La Revolución Mexicana Uno de los movimientos políticos, económicos y sociales de mayor trascendencia en América fue, sin lugar a dudas la Revolución Mexicana que inició el 20 de noviembre de 1910 y se extendió por 10 años. Sus antecedentes se remontan a la situación de México bajo el porfiriato. El ideal para los jóvenes era desplazar la dictadura porfiriana de 30 años. Los obreros soñaban con una legislación que les ofreciera un mínimo de protección contra el abuso de los poderosos. Los campesinos querían tierras. La Revolución Mexicana fue un gran movimiento popular anti-latifundista y antimperialista que dio origen a importantes transformaciones en México, donde existía una supremacía de la burguesía sobre las instituciones del estado. El Porfiriato El periodo de 1876 a 1911 se caracterizó por la dictadura de Porfirio Díaz, responsable del desarrollo del capitalismo mexicano. Su gobierno era apoyado por la aristocracia mexicana y los capitales de las empresas extranjeras. Actuó apoyado por un ejército que poseía la función política y la Iglesia Católica. Socialmente: La principal base de apoyo a la dictadura de Porfirio Díaz, Porfiriato, fue la clase latifundista; éstos fueron los grandes beneficiarios de la política del gobierno que eliminó el ejido (tierras comunitarias de origen indígena) e hizo posible la concentración de tierras en terratenientes mexicanos y la formación de grandes contingentes de campesinos explotados. El campo se encontraba en manos de la aristocracia rural; las minas, el comercio, los bancos y las pocas industrias eran concesionadas al capital extranjero, principalmente americano. El poder político: Hubo un pacto social, representado por la figura de Porfirio Díaz, como aval de la "paz social" e interclasista que aseguraba el dominio de los hacendados sobre la población campesina. Porfirio Díaz impuso la "paz porfirista" entre los innumerables caciques agrarios, al mismo tiempo que reprimió ferozmente a los marginados sociales impuestos por su sistema. El Estado: Era administrado por una burocracia civil-militar que se inspiraba en el positivismo europeo, los llamados "científicos" que creían poder regenciar a la sociedad de manera autoritaria, de arriba hacia abajo. La Iglesia: La Iglesia mexicana siempre desempeñó un papel político importante en la Historia de México. Aunque este poder se vio afectado por la llamada Era de las Reformas (1854-76) cuando la Iglesia perdió parte considerable de su poder, ahora, al igual que en la época virreinal, su responsabilidad principal era inspirar el conformismo popular para el dominio de la clase aristocrática. Estallido de la Revolución En el año 1908, Porfirio Díaz declaró estar cansado de ejercer el poder, insinuando la posibilidad de alternancia en el poder. Esto bastó para que Francisco I. Madero se postulara en la plataforma antirreeleccionista. La recepción de su candidatura fue muy grande y popular, pero los grupos de poder porfiristas presionaron a Porfirio Díaz a continuar en el poder. Francisco I. Madero fue hecho prisionero días antes de la elección y Porfirio Díaz venció en la elecciones. Luego de recuperar la libertad, Francisco I. Madero se refugió en los Estados Unidos y promulgó el Plan de San Luis, un llamado al pueblo mexicano para tomar las armas en contra del gobierno dictatorial de Porfirio Díaz. Esto propiciaría muchos levantamientos armados en diferentes regiones de México encabezadas por Pascual Orozco, Francisco "Pancho" Villa (seudónimo de Doroteo Arango, el “Centauro del Norte”) y Emiliano Zapata, cuyos victorias militares obligaron a la renuncia y el exilio de Porfirio Díaz y el verdadero inicio de la Revolución Mexicana. Francisco I. Madero vs Emiliano Zapata Francisco I. Madero resultó electo presidente de México. Creía que los objetivos de la Revolución ya habían sido alcanzados con la derrota del gobierno porfirista, pues México contaba con las instituciones democráticas que atenderían los deseos reformistas de los campesinos. Sin embargo, Emiliano Zapata afirmaba que no existía reforma agraria sin el uso de las armas y una de las frases más célebres de Emiliano Zapata con las que convocó al levantamiento fue "La Tierra es para quien la trabaja". Esta fricción colocó a Francisco I. Madero en dependencia de la camarilla militar liderada principalmente por el general Victoriano Huerta. Golpe de Estado contra Francisco I Madero y el gobierno de Victoriano Huerta El 9 de febrero de 1913 ocurrió un golpe de Estado contra el gobierno de Francisco I. Madero promovido por los militares Bernardo Reyes y Félix Díaz. Luego del triunfo del golpe de Estado, Félix Díaz entraría en acuerdo con Victoriano Huerta para formar un gobierno provisional. Francisco I. Madero fue derrocado, encarcelado y más tarde asesinado. Este nuevo gobierno fue dominado por Victoriano Huerta, luego de deshacerse de Félix Díaz. Por su parte, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza no reconoció el nuevo gobierno e inició una movilización contra Victoriano Huerta. Lo mismo hizo el revolucionario Pancho Villa en el Norte y Emiliano Zapata en el Sur. Venustiano Carranza formó el Ejército Constitucional que pretendía restablecer el maderismo (políticas de Francisco I. Madero), y mantener el orden constitucional del país, lo que propició la renuncia de Victoriano Huerta. Lucha entre Carranza contra Pancho Villa y Emiliano Zapata Carranza se ve obligado a enviar a la Convención un decreto de reforma agraria, mientras que el "Pacto de Xochimilco" se había firmado entre Emiliano Zapata y Pancho Villa. Es entonces que Venustiano Carranza reorganiza sus fuerzas militares constitucionalistas y derrota a las fuerzas militares de Pancho Villa y Emiliano Zapata; también estableció la pena de muerte contra los huelguistas en México. Fin de los líderes campesinos Pancho Villa y Emiliano Zapata: Con la victoria de los constitucionalistas al mando de Álvaro Obregon, villistas y zapatistas entrarían en descomposición. Venustiano Carranza luego de asesinar a los poderosos lideres campesinos, promulgó la Ley Agraria en Veracruz, el 6 de enero de 1915, cuya finalidad fue rescatar los objetivos fundamentales de las luchas agrarias. Dicha normatividad, a saber, fue redactada por Luis Cabrera. La Constitución Mexicana de 1917 Después de la Revolución de 1910, como una consecuencia de ésta y ante el obvio deterioro de las instituciones, México necesitaba fortalecer su sistema político para garantizar la seguridad de las personas y su patrimonio. En este contexto histórico el presidente Venustiano Carranza, convocó al Congreso en diciembre de 1916 para presentar un proyecto de reformas a la Constitución de 1857. El documento sufrió numerosas modificaciones y adiciones. La nueva Constitución se promulgó el 5 de febrero de 1917 en Querétaro. La nueva Constitución incluyó gran parte de los ordenamientos de la de 1857. La forma de gobierno siguió siendo republicana, representativa, demócrata y federal; se refrendó la división de poderes en Ejecutivo, Judicial y Legislativo, pero éste se dividió por primera vez en cámaras de Diputados y Senadores. Se ratificó además el sistema de elecciones directas y anónimas y se decretó la no-relección; se creó el municipio libre, y se estableció un ordenamiento agrario relativo a la propiedad de la tierra. Esta Constitución reconoce las libertades de culto, expresión y asociación, la enseñanza laica y gratuita y la jornada de trabajo máxima de 8 horas. La Constitución promulgada en 1917 es la que rige México hasta la fecha.