2. EL RELIEVE (BLOQUE 2). Características generales. La Meseta y sus unidades interiores. Los rebordes montañosos de la Meseta. Los sistemas y unidades exteriores. Los relieves insulares. 1.- Caracteres generales El relieve es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Estas formas del relieve son dinámicas, de manera que se van construyendo y destruyendo con el paso de millones de años, en un proceso que llega hasta la actualidad. El relieve peninsular español presenta cuatro rasgos fundamentales que lo caracterizan: * La forma maciza viene dada por su anchura y la amplitud de sus costas (4000-5000 Km). La mayor parte del perímetro costero experimenta un trazado rectilíneo, a excepción de algunos tramos como el litoral gallego, con costas recortadas. Este trazado rectilíneo ofrece pocos refugios para la navegación. * La elevada altitud media, que con 600m., lo convierte en el segundo país en altitud de Europa, debida a dos factores: La existencia de una extensa meseta central, que ocupa las tres cuartas partes del territorio peninsular, y las numerosas y diversas cordilleras que cruzan el territorio. Su altitud y pronunciadas pendientes impiden la formación de suelos aptos para la agricultura, dificultan las comunicaciones y endurecen las condiciones climáticas. * La disposición periférica del relieve peninsular complica el acceso a la Meseta, es preciso salvar un fuerte desnivel hasta alcanzar las zonas llanas centrales. Además junto a la amplitud de la Península, los relieves periféricos impiden que la influencia del mar llegue hasta las tierras del interior, lo que hace más extremos los inviernos y los veranos. * La diversidad del relieve, debido a su compleja formación geológica y la variedad de sus climas, explica que el territorio presente unidades naturales bien diferenciadas las cuales han influido en la diferenciación regional y la diversidad paisajística. * La variedad litológica: La evolución geológica de la Península determina tres áreas con diferente tipo de roquedo: silícea, caliza y arcillosa como consecuencia de la erosión. El área silícea está integrada por rocas antiguas de la era primaria y precámbrica. Se localiza mayoritariamente en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la cordillera cantábrica, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena. La roca predominante de esta área es el granito, una roca, cristalina y rígida, que se altera de diversas formas creando distintos tipos de relieve granítico dependiendo de la altitud, como chancales, berrocales,etc. El área caliza está integrada por rocas de la era secundaria plegadas en la era terciaria. Su localización forma una Z invertida que se extiende por los Prepirineos, los Montes Vascos, el sector oriental de la cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la cordillera Costero – Catalana y la cordillera Subbética. La roca predominante de esta área es la caliza, una roca que se fractura formando grietas o diaclasas y que se disuelve con facilidad con el agua, dando lugar a un complejo relieve llamado relieve cárstico, cuyas formas características son entre otras, los Lapiaces, Gargantas, Torcas y cuevas. El área arcillosa e stá integrada por rocas sedimentarias de las eras terciaria y cuaternaria. Se localiza en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, en áreas hundidas y en las llanuras costeras mediterránea. La roca predominante en esta área es la arcilla, caracterizada por su escasa resistencia dando lugar a un relieve básicamente horizontal, ya que los terrenos donde se depositó no han sufrido plegamientos posteriores. Su rápida erosión debida a la blandura de los materiales genera dos tipos de relieve como las campiñas y los badlands. LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE. Como resultado del largo y complejo proceso geológico de la Península Ibérica, el relieve actual presenta cuatro grandes UNIDADES MORFOESTRUCTURALES: La Meseta, con sus montañas interiores y periféricas, las cordilleras exteriores a la Meseta, dos grandes depresiones y los relieves litorales. 2.-­‐ La Meseta y sus unidades interiores. 