MEDITACIONES PARA PASCUA DE NUESTRO PAN DIARIO Meditaciones para Pascua de FOTO DE PORTADA © Shutterstock / John Theodor EQUIPO EDITORIAL Monica Brands, Anne Cetas, Tom Felten, Tim Gustafson, Alyson Kieda, Becky Knapp y Peggy Willison COORDINACIÓN EDITORIAL EN ESPAÑOL Alicia Güerci Hotton COVER DESIGN Aubree Berg Excepto cuando se indique lo contrario, las citas bíblicas están tomadas de las versiones: Reina-Valera © 1960, por las Sociedades Bíblicas en América Latina. (En todos los casos, el nombre «Jehová» ha sido sustituido por su sinónimo «Señor»); LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Para la producción de los materiales de Ministerios Nuestro Pan Diario, se utilizan las actualizaciones de la Nueva gramática, la Ortografía y el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española. Nuestro idioma es sumamente rico y variado, y su uso también se ve afectado por regionalismos que cambian el significado de ciertas palabras, lo cual podría hacerlas desconocidas o incluso ofensivas según el país. Por este motivo, si algún término o expresión utilizados en este material es desconocido, despierta curiosidad o incluso genera rechazo, por favor, consultar su significado en el Diccionario de la Real Academia Española. Con gusto, responderemos a toda consulta al respecto. © 2020 Ministerios Nuestro Pan Diario® • Todos los derechos reservados. Impreso en EE. UU. INTRODUCCIÓN Pascua. J esús murió. Resucitó de los muertos. Y el mundo cambió para siempre. Pero ¿qué trascendencia tienen estos sucesos? ¿Por qué murió Jesús, y qué significa su resurrección? ¿Cómo ha cambiado el mundo? ¿Cómo afectan estas cosas nuestras vidas hoy? Cuando pensamos en la muerte de alguien, no podemos apreciar verdaderamente su importancia a menos que sepamos de quién estamos hablando. La trascendencia de la muerte de Abraham Lincoln solo se puede percibir de manera cabal si entendemos quién era Lincoln… lo mismo sucede con Julio César, la Madre Teresa y otras figuras históricas. Sus vidas cambiaron el mundo, y sus muertes también. Desde un punto de vista puramente histórico, no hay nadie en la historia humana cuya vida haya cambiado más al mundo que Jesús. Se han escrito más biografías sobre Él que sobre cualquier otro (Lincoln es el segundo). Por cierto, las cuatro biografías originales de Jesús, recopiladas en los Evangelios del Nuevo Testamento, son en gran parte responsables de que la Biblia sea el libro que más se vende todos los años. Es más, la lista de superventas del New York Times ignora la Biblia; de lo contrario, estaría a la cabeza de la lista todas las semanas. No hay otra enseñanza que haya tenido un impacto tan profundo sobre la cultura, la política, la moralidad, la justicia, la filosofía y el carácter humano que la de Jesucristo. Dos mil años más tarde, todavía se lo cita de forma habitual (consciente o inconscientemente), incluso en nuestro mundo cada vez más secular. Asimismo, su enseñanza moral conforma los cimientos de millones de personas en todo el mundo; como por ejemplo, la Regla de Oro y la importancia de la compasión, el perdón y la misericordia. Sin duda, Jesús sigue marcando una pauta que nuestro mundo moderno no puede alcanzar. ¿Cuánto amamos a nuestros enemigos? ¿Oramos por aquellos que nos persiguen? Jesús sigue marcando una pauta que nuestro mundo moderno no puede alcanzar. Y todo esto si tan solo tomamos en cuenta al Jesús de la historia. ¿Qué me dices si consideramos quién era según sus propias afirmaciones? Según Jesús y sus primeros seguidores, Él no era un hombre común y corriente. Era el Rey designado por Dios, que vino para cumplir promesas hechas siglos antes. Vino a revelarnos a Dios al encarnar la naturaleza divina. Era, y es, Dios el Hijo, quien según lo que afirmó, existe desde el principio. A través de Él, su Padre dio forma a todo el cosmos, incluso a la humanidad de la cual Jesús mismo vino a formar parte. Si creemos en estas afirmaciones, no cabe duda de que Jesús fue el hombre más importante que caminó por la tierra. Cuando nos damos cuenta de que Aquel a través del cual la humanidad cobró forma murió como hombre, empezamos a ver las profundidades de este hecho. Es más, una vez que entende- mos quién es Jesús, no debería sorprendernos que resucitara de los muertos. ¡Lo que es verdaderamente sorprendente es que muriera! ¿Cómo es posible que el Autor de la vida muera? ¿Cómo puede el Creador morir a manos de su propia creación? ¡Lo que es verdaderamente sorprendente es que muriera! ¿Cómo es posible que el Autor de la vida muera? La respuesta es el amor. Como afirma el apóstol Juan, «Dios es amor» (1 JUAN 4:8), y el regalo de su Hijo eterno es la demostración suprema de ese amor. Jesús decidió tomar forma humana y entregar su vida para que nosotros, seres humanos destrozados, rebeldes y orgullosos, pudiéramos tener una relación de amor con nuestro Padre celestial: nuestro Hacedor y nuestro Juez. Si la Navidad celebra el regalo de Dios al dar a Jesús al mundo, la Pascua celebra lo que ese Regalo vino a hacer. Vino a morir para que nosotros pudiéramos vivir. Su muerte se traduce en vida para nosotros debido a lo que Él es. Es Dios mismo que vino como