El origen célula de la La Tierra, después de moldearse y de calentarse, liberó gases de metano, amoniaco, agua e hidrógeno que habían quedado encerrados en su interior, dando origen a la atmósfera primitiva y a los primeros océanos. La luz estelar procedente del Sol bañó y calentó la Tierra primigenia, provocando tempesta- des, relámpagos y truenos. Los volcanes se desbordaron de lava. Estos proce- sos fragmentaron las moléculas de la atmósfera primitiva; los fragmentos se juntaron de nuevo dando formas cada vez más complejas, que se disolvieron en los océanos primitivos. Al cabo de un tiempo, los mares alcanzaron la consistencia de una sopa caliente y diluida. Se organizaron moléculas, y se dio impulso a complejas reacciones químicas, sobre las superficies de arcillas, hasta que un día, surgió una molé- cula que por puro accidente fue capaz de fabricar copias bastas de sí misma a partir de las demás moléculas del caldo primitivo. A medida que pasaba el tiempo surgían moléculas replicables más complejas. La evolución estaba ya definitivamente en marcha, incluso al nivel molecular, gracias a la reproducción, la mutación y la eliminación selectiva de las varieda- des menos eficientes. A medida que pasaba el tiempo conseguían reproducirse mejor. Llegaron a unirse entre sí moléculas con funciones especializadas, cons- tituyendo una especie de colectivo molecular: la primera célula. Hace unos tres mil millones de años se había reunido un cierto número de células, quizás porque una mutación impidió que una célula sola se separara después de divi- dirse en dos. Habían evolucionado los primeros organismos multicelulares. Evolucionaron los primeros organismos capaces de generar su propio alimento a partir de moléculas inorgánicas, entonces, la fotosíntesis transformó la atmósfera. Se originó el sexo. Formas que antes vivían libres se agruparon para constituir organismos complejos con funciones especializadas. Evolucionaron los receptores químicos, y el Cosmos pudo catar y oler. Organismos unicelula- res evolucionaron dando colonias multicelulares, que desarrollaron sistemas de órganos especializados. Evolucionaron ojos y oídos, y ahora el Cosmos podía ver y oír. Las plantas y los animales descubrieron que la tierra podía sostener la vida. Los organismos zumbaban, se arrastraban, barrenaban, rodaban, se desli- zaban, se agitaban, temblaban, escalaban y flotaban. Bestias colosales hacían resonar las junglas humeantes. Emergieron pequeñas criaturas, nacidas vivas y no en recipientes en cáscara dura, con un fluido similar a los primeros océanos, que les recorría por las venas. Sobrevivieron gracias a su rapidez y a su astucia. Carl Sagan, Cosmos. Ed. Planeta Tierra primitiva Moléculas orgánicas Molécula replicable Las primeras formas de vida sobre la Tierra aparecie- ron hace aproximadamente 3.600 millones de años