2.1. La Meseta La Meseta es la unidad principal del relieve español, ocupa el centro de la Península Ibérica y supone el 45 % de su superficie. Es una llanura elevada situada a unos 600 – 800 metros de altitud. Se formó en la era primaria por la erosión del antiguo Macizo Hespérico surgido en la orogénesis herciniana. En la era terciaria la Meseta fue deformada y destruida en gran parte durante la orogénesis alpina, quedando fracturada en dos grandes bloques. - La Submeseta Norte tiene una altitud media de 800-850 m.; aparece rodeada casi por completo de montañas y está recorrida de Este a Oeste por la red fluvial del Duero. Los ríos de la Meseta Norte salvan el desnivel que existe entre la Meseta y la penillanura que recorren hasta llegar al mar, encajados en los materiales duros hercinianos, lo que da lugar a la formación de tajos y gargantas, - La Submeseta Sur tiene una altitud media de 500-700 m. y está formada por dos penillanuras separadas por los Montes de Toledo: el altiplano surcado por las aguas del rio Tajo y el altiplano de la cuenca hidrográfica del Guadiana. La Submeseta Sur se encuentra ligeramente inclinada hacia el Atlántico; aquí los ríos discurren plácidamente hasta su desembocadura. Entre ambos altiplanos se extiende la penillanura de la Mancha, la de mayor superficie de España. 2.2. Unidades relacionadas con la Meseta a). El antiguo zócalo paleozoico. Una parte del zócalo únicamente por el lado occidental de la Meseta, formando una suave y estrecha penillanura por tierras de Zamora y Salamanca, que después se hace más extensa en Extremadura, hasta llegar al mar en Portugal. En esta penillanura quedan al descubierto los materiales más antiguos: granitos, pizarras y cuarzitas, las cuales sobresalen debido a su mayor dureza. b). Las cuencas sedimentarias . Por el lado oriental de la Meseta el antiguo zócalo se encuentra hundido y cubierto por enormes depósitos de materiales que forman las cuencas sedimentarias, abundando en los estratos inferiores las arcillas, arenas, yesos y margas; y en los estratos superiores coberteras de roca caliza. Estos materiales dieron lugar a un relieve de páramos (zonas altas, planas, secas y frías solo aptas para el pastoreo), campiñas (zonas bajas que se forman donde los páramos se han erosionado, surcada por ríos y apta para el cultivo del cereal) y cuestas (Zonas inclinadas entre las dos anteriores). c). Sierras interiores de la Meseta Formadas en la Era Terciaria con el movimiento alpino, cuando en las zonas de fractura del antiguo zócalo unos bloques se fueron levantando y otros se hundieron (tectónica de fractura). Son dos: • El Sistema Central es más alto y divide la Meseta por la mitad. Sus sierras son de considerable altitud con profundos valles, siendo las más destacadas: Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata. El pico más alto es el Almanzor (2592 m) en la Sierra de Gredos. • Los Montes de Toledo son de menor altura (unos 1400 m) y dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Sus conjuntos montañosos, separados por corredores transversales, más importantes son los Montes de Toledo, propiamente dichos y sierras de Guadalupe, Montánchez y San Pedro. 3.-­‐ Los rebordes montañosos de la Meseta. Formados en la Era Terciaria por rejuvenecimiento del zócalo o por plegamientos de sedimentos distinguimos: 3.1). El Macizo Galaico – leonés. Al noroeste peninsular, es un gran cuadrado de 200 km de lado que comprende Galicia, las sierras del oeste de Asturias, los Montes de León y las sierras de Segundera, los Ancares y Cabrera. Es un zócalo fractura y rejuvenecido durante el Terciario presenta montañas redondeadas, de baja altura (media de 500 m), cortada por multitud de fallas. Hay algunas cimas destacadas como el Teleno y Peña Trevinca que superan los 2000 m. 3.2). La cordillera Cantábrica. Forma una cadena lineal de formas muy enérgicas y grandes desniveles en su fachada cantábrica y menos acentuada en su vertiente interior. Tiene dos sectores bien diferenciados. La zona oeste o Macizo Asturiano es un zócalo rejuvenecido donde se encuentran los mayores yacimientos de carbón de España, así como variedad de metales, sobre todo hierro, antimonio y mercurio; Destacan los Picos de Europa en Asturias; y la zona Este o Montaña Cantábrica es un plegamiento alpino, donde predominan los plegamientos con materiales sedimentarios como areniscas y calizas, con crestas y picos; destacan las sierras de Peña Ubiña en Asturias, Peña Labra y Peña Prieta en Cantabria y los Montes Vascos con Peña Gorbea y Aralar en el País Vasco. 3.3) El Sistema Ibérico. Limita la Meseta de Noreste a Sureste. Está formada por materiales de los zócalos hercinianos y sedimentarios que resultaron plegadosen el movimiento alpino, presenta altitudes superiores a los 2000 m, y en ella encontramos dos zonas: - Al Norte, formado por un sistema de fallas con horsts elevados que forman macizos de más de 2000 m de altitud: Sierras del Moncayo, Urbión y la Demanda. - Al Sur, con alturas menores, está formado por un intrincado juego de sierras y depresiones cruzadas por ríos. En ella se distinguen dos conjuntos montaños, uno interior formado por las serranías de Cuenca, Montes Universales y la sierra de Albarracín; y otro exterior formado por las sierras del Maestrazgo Judar y Javalambre, que aíslan la Meseta de la costa. 