uno de nosotros, para poder llevarnos a casa con Él. Si la muerte de Cristo solo puede apreciarse al entender quién es Él, lo mismo sucede con su resurrección de entre los muertos. Lázaro fue levantado de los muertos (por Jesús), pero su resurrección no cambió el destino de la humanidad. Entonces, ¿por qué la resurrección de Cristo cambió a la humanidad? Para empezar, Lázaro volvió a morir un día. Su resurrección no venció la muerte para siempre. No destruyó la muerte. Pero cuando Jesús resucitó, triunfó sobre la muerte. Conquistó al último gran enemigo de la humanidad: la muerte misma. Por eso, Jesús no volverá a morir jamás, a diferencia de Lázaro. Se levantó en victoria sobre la muerte, y la muerte ya no puede hacerle daño. Sencillamente, la muerte no pudo retenerlo. Aunque la muerte todavía nos afecta, Jesús prometió que, a través de Él, este enemigo no tendría la última palabra. Nadie que confíe en Jesús permanecerá muerto. Él prometió que, un día, llamará a cada uno de nosotros por nombre. Nos llamará de nuestras tumbas, y volveremos a vivir. Nuestro cuerpo será resucitado como el de Él. La muerte ya no se enseñoreará de nosotros. La muerte morirá. Por eso, esa primera Pascua constituyó el fin de semana más importante de la historia humana. Dios recreó a la humanidad en tres días mediante la muerte y la resurrección de un hombre. El Hombre supremo murió la muerte suprema para que el destino supremo de los que lo aceptan como Salvador fuera la vida eterna con Él. Esta Pascua, busquemos a Jesús, Aquel que vino a buscarnos primero. CON CAMPBELL Meditaciones para Pascua de Bienvenido Este plan de lectura de 15 días para Pascua explora la vida, muerte y resurrección de Cristo. Además de las lecturas, te invitamos a ver videos devocionales inspirados en los artículos. Visita go.odb.org/EnBuscaDeJesus para verlos todos, o busca los enlaces incluidos en estas páginas. J U A N 20:18 … «¡He visto al Señor!»… TRISTEZA REVERTIDA S egún Jim y Jamie Dutcher, cineastas famosos por su conocimiento de los lobos, estos animales, cuando están contentos, mueven la cola y corretean de un lado a otro. Pero si muere un miembro de la manada, están tristes durante semanas. Visitan el lugar donde murió el compañero, mostrando su tristeza con la cola caída y aullidos de lamento. La tristeza es una emoción profunda que todos hemos experimentado; en especial, ante la muerte de un ser amado o de una anhelada esperanza. María Magdalena la vivió. Había pertenecido al grupo de seguidores de Jesús, y viajado con Él y sus discípulos (LUCAS 8:1-3), pero su cruel muerte en una cruz los había separado, y lo único que le quedaba por hacer era terminar de ungir el cuerpo para su sepultura. ¡Imagina cómo se habrá sentido cuando llegó a la tumba y en lugar de encontrar un cuerpo sin vida, se encontró con el Salvador! Aunque al principio no lo reconoció, el sonido de la voz que pronunciaba su nombre le reveló quién era: ¡Jesús! Al instante, la tristeza de María se convirtió en gozo, y compartió: «¡He visto al Señor!» (JUAN 20:18). Jesús vino a nuestro mundo oscuro a traer libertad y vida, y su resurrección ratifica que cumplió lo que había venido a hacer. Abre el enlace siguiente para ver el video «En busca de Jesús» y saber más sobre el gozo de una vida nueva en Cristo. Nosotros también podemos celebrar su resurrección y contar a otros la buena noticia: ¡Él vive! LINDA WASHINGTON ¿Cuándo experimentaste que tu tristeza se convirtiera en alegría? ¿Cómo compartirás esta semana la noticia de la resurrección de Cristo? Señor Jesús, celebro tu resurrección y mi nueva vida en ti. go.odb.org/EnBuscaDeJesus1 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | J U A N 20:1-18 1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10 Y volvieron los discípulos a los suyos. 11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; 12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. 13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. 16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. 18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas. E F E S I O S 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. UN BUEN HOMBRE «J erry era un hombre bueno —señaló el pastor en el funeral de Jerald Stevens—. Amaba a su familia, era fiel a su esposa, sirvió a su país en las fuerzas armadas, fue un excelente padre y abuelo, y un gran amigo». Pero después, el pastor explicó que la buena vida que llevó este hombre no era suficiente para asegurarle un lugar en el cielo… ¡y que el propio Jerry habría sido el primero en decirlo! Jerry creía lo que expresa la Biblia: «Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» (ROMANOS 3:23), y «la paga del pecado es muerte» (6:23). Su destino final y eterno no dependía de haber vivido una vida realmente buena, sino de la obra de Jesús que había muerto en su lugar para pagar el castigo por el pecado. Él creía que cada uno de nosotros debe aceptar personalmente el regalo de Dios, que es la «vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro» (v. 23). Jerry fue un buen hombre, pero jamás podría haber sido «suficientemente bueno». Abre el enlace siguiente para conocer la historia de