Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International Lección 4: La enseñanza de la Iglesia Católica (II) 1. ¿Cuál es el primer principio doctrinal que enseña Humanae vitae? La Humanae vitae basa su evaluación moral de los métodos para espaciar los nacimientos en varios principios doctrinales sobre la persona humana, el amor conyugal y la procreación, y la paternidad responsable. Abordemos cada uno de estos principios. 1) Visión integral de la persona humana (no. 7) Respecto de la persona humana, el documento nos enseña que una visión integral de la persona significa que el ser humano no se reduce a su dimensión material, sino que hay que incluir las otras dimensiones de la persona: la psicológica y, principalmente, la espiritual, es decir su relación con otros y con Una evaluación Dios. moral correcta La persona humana es un ser compuesto esencialmente de cuerpo y alma [1] . De estos dos componentes se derivan muchas dimensiones de la persona que están unidas entre sí (la relacionalidad, la intelectualidad, la corporeidad, la emocional, etc.) Para poder hacer una evaluación moral acertada de los métodos de planificación de la familia, es necesario, nos dice el Papa Pablo VI, tener esta visión integral de la persona humana. de la anticoncepción requiere una visión correcta de la persona humana. Nota: [1]. Cf. Catecismo, no. 362. 2. ¿Cuál es el segundo principio doctrinal que enseña Humanae vitae? 2) Características del amor conyugal (nos. 8-9) 1- Es un amor plenamente humano. El verdadero amor conyugal no se reduce a sentimientos e impulsos sexuales, sino que ejerce dominio sobre ellos. De esa manera, el amor no se desconecta de los valores morales. Un amor sin conexión con los valores no es amor verdadero, porque está vacío de contenido y reducido a puro emocionalismo o impulso sexual [2]. El verdadero amor conyugal consiste en un acto libre de la voluntad de amar al cónyuge para toda la vida. Es decir, de desear el bien de la persona amada y llevarlo a cabo siempre que es Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 1 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International posible. Ello distingue a la persona humana de los animales. De otra manera, el matrimonio no tendría la estabilidad de durar para toda la vida, porque se fundaría en sentimientos y atracciones sexuales, los cuales, aunque importantes, son pasajeros. 2) Es un amor total. Los esposos deben entregarse el uno al otro con todo su ser, “sin reservas indebidas ni cálculos egoístas” [3]. Cada uno de los esposos trata de darse al otro y no sólo de recibir del otro. Trata de enriquecer al otro con su propia persona, de convertirse en don, en regalo para el otro. 3) Es un amor fiel y exclusivo hasta la muerte. Lo de fiel no necesita explicación. Lo de exclusivo no significa que los esposos no amen a más nadie, sino que reservan para ellos el amor conyugal y aman a los demás con un amor fraternal. 4) Es un amor fecundo. Es un amor que no se queda en sí mismo, sino que va más allá de sí mismo y que es capaz de engendrar la vida.“No se agota en la comunión de los esposos sino que está destinado a prolongarse suscitando nuevas vidas” [4]. El amor es por su propia naturaleza difusivo de sí mismo, es creador. Esta característica nos lleva al siguiente principio doctrinal: La paternidad responsable. Notas: [2]. Cf. Un encíclica profética, pág. 2, no. 5. [3]. Humanae vitae, no. 9. [4]. Ibíd. 3. ¿Cuál es el tercer principio doctrinal que enseña Humanae vitae? 3) La paternidad responsable (no. 10) Hay que aclarar que la Iglesia Católica no enseña que los matrimonios deben tener todos los hijos que físicamente puedan tener. Ser padres de familia no consiste únicamente en el acto biológico de traer hijos al mundo, sino también en educarlos. “El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole. Los hijos son, sin duda, el don más excelente del matrimonio y contribuyen sobremanera al bien de los propios padres” [5]. De manera que el concepto que la Iglesia tiene de la transmisión de la vida incluye al mismo tiempo la procreación y la educación de los hijos. Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 2 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International De este concepto de la transmisión de la vida surge el principio doctrinal de la paternidad responsable de la Humanae vitsae. La Encíclica nos enseña aquí que la paternidad responsable "hay que considerarla bajo diversos aspectos legítimos y relacionados entre sí" [6]. Veamos cuáles son estos aspectos, ya que el conjunto de ellos nos dará un entendimiento correcto de qué es la paternidad responsable. El primer aspecto es el conocimiento y el respeto de la fertilidad humana, especialmente la de la mujer. “La inteligencia descubre, en el poder de dar la vida, leyes biológicas que forman parte de la persona humana” [7]. La mayoría de las personas no conocen el maravilloso ciclo de fertilidad e infertilidad de la mujer, ni tampoco el maravilloso proceso de la gestación de un ser humano. De este conocimiento de la fertilidad humana surgen los métodos naturales para espaciar o buscar los nacimientos. Además, los que están a favor de los anticonceptivos lo pensarían dos veces si de verdad supieran el daño que éstos le hacen a la mujer y el efecto abortivo de los principales de ellos – tema que ya abordamos más arriba. El segundo aspecto se refiere a la capacidad de los cónyuges de abstenerse de relaciones sexuales, especialmente durante la etapa fértil del ciclo femenino, si están tratando de espaciar los nacimientos. “En relación con las tendencias del instinto y de las pasiones, la paternidad responsable comporta el dominio necesario que sobre aquellas han de ejercer la razón y la voluntad” [8]. El tercer aspecto se refiere a la seriedad de los motivos que justifican el espaciamiento de los nacimientos de sus hijos. Los esposos deben comenzar por tener una actitud de generosa apertura a la vida, es decir, desear tener una familia numerosa. Ahora bien, cuando hay motivos serios los esposos pueden tomar la decisión de espaciar los nacimientos. La Iglesia nos da aquí cuatro grupos generales de graves motivos para que sirvan de criterio a los esposos, de manera que ellos mismos se formen un juicio recto ante Dios. Estos motivos son "las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales" [9] en que se encuentran los cónyuges y los hijos que ya tienen. El sentido de los dos primeros tipos de motivos graves (físicos y económicos) no necesita mucha explicación. Las condiciones psicológicas se refieren a las capacidades psicológicas que los cónyuges tienen en ese momento dado de criar y de educar más hijos. Las condiciones sociales se refieren a la situación social donde ellos viven. Por ejemplo, si viven en un país que está en una guerra civil, ellos pueden decidir esperar a una situación mejor para tener hijos. Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 3 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International El cuarto aspecto se refiere al método que los esposos han de emplear una vez que deciden espaciar los nacimientos de sus hijos. La recta intención, la que se basa en motivos serios, no egoistas, no es suficiente. El método que se utilice para planificar la familia debe ser bueno también. “En la misión de transmitir la vida, los esposos no quedan por tanto libres para proceder arbitrariamente, como si ellos pudiesen determinar de manera completamente autónoma los caminos lícitos a seguir, sino que deben conformar su conducta a la intención creadora de Dios, manifestada en la misma naturaleza del matrimonio y de sus actos y constantemente enseñada por la Iglesia” [10]. Como veremos más adelante, los métodos moralmente correctos para espaciar los nacimientos son solamente los métodos naturales, cuando los esposos tienen motivos serios para hacerlo. Notas: [5]. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 7 de diciembre de 1965, no. 50. [6]. Humanae vitae, no. 10. [7]. Ibíd. [8]. Ibíd. [9]. Ibíd. [10]. Ibíd. 4. ¿Qué norma moral prescriptiva enseña Humanae vitae? Una vez establecidos los principios doctrinales como undamento, Pablo VI procede a evaluar moralmente el problema de la anticoncepción en el contexto del amor conyugal y la transmisión de la vida. Primero expone la norma moral en sentido positivo o prescriptivo, es decir, lo que se debe hacer; y luego en sentido negativo o prohibitivo, es decir, lo que se debe evitar. 1) Como prescripción: “Cualquier acto matrimonial debe estar abierto a la vida” (nos. 11-13) En sentido positivo la norma consiste en que “cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida” [11]. Ello no quiere decir que de cada acto conyugal debe seguirse una vida. De hecho, es imposible que ello ocurra. La misma Encíclica señala en ese mismo texto que Dios mismo ha creado períodos de fertilidad e infertilidad en la mujer. Esta norma quiere decir que no se debe hacer nada que le destruya al acto conyugal su capacidad procreadora. En sentido más positivo, significa respetar la inseparable conexión entre el significado unitivo y el significado procreador del acto conyugal. Citemos las palabras del Papa: Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 4 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International “Esta doctrina, muchas veces expuesta por el Magisterio de la Iglesia, está fundada en la inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador” [12]. Pero, ¿por qué debe ser respetada esta conexión? Porque así lo requiere el