3.4) Sierra Morena. Constituye el borde meridional de la Meseta. Debe su nombre al color de sus materiales arrancados del viejo zócalo como las pizarras. Es un brusco escalón que separa la Meseta del valle del río Guadalquivir. Vista desde la Meseta tiene escasa entidad montañosa, unos 700 m como máximo, pero desde la Depresión del Guadalquivir aparece como un relieve alto y escarpado de 1200 m que cae bruscamente hasta los 100-200 m en la depresión. Destacan las Sierras de Madrona, los Pedroches y la sierra de Aracena y tiene un solo paso natural que une la Meseta con la Depresión del Guadalquivir, el desfiladero de Despeñaperros. Tiene importantes yacimientos de Mercurio, carbón y cobre. 4.-­‐ Los sistemas y unidades exteriores. Formadas en el Terciario durante la orogénesis alpina, cuando tuvo lugar la colisión y rotura de las placas de la corteza terrestre que comprimieron y plegaron los depósitos sedimentarios acumulados en las profundas fosas marinas. Son tres: los Pirineos, la cordillera Costero – Catalana y las cordilleras Béticas. Fruto de la sedimentación se forman también dos grandes Depresiones, ambas de forma triangular, ocupadas por los valles de los Rios Ebro y Guadalquivir respectivamente. 4.1. Los Pirineos. Constituyen una alineación montaños, dibujando ua continua de unos 440 km de longitud que se extiende desde el Golfo de Vizcaya hasta el Cabo de Creus, dibujando un límite natural con el resto de Europa. La cordillera, con anchuras de más de 100 km, se dispone en una serie de alineaciones paralelas que desde la parte central o axial desciende en forma de gigantescos escalones. Destacan dos áreas: • La zona axial es la zona de mayor altitud y relieve más abrupto con escasos y dificultosos puertos de montaña, destacan los Montes Malditos, el Aneto (3404 m) y el Monte Perdido (3355m). Está formada básicamente por materiales hercinianos que constituyen macizos elevados y crestas. Aquí persisten los últimos restos de glaciares, gracias también al clima de alta montaña. • El Pre – Pirineo de menor altitud y relieve más suave, lo forman dos alineaciones montañosas paralelas a la zona axial con materiales secundarios calizos: las Sierras interiores que alcanzan los 2500 m de altitud como Guara y Peña; y las Sierras exteriores con menor altitud como Cadí y Montsec. Entre ambas alineaciones se abre la Depresión media pirenaica, alargada, estrecha e interrumpida por otros relieves. 4.2.-­‐ La cordillera Costero – Catalana. Están separadas de los Pirineos por una serie de fallas y terrenos volcánicos. Está dividida en dos alineaciones montañosas separadas por una depresión longitudinal o fosa tectónica: una paralela a la costa, la Cordillera litoral de escasa altura (Altos de Garraf) y otra interior, la Cordillera Prelitoral más alta (Montseny – Montserrat). Los materiales que predominan son al norte paleozoicos, restos de un antiguo macizo hundido y al sur predomina el roquedo calizo. 4.3. Las cordilleras Béticas. Se formaron durante el movimiento alpino debido a la presión ejercida sobre los sedimentos marinos al colisionar la placa Africana con la microplaca ibérica. Se estructura en dos sistemas montañosos separados por depresiones. • La cordillera Penibética bordea la costa y está formada por materiales del antiguo macizo herciniano Bético-Rifeño, levantado por la orogénesis alpina. Encierra las cimas más elevadas de la Península en Sierra Nevada: los picos de Mulhacén (3482 m) y Veleta (3398 m). Otras sierras importantes son la de Filabres y Estancias. • La cordillera Subbética constituye un gran arco de materiales plegados que se extiende desde el Peñón de Gibraltar hasta el cabo de la Nao, donde se hunde en el mar para emerger más tarde formando parte del relieve de las Baleares. En estas montañas se suceden las calizas duras y las margas mas blandas, que dan lugar a un relieve quebrado e irregular. Sus sierras más destacadas son Grazalema, Cazorla, Segura, Sagra y Mágina. Por último señalar que entre las cordilleras penibética y subbética se localiza una depresión intrabética que recorre las Hoyas de Ronda, Antequera, Loja, Guadix, Baza…colmatadas por sedimentos terciarios y cuaternarios que dan lugar a un paisaje de badlands, por la aridez del clima. 4. Las Depresiones exteriores a la Meseta: Ebro y Guadalquivir. Las depresiones exteriores de la Meseta son dos: la del Ebro y el Guadalquivir. 