Reparación de piezas metálicas La reparación de la carrocería del auto es una labor para especialistas, cuando el auto tiene una abolladura por algún accidente buscamos un buen taller para realizar la reparación. Es importante conocer las herramientas que utilizan a fin de seleccionar un buen taller, para conocer las herramientas utilizadas en la reparación pueden consultar nuestro articulo aquí. En este apartado queremos ir mas allá en la reparación de piezas metálicas, abordar temas como el acceso y la intensidad, las técnicas que se utilizan para conformar la pieza y dejarla en las condiciones en las que se encontraba inicialmente, de esta forma podemos tener una idea de cómo lo deben realizar, para evitar reparaciones inadecuadas que vayan en detrimento de nuestro automóvil. Criterios para reparar una pieza metálica Para poder reparar una pieza metálica debemos tener en cuenta aspectos como el acceso, la intensidad y la magnitud o el área a reparar. De esta forma también se puede evaluar los daños, definir si la pieza puede ser reparable e incluso se puede valora o dar un estimado en tiempo para así determinar su costo. El acceso es un aspecto importante a la hora de realizar la reparación a cualquier pieza metálica del automóvil. El acceso para la reparación de la pieza puede ser Fácil, Difícil o Nulo. Acceso Fácil Son las piezas donde podemos ubicar la herramienta para conformar la pieza de una forma fácil, por ejemplo un guarda fango, tiene acceso por ambos lados de la pieza; de esta forma podemos colocar el tas y golpear con el martillo de una forma fácil. Acceso Difícil Piezas como las puertas, el capó y la tapa de baúl o compuerta. El acceso está restringido a algunas zonas, donde se puede aplicar las herramientas o se pueden utilizar palancas para lograr el acceso a la reparación. Acceso Nulo Son las piezas donde no hay la posibilidad de ubicar una herramienta para realizar la reparación, para repararlo se requiere hacer una ventana, o recurrir a herramienta especializada como un martillo de inercia, un electrodo de cobre o ventosas. El ejemplo más claro de acceso nulo es el estribo y los parales de las puertas, no hay la posibilidad de colocar un tas para conformar la lámina con el martillo. Intensidad La intensidad determina la gravedad del daño, así podemos establecer si es un daño leve, medio, fuerte o una sustitución. Leve: se consideran leves los que tienen una deformación entre un 0% a un 8% para piezas planas (capó, capota y tapa de baúl) y de un 8% a 25% en piezas pequeñas o de difícil acceso (puertas, guarda fangos y costados). Medio: se consideran leve a los daños que tienen una deformación entre un 8% y 25% para piezas planas y de un 25% a un 45% en piezas pequeñas o de difícil acceso. Fuerte: se considera que es fuerte cuando la deformación está entre un 25% y un 50% para piezas planas y de un 45% a 60% en piezas pequeñas o de difícil acceso, de este porcentaje en adelante hablamos de una sustitución de la pieza por daño estructural. Técnicas de reparación en lámina Existen diferentes técnicas para conformar una pieza de lámina, la técnica más utilizada para conformar lámina es la aplicación de herramientas de percusión o martillos y sufrideras. Para enderezar la pieza se utilizan técnicas como el aplanado, estirado, recogido o recalcado y el batido. Aplanado Consiste en enderezar la pieza por medio del martilleo continuo, utilizando golpes controlados con la contraposición del tas o sufridera. Los golpes serán controlados de tal forma que no la lámina no se estire, para evitarlo se ubica la pieza en la sufridera y se dan los golpes sin que el martillo toque la sufridera. Estirado En esta técnica se produce el alargamiento de la lamina, de tal forma se disminuye el espesor de la pieza. Para lograr esta operación se ubica la pieza en la sufridera y se aplican los golpes de tal forma que el martillo llegue hasta esta. El martillo puede variar dependiendo de la superficie a estirar. Recogido o recalcado Es la operación contraria al estirado, se trata de recuperar el grosor de la pieza en algunas zonas donde ha sufrido un estiramiento, para ello se coloca el tas en la parte inferior y se aplican golpes concéntricos desde afuera hacia adentro, de esta forma la lamina se recoge hacia el centro. Para lograrlo puede ser necesaria la aplicación de una técnica controlada de temperatura, donde se calienta y enfría la pieza de forma controlada, el enfriamiento se realiza con un trapo húmedo. Batido El batido es una recopilación de todas las técnicas aplanado, estirado y recalcado, consiste en golpear la lámina, para conseguir el desplazamiento requerido en la lámina aplicando las tres técnicas anteriores. La técnica a utilizar en cada caso dependerá directamente del defecto o abolladura, si el daño o defecto presenta diferentes tipos de daño, se podrá aplicar una combinación de las técnicas anteriores a fin de lograr corregir la deformación.