Rasool Berry en el video En busca de Jesús. Él, como nosotros, tuvo que aprender que la salvación no es resultado del esfuerzo humano. «Es don de Dios» (EFESIOS 2:8). «¡Gracias a Dios por su don inefable!» (2 CORINTIOS 9:15). CINDY HESS KASPER ¿Cómo le testificarías a alguien que cree que sus buenas obras le ganarán un lugar en el cielo? Querido Dios, gracias por el regalo de la vida eterna para todos los que tienen fe en ti. go.odb.org/EnBuscaDeJesus2 LECTURA BÍBLICA PARA HOY 10 Como está escrito: | RO M A N O S 3:10-18 No hay justo, ni aun uno; 11 no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. E Z E Q U I E L 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros… CONSEGUIR UN NUEVO CORAZÓN U n amigo cardiólogo, especializado en trasplantes de corazón, valora Ezequiel 36:26 como pocos podemos hacerlo. Miguel está a cargo de pacientes trasplantados de corazón. A menudo, está en el quirófano cuando los cirujanos extirpan los corazones enfermos y descoloridos y los reemplazan con otros «nuevos», rosados y vibrantes que fueron donados. Miguel explica que el proceso para seleccionar quién recibe un «nuevo» corazón físico es similar al que se aplica para quiénes pueden obtener un «corazón nuevo» de parte de Dios (EZEQUIEL 36:26). En ambos casos, el único criterio es la necesidad. El pasaje donde Ezequiel menciona que el pueblo de Israel tendrá un día un «corazón nuevo» es un anticipo del cambio que se produce en la salvación. Efesios 4:24 y 2 Corintios 5:17 lo denominan un «nuevo hombre» y una «nueva criatura». Para los israelitas de la época de Ezequiel y para los que vivimos hoy, solo debe cumplirse un requisito para que recibamos un «trasplante»: necesitarlo. Si necesitamos que Dios nos dé un corazón nuevo, podemos obtenerlo por medio de la fe en la muerte y la resurrección de Cristo. ¿Qué indica la necesidad? Por ser pecadores, todos necesitamos un corazón nuevo. ¿Has tenido un trasplante de corazón espiritual? DAVE BRANON ¿Te anima saber que el único requisite para un corazón nuevo es la necesidad? Si lo has recibido, ¿cómo está funcionando? Dios, gracias por dar un corazón nuevo a todo el que lo pide. LECTURA BÍBLICA PARA HOY | E Z E Q U I E L 36:26-31 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. 28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios. 29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre. 30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. 31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. « La religión sola no alcanza. La religión puede hacernos personas agradables, pero solo Cristo puede hacernos una nueva criatura. La religión se centra en la conducta externa. La relación es una transformación interior. La religión se centra en lo que hago, mientras que la relación se centra en lo que Jesús hizo. La religión se trata de mí. La relación se trata de Jesús». CRAIG GROESCHEL — pastor SIGUE ADELANTE EN TU TRAVESÍA JUNTO A JESÚS. Visita go.odb.org/EnBuscaDeJesus para descargar el plan digital de lectura de 30 días En busca de Jesús: Meditaciones de Nuestro Pan Diario para Pascua 2 T I M OT E O 1:9 Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo… UN NUEVO LLAMADO C laudio, el joven líder de la banda, y sus seguidores robaban tiendas, casas y automóviles, y peleaban con otras pandillas. Finalmente, Claudio fue arrestado y condenado. En la cárcel, se convirtió en un «maestro del crimen», alguien que repartía navajas caseras durante los amotinamientos. Al tiempo, lo colocaron en confinamiento solitario. Allí, mientras soñaba despierto, vio una especie de «película» con eventos clave de su vida… y de Jesús, que era clavado en una cruz y le decía: «Hago esto por ti». Claudio cayó llorando al suelo y confesó su pecado. Más tarde, le contó de su experiencia a un capellán, el cual le explicó más sobre Jesús y le dio una Biblia. Al tiempo, volvió a la cárcel común con el resto de los prisioneros, y fue maltratado por su fe. Pero estaba en paz porque «había descubierto un nuevo llamado: hablar de Jesús a los otros presos». En su carta a Timoteo, Pablo habla del poder de Cristo para cambiar vidas: dejar el mal para seguir y servir a Cristo (2 TIMOTEO 1:9). Mira la historia de Bernice Lee y Tan Soo-Inn en el enlace abajo. Como Claudio, ellos experimentaron la gracia de Dios, y ahora, el Espíritu Santo los capacita para ser testigos vivientes del amor de Cristo. Nosotros también tenemos este nuevo llamado a compartir el evangelio (v. 8). ALYSON KIEDA ¿Cuándo compartiste el evangelio con alguien? ¿Cuál fue el resultado? ¿Alguna vez trajo sufrimiento? ¿Cómo? Dios, gracias por poder servirte. go.odb.org/EnBuscaDeJesus3 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | 2 T I M OT E O 1:6-14 6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, 11 del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. 12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. 13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. 