4.1. La depresión del Ebro se localiza encerrada entre los Pirineos, el Sistema Ibérico y la cordillera Costero – Catalana. Tiene una longitud de unos 380 km y una anchra máxima de 150 km, formando un gran triangulo. Su relieve es el resultado de la diferente dureza de los materiales y del clima árido, formando los materiales duros mallos y muelas calizas y los blandos procedentes de los ríos como areniscas y margas y de origen lacustre como yesos, calizas y sales. El Ebro y gran parte de sus afluentes recorren toda la Depresión donde se dispone una red importante de comunicaciones, se disponen las grandes ciudades y amplias zonas de cultivo de regadío, abriéndose paso por la cordillera costero-catalana para desembocar en el Mediterráneo formando un amplio Delta. 4.2. La depresión del Guadalquivir se localiza encerrada entre Sierra Morena y las cordilleras Béticas y abierta al Atlántico. Tiene una gran llanura de forma triangular de unos 330 km de longitud y unos 200 km de amplitud en la costa, que se estrecha progresivamente hacia el Este. Su altitud oscila entre los 150 y 250 m. En las áreas donde predominan los materiales arcillosos se forman campiñas y en las áreas donde predominan los materiales calizos se forman Mesas y Alcores. Cercano a la costa hay grandes extensiones de marismas pantanosas, convertidas hoy en parte en salinas y en una fértil zona arrocera. Separándola del mar una amplia franja de dunas formadas por los vientos de procedencia atlántica. El Guadalquivir y varios de sus afluentes riegan extensas vegas, y como en el Ebro, se dispone una amplia red de comunicaciones y se asientan grandes ciudades. 5.-­‐ Los relieves insulares. 5.1 El archipiélago balear Geológicamente, las islas Baleares son un eslabón entre las dos cordilleras alpinas del Mediterráneo: Mallorca. Ibiza y Formentera son fragmentos emergidos de la cordillera Subbética, y Menorca está ligada a la cordillera Costero – Catalana. Mallorca presenta tres conjuntos: a) La serra Tramuntana, al norte, es de roquedo calizo, abrupta y contiene la mayor altura del archipiélago, el Puig Mayor b) Las serras de Llevant, también calizas, no alcanzan los 500 metros. c) La depresión centra, o Pla, entre ambas sierras, es de roquedo arcilloso y relieve suave. Ibiza y Formentera, unidas hasta el Cuaternario, repiten el esquema mallorquín: un relieve montañoso calizo al norte de Ibiza, un macizo al este de Formentera (La Mola) y entre ambos, una llanura que ocupa el sur de Ibiza y casi toda Formentera. Menorca presenta dos conjuntos. La Tramuntana al norte y el Migjorn al sur. Las costas baleares son acantiladas en las áreas donde los relieves montañosos llegan hsata el mar (norte de Mallorca y de Menorca). En el resto, alternan playas largas y arenosas con numerosas calas abiertas. También hay algunas albuferas (Alcudia, Pollenza y des Grau). 5.2 El archipiélago canario Las islas Canarias son de origen volcánico. Se formaron en la Era Terciaria, cuando la orogénesis alpina rompió el fondo del Atlántico y, a través de sus fracturas, ascendieron grandes masas de rocas volcánicas que dieron lugar a las islas. Los tipos de relieve más característicos de Canarias son los siguientes: • Los conos volcánicos son elevaciones cónicas abiertas en la cima. Se originaron por el amontonamiento de materiales volcánicos alrededor de la boca de emisión, como cenizas y lapillis o piedras pequeñas. Algunos son activos en Tenerife, la Palma y Lanzarote. • Las calderas son grandes cráteres circulares, originados por la explosión o hundimiento de un volcán. Son famosas las calderas de Bandama y Las Cañadas. • Los malpaíses son terrenos abruptos formados al solidificarse rápidamente las coladas de lava en forma de ondas o de bloques. • Los diques o muretes volcánicos y los roques o agujas volcánicas son conductos de emisión de magma que se han rellenado de lava solidificada y han quedado al descubierto por la erosión diferencial. (Roque Nublo, en Gran Canaria). • Los barrancos son valles estrechos, escarpados y de corto recorrido, creados por el encajamiento de los torrentes en el terreno volcánico. Las costas canarias se han reformado repetidas veces como consecuencia de las erupciones volcánicas. Predominan los acantilados sobre las playas. • Los grandes acantilados entre 100 y 500 m como por ejemplo en la costa de Los Gigantes en Tenerife. • Las playas en las islas occidentales son franjas de cantos debido a la estrecha plataforma litoral, en las islas orientales, la mayor anchura de la plataforma litoral permite la existencia de playas de arena.