La Guerra Fría en América Latina es la plasmación en éste territorio del enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX. Si bien el inicio de la Guerra Fría se marca en 1947, los orígenes de las tensiones entre Estados Unidos y diversos gobiernos o movimientos latinoamericanos comienzan desde la independencia o, como mínimo, desde la elaboración de la Doctrina Monroe. Por la existencia de dichas tensiones la Guerra Fría en Latinoamérica fue especialmente convulsa para la región y uno de los principales focos de atención por ambos bandos enfrentados. La estrategia de ambos bandos durante el desarrollo de la Guerra Fría varió según las situación global o las particularidades de los cambios en el ámbito latinoamericano. El principal punto de inflexión fue el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la inclusión de la isla en la esfera de influencia soviética. Éste triunfo modificaría la estrategia comunista en el continente, produciéndose un auge de las organizaciones guerrilleras hasta finales de los 60, decayendo las guerrillas tras la muerte del Che Guevara en Bolivia. Tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979 los conflictos armados vuelven a recrudecerse, especialmente en Centroamérica. Estados Unidos por su parte apostó por el mantenimiento a ultranza de régimenes aliados, en muchos casos militares, y la intervención militar directa o indirecta en contra de países susceptibles de girar hacia la influencia soviética, como el caso de la Invasión de Bahía de Cochinos o la participación en la guerra civil de Nicaragua. Antecedentes Latinoamérica en la órbita estadounidense: la doctrina Monroe La doctrina Monroe fue enunciada por dicho senador en 1823 frente a las pretensiones de España de intervenir en los estados americanos recién independizados. Dicha doctrina fue modificandose y evolucionando a lo largo de todo el siglo XIX, configurándose en la plasmación práctica del control económico y político del contiente americano latino. Dicha doctrina fue interpretada, en la práctica, como las pretensiones expansionistas de los Estados Unidos hacia el oeste, primero, y posteriormente hacia el sur. La guerra de México y la intervención en Centroamérica Artículo principal: Intervención Norteamericana en México La primera acción en aplicación de la doctrina Monroe contra un estado latinoamericano es la guerra de independencia de Texas de 1835, en la que el gobierno estadounidense apoyó a los colonos norteamericanos asentados en ésta provincia mexicana. En 1846, las pretensiones de la República de Texas, que ya se había integrado en la Unión Americana, sobre territorios mexicanos excusó la intervención de los Estados Unidos en el conflicto, con una invasión que consiguió tomar la capital de México y permitió que EEUU se anexionara la mitad del territorio mexicano. A partir de 1855 los EEUU intervinieron en Centroamérica en el transcurso de la Guerra Civil en Nicaragua en favor de la facción demócrata. La intervención fue protagonizada por William Walker, el cual ya había liderado una expedición ilegal contra la Baja California por la que fue absuelto por un jurado estadounidense. Aunque la expedición a la larga resultó fracasa, muestra el grado de implicación en los asuntos internos americanos del gobierno de los Estados Unidos. La guerra hispano-estadounidense. A finales del siglo XIX la mayor parte de la expansión territorial estadounidense se había llevado a cabo. Sin embargo existían territorios reclamados como parte natural de los Estados Unidos, siendo éste el caso de Cuba, aun dominada por España. Entre 1848 y 1851 los EEUU trataron de anexionar la isla, bien por la compra de la misma o por una expedición militar mercenaria, sin conseguirlo. Durante éste siglo Cuba había mantenido importantes intercambios comerciales con los estados sureños, llegando a ser hundidos varios barcos cubanos durante la Guerra Civil Estadounidense al tratar de romper el bloqueo del sur. José Martí, independentista cubano opuesto a la injerencia estadounidense el la isla.Desde 1868 se sucederían los movimientos independentistas cubanos, desarrollados a lo largo de tres guerras: la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita y, a partir de 1895 la definitiva guerra de independencia. Este último levantamiento estuvo dirigido por José Martí, personaje que había pasado varios años en el exilio en EEUU y que se oponía a cualquier tipo de dominio estadounidense sobre la isla. Martí, fundador del Partido Revolucionario Cubano, moriría en los inicios de la guerra. En 1898, el hundimiento del Maine permitió a los EEUU intervenir en la guerra cubana, consiguiendo el control de la misma hasta 1902 en administración directa. Si bien, en la constitución cubana fue impuesta la enmienda Platt, dando carta blanca a los EEUU para cualquier injerencia en los asuntos internos cubanos además de marcar el dominio económico sobre Cuba por parte de los Estados Unidos. Panamá. Artículo principal: Separación de Panamá de Colombia La intervención norteamericana en Panamá está condicionada por la importancia estratégica de ésta región. Durante su historia había habido varios intentos por conseguir construir un canal que uniera el Caribe con el Océano Pacífico, todos ellos fracasados. Durante el siglo XIX se habían desarrolladoa algunos movimientos secesionistas en Panamá respecto a Colombia, de diversa entidad y trascendencia. A principios del siglo XX los independentistas comenzaron a buscar el apoyo de Estados Unidos, el cual les fue concedido. La permanencia de buques norteamericanos en el istmo condicionó cualquier respuesta militar colombiana a la secesión de Panamá. En el mes de noviembre de 1903 la independencia fue declarada, firmándose ese mismo mes el contrato para la construcción del canal por parte de Estados Unidos, el cual mantendría el territorio del canal a perpetuidad. Introducción del marxismo en Latinoamérica .El marxismo latinoamericano tendrá características originales con respecto al desarrollado en Europa, principalmente por las características específicas de las sociedades latinoamericanas. La fuerte presencia del campesinado y la cuestión indígena condicionarán el desarrollo del movimiento socialista y comunista. La primera introducción del marxismo vendrá dado por la fuerte inmigración europea, principalmente en Argentina, Chile y Uruguay, de trabajadores cualificados. Gran parte de ésta inmigración acudirá a América escapando no solo de las pobres condiciones de vida en sus lugares de origen sino, también, de la persecución política a la que era sometido el incipiente movimiento obrero. Los precursores chilenos. La introducción del socialismo en Chile vendría a mediados del siglo XIX de la mano del grupo llamado Los precursores, un grupo de individuos de clase acomodada que desde su acceso a la cultura y las ideas europeas, generalmente vetadas para las clases más pobres, encontrarán en el marxismo un metodo de análisis de la sociedad chilena con la cual atacarán el sistema de desigualdad social. Entre los principales medios de difusión de su ideario se encontrara el periódico El Amigo del Pueblo, donde se expondrán artículos llamando a la necesidad de asociación popular o en El Progreso, donde se describirá la situación de miseria de las clases trabajadoras chilenas.