14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros. CO LO S E N S E S 3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús… ABSOLUTAMENTE TODO U n equipo de básquet de escuela secundaria enfrentaba un desafío debido a las convicciones religiosas de su jugador estrella. El talentoso deportista participaba de todos los partidos, excepto los viernes por la noche, ya que por ser un judío devoto, se quedaba en su casa porque comenzaba el día de reposo. Por lo general, ese día su equipo perdía. Un compañero escribió: «Su ausencia cada día de reposo daba testimonio de que otra cosa retenía su tiempo; algo más importante que el básquet. Él era diferente. Tenía… un llamado, un compromiso». Como creyentes en Cristo, nosotros tenemos un llamado que debería afectar cada decisión en nuestra vida. Las decisiones comunican qué valoramos. Ni siquiera lo más pequeño deberíamos retenerlo, sino entregar todo —absolutamente todo— a Jesús. Como dice Pablo «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús» (COLOSENSES 3:17). Todo lo que hacemos —en toda relación, toda decisión laboral, toda elección para el futuro, todo deseo— lo hacemos en el nombre de Jesús, sometiendo cada área a su autoridad. En estos detalles diarios, «[buscamos] las cosas de arriba, donde está Cristo sentado» (v. 1). La devoción a Cristo nos requerirá algunos sacrificios, pero no retengamos nada. ¡Entreguemos todo a Él! WINN COLLIER ¿Qué parte de mi vida considero demasiado pequeña para que a Dios le importe? ¿Cómo cambia mi perspectiva saber que Él quiere incluso lo más pequeño? Dios, ayúdame a entregarte todo. LECTURA BÍBLICA PARA HOY | CO LO S E N S E S 3:1–4, 17 1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. 1 J U A N 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre… INOCENCIA ENCONTRADA «Y a no soy lo que era. Soy una nueva persona». Estas sencillas palabras de mi hijo, durante una asamblea de estudiantes, describe el cambio que Dios hizo en su vida. Cuando era adicto a la heroína, se veía a través de sus pecados y errores. Pero ahora, se ve como un hijo de Dios. La Biblia nos anima: «si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 CORINTIOS 5:17). Independientemente de lo que hayamos sido o hecho en el pasado, cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y recibimos el perdón que ofrece por su sangre, somos hechos nuevos. Desde Edén, nuestro pecado nos separó de Dios, pero Él ahora «nos reconcilió consigo mismo por Cristo», no tomando en cuenta nuestros pecados (VV. 18-19). Somos sus hijos amados (1 JUAN 3:1-2), lavados y hechos nuevos a la semejanza de su Hijo. Jesucristo es la inocencia encontrada. Él nos libera del pecado y de su poder, y nos restaura a una nueva relación con Dios, en la que ya no vivimos para nosotros mismos «sino para aquel que murió y resucitó por [nosotros]» (2 CORINTIOS 5:15). Abre el enlace siguiente para ver la historia de Fernando Sosa en el video En busca de Jesús. Como en el caso de mi hijo, el amor transformador de Cristo le dio una nueva identidad y JAMES BANKS propósito. ¡Y lo mismo hace por nosotros! ¿Qué importancia tiene para ti saber que un nuevo comienzo es posible con Dios? ¿Cómo puedes vivir hoy como su «nueva creación»? Padre, gracias por enviar a tu Hijo para salvarme. go.odb.org/EnBuscaDeJesus4 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | 2 CO R I N T I O S 5:14-21 14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. M A RCO S 5:19 … cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo… DE LA MISERIA AL MENSAJE D aniel, una leyenda del béisbol, casi arruina su vida con las drogas. Pero Jesús lo liberó. Hoy ayuda a otros que luchan con la adicción y les habla de la fe. Al mirar atrás, afirma que Dios convirtió su miseria en un mensaje. Nada es difícil para Dios. Cuando Jesús se acercó a un cementerio tras una noche tormentosa en el Mar de Galilea, un hombre oprimido por la oscuridad se le aproximó. Jesús habló a los demonios que lo invadían, los echó fuera y lo liberó (MARCOS 5:1-13). Cuando se iba, el hombre le rogó poder acompañarlo, pero Jesús no lo dejó porque tenía un trabajo para él: «Vete […] a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo» (v. 19). No volvemos a ver a ese hombre, pero las Escrituras revelan algo intrigante: la gente de esa región, por temor, había rogado a Jesús que se fuera (V. 17), pero la próxima vez que Él fue, se reunió una gran multitud (8:1). ¿Habrá sido eso el resultado de haber enviado a aquel hombre? ¿Será que el que antes estaba dominado por las tinieblas se convirtió en el primer misionero, que comunicó eficazmente sobre el poder de Jesús para salvar? De este lado del cielo no lo sabremos, pero algo está claro: cuando Dios nos libera para servirlo, puede convertir la miseria del pasado en JAMES BANKS un mensaje de esperanza y amor. ¿De qué te ha librado Cristo? ¿Cómo puedes compartir con otros lo que Él ha hecho por ti? Señor, ayúdame a andar hoy en tu luz. LECTURA BÍBLICA PARA HOY | M A RCO S 5:1–20 1 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. 11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron. 14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. 15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. 16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. 18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. 19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. 