UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA FACULTAD DE INFORMATICA MAZATLAN MAESTRIA EN INFORMATICA APLICADA “QUE ES ESA COSA LLAMADA CIENCIA” RESUMEN DE CAPITULOS 7, 8, 14 ELABORADO POR JUAN JOSE RODRIGUEZ MALPICA GARCIA IVAN TOSTADO EFRAIN VARGAS MILLAN LAS TEORÍAS COMO TOTALIDADES ESTRUCTURALES Las concepciones inductivistas y falsacionistas de la ciencia son muy poco sistemáticas. Al concentrarse en las relaciones entre teorías y enunciados observacionales individuales o conjuntos de éstos, no tienen en cuenta la complejidad de las principales teorías científicas. Para, dar una idea más adecuada hay que considerar las teorías como totalidades estructuradas de algún tipo. Los enunciados observacionales se deben formular en el lenguaje de alguna teoría. Hay que rechazar las definiciones como procedimiento fundamental para establecer significados. Los conceptos sólo se pueden definir en función de otros conceptos cuyos significados están ya dados. Muchos de esos experimentos a los que se refiere cuando articula su teoría son experimentos mentales. Algunas de las razones por las cuales hay que considerar a las teorías como estructuras organizadas de algún tipo son: el hecho de que el estudio histórico muestra que las teorías busquen esa característica y el hecho de que los conceptos solamente adquieren un significado preciso mediante una teoría coherentemente estructurada. Un programa de investigación lakatosiano es una estructura que sirve de guía a la futura investigación tanto de modo positivo corno de modo negativo. La heurística negativa de un programa conlleva la estipulación de que no se pueden rechazar ni modificar los supuestos básicos subyacentes al programa, su núcleo central. La heurística positiva está compuesta por líneas maestras que indican cómo se puede desarrollar el programa de investigación. Dicho desarrollo conllevará completar el núcleo central con supuestos adicionales en un intento de explicar fenómenos previamente conocidos y de predecir fenómenos nuevos. La característica definitoria de un programa es su núcleo central. La heurística negativa de un programa consiste en la exigencia de que durante el desarrollo del programa el núcleo central siga sin modificar e intacto, cualquier científico que modifique el núcleo central se apartará de ese determinado programa de investigación. Un programa de investigación debe satisfacer ambas condiciones si pretende calificarse de científico. Las modificaciones o adiciones al cinturón protector de un programa de investigación deben ser comprobables de forma independiente. LAS TEORÍAS COMO ESTRUCTURAS. LOS PARADIGMAS DE KHUN Un paradigma está constituido por los supuestos teóricos generales, las leyes y las técnicas para su aplicación que adoptan los miembros de una determinada comunidad científica. La crisis se resuelve cuando surge un, paradigma completamente nuevo que se gana la adhesión de un número de científicos cada vez mayor, hasta que finalmente se abandona el paradigma original, acosado por problemas. El cambio discontinuo constituye una revolución científica. LOS PARADIGMAS Y LA CIENCIA NORMAL Una ciencia madura está regida por un solo paradigma. El paradigma establece las normas necesarias para legitimar el trabajo dentro de la ciencia que rige. Coordina y dirige la actividad de «resolver problemas» que efectúan los científicos normales que trabajan dentro de él la existencia de un paradigma capaz de apoyar una tradición de ciencia normal. La ciencia normal conlleva intentos detallados de articular un paradigma con el propósito de compaginarlo mejor con la naturaleza. Khun describe la ciencia normal como una actividad de resolver problemas gobernadas por las reglas de un paradigma, los problemas serán tanto de naturaleza teórica como experimental. REALISMO NO REPRESENTATIVO Denomina al punto de vista en donde el mundo físico está constituido de tal forma que nuestras teorías físicas actuales son aplicables a él en algún grado. La finalidad de las teorías físicas será establecer los límites de aplicabilidad de las teorías actuales y desarrollar teorías que sean aplicables al mundo con un mayor grado de aproximación en diversas circunstancias. Este punto de vista es realista en dos sentidos: a) se parte del supuesto de que el mundo físico es como es independientemente de nuestros conocimientos sobre el mismo; b) se parte del supuesto de que, en tanto las teorías son aplicables al mundo, lo son siempre dentro y fuera de las situaciones experimentales. Sin embargo, no es representativo, en tanto no conlleva una teoría de la verdad como correspondencia. No se pueden juzgar las teorías desde el punto de vista de la descripción del mundo tal como realmente es, dado que no hay acceso al mundo independientemente de un cuerpo teórico que permita valorar tales descripciones. Esto choca con las nociones propias del sentido común. Sí se pueden juzgar las teorías desde el punto de vista del grado en que abordan exitosamente algún aspecto del mundo. El realismo no representativo es más compatible que las tesis realistas habituales con el hecho de que nuestras teorías son productos sociales sujetos a un cambio radical. Nuestras teorías son un tipo especial de producto social, aunque no esté socialmente determinado el grado en que son capaces de abordar el mundo físico, que no es un producto social. La descripción del realismo no representativo en cuanto a la aplicabilidad de las teorías al mundo es, en opinión del autor, vaga. Y aquí radica el punto fuerte de la postura: la forma en que se teoriza acerca del mundo es algo a descubrir y no algo a establecer de antemano mediante argumentos filosóficos. En opinión del autor, la cuestión que da título a este libro es engañosa y presuntuosa. Presupone que hay una sola categoría de “ciencia” e implica que diversas áreas del conocimiento física, biología, historia, etc. entran o no dentro de esta categoría. Los filósofos no tienen recursos que les permitan fijar los criterios que deben ser satisfechos para que un área de conocimiento sea considerada científica. Toda área de conocimiento puede ser analizada por lo que es: investigando sus fines, sus métodos para lograrlos, su grado de éxito en dicha prosecución; y podrá ser criticada al criticarse estos mismo puntos. Desde esta perspectiva, no se necesita la categoría de “ciencia” para que una parcela de conocimiento sea considerada como tal o como no ciencia. La postura del autor es relativista en tanto niega la existencia de un criterio absoluto con respecto al cual valorar o juzgar las teorías. No hay una categoría general de “ciencia” ni un concepto de verdad que esté a la altura del proyecto de describir a la ciencia como una búsqueda de la verdad. Toda área de conocimiento debe ser juzgada por sus propios meritos, investigando sus fines y el grado en que es capaz de cumplirlos.