aspecto que se deben tener en cuenta a la hora de cobrar un

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ASPECTO QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA A LA HORA DE COBRAR UN
PROYECTO WEB
1. ¿CUÁNTA EXPERENCIA TIENES?
¿Llevas 20 años trabajando o acabas de llegar al negocio? Lo más normal es que,
cuanto más amplia sea tu experiencia, mejor sea tu trabajo. Todos los
profesionales mejoran con el tiempo: amplían sus conocimientos, adquieren
nuevos recursos y, sobre todo, saben cómo reaccionar frente a los diferentes retos
que van surgiendo en el trabajo diario.
2. ¿Cómo DE BUENO ES TU TRABAJO?
Es una pregunta complicada, pero imprescindible. Hay profesionales buenos, y
otros que son todavía mejores. La medida está en la calidad del trabajo que
realizamos. Por eso, para poner precio a lo que haces, es importante que intentes
evaluarte de la forma más honesta posible: ¿en qué punto te encuentras en
comparación con el resto de profesionales?
Siempre puedes intentar averiguar qué es lo que cobran otros profesionales que,
en tu opinión, ofrecen unos productos y servicios equivalentes a los tuyos.
3. ¿CUANTO TIEMPO EXIGE EL PROYECTO?
¿Hay que documentarse antes? ¿Debes formarte en alguna herramienta o
disciplina específica? ¿Cuántas reuniones habrá que mantener con el cliente?
Todos esos factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de estimar la duración
del proyecto y, por tanto, influyen en el precio final
4. ¿CUANDO LO NECESITA EL CLIENTE?
A veces, el cliente necesita que el proyecto esté listo en un plazo de tiempo muy
ajustado. Es el típico: “Lo necesito para ayer”. Debes tenerlo en cuenta para
calcular cuál va a ser el esfuerzo, y para trasladar esa exigencia a tu tarifa o al
presupuesto final.
5. ¿CUAL ES EL NIVEL DE EXPOSICION DEL PROYECTO?
El tamaño de la empresa para la que vas a realizar el proyecto suele determinar,
en buena parte, la visibilidad del trabajo final: cuánta gente va a ver, probar o
utilizar aquello que tú has hecho.
No es lo mismo crear un logo para una pequeña empresa que rediseñar el logo de
Coca Cola. La repercusión de ambos trabajos es diferente: uno quedará a la vista
de poca gente, y el otro será utilizado de forma masiva. Esto también puede influir
en el precio.
6. ¿CUAL ES LA DEMANDA DE TUS SERVICIOS PROFECIONALES?
Se trata de la implacable ley de la oferta y la demanda: cuantos más clientes
demanden tus servicios, más elevado puede ser tu precio. Y viceversa, claro… No
te sientas mal por ello: prácticamente todos los negocios funcionan así.
7. ¿CONSIGUES DIFERENCIARTE DE TUS COMPETIDORES?
¿Ofreces algún producto o servicio especial que marque la diferencia frente al
resto de profesionales? ¿Un servicio de soporte y atención 24 horas? ¿Un curso
de formación que los demás no tienen? Si consigues marcar la diferencia, y eres
capaz de hacérselo ver al cliente, puedes anotarlo en tu tarifa/factura final.
8. ¿CUANTO NECESITAS/TE INTERESA REALIZAR EL TRABAJO?
En una situación ideal, quizá no debiera ser así. Pero si actualmente no tienes
apenas trabajo, eso puede condicionar tus pretensiones económicas.
Hay otros factores importantes que pueden impulsarte a modificar tu presupuesto.
La visibilidad y repercusión que podemos conseguir al realizar un trabajo para un
cliente muy reconocido es uno de ellos. Hay muchos profesionales que preferirán
ajustar el precio para asegurarse ese proyecto estrella, que luego puede
ayudarnos a conseguir muchos otros.
Infórmate. También es cierto que algunos clientes se aprovecharán de este
“juego”, y buscarán descuentos ofreciendo a cambio “promesas de futuro”. Así que
intenta conseguir toda la información disponible, analiza bien la situación,
reflexiona y confía en tu buen juicio.
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