20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban. « Hemos transformado a Jesucristo en música de fondo. Lo hemos vuelto la persona más aburrida, desabrida y sosa, cuando en realidad, fue el hombre más revolucionario de todos». JOHN ELDREDGE — escritor « El aspecto más importante del cristianismo es […] la relación que mantenemos [con Jesús] y la influencia y las cualidades que esa relación produce. Esto es a lo único que Dios nos pide que le prestemos atención, y es lo único que está constantemente bajo ataque». OSWALD CHAMBERS — evangelista y maestro M A RCO S 10:28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. CONSAGRAR TODO D os hombres dejaron sus carreras para ir adonde Dios los había llamado. James O. Fraser decidió no ser concertista de piano en Inglaterra, para servir al pueblo lisu en china; mientras que Judson Van DeVenter prefirió convertirse en evangelista en lugar de lograr un título en artes. Tiempo después, escribió el himno «Consagrarme todo entero». Si bien una vocación es el llamado perfecto para muchos, estos hombres estaban seguros de que Dios los llamaba a renunciar a una carrera por otra. Tal vez los inspiró el consejo de Jesús al joven rico, de dejar sus posesiones para seguirlo (MARCOS 10:17-25). Al presenciar la conversación, Pedro exclamó: «nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido» (v. 28). Jesús le aseguró que daría «cien veces más ahora en este tiempo» y vida eterna a los que lo siguieran (v. 30). Y lo haría conforme a su sabiduría: «muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros» (v. 31). Sin importar dónde nos haya colocado Dios, somos llamados a consagrar nuestra vida a Cristo diariamente, obedecer su llamado a seguirlo y servirle con nuestros talentos y recursos. Abre el enlace siguiente para ver la historia de Annahita Parsan en el video En busca de Jesús, y su entrega al llamado de Dios a compartir el evangelio en Suecia. Nosotros AMY BOUCHER PYE también podemos consagrarnos a Él. ¿Qué te viene a la mente cuando piensas en alguien que se ha sacrificado por Cristo? ¿Cómo te está llamando Dios a consagrarte a Él? Padre, consagro todo a ti. go.odb.org/EnBuscaDeJesus5 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | M A RCO S 10:26-31 26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros. M A RCO S 12:44 Porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. DAR TODO C uando Roberto, criado en una familia escocesa pobre, asistió a una reunión misionera en su iglesia, recibió a Jesús como Salvador. Cuando le pasaron el plato para la ofrenda, le pidió al ujier que lo pusiera en el suelo. Con los pies descalzos, se paró sobre el plato y dijo: «No tengo dinero para dar a Dios, ¡pero me doy a mí mismo!». Al tiempo, Roberto Moffat fue como misionero a Sudáfrica. Trabajó incansablemente para compartir el amor de Dios; e incluso tradujo toda la Biblia al idioma nativo. Moffat y su esposa se entregaron para servir a Dios. Su historia de entrega total me recuerda a la viuda pobre, en el Evangelio de Marcos, quien puso en el templo lo que parecía ser una ofrenda pequeña. Jesús, al observar y saber que había puesto «todo lo que tenía, todo su sustento», les dijo a sus discípulos que ella había dado «más que todos los que [habían] echado en el arca» (MARCOS 12:43-44). Mientras que los otros dieron de su riqueza, ella dio de su corazón. Dar todo puede significar servir a personas en otro país o simplemente servir a Dios con pasión allí donde estás. Podemos dar de nuestro tiempo, recursos financieros, oraciones intercesoras y mucho más. Como lo hizo con la ofrenda de la viuda, Dios verá nuestro corazón y AMY BOUCHER PYE recibirá con amor lo que demos. ¿Cómo piensas que reaccionaron los que escucharon a Jesús en el templo? Si hubieses estado allí, ¿cómo habrías reaccionado? Padre, ayúdame a dar con generosidad y alegría. LECTURA BÍBLICA PARA HOY | M A RCO S 12:41–44 41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. RO M A N O S 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. EL MILAGRO DEL PERDÓN E n 1994, cuando Sudáfrica pasó del apartheid a la democracia, enfrentó la difícil cuestión de cómo abordar los crímenes cometidos durante el régimen anterior. No se podía ignorar el pasado, pero tampoco imponer castigos enormes que profundizaran las heridas del país. Desmond Tutu explicó en su libro Sin perdón no hay futuro: «Bien podríamos haber aplicado justicia, justicia retributiva, y tenido una Sudáfrica convertida en cenizas». Mediante la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, la nueva democracia escogió el difícil sendero de procurar la verdad, la justicia y la misericordia. A los culpables se les ofreció un sendero de restauración si estaban dispuestos a confesar sus crímenes y ofrecer restitución. Así, Sudáfrica comenzó a sanar. En cierto modo, esto refleja la lucha que todos enfrentamos. Somos llamados a seguir la justicia y la misericordia (MIQUEAS 6:8); pero a menudo, la misericordia se confunde con condescendencia, y la búsqueda de justicia, con venganza. La única manera de avanzar es con un amor que no solo odia lo malo (ROMANOS 12:9) sino que también anhela la transformación y el bien del «prójimo» (13:10). Abre el enlace siguiente para ver el relato de Grant Stevenson sobre el final del apartheid. Mediante el poder de la gracia salvadora de Cristo, todos podemos experimentar el milagro del perdón MONICA BRANDS y vencer con el bien el mal (12:21). ¿Has presenciado situaciones en que la misericordia y la gracia se distorsionaron para permitir injusticias? ¿Cuándo viste actuar armónicamente la justicia y la misericordia? Dios, que reflejemos tu justicia, misericordia y amor. go.odb.org/EnBuscaDeJesus6 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | RO M A N O S 12:9–21 9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. 