a 18 meses”. (www.mec.es) GESEL, A. “Psicología evolutiva de 1 a 11 años”. Ed. Vicens Vives. Enciclopedia Encarta’99. WIKIPEDIA (www.wikipedia.es) 20