verdadero amor conyugal. Recordemos que la Humanae vitae nos había enseñado que el amor conyugal es fecundo. Si los esposos le destruyen deliberadamente la capacidad procreadora al acto conyugal por medio de la anticoncepción, entonces le destruyen al amor conyugal su capacidad de ir más El ser humano allá de sí mismo y de ser procreador. Recordemos que la Humanae vitae también nos había enseñado que el amor conyugal es total y que la persona humana es una unidad integrada de varias dimensiones. Esto quiere decir que para que los esposos se den el uno al otro totalmente, deben entregarse con todas sus dimensiones, incluyendo la fecundidad. Pero si la destruyen deliberadamente por medio de la anticoncepción, entonces ya no se están entregando el uno al otro totalmente, ya no se trata de un verdadero amor conyugal. no debe romper deliberadamente la conexión entre el significado unitivo y el significado procreador del acto conyugal. Es importante aclarar que estamos hablando desde una perspectiva, no sólo subjetiva, sino también objetiva. El verdadero amor conyugal tiene una serie de valores objetivos (o bienes o significados), que ya señalamos más arriba, que Dios mismo ha inscrito en él y que el ser humano no debe trastocar, manipular o negar. Y uno de esos valores es la fecundidad. 5. ¿Qué norma moral prohibitiva enseña Humanae vitae? 2) Como prohibición: Rechazo de la anticoncepción (no. 14) Con el fundamento ya expuesto, Pablo VI también expone esta norma en sentido negativo, como prohibición. Reitera la doctrina de la Iglesia de 2000 años que prohibe la anticoncepción, la esterilización y el aborto, es decir, toda acción que le destruya al acto conyugal su natural capacidad procreadora. En las palabras del Papa: “Hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer; queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 5 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación” [13]. Observemos cómo en este pasaje se incluye el rechazo de todo tipo de anticonceptivos, ya sean de barrera (como los preservativos), o los químicos (como las píldoras anticonceptivas), los mecánicos (como los dispositivos intrauterinos), y todo uso antinatural del acto conyugal (coito interrumpido, sodomía, etc). Al destruirle al acto conyugal su capacidad procreadora, la anticoncepción separa este significado procreador del unitivo. Y es por tanto un acto malo en sí mismo (intrínsecamente malo). Es un acto malo independientemente de la intención y de las circunstancias, porque el significado unitivo y el procreador son intrínsecos al acto conyugal. Pertenecen a la naturaleza misma del acto conyugal. Cuando se violan valores intrínsecos, se cometen actos intrísecamente malos. Y cuando estos valores son muy importantes, el acto cometido es intrínsecamente grave. Esto implica que si los esposos practican la anticoncepción sabiendo plenamente que es algo grave y con plena intención de hacerlo, cometen un pecado mortal. En ese caso no pueden comulgar ni ir al Cielo sin confesarse antes. No nos desanimemos para nada. Dios es todo misericordia y quiere perdornarnos y restaurarnos. Sólo tenemos que arrepentirnos sinceramente y recurrir la Sacramento de la Confesión. “Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahveh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios, que será grande en perdonar” [14]. “Si decimos: ‘No tenemos pecado’, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonarnos nuestros pecados y purificarnos de toda injusticia” [15]. “No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. No hay nadie, tan perverso y tan culpable, que no deba esperar con confianza su perdón siempre que su arrepentimiento sea sincero. Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado” [16]. Notas: [11]. Ibíd., no. 11. [12]. Ibíd., no. 12. [13]. Ibíd., no. 14. [14]. Isaías 55:7. [15]. 1 Juan 1:8-9. [16]. Catecismo, no. 982. Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 6 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International 6. ¿Cuál es la primera objeción que responde Humanae vitae? 