20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 1 J U A N 1:7 … la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. LIMPIEZA TOTAL N o podía creerlo. Un bolígrafo de tinta azul se había escondido entre mis toallas blancas y había sobrevivido a la lavadora, pero explotó en la secadora. Había manchas azules horribles por todas partes. Mis toallas estaban arruinadas. No hubo blanqueador que pudiera remover esas oscuras manchas. Mientras ponía de mala gana las toallas en la pila de trapos, recordé el lamento del profeta Jeremías en el Antiguo Testamento al describir los efectos perjudiciales del pecado. Al haber rechazado a Dios para volverse a los ídolos (JEREMÍAS 2:13), declaró que el pueblo de Israel había generado una mancha permanente en su relación con el Señor: «Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Dios el Señor» (v. 22). No tenían poder para revertir el daño que habían hecho. Sin ayuda, es imposible quitar la mancha de nuestro pecado. Y Jesús hizo lo que nosotros no podíamos. Mediante el poder de su muerte y resurrección, «nos limpia de todo pecado» (1 JUAN 1:7). No hay mancha de pecado que Jesús no pueda quitar por completo. Dios está dispuesto y listo para lavar los efectos del pecado de todos los que se vuelven a Él (v. 9). Por medio de Cristo, podemos vivir cada día con LISA SAMRA libertad y esperanza. ¿A quién recurres con tu culpa? ¿Cómo te cambia saber que Jesús quitó la mancha de tu pecado? Padre, gracias porque tu Hijo quitó la mancha de mi pecado. LECTURA BÍBLICA PARA HOY | J E R E M Í A S 2:13, 20–22 13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. 20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera. 21 Te planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña? 22 Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Dios el Señor. « No sé que piensas cuando escuchas el nombre Jesús. Pero la Biblia dice que los demonios tiemblan al oír ese nombre». FRANCIS CHAN — escritor y orador « Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente». EL APÓSTOL PEDRO J U A N 11:44 Y el que había muerto salió… VIVO OTRA VEZ H enry Ossawa Tanner floreció en el escenario del arte en 1896 con su obra maestra La resurrección de Lázaro. La pintura ganó una medalla en el Salón de París, lo que convirtió a Tanner en un fenómeno. La característica más asombrosa de la obra son las expresiones en los rostros de los que rodean a Jesús y a Lázaro. Tanner explicó su deseo de iluminar la narrativa bíblica, agregando el toque humano «que emparenta a todo el mundo». Tanner sabía que al margen de nuestras diferencias, a todos nos une la inevitabilidad de la muerte. Y todos también podemos encontrar nuestra esperanza en Jesús, quien venció la muerte. En Juan, «estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro», pero la verdad es que todos estamos enfermos (11:1). Todos, de una manera u otra, estamos condenados a la tumba. Lázaro murió antes de que llegara Jesús; por lo tanto, ese era seguramente el final de la historia. Todos sabían que la muerte tenía la última palabra. Pero Jesús no estaba de acuerdo. Ante la tumba del hombre muerto y la multitud asombrada, exclamó: «¡Lázaro, ven fuera!» (v. 43). Y Lázaro salió. Todos conocemos el agobio y el temor que genera la muerte. La muerte de nuestros cuerpos, y de nuestras relaciones y esperanzas. Pero Jesús tiene la última palabra, trayendo luz y vida a nuestro mundo. Abre el enlace siguiente para ver la conversación de Nizar y Motis, y cómo WINN COLLIER Dios transforma vidas por medio de Cristo. ¿Cómo has experimentado los efectos amargos de la muerte? ¿En qué áreas percibes que Dios está poniendo vida a tu existencia? Jesús, en medio de tanta muerte, dame de tu vida. go.odb.org/EnBuscaDeJesus7 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | J U A N 11:1–14, 40–44 1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos). 3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. 12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. 13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. H E C H O S 2:24 … [a Jesús] Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella IMPOSIBLE DE RETENER M ientras nadaba en el Golfo de México, Caitlyn se encontró con un tiburón que la atacó. Para defenderse, ella le pegó un puñetazo en la nariz, y el depredador abrió las fauces y se fue nadando, derrotado. Aunque la mordida le causó múltiples heridas y más de 100 puntos, el tiburón no pudo retener a Caitlyn. Esta historia me recuerda cómo Jesús le asestó un golpe a la muerte, poniendo fin al poder de esta de intimidar y derrotar a sus seguidores. Según Pedro, «era imposible que fuese retenido» por «los dolores de la muerte» (HECHOS 2:24). Pedro dijo esto a una multitud en Jerusalén. Quizá algunos de ellos habían sido quienes gritaron que crucificaran a Jesús (MATEO 27:22). Luego, los soldados romanos lo clavaron en la cruz, donde murió. Más tarde, lo sepultaron, pero resucitó a los tres días. Pedro y otros hablaron y comieron con Él; y 40 días después, ascendió al cielo. La vida de Jesús en la tierra terminó con sufrimiento físico y angustia mental, pero el poder de Dios venció la tumba. Por eso, la muerte —o cualquier otra lucha— no puede mantenernos atrapados para siempre. Un día, todos los creyentes disfrutarán de vida eterna y plenitud en la presencia de Dios. Centrarnos en esta verdad puede darnos JENNIFER BENSON SCHULDT libertad hoy. ¿Cómo te da esperanza saber que un día, desaparecerá todo nuestro sufrimiento? ¿Quién necesita escuchar hoy estas palabras liberadoras? Señor, ¡tu victoria sobre la muerte me da esperanza! LECTURA BÍBLICA PARA HOY | H E C H O S 2:22–36 22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. 25 Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza; 27 porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28 Me hiciste conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia. 29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. 30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, 31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, 35 hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. J U A N 21:26 … [Jesús] le dijo: Pastorea mis ovejas. «ALIMENTA MIS OVEJAS» E n un mensaje en 1911, Oswald Chambers hablaba de ser un joven pastor en Escocia: «Cuando tengas que acarrear sobre tus hombros una [cabra] vieja y sucia hasta la ladera, sabrás de inmediato si pastorear es poesía o no». No quería idealizar esta tarea llamándola «poesía»; más bien, la denominó «el trabajo más arduo, agotador y exasperante». La dura tarea de pastorear a personas es lo que Jesús le encomendó a Pedro, ya que su discípulo enfrentaría críticas, malentendidos y otros desafíos al cuidar el rebaño de Dios. Chambers reflexionó: «¿A quién le dijo: “Alimenta mis ovejas”? A Pedro. ¿Quién era Pedro? Una oveja muy descarriada». Aunque Pedro había negado conocer a Jesús (VER JUAN 18:15-27), el Señor lo restauró con amor delante de los otros discípulos (21:15-19). Su amarga experiencia le enseño a ser tierno y a cuidar las ovejas de Cristo. Al recibir el Espíritu Santo, estuvo listo para ser pastor de personas. Como Pedro, quizá le hemos fallado a Cristo con rechazos, errores, egoísmo u orgullo. Pero Él nos busca y nos perdona, como lo hizo con Pedro. Abre el enlace siguiente para ver el video En busca de Jesús y aprender más sobre el perdón de Dios y la restauración. Él nos restaura AMY BOUCHER PYE y nos comisiona cuidar a los demás. ¿Cómo se habrá sentido Pedro mientras comía lo que Jesús había preparado? ¿Cómo reaccionas cuando te brindan amor y perdón? Señor, danos fuerza para seguir confiando en ti en las dificultades. go.odb.org/EnBuscaDeJesus8 LECTURA BÍBLICA PARA HOY | J U A N 21:15-19 15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. 18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. S A L M O 51:2 Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. BORRÓN Y CUENTA NUEVA C uando salió de la cárcel, Miguel estaba ansioso por empezar una nueva vida. Al reinsertarse en la sociedad, quiso quitarse los tatuajes de pandillas que cubrían su cuerpo, ya que le recordaban la manera en que había vivido antes de pasar 15 años preso. Borrárselos lo ayudó a avanzar en un nuevo camino. Cuando acudimos a Dios para que nos perdone, nosotros también comenzamos una nueva vida. Él nos limpia el corazón, borrando así los «tatuajes» de nuestros pecados. El rey y salmista David describe su limpieza interior en el Salmo 51. Dolorosamente consciente de cómo había ofendido a Dios, reconoce: «he hecho lo malo delante de tus ojos» (v. 4). Con fe, pide al Señor que lave esas manchas: «Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve» (v. 7). No podemos ver evidencias físicas de la limpieza interior que Dios hace en nosotros. No obstante, cuando confiamos en el sacrificio que hizo Jesús para comprar nuestro perdón, podemos estar seguros de que hemos sido lavados. Aunque quizá queden consecuencias de nuestras acciones —como sucedió con la muerte del hijo que nació del adulterio de David—, nuestros corazones son liberados de los «tatuajes» de nuestro pasado. KRISTEN HOLMBERG ¿Qué «tatuaje» te gustaría borrar? ¿Cómo has sido lavado interiormente? Señor, hemos hecho lo malo ante tus ojos. Ayúdanos a acudir a ti por limpieza y perdón. ¡Por favor, lávanos! LECTURA BÍBLICA PARA HOY | S A L M O 51 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. 