1. El mal menor. Los que plantean esta objeción dicen que la anticoncepción es un mal menor que se permite para lograr un bien, poder expresar la unión conyugal y atender otros bienes, como, por ejemplo, poder alimentar a los hijos que ya se tienen. Respuesta. La anticoncepción no es un mal menor. Es un mal intrínseco. Un mal menor es cuando se está considerando realizar o no una acción buena (o al menos neutral desde la perspectiva moral) que tiene dos efectos que están conectados entre sí: uno bueno y el otro malo. Esa acción se puede realizar si (1) la intención es obtener el efecto bueno y no desear el malo, (2) el efecto bueno es igual o mayor que el malo, (3) el efecto malo es precisamente eso un efecto y no un medio para lograr el efecto bueno y (4) la acción se realiza porque no hay otra alternativa y el no llevarla a cabo es peor. A esto se le llama el principio del doble efecto [17]. La anticoncepción no es un mal menor, sino un acto intrínseca y gravemente malo. Ejemplo de ello es el caso en que peligra de manera inminente la vida de una mujer embarazada. Los médicos no tienen más remedio que intervenir, porque de lo contrario morirían los dos: la madre y su hijo o hija por nacer. La intención es salvar a ambos y no hay otra alternativa para lograrlo. La posible muerte del bebé no es una causa directa de la intervención médica, sino un efecto no deseado de la misma [18]. Un ejemplo concreto de esto puede ser el caso del embarazo tubario. El embrión se aloja en una de las Trompas de Falopio. Los médicos hospitalizan a la madre e intentan esperar a ver si el embrión logra pasar al útero o si muere antes de manera natural e inevitable, sin tener que intervenir. Pero se presenta una amenaza inminente para la vida de la madre. Entonces tienen que intervenir cortando y retirando la porción de la trompa donde está atascado el bebé. Este muere en el proceso. Es una tragedia humana, pero no es un acto moral malo. Por lo menos se logró salvar a la madre, cuya vida tiene el mismo valor inconmensurable que su criatura. La muerte del bebé no es la causa o medio por la cual se salvó la madre, porque si se tuviera la tecnología para salvarlo en el momento en que se cortó y se retiró la pare de la trompa donde estaba, se hubiera salvado. Pero lamentablemente no se tenía [19]. Aquí vemos la esencial diferencia entre un mal menor, que se acepta cuando se dan las condiciones del principio del doble efecto, y el caso de hacer un mal (emplear un medio malo), para obtener un fin bueno. Ejemplo de esto último es el caso del mal llamado aborto “terapéutico”. En este caso hay otras alternativas para salvar a ambos: madre y criatura por nacer. Pero los médicos abortistas deciden matar directamente al bebé como la manera más Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 7 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International expedita para ahorrarse cualquier peligro para la vida de la madre. Eso es hacer un mal (matar directamente a un ser humano inocente) para lograr un bien (salvar la vida de la madre) [20]. La Sagrada Escritura [21] y la Iglesia [22] nos enseñan que nunca se debe hacer un mal para lograr un bien. La razón de ello es simple y está fundada en la ley moral natural y universal, a saber, que se deber hacer el bien y nunca el mal [23]. Nota: [17]. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Clarificación sobre el aborto provocado, 10 de julio de 2009. [18]. Cf. Ibíd. [19]. Cf. Dra. Concepción Morales y Adolfo J. Castañeda, MA, STL, “¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre?”, Vida Humana Internacional, 13 de abril de 2011, http://vidahumana.org/aborto/item/318-%C2%BFqu%C3%A9-pasa-cuando-peligra-la-vida-dela-madre. [20]. Cf. Humanae vitae, no. 14. [21]. Cf. Romanos 3:8. [22]. Cf. Humanae vitae, no. 14. [23]. Cf. Catecismo, no. 1954. 7. ¿Qué es el “conflicto de deberes” o el “balance de valores”? El análisis que hemos hecho también le sale al paso a la objeción que se llama “el conflicto de deberes” o el “balance de los valores”. En realidad esta objeción es parte de la del mal menor que acabamos de refutar, porque plantea que puede existir un conflicto de valores entre expresar la unión conyugal y estar abierto a la vida. Los que proponen esta objeción dicen que negar la apertura a la vida por medio de la anticoncepción es el mal menor que se puede permitir, porque, según ellos, pesa menos moralmente que la unión conyugal [24]. Pero los que plantean esta objeción olvidan dos cosas. Primero, que la doctrina de la Humanae vitae en contra de la anticoncepción se funda precisamente en la inseparable conexión entre los valores o significados unitivo y procreador del acto conyugal. No tiene sentido contraponer en una balanza dos valores o bienes que se implican mutuamente, que son como dos caras de una misma moneda. La segunda cosa que olvidan es que no se puede reducir la evaluación moral de un acto humano al solo balance de valores. La comparación o proporción de valores involucrados en un acto humano, cuya moralidad se está evaluando, tiene que pasar primero por la constatación moral del acto en sí. Ello se ve claramente en el principio del doble efecto. Como explicamos más arriba, la condición 3 de este principio estipula que el acto a realizarse no pueder ser moralmente malo. Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 8 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International Una vez que se ha reconocido que el acto a llevarse a cabo como medio para obtener un fin bueno no es moralmente malo, entonces y sólo entonces es que tiene sentido colocar en una balanza los bienes o males implicados en los efectos de ese acto, en caso de que haya un conflicto de bienes y males como resultado de dicho acto. “En conclusión, puede decirse que, desde un punto de vista objetivo, no existe el verdadero conflicto de deberes, sobre todo cuando la alternativa es un acto intrínsecamente malo” [25]. Los teólogos moralistas revisionistas que reducen la evaluación moral de un acto humano a la proporción o balance de valores y olvidan o niegan la moralidad del acto en sí, han caído en lo que se llama “proporcionalismo”. En efecto, lo que han hecho es negar la importancia de la moralidad del acto mismo (condición 3) y quedarse solamente con la intención (voluntarismo) o las consecuencias (consecuencionalismo o situacionismo). Notas: [24]. Cf. Una encíclica profética, págs. 13-14, nos. 66-70. [25]. Ibíd., pág. 14, no. 69. 8. ¿Cuál es la segunda objeción que responde Humanae vitae? 2. Lo que importa es que la totalidad de los actos conyugales esté abierta a la vida. Respuesta. No es la totalidad lo que le da valor a cada acto conyugal. Es al revés, cada acto conyugal es el que le da valor a la totalidad, por la sencilla razón de que la totalidad está hecha de cada uno de los actos conyugales y no al revés. Además, cada acto conyugal tiene su propio valor o su mal intrínseco, dependiendo de si se respetan y promueven sus valores inherentes (unión y apertura a la vida) o se contradicen por medio de la anticoncepción [57]. No es la totalidad lo que le da valor a cada acto conyugal, sino al revés, cada acto conyugal es lo que le da valor a la totalidad. Si cada acto anticonceptivo es un acto intrínseca y gravemente malo, ¿cómo es posible convertir esos actos en “buenos” por medio de otros actos conyugales en los que no se usaron anticonceptivos, aunque su número haya sido mucho mayor? Otros pretenden usar un concepto “ampliado” del principio de totalidad para intentar justificar la anticoncepción. El principio de totalidad enseña que se puede sacrificar una parte del cuerpo, para salvar el cuerpo total [58]. Por ejemplo, si una persona tiene gangrena en una pierna y no hay otra manera de impedir que se difunda por el resto del cuerpo, entonces se puede amputar esa pierna, para salvar a la persona. Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 9 Vida Humana Internacional Sección hispana de Human Life International Los que “amplían” este principio dicen que este mismo razonamiento se puede aplicar teniendo en cuenta no solamente el cuerpo, sino también la dimensión psicológica de la persona. Si por ejemplo, el temor de unos padres por tener otro hijo es muy grande debido a las dificultades económicas que ello impondría, entonces estarían justificados, según los que proponen esta objeción, en usar anticonceptivos, es decir, sacrificar la fecundidad, para salvaguardar la paz emocional y las condiciones enconómicas de esa familia. Pero los que así objetan olvidan que el cuerpo es el fundamento para la actividad espiritual del ser humano en la tierra, y no al revés. Cuando la Iglesia enseña que la vida corporal es el primer derecho a defender, no lo dice porque el cuerpo sea el valor más elevado que existe (la vida espiritual es más valiosa), sino porque es la condición para el ejercicio de los demás derechos y también es el vehículo por medio del cual actúan nuestras potencias espirituales (el intelecto y la voluntad) [59]. Por consiguiente, toda consideración en torno a un entendimiento correcto del principio de totalidad debe pasar primero por el respeto debido al cuerpo y sus funciones. Si hay que sacrificar una parte o una función del cuerpo, hay que hacerlo, primero que todo, en términos del cuerpo mismo, es decir, ese sacrificio se justifica solamente si la totalidad del cuerpo lo necesita para su supervivencia o para evitar un daño grave a su salud. Notas: [26]. Cf. Ibíd., pág. 13, no. 64. [27]. Cf. Papa Pío XII, Discurso al Congreso de la Sociedad Italiana de Urología, 1953. [28]. Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre el aborto procurado, 18 de noviembre de 1974, Introducción, no. 11. 9. ¿Dónde puedo encontrar más información sobre este tema? En la página de Vida Humana Internacional www.vidahumana.org, los temas “Castidad” e “Iglesia Católica” en: http://vidahumana.org/castidad, http://vidahumana.org/iglesia-catolica. También en el enlace http://vidahumana.org/dossiers, véanse los dossiers “Castidad” y “Cultura de la Vida”, tanto los del año 2015 como los de 2009-2014. ________________________________________ Vida Humana Internacional 2015 – Derechos Reservados – www.vidahumana.org 10