8 Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. « Jesús […] quiere que seas libre. Es para esto que te creó». PRISCILLA SHIRER — actriz, escritora y conferencista UN PENSAMIENTO FINAL Cómo te busca Dios. M i búsqueda de Jesús me llevó por cinco continentes con los documentales de Our Daily Bread Films. Buscaba experimentar cómo encuentros con personas de todas partes del mundo me ayudarían a descubrir a Jesús de maneras nuevas. Lo que hallé formó radicalmente mi propia búsqueda de Jesús. C. S. Lewis escribió en The Four Loves [Los cuatro amores]: «En cada uno de mis amigos, hay algo que solo otro amigo puede sacar plenamente a relucir. Por mi cuenta, no tengo lo suficiente para llamar a todo el hombre a la actividad; quiero otras luces además de la mía para que muestren todas sus facetas». Del mismo modo, las personas que encontré en mis viajes han sacado a la luz aspectos de Jesús que tal vez jamás habría considerado. También me ayudaron a entender la poderosa verdad de que como todos fuimos hechos a imagen de Dios, hay algo que cada persona puede enseñarnos sobre Jesús. En Suecia, vi a Jesús con más claridad como Aquel mediante el cual «fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra» (COLOSENSES 1:16). Daniel, el amante del aire libre, y Eda, la mujer sami que cuidaba rebaños de renos, me revelaron un asombro y una reverencia por la creación que suelo pasar por alto en mi entorno de concreto y asfalto. Podemos conocer algo de lo que Jesús es a través del mundo que creó. En Singapur, experimenté a Jesús de manera más personal: como el Hijo divino que ofrece amor al mundo. El pastor Tze demostró un concepto conocido en Asia como devoción filial, el cual revela una dedicación a los padres que es mucho más profunda de lo que yo podría entender, dado mi individualismo occidental. Esto me lleva a una comprensión más profunda de la relación de Jesús con Dios el Padre. En Argentina, mi guía e intérprete Alejandro me ayudó a apreciar la hospitalidad y el amor que Jesús demostró cuando compartió la última cena con sus discípulos. La cultura argentina se concentra en la comida (¡con su carne famosa a nivel mundial!). Vi a Jesús reflejado en esa cultura. En Sudáfrica, vi a Jesús como esperanza. Lo vi en la persona de Winne, quien soportó la injusticia y la desesperación del apartheid, pero que encontró gozo e inspiración en Aquel que prometió rescatarnos de nuestro quebranto. En Israel, hablé con Sabha, una anciana palestina que estaba ciega, la cual considera que Jesús es digno de su alabanza, aunque haya sido rechazada por su familia musulmana debido a su fe. Ella revela el poder supremo de Jesús de maneras asombrosas. En los rostros de las personas que conocemos —cada uno modelado por las manos de Dios—, encontramos aspectos gloriosos de Jesús que, de otra manera, no veríamos. ¿Quiénes son las personas en tu vida que reflejan el carácter de Jesús de alguna forma única? ¿Quiénes son los parientes, amigos y conocidos que te muestran hoy a Jesús? Hay una pregunta clave por responder. ¿Has recibido el regalo de la vida eterna, ofrecido por Aquel que te está buscando? Desde que el pecado entró en la experiencia humana (VER GÉNESIS 3:1-19), hemos estado distanciados de nuestro Padre celestial. Vemos esta distancia en las relaciones rotas con Dios y con los demás; e incluso en la manera en que nos relacionamos con la creación. Pero, en amor, Él nos ha estado buscando. Nuestro Padre celestial envió a Jesús, su Hijo, al mundo para proveer un camino de regreso a Dios. En cada país que visité, conocí personas que experimentaron personalmente su amor. Jesús llevó una vida perfecta. Tomó nuestro lugar como sacrificio por nuestro pecado (nuestra desobediencia contra Dios). La muerte de Cristo se encargó de nuestro pecado… ¡aquello mismo que hacía que fuera imposible volver al Padre! Como explicó el apóstol Pablo: «Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y […] fue sepultado, y […] resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras» (1 CORINTIOS 15:3-4). Gracias al maravilloso amor de Dios, el caos que experimentamos dentro y fuera de nosotros tiene remedio. ¡Esta sí que es una buena noticia! Gracias al maravilloso amor de Dios, el caos que experimentamos dentro y fuera de nosotros tiene remedio. El Señor estuvo dispuesto a pagar el precio más alto para que pudieras tener una relación restaurada con Él. La Escritura revela que, sencillamente, tienes que aceptar este regalo de perdón y restauración para recibir salvación y vida eterna: «si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (ROMANOS 10:9). Mi búsqueda de Jesús por todo el mundo me enseñó algo con claridad: la búsqueda de Dios para encontrarte lleva a la verdadera vida, tanto ahora como para la eternidad. Solo queda una pregunta: ¿Aceptarás este maravilloso regalo por fe? ¿Buscarás tú también a Jesús? RASOOL BERRY TUS DONACIONES TRANSFORMAN VIDAS Desde devocionales matinales a solas o con la familia hasta celdas de la prisión o camas de hospitales. Nuestro Pan Diario puede encontrarse en innumerables lugares en todo el mundo. Y para cada persona que lee, una cosa es verdad siempre: guía a disfrutar de la paz de tener comunión con Dios. 35 58 60 OFICINAS IDIOMAS MILLONES trabajando para que la Palabra de Dios sea comprensible y accesible para todos. en los que Nuestro Pan Diario se distribuye en 156 países. de ejemplares de Nuestro Pan Diario entregados por año en